jueves, 24 de diciembre de 2009

NAZARET EXULTA EN ESTA NAVIDAD CON EL HALLAZGO ARQUEOLÓGICO. NAVIDAD EN JERUSALÉN

Entrevista al obispo local, monseñor Giacinto Boutros Marcuzzo

NAZARET, jueves 24 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- El descubrimiento de una casa de tiempos de Jesús en Nazaret, junto a la gruta de la Anunciación, ha alegrado la Navidad de los cristianos de esta localidad.

Al mismo tiempo les ha planteado una pregunta que todavía no tiene respuesta: ¿por qué los primeros cristianos conservaron esta casa, mientras que las que se encontraban a su alrededor no se guardaron?

Este es el interrogante que hace en esta entrevista concedida a ZENIT monseñor monseñor Giacinto Boutros Marcuzzo, obispo auxiliar del Patriarcado Latino de Jerusalén, encargado particularmente de Nazaret.

--Monseñor Marcuzzo, ¿qué importancia atribuye usted al descubrimiento, por primera vez, en Nazaret, de una casa que se remonta a la época de Jesús?

--Monseñor Marcuzzo: No es el primer descubrimiento de tiempos de Jesús, es quizá el descubrimiento más reciente de una casa de tiempos de Jesús. Claro está, había otras cosas que por desgracia han sido destruidas a lo largo de la historia y, de todos modos, contamos con la famosa gruta de la Anunciación, que también era una casa, con todas las grutas que se encontraban a su lado. De manera, que se pueden visitar varias. También quedan vestigios en la casa de las Hermanas de Nazaret, alrededor de la llamada Tumba del Justo, tradicionalmente conocida como la tumba de san José, pero ésta es quizá algo más tardía.

Ahora bien, las ruinas de esta casa que se acaba de descubrir, según los arqueólogos, corresponderían a las de una casa de tiempos de Cristo. Por tanto, ese es el primer interés, totalmente prioritario.

En segundo lugar, esta casa se encuentra en el centro de cuatro lugares muy conocidos. Por tanto, esta casa fue ciertamente un lugar de paso para Jesús, para la Sagrada Familia --para María de Nazaret, para san José--, pues se encuentra a pocos metros, cien como máximo, de la gruta de la Anunciación, así como de la Gruta de san José o Iglesia de san José, y de la famosa sinagoga de tiempos de Jesús, así como a unos cien metros o poco más de la Tumba del Justo. Por tanto, era un lugar céntrico.

En tercer lugar, el interés del descubrimiento de esta casa, recibido con entusiasmo tanto por los arqueólogos israelíes, como por nosotros, y por la asociación María de Nazaret y Chemin Neuf, la comunidad encargada de la acogida en ese centro, se debe al hecho de que ha sido conservada, mientras que las casas de al lado fueron destruidas. ¿Por qué se ha conservado ésta? Este hecho nos plantea preguntas interesantes. No tenemos respuesta. ¿Por qué se conservaron los muros de esta casa? ¿Por qué ésta y no otras que estaban a su lado?

Por desgracia, desde un punto de vista, y por suerte, desde otro, posteriormente se edificaron otros muros sobre el muro primitivo, o al lado de éste, por ejemplo, durante el período de Mameluk. ¿Por qué quisieron construir ese muro? Poco a poco, quizá, tendremos respuestas.

Por el momento, nos contentamos con alegrarnos por este descubrimiento arqueológico que muestra verdaderamente la existencia, si realmente hacía falta, de Nazaret en tiempos de Jesús.

--¿Por qué? ¿Hay especialistas que dudan todavía de la existencia de Nazaret en tiempos de Jesús?

--Monseñor Marcuzzo: Algunos especialistas dicen que Nazaret quizá no existía en tiempos de Jesús y que sólo muy posteriormente la ciudad habría alcanzado una cierta grandeza, una cierta importancia. Ahora tenemos la prueba de que esto no es así. Tenemos restos de tiempos de Cristo, lo que quiere decir que Nazaret era un centro habitado, que Nazaret existía. Pero para nosotros es sobre todo una confirmación de santos lugares. La tradición continúa.

Es una pequeña prueba que completa lo que ya sabemos y que es conservado por los franciscanos desde hace siglos, así como por la tradición cristiana local.

