"Guerra y Paz. La última disputa de Habermas con el comunitarismo" es el libro que el Doctor Tonsmann publicado recientemente en Lima.
Dick Tonsmann es doctor por la Pontificia Universidad de Salamanca, España. Magíster por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente se desempeña como catedrático en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.
Ha publicado diversos artículos y ha participado en varios Congresos de Filosofía en el Perú y el extranjero.
http://ricardomilla.blogspot.com/2010/06/guerra-y-paz-la-ultima-disputa-de.html
He tenido la suerte de conversar con el autor en el programa de ESPECIALES PAX TV.
La entrevista sale este sábado 3 y el martes 6, a las 12 m y a las 8 p.m. en www.paxtv.org (para todo el mundo) y en el canal 17 o cable mágico.
Es el fruto de su tesis doctoral en Salamanca. Reflexiona acerca de la idea del consenso en Habermas, la corriente individualista subjetivista incapaz de dar una solución al urgente problema de la guerra, y su propuesta personalista y comunitaria que hunde sus raíces en el concepto completo de persona y en el interrogante planteado por Kant a partir de su tesis de que “el comercio podría ser el mecanismo para fomentar la paz”. El autor muestra cómo la Economía y el Derecho, al igual que el chauvinismo y el fundamentalismo pueden ser fuentes de conflicto. Plantea un nuevo camino teleológico en el que confluyen siete puntos:
1. Fracaso de la superpotencia y delegación en la ONU
2. Limitaciones de la ONU y delegación en las instituciones religiosas influyentes.
3. Diálogo inter-religioso y aceptación de credos políticos diferentes
4. Separación gradual entre Iglesia y Estado y madurez de los nacionalismos
5. Afianzamiento de las organizaciones regionales y definición de grandes espacios
6. Solidaridad mundial por el interés hacia el medio ambiente
7. La sociedad de la misericordia como “sentimiento guiado por la razón que nos capacita para un dar incalculable y un recibir totalmente agradecido” p.267. Consiste en una actitud responsable y necesaria para que “en un entramado comunitario, se dé aquello que MacIntyre llama ‘ la forma fundamental de consideración que se requiere para la naturaleