sábado, 15 de noviembre de 2008

LAICOS EN MARCHA EN EL III CONGRESO

ESTE 15 Y 16 DE NOVIEMBRE SE REALIZARÁ EL PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DEL ÁREA PASTORAL DE COMUNIÓN Y DIÁLOGO
* Evento abierto al público se realizará en el Colegio de Jesús, en Pueblo Libre
El Área Pastoral de Comunión y Diálogo de la Conferencia Episcopal Peruana llevará a cabo este 15 y 16 de noviembre el Primer Encuentro Nacional y el Tercer Congreso Nacional de Laicos, con el tema: “Las Sagradas Escrituras en la Vida y Misión de la Iglesia”, teniendo como eje central el Sínodo de los Obispos y la celebración del Año de San Pablo. El encuentro tendrá lugar en el auditorio del Colegio de Jesús, (Avenida Brasil 2470) en Pueblo Libre y contará con la participación de los miembros del Área Pastoral, conformada por las comisiones episcopales de Clero, Seminarios y Vocaciones, Vida Consagrada, Laicos, Familia, Infancia y Juventud. El evento dirigido al público en general se iniciará el sábado a las 2:30 de la tarde con las palabras de bienvenida de Monseñor Lino Panizza Richero, OFM Cap., Obispo de Carabayllo y Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana. Luego, durante esa jornada participarán destacados ponentes como el Cardenal Juan Luis Cipriani, con el tema: “Las Sagradas Escrituras en la vida de la Iglesia”; Monseñor Carlos García Camader, Obispo de Lurín, con su ponencia: “Comunión y Diálogo para la Misión”, y el Doctor José Antonio Benito, con el tema: “Respuesta del creyente a la Palabra de Dios”.
En tanto, la segunda jornada que se realizará el domingo, se iniciará a las 8:30 de la mañana, con la intervención del Doctor Alfredo García Quesada, con el tema: “Palabra de Dios, fe y cultura”; Monseñor Francisco Simón Piorno, Obispo de Chimbote, con su ponencia: Las Sagradas Escrituras en la Misión de la Iglesia”, y concluirá con la participación de Monseñor Carlos García Camader, Obispo de Lurín y Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Laical, con el tema: “La Palabra de Dios, el Apóstol Pablo y la Misión Continental”.

LA RESPUESTA DEL CREYENTE A LA PALABRA DE DIOS José Antonio Benito /15 noviembre 2008

I.             EL RECIENTE SÍNODO, UN NUEVO PENTECOSTÉS

Tras escuchar a tres de nuestros pastores, obispos, puede ayudarnos la voz del prefecto de la Congregación de los obispos, cardenal Giovanni Battista Re, quien habló en el Sínodo sobre el papel principal del obispo como “heraldo de la palabra de Dios, un auténtico doctor, investido con la autoridad de Cristo, uno que señala la palabra y la pasa a los otros; un maestro que guarda fielmente esta palabra, un testigo que la proclama incluso con el ejemplo de su propia vida”. El cardenal acabó su intervención dejándonos una imagen muy sugerente. Evocó el momento significativo de la ceremonia de ordenación episcopal en que el Evangelio se mantiene sobre la cabeza del nuevo ordenando, que está arrodillado bajo el libro abierto. El cardenal Re venía a decir que todo el ministerio del obispo se sitúa bajo la palabra de Dios, con el único propósito de anunciarla, proclamarla y vivir en fidelidad. Dijo que la imagen del libro abierto de la Palabra hace pensar en el tejado de una casa: “La Palabra de Dios es para nosotros obispos la casa de la que salimos cada mañana para ir a encontrar el rebaño que nos ha sido confiado y la casa a la que volvemos cada noche”. “La palabra es ese tejado seguro bajo el que nos refugiamos en las tormentas de la vida y es el lugar íntimo donde nuestras relaciones, recuerdos y sentimientos, así como nuestras ansiedades y preocupaciones pastorales se reúnen, permitiéndonos encontrar allí el refrigerio de Cristo para nuestra alma y la energía para afrontar los problemas y retos asociados con nuestro ministerio”.

