“Ojalá fueras frío o caliente, pero como no eres ni frío ni caliente estoy para vomitarte de mi boca”. Esta sentencia contundente del libro del Apocalipsis gravita por todas las páginas de este valiente convertido al catolicismo desde las filas del Islam, subdirector del periódico más vendido en Italia: el Corriere della Sera. Y claro, su ejemplo golpea internamente y acicatea nuestro espíritu con la fuerza de la valentía, con la violencia de la verdad Como atestigua Jerónimo del Rey en www.arbil.org (nº 116) –asistente a videoconferencia realizada en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad San Pablo CEU en Madrid “Magdi Cristiano Allam es uno de esos valientes hombres que piensan lo que dicen, dicen lo que piensan y actúan coherentemente con lo que piensan y dicen. En 20 minutos logró transmitir, con la fuerza de la verdad, la realidad ideológica del islamismo radical que padecemos en nuestros días”
Al igual que en el libro “Vencer el miedo” (Encuentro Madrid 2008), señaló que a mezquita no es sólo un lugar religioso como los son las iglesias cristianas, sino que además son lugares donde se gestiona el poder. Llega a denunciar en el libro que “Occidente se ha convertido en una fábrica de combatientes islámicos y de aspirantes a camicaces dispuestos a hacer su jihad o guerra santa en Irack, en los territorios palestinos o en Chechenia” (pp.176-77). Señala al miedo como “el sentimiento más extendIdo en el seno de la humanidad; miedo a una fe auténtica, miedo al terrorismo islámico; miedo a las armas de Destrucción masiva; miedo al nihilismo a nivel universal; miedo al relativismo cultural que ha degradado a Occidente; miedo a la crisis de identidad por parte de los jóvenes que terminan dejándose seducir y convencer por cualquier insensato; miedo a una economía que cada vez está creando más indigencia incluso en el primer mundo”.
Frente a este gigante opone como contrapunto a Benedicto XVI, hombre de certezas, “el hombre que quiere derrotar al miedo” (p.186). El autor convoca a una cruzada “de civilización que nos incumbe a todos; musulmanes, cristianos, judíos, creyentes, no creyentes y personas de buena voluntad dispuestos a vencer el miedo de dentro y de fuera si queremos salvarnos y salvar la civilización humana común. Egipcio de nacimiento, italiano de residencia, lleva cuatro años viviendo con escolta y como advierte en la carta abierta a Oriana Fallaci no empeña sólo su pluma sino toda su persona, no sólo su carrera profesional sino su “vida entera” (p.203). Una bocanada de aire límpido, sin complejos, libre, de un recién bautizado que confía en Cristo y no teme a la verdad. Sin medias tintas, venciendo el miedo.