--Monseñor Marcuzzo, ¿cuáles son sus sentimientos tras este descubrimiento?

--Monseñor Marcuzzo: Para mí, como para todos los cristianos y amigos de Tierra Santa, es la confirmación de que Nazaret existía. Pero esta afirmación implica algo más. En Nazaret se dieron acontecimientos de la historia de la salvación que conocemos bien: la Anunciación, la Encarnación, la vida de la Sagrada Familia, la vida de Jesús durante treinta años...

En segundo lugar, de esto se deriva una consideración eclesial: la comunidad cristiana siempre ha tratado de conservar sus lugares. ¿Por qué fue conservada esta casa? Porque para la primera comunidad cristiana, durante los tres primeros siglos, esta casa tenía un significado. Había, por tanto, una comunidad cristiana que quiso mantener, conservar, animar y transmitir el mensaje de un lugar santo. Y nosotros, Iglesia de Tierra Santa, hoy volvemos a encontrar este mensaje, le recogemos, le vivimos y le continuamos.

Por último, este descubrimiento es ciertamente un aliento para el nuevo Centro María de Nazaret que está construyendo y en el que ha puesto todo su corazón y esfuerzos la asociación francesa María de Nazaret. Se encuentra al lado de la Basílica de la Anunciación, al lado del convento de los franciscanos. Este descubrimiento es ciertamente un gran aliento para el centro, no sólo para que los peregrinos puedan visitar la arqueología, sino para mostrar que este lugar santo, este centro, está edificado en un lugar histórico, que le da un interés suplementario.

--¿Cómo ha sido recibida la noticia en Nazaret?

--Monseñor Marcuzzo: Exultamos de alegría por este descubrimiento, pues aunque sea pequeño es una confirmación de nuestra antigüedad, de nuestro arraigo en este lugar. Cuando la arqueología muestra la presencia bíblica y cristológica, mariana o eclesial, nuestra comunidad, claro está, se siente alentada. Esto es importante para nuestra comunidad a causa de los desafíos que tiene que afrontar en esta vida, día tras día, en Tierra Santa.

--¿Cómo viven la Navidad en Nazaret?

--Monseñor Marcuzzo: Creo que Navidad cada año es siempre la misma fiesta de Navidad y, al mismo tiempo, una fiesta nueva con un mensaje nuevo. Este año seguimos en la atmósfera de la visita del Papa, con todo su significado oficial, claro está, pero sobre todo pastoral, espiritual, bíblico.

Vivimos también la fiesta de Navidad a la luz de una beatificación que tuvo lugar el 22 de noviembre: una religiosa palestina de Jerusalén (sor María Alfonsina), fallecida en Ain-Karim, la ciudad de la Visitación, que fundó una congregación de religiosas palestinas, jordanas, de Oriente Medio, conocidas con el nombre de Hermanas del Santo Rosario de Jerusalén. Esta beatificación ha sido para nosotros un gran momento de oxígeno, de luz, de aliento para la comunidad.

Y, además, vivimos en relación con la paz un momento de gran esperanza, de fe, pues la paz es nuestro gran problema en Tierra Santa. Deseamos que esta fiesta sea una ocasión para encontrar más paz, más caminos de paz, y que el próximo año podamos realmente hacer la fiesta de la paz.

Necesitamos que los hombres de buena voluntad, los responsables políticos encargados de las relaciones entre los pueblos se conviertan verdaderamente a la paz y que tengan "la valentía de la paz", como ha dicho nuestro patriarca en su mensaje de Navidad de este año. ¡Tenemos miedo de la paz! La paz ciertamente es siempre una aventura, un riesgo, pero hay que arriesgarnos, pues de ello sólo puede venir el bien.

Les deseo a todos ustedes y a toda la familia de ZENIT, a todos los lectores y amigos de ZENIT, mis mejores deseos desde Nazaret. Desde la ventana de mi ventana veo la Basílica de la Anunciación iluminada con motivo de la Navidad y les envío una bendición especial, en María y en Jesús, a todos ustedes y todos a los creyentes de buena voluntad.