Nosotros los laicos, por nuestro bautismo, también participamos del triple munus, profeta-rey-sacerdote y recibimos esta misión. Me parece pertinente que escuchemos las voces “laicales” o referentes a los movimientos eclesiales en el Sínodo sobre la Palabra de Dios.

El Arzobispo de Arequipa, Monseñor Javier Del Río Alba, donde señaló que la nueva evangelización requiere recuperar y difundir algunos elementos que tal vez durante algún tiempo de la cristiandad se ha olvidado. Entre estos elementos, señala que la Iglesia es depositaria de la Verdad Revelada y que el Evangelio no es una oferta más, entre muchas que hoy puede haber en el mercado de las post-modernidad. También señala que la Palabra de Dios es eficaz y tiene en sí misma la potencia de reengendrar al ser humano y hacer de él una "nueva creación" (l P 1,3; St 1,18; Jn 1,12-13). Asimismo, señaló que el Kerygma es, ante todo, una "palabra de salvación", capaz de romper, en quien la acoge, las cadenas de la esclavitud a los ídolos y suscitar en él el anhelo de participar en la Vida que Dios le ofrece. También dijo que la iniciación cristiana es instrumento idóneo para gestar la vida divina en el creyente. La formación permanente en el seno de una pequeña comunidad tiene la ventaja de facilitar que el fiel cristiano pueda ver "encarnada" la Palabra de Dios en su Cuerpo Místico que es la Iglesia, y que la centralidad de las Sagradas Escrituras en la vida y el ministerio de los Obispos y presbíteros, de modo que podamos ser "hombres de la Palabra".

Movimiento de los Focolares. Chiara Lubich, "junto a un pequeño grupo de compañeras, emprendió un camino espiritual signado por un profundo redescubrimiento y vida del Evangelio", en plena segunda guerra mundial. "Como resultado de esta vida nació una comunidad formada por aquellos que, al entrar en contacto con ellos, comenzaban a su vez a vivir el Evangelio con empeño y entusiasmo, comunicándose entre ellos las numerosas experiencias sorprendentes...La costumbre de comunicarse mutuamente las experiencias que nacen de la vida de la Palabra, contribuye a suscitar una evangelización cada vez más auténtica... Chiara Lubich presentaba su movimiento como otra María: "todo Evangelio, nada más que Evangelio y, porque es Evangelio, no morirá".

Comunidad de San Egidio. Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, reconoció que "actualmente la gente se encuentra perdida, tiene miedo al futuro. Hablamos de las dificultades para evangelizar". "Pero la gente quiere escuchar. ¿Cómo ayudarla?". "Nutriéndonos nosotros mismos de la Palabra de Dios", respondió. "El pueblo escucha a quien la ama". En algunos cristianos y ministros de la Palabra, no se siente este gusto . No hay más que escuchar algunas predicaciones. Sólo existe una manera para todos: la asiduidad de la lectura durante toda la vida. Quien escucha la Palabra sabe hablar a los corazones. Evangelizar no es una técnica, sino un desbordamiento de la Palabra. El Sínodo puede ser el momento oportuno para hacer madurar en el pueblo de Dios una nueva época de amor por la Escritura.

Sodalicio de Vida Cristiana Luis Fernando Figari Rodrigo, superior general del Sodalicio de Vida Cristiana, de Perú, explicó que "la Palabra de Dios escrita por inspiración del Espíritu, interpela lo profundo del ser humano y lo invita al apasionante e indescriptible encuentro con el Señor Jesús". En este camino es fundamental la maestría en un silencio activo que implica no sólo escuchar debidamente sino hacerlo in Ecclesia, abriendo el corazón a la interiorización y adhesión a la Palabra de Dios". "La Virgen María es el modelo de escucha, y respuesta a la Palabra de Dios", constató.

Renovación Carismática Michelle Moran, presidenta de los Servicios de la Renovación Carismática Católica (ICCRS),  insistió en "la relación fundamental que existe entre el Espíritu Santo y la palabra de Dios". Por eso, Moran sugirió que "se ofreciese a todas las personas comprometidas en el ministerio de la predicación y de la proclamación la posibilidad de experimentar en su vida una renovación del Espíritu Santo".

