sábado, 20 de diciembre de 2008
SANTO TORIBIO EN CONCHUCOS
PINI, F.; LEÓN, M. Presencia de Santo Toribio de Mogrovejo en el Callejón de Conchucos. Diócesis de Huari, Huari, 2008, 317 pp.
La obra se publica trece años después de la primitiva de PINI, F. LEÓN, M. J.VILLANUEVA Santo Toribio de Mogrovejo: Apóstol del Callejón de Conchucos. Prelatura de Huari, Lima, 1995, 366 pp..
Presenta esta segunda edición su actual y primer obispo de la nueva diócesis, Mons. Ivo Baldi, quien destaca de su antecesor Mogrovejo el que “ha sentado cátedra con su admirable ejemplo de vida, con su incansable predicación de la palabra de Dios en español y en quechua, tanto al interior de su catedral como en la puerta y escalinata de acceso a ella, y con la sabia y sólida elaboración y codificación de la legislación eclesiástica realizada en memorables Concilios y sínodos Provinciales” p.11
Como modificaciones más importantes hay que señalar la desaparición del artículo de J.VILLANUEVA con trece relatos sobre la memoria popular del Santo en el Callejón de Conchucos, las ligeras correcciones del apartado de Miguel León y las 25 sustanciales de F. Pini.
Miguel León–residente en USA desde 1991 y docente en la Universidad de Oneonta- nos revela los cambios: la actualización bibliográfica, cambio de algunas secciones para estar más al tono con las nuevas investigaciones del Perú colonial temprano, varias citas del Archivo de Indias y del Departamental de Huánuco, el reemplazo de los términos “indios” o “indígenas” por andinos o el nombre propio del grupo nativo de referencia. Es interesante la comparación trazada con San Pablo por vivirse el año jubilar paulino en este 2008-9. Los dos fueron evangelizadores incansables que caminaron largas distancias, los dos escribieron muchas cartas desde los lugares que pastoreaban, los dos enfrentaron fuerte oposición en Corinto o en Lima. “A pesar de la autoridad que les investía, los dos santos evitaron abusar de ella, pero sí fueron muy asertivos en la defensa de los derechos que tenían como representantes de la Iglesia” p.126
F. Pini, fiel a pulcritud y precisión en las citas, mejora notablemente el texto, librándolo de algunas erratas tipográficas e incorporando nuevos contenidos fundados en los aportes brindados por los trabajos publicados al hilo del cuarto centenario. Particularmente ha sido enriquecido con citas del P. Fidel González y fuentes más directas como la primitiva edición del primer biógrafo, León Pinelo.
La obra por tanto no sólo conserva sino que aumenta su valor. En primer lugar por constituir una biografía de primera fila, centrada en la vida, obra, misión y espiritualidad del segundo arzobispo de Lima al que se califica como “padre de los pobres, santo y amigo de Dios”•. Bien estructurado en 34 capítulos, se lee con fluidez y ánimo espiritual. La segunda parte, dedicada al Sínodo de Piscobamba, nos ofrece una de las mejores contextualizaciones acerca de una parcela de la gigantesca obra de Santo Toribio, el sínodo de Piscobamba (1594) y la historia de la evangelización del callejón de Conchucos.
Un valor añadido lo representan las fotos que ilustran la presencia del Santo en el Callejón, una abundante bibliografía y la edición completa de las actas del sínodo.
José Antonio Benito