Por Isabelle Cousturié 

 

Hay esperanza para la paz a pesar de las dificultades”

Mensaje de Navidad del Patriarca de Jerusalén

JERUSALÉN, martes 22 de diciembre de 2009 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el mensaje de Navidad de este año del Patriarca Latino de Jerusalén, Su Beatitud Fouad Twal, que presentó él mismo hoy en rueda de prensa.

Doy la bienvenida a todos los periodistas reunidos hoy, y os doy las gracias por el hermoso pero difícil trabajo que efectuáis. Cumpliendo vuestro trabajo, es la verdad lo que vosotros buscáis y servís. Numerosos periodistas han pagado y pagan todavía con su persona su compromiso por la verdad. La información no es neutral. Ella tiene una real dimensión ética. Informando a los lectores de lo que pasa en el mundo, los formáis para que se hagan una idea objetiva de los sucesos y para formarse un juicio moral. ¡Gracias y bienvenidos!

Navidad nos acerca. En esta oportunidad, deseo Paz y Gracia a todos los habitantes de esta Tierra Santa: palestinos e israelíes, cristianos, musulmanes, judíos y drusos. Envío igualmente mis saludos a nuestros fieles de Jordania y Chipre, quienes forman parte, ellos también, de la Diócesis de Jerusalén. El Nacimiento de Cristo nos invita a meditar sobre los valores de la paz, la esperanza, el amor, la condivisión, la hospitalidad, la compasión y la dignidad humana.

1. Nuestros sueños de una Tierra Santa reconciliada parecen una utopía.

No obstante los loables esfuerzos desplegados por los políticos y los hombres de buena voluntad para encontrar una solución al conflicto en curso, nosotros todos, palestinos e israelíes, hemos fracasado en hacer llegar la paz. La realidad niega nuestros sueños. He aquí algunos ejemplos:

A. Los palestinos no tienen aún un Estado propio donde puedan vivir en paz y armonía con sus vecinos israelíes; siguen padeciendo la Ocupación, dificultades económicas, destrucción de casas en Jerusalén Oriental y divisiones políticas internas; millares de personas que viven en Jerusalén, en Gaza o en los Territorios palestinos están a la espera de poder reagrupar la familia; un año después la guerra, Gaza sufre todavía del bloqueo económico, de trabas a la libertad de movimiento, de la contaminación de su agua potable y de la polución del mar por las aguas servidas, situación que pone en peligro la salud de 1,5 millones de ciudadanos de los cuales el 50% tiene menos que 14 años de edad.

B. Él estatuto final de Jerusalén está todavía en discusión. Los numerosos cambios actuales, tendientes a hacer de Jerusalén una ciudad exclusiva, pone en riesgo de alterar la vocación de la Ciudad Santa de ser una ciudad santa para las tres religiones y los dos pueblos. Jerusalén está llamada a ser una ciudad en la cual los habitantes cohabiten pacíficamente. Desgraciadamente la Mezquita de Al-Aqsa, ha sido recientemente el teatro de enfrentamientos entre judíos fundamentalistas - que han tratado de invadir Al Haram Al Sharif - y jóvenes palestinos que quisieron defender su lugar santo. El impacto de estos sucesos desagradables no hay que subestimarlo.

C. Los israelíes viven en un gran miedo, lo que les impide que tomen decisiones audaces para poner fin al conflicto. El Muro de Separación es una manifestación concreta de este miedo. Por otra parte, esperamos ardientemente que el intercambio de prisioneros israelíes y palestinos se lleve a cabo, el mismo dará razones para creer en el éxito posible de otras buenas iniciativas. El retraso tomado en este asunto nos desilusiona mucho.

2. No obstante nuestra esperanza permanece siempre viva. La esperanza es la "capacidad de ver a Dios en medio de las dificultades. Ella nos anima a cambiar la realidad en la cual nos encontramos. Esperar significa no ceder al mal, sino, por el contrario, de hacerle frente" (Documento Kairos Palestina, 2009). No todo es desesperación en Tierra Santa. He aquí algunos signos positivos:

A. El congelamiento parcial de la construcción de colonias y la supresión de más que cincuenta puntos de controles en Cisjordania. Esta decisión de la Armada israelí ha notablemente mejorado la libertad de movimiento de los palestinos, así como la situación económica. Esto no es suficiente, pero es un paso adelante. Esperamos que se seguirán otros bien pronto. Por otra parte, los palestinos manifiestan cada vez más su resistencia de manera no violenta, lo que representa un hermoso progreso.

B. La generosidad de la comunidad internacional. El apoyo económico de la comunidad internacional es un gran signo de solidaridad. Después de la guerra de Gaza, Gobiernos, Iglesias y personas particulares han realizado una cadena de solidaridad. Agradecemos a todos los donantes y les aseguramos nuestras oraciones en este tiempo de Navidad.

C. La visita del Santo Padre en mayo del 2009. El Papa Benedicto ha sido bien recibido en Jordania, en Israel y en Palestina. Un gran agradecimiento vaya para los Gobiernos de los tres países. El ha venido aquí como peregrino de la paz y de la reconciliación. "¡Nunca mas efusión de sangre! ¡Nunca más combates! ¡Nunca más terrorismo! ¡Nunca más guerra! Al contrario, quebremos el círculo vicioso de la violencia." Nosotros podemos agregar: - ¡Nunca más antisemitismo, islamofobia, miedo y odio! Los diferentes discursos, homilías, encuentros y gestos del Santo Padre han tenido por fin el de promover el diálogo interreligioso y ecuménico, la reconciliación y la justicia, y en dar ánimo a la comunidad cristiana a fin que permanezca en Tierra Santa y para que tome parte activa en la vida del país. Hoy todavía nosotros continuamos a cosechar los frutos de su visita:

a. La venida masiva de peregrinos. Según el Ministerio israelí de Turismo, en el curso del solo mes de octubre pasado, 330000 peregrinos han visitado Tierra Santa. En número de visitantes, el año 2009 igualará al año 2000 que, con 2,7 millones de peregrinos, posee el record en la historia de las peregrinaciones.

b. La construcción en Belén de una nueva Clínica Pediátrica Benedicto XVI, financiada principalmente por la Fundación Juan Pablo II y por diversas instituciones católicas y civiles italianas.

c. La Universidad de Mádaba, en Jordania, de la cual el Papa Benedicto XVI ha bendecido la Piedra Fundamental durante Su Visita. Con este proyecto queremos contribuir a ofrecer una educación de excelencia, como ya hemos intentado de hacerlo en la Universidad de Belén.

d. La construcción en Jerusalén de un complejo residencial para 72 matrimonios jóvenes. Jerusalén Oriental sufre una grave penuria de alojamientos; es siempre difícil obtener los permisos de construcción; los trabajos son costosos. Este proyecto piloto está destinado a inspirar los siguientes.

e. La decisión intrépida de Benedicto XVI de convocar un Sínodo para Medio Oriente. Sínodo que tendrá lugar en octubre de 2010. Esto nos dará la ocasión de concentrarnos de nuevo sobre los grandes desafíos con los cuales las Iglesias se confrontan en Medio Oriente.

f. La Beatificación de la Hermana María Alfonsina, fundadora de las Hermanas del Rosario. Este gran acontecimiento significa que lo fieles, llenos de alegría y orgullo, pueden encontrar en ella un modelo de virtudes heroicas y sentirse apoyados por su intercesión. Hago notar el hecho que esta religiosa ha nacido en Jerusalén, a algunos metros solamente del Patriarcado Latino. Ella ha servido también en diferentes parroquias de Tierra Santa y en Jordania. Ella es un modelo a imitar. Nosotros celebraremos su fiesta cada año, el 19 de noviembre.

Conclusión. El regalo que nosotros más deseamos, más que el dinero y la riqueza, es el de la paz. Este es el deseo de todos los habitantes de esta Tierra, israelíes y palestinos. La paz es un don de Dios para los hombres de buena voluntad. Tenemos que merecerlo. Sabemos que hay muchos hombres y mujeres de buena voluntad entre los israelíes y los palestinos. Rezamos a fin que un día la hermosa visión de Isaías llegue a ser una realidad: "Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. (…) Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas. No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra." (Is. 2, 2-5).

¡Les deseo una Feliz Navidad y un santo año nuevo a todos vosotros!

+ Fouad Twal, Patriarca

 

 

 

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