Camino Neocatecumenal  Kiko Argüello, iniciador del Camino Neocatecumenal, se refirió a que el centro de esta experiencia de vida cristiana está en el anuncio de que "Dios ha resucitado de la muerte a Jesús y le ha constituido Kyrios", Señor, "para que se pueda anunciar a todos los hombres la conversión a la vida eterna: Dios nos lo hizo vivir y experimentar con gran sorpresa y maravilla en medio de los pobres de las chabolas de Palomeras Altas en Madrid, donde descubrimos el trípode sobre el que se basa la vida cristiana: palabra de Dios, liturgia y comunidad".

Comunión y Liberación" Don Julián Carrón señaló que la interpretación de la Biblia es una de las preocupaciones más sentidas hoy por la Iglesia", reconoció. Presentó el desafío que plantea la interpretación moderna de la Sagrada Escritura con estas palabras del entonces cardenal Joseph Ratzinger: "¿Cómo puedo alcanzar una comprensión que no esté fundada en el arbitrio de mis presupuestos, una comprensión que me permita verdaderamente entender el mensaje del texto, dándome algo que no venga de mi mismo?. La experiencia del encuentro con Cristo presente en la tradición viva de la Iglesia es un acontecimiento y se convierte, por tanto, en el factor determinante de la interpretación del texto bíblico"

II. LAICO, EL FIEL DE CRISTO PARA EL MUNDO: Libro abierto, biblia viva. Anécdota de la muerte de Juan Pablo II. El Evangelio se abrió...

Les recuerdo dos salmos que pueden hacernos vibrar aquí-ahora: ¡Ojalá escuches la voz del Señor, no endurezcas tu corazón! ¡Tu Palabra me da vida, confío en Ti Señor; tu Palabra es eterna en ella esperaré!... Sólo el Señor tiene palabras de vida eterna

¿Qué no es la espiritualidad laical?

a- Prácticas espirituales. No confundir la beatería o cucufatería con la espiritualidad auténtica. Ni siquiera hemos de pensar que es solamente algo cultual: novenas, procesión,...Hay que vivificar todas estas prácticas. De cultual a cultural, de doctrinal a comprometido con la vida.  En este sentido hemos de cuidar en vivificar las numerosas prácticas cultuales

b. Sustitutos del clero. No hay que olvidar que no somos religiosos ni sacerdotes ministeriales; ellos dejan el mundo por el convento. Nuestro monasterio, nuestra celda son las calles, las clases, la familia, el trabajo... Hay que evitar el peligro de clericalizarnos, de recargarnos de funciones y de actividades eminentemente propias de sacerdotes o de religiosos.

"Cuentan que un recién convertido preguntó al sacerdote la víspera de bautizarse cuál es el papel del laico en la Iglesia. Aquél le respondió: "La posición del laico en nuestra Iglesia es doble: ponerse de rodillas ante el altar, es la primera; sentarse frente al púlpito es la segunda". El cardenal añadía con cierta ironía: "se le olvidó añadir una tercera: meter la mano en el portamonedas".

En resumen, digamos en dos palabras lo esencial del primer componente de la espiritualidad del laico:

1. “Cristo-fideles” de a pie ungidos en el BAUTISMO por el Espíritu. Triple unción: profética, sacerdotal, regia.

"Ungidos por el Espíritu Santo en el bautismo y la confirmación, el cristiano puede, a su modo, repetir las palabras de Jesús: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo cual me ha ungido para evangelizar a los pobres" CFL (Christifideles laici, 13)

2. Vocación universal a la santidad; "sed perfectos".

"La vocación de los fieles laicos a la santidad implica que la vida según el Espíritu se exprese particularmente en su inserción en las realidades temporales y en su participación en las realidades terrenas" CFL, 13.

3. En las circunstancias ordinarias de la vida diaria . En la calle.

Lo que caracteriza con más fuerza a los laicos no es tanto la espiritualidad propia de todo bautizado sino su secularidad, su vivencia del cristianismo en las realidades temporales, fuera de los ámbitos conventuales. Se trata de rescatar su lugar teológico, más allá del lugar sociológico. El grito paulino “Para mi vivir es Cristo” (Flp. 3,7-11) debe traducirse en un estar en el mundo pero sin ser.

Nuestra vida persigue el convertir la prosa cotidiana, lo ordinario (nuestro trabajo, nuestras relaciones...) en un extraordinario poema heroico. "Los fieles laicos han de considerar las actividades de la vida cotidiana como ocasión de unión con Dios y de cumplimiento de su voluntad, así como también de servicio a los demás hombres, llevándolos a la comunión con Dios en Cristo", CFL 17. Las “dimensiones esenciales de la espiritualidad del laico serán: encontrar al Señor en las realidades temporales, dar a sus actividades el sentido de la caridad cristiana, renovar su presencia e identidad cristiana con la Palabra de Dios, la Eucaristía, los sacramentos y la oración" Puebla, III CELAM, nn. 796-8. "Toda actividad, toda situación, todo esfuerzo en la competencia profesional, en el trabajo, en la familia, en el servicio social y político son ocasiones providenciales para un continuo ejercicio de la fe, esperanza y caridad" CFL 59

Estar sin ser.

Toda nuestra tarea la desarrollamos no como un revestimiento o ropaje, sino como el ámbito natural de santificación, lugar teológico, en el que se desarrolla su vida. Amamos al mundo porque Dios lo hizo bueno, y porque -si el hombre lo hace malo por el pecado- nosotros tenemos el deber de restaurar todo en Cristo.

Cumplimiento ejemplar del deber de estado para renovar el orden temporal

Por otra parte, toda la actividad secular, que tan profundamente está herida por el pecado, ha de ser santificada por Cristo en los cristianos y a través de ellos. Según esto, «es obligación de toda la Iglesia trabajar para que los hombres se vuelvan capaces de instaurar rectamente el orden de los bienes temporales, ordenándolos hacia Dios por Jesucristo. Corresponde a los pastores manifestar claramente los principios sobre el fin de la creación y el uso del mundo, y prestar los auxilios morales y espirituales para instaurar en Cristo el orden de las cosas temporales. Pero es preciso que los laicos asuman como obligación suya propia la restauración del orden temporal, y que, conducidos por la luz del Evangelio y por la mente de la Iglesia, y movidos por la caridad cristiana, actúen directamente y en forma concreta» (Vat.II, AA 7de).

En la familia, iglesia doméstica.

La vida cívica: asociaciones profesionales, locales, políticas, sociales, culturales...Hay que promover un sano humanismo cívico en el compromiso de un mundo más justo y solidario. Ello conlleva una participación en asociaciones barriales, cívicas…

III.SANTOS: BIBLIA VIVIDA, PALABRA DE DIOS EN ACCIÓN. SANTO TORIBIO

 

El parecido entre la Biblia y el Santo es el de una partitura musical con la melodía.

Santo Toribio fue un joven laico que escuchó la voz del Señor y respondió generosamente. Toribio, vivía en el marco de una buena familia de Mayorga, pueblecito de Valladolid-León; Fueron los padres de Toribio, don Luis Mogrovejo (1504-1569), bachiller en Derecho y regidor perpetuo de la Villa desde 1550 a 1568 y doña Ana de Robledo (1508-1592) y Morán, de ilustre familia de Villaquejida, provincia de León y diócesis de Oviedo. Tuvieron 5 hijos: Luis, el mayor y el del mayorazgo, (1535-1571),  Lupercio (1536-1587), Toribio -nacido el 16 de noviembre de 1538 María Coco, (1542-1618 religiosa dominica en el Convento "San Pedro Mártir" de Mayorga), Grimanesa (1545-1634) quien le acompañará a Perú con su esposo F. de Quiñones (1540-1605).  Hizo su secundaria en Valladolid, en ese momento, el centro del mundo hispánico, luego en Salamanca, de ahí supo levantarse para ser juez inquisidor…y cuando tenía 39 años, simple laico, le llaman para ser arzobispo. Sintió que era superior a sus fuerzas, pero aceptó…

Durante la juventud, estuvo a punto de ingresar en la orden cisterciense como recuerda una escultura del Museo Provincial de Salamanca. En Granada, ya como juez inquisidor, ve claramente que Dios le habla a través de la autoridad personificado en el Consejo de Indias, el Rey Felipe II y el Papa Gregorio XIII. Me impresionó en Huánuco como hay un colegio y convento fundados por la autorización del Santo y que fue debido a la petición popular. Él respondió a pesar de faltarle las órdenes ministeriales y movido por la necesidad del momento. Lima tiene 4 millones de jóvenes, hay más de 400 pandillas; miles de jóvenes lejos de Dios… ¿No sientes la voz del Señor? Él te dice: “Ven, sígueme; si no cuento contigo, laico, mi amigo…con quién voy a contar”.

Así resume su vida su primer biógrafo, A. León Pinelo: "Fue su vida una rueda, un movimiento perpetuo, que nunca paraba. Y si la del hombre, es milicia en la tierra, bien mereció el título de soldado de Cristo Señor Nuestro, pues nunca faltó a lo militante de su Iglesia, para conseguir el premio en la triunfante, que piadosamente entendemos que goza". Las visitas pastorales por todo el Perú, le servirán al prelado para mantener un contacto directo con los sacerdotes y sus fieles; a nosotros nos aporta valiosísimos datos para una radiografía del Perú: censos de población, tipos de cultivos y ganados, condición y calidad de los doctrineros, comportamiento de los corregidores, trato recibido por los indios, situación y distancia de los caminos, condiciones meteorológicas, menú de los acompañantes del obispo, estudio etnográfico, estado del proceso evangelizador...

El jesuita P. Francisco de Contreras, que le conoció desde 1592 y fue ordenado de sacerdote por él, nos rescata de su memoria un gesto entrañable en tiempos de Navidad: "Y asimismo vio este testigo que habiéndole enviado de esta ciudad con grande regalo de dulces por ser tiempo de Navidad su hermana doña Grimanesa, el dicho Sr. Arzobispo lo repartió todo entre pobres yendo él mismo a los ranchos de los indios enfermos a visitarlos y dárselo sin quedarse con cosa y le dijeron a este testigo que aquella noche de la vigilia de Navidad había hecho colación con solo un durazno o manzana sin otra cosa".

IV.         NUESTRA RESPUESTA.

Cada uno de nosotros es fruto de una Palabra: Las mías fueron escuchadas en unos Ejercicios Espirituales: “Me amó y se entregó a la muerte por mí”...”El que sabe hacer bien y no lo pone en práctica, peca”.

Y en un Movimiento, la Milicia de Santa María, al que pertenezco desde los 15 años. Lo que voy a proponer quiere ser un homenaje a mi fundador el Siervo de Dios Padre Tomás Morales, en el centenario de su nacimiento y en el décimocuarto de su partida para la eternidad. Él –como pueden ver en las fotocopias que se les han adjuntado- dedicó toda su vida a la movilización del laicado, desde la santidad personal, su compromiso profesional y su espíritu asociativo. Siempre desde un amor apasionado a Santa María.

El reto está –como nos decía el P. Jorge Beneito en esta Semana Social- en “ser como Dios” pero como él quiso, sacándole la vuelta al diablo... Ser como Él en el descender, buscar el primer lugar pero siendo el último, diciendo y viviendo como María:

Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra

NUESTRA RESPUESTA A LOS DESAFÍOS ACTUALES

1. La Nueva Evangelización (en su ardor, expresión y métodos) o se hace con los laicos o no se hace. Y si nosotros, laicos cualificados, no nos ponemos en marcha, la movilización del laicado quedará en proyecto. "Hombres de Iglesia en el corazón del mundo y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia" (Puebla) en los nuevos areópagos. Imaginación de la caridad. Santos laicos: La mayor necesidad de nuestro tiempo: Responder a los retos del secularismo y relativismo posmoderno: Ayuda a los pobres Diálogo interreligioso. Entre los retos actuales más importantes cabe enunciar: Guerras catastróficas, Desequilibrio ecológico, Derechos humanos, Comprometerse en la defensa de la vida humana, Las biotecnologías, Valores humanos, La caridad como servicio: la política, la economía, la familia, la cultura…

2. Laicos en marcha. La llama si no se propaga, se apaga. Hay en la curación del endemoniado de Gerasa un claro modelo de lo que debe ser el apostolado laical. El que ha sido curado por Jesús quiere seguirle, "dejar el mundo", pero el Señor le da otro mensaje: "Vete a tu casa y a los tuyos y cuéntales cuanto el Señor ha hecho contigo y cómo ha tenido misericordia de Ti. Y él se fue y comenzó a predicar en la Decápolis cuanto le había hecho Cristo" (Mc 5, 19).Soy otro Cristo. Hoy Cristo no tiene otra boca, otros pies, otro corazón que el mío. Me espera la Universidad, me esperan los Pueblos Jóvenes, las familias, los medios de comunicación, los niños, los hermanos separados en las sectas...Todos buscan sin saberlo la seguridad maternal de la Iglesia, "una roca, pero una roca que navega" (Pablo VI).

3. Nos urge a todos descubrir nuestra propia vocación y disponibilidad para vivirla en la misión. Decía Teresa de Calcuta que lo importante en la vida es tener una vocación y entregarse a ella por entero. Decía León XIII: No hay profesiones indignas, sino indignos profesionales. Tu profesión para la misión.

4. Formación integral para vivir como miembro de la Iglesia y de la sociedad (CFL 59); corazón de la Iglesia en la sociedad y corazón de la sociedad en la iglesia, de acuerdo con las áreas siguientes:

- Área instrumental: Idiomas, informática, mass media, estilo pedagógico, formación catequética, oratoria-redacción-pensar creativamente, dinámica de grupos...

- Área propia de cada instituto: Dar razón de nuestra esperanza: Fundador, historia de la espiritualidad, estilo genuino, Constituciones...

- Área teológica: fundamental, dogma, moral, Sagrada Escritura, Formación espiritual (oración viva, liturgia activa, sacramentos dinámicos, María), Pastoral, Derecho Canónico

- Área antropológica:

a. El hombre: Quién es (Antropología), Cómo es (Psicología), Cómo debe ser (Pedagogía; asunto capital de nuestra exposición); Por qué (Ética).

b. Ser social: Doctrina Social de la Iglesia...

c. Ser histórico: Síntesis histórica, desde la realidad del hombre actual, conectando con la filosofía, cultura, economía, política...

Cuatro puntos cardinales en la forja de hombres según el P. Morales: Mística de exigencia, espíritu combativo, cultivo de la reflexión, escuela de constancia.

5. Actualidad y belleza de nuestra vocación y misión. Transformar el mundo desde dentro. No podemos dejar a la jerarquía o a los consagrados el protagonismo de la evangelización. Todos somos Iglesia

Un gran desafío, transformarse en agente de una nueva síntesis entre la máxima adhesión posible a Dios y a su voluntad y la máxima participación posible en las alegrías y esperanzas, angustias y dolores del mundo, para orientarlos hacia el proyecto de salvación integral que Dios Padre nos ha manifestado en Cristo y que continuamente pone a nuestra disposición por el don del Espíritu Santo.

Testigos de Cristo.  Levadura y sal del mundo

6. María, nuestro modelo

María. Ella vivió siempre en su casa, sin necesidad de buscar un lugar especial en un monasterio o convento. El mariscal alemán, Hindemburg, decía que en su tienda de campaña figuraba la imagen de la Virgen porque en ella veía "la encarnación de los valores que necesito para mi vida". El primero de ellos, el "fiat", "hágase" (generosidad de la Anunciación), "stabat" (perseverancia junto a la cruz del Calvario), maduraba todas las cosas en su corazón, en Caná ("haced lo que Él os diga"), en grupo (perseveraban unánimes en la oración, con María).

Comencé recordando el Sínodo sobre la Palabra de Dios y termino con la bella conclusión del Mensaje al Pueblo de Dios «La voz de cielo que yo había oído me habló otra vez y me dijo: "Toma el librito que está abierto en la mano del ángel ...". Y el ángel me dijo: "Toma, devóralo; te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel". Tomé el librito de la mano del ángel y lo devoré; y fue en mi boca dulce como la miel; pero, cuando lo comí, se me amargaron las entrañas» (Ap 10, 8-11). Hermanos y hermanas de todo el mundo, acojamos también nosotros esta invitación; acerquémonos a la mesa de la Palabra de Dios, para alimentarnos y vivir «no sólo de pan, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor» (Dt 8, 3; Mt 4, 4).

 

 

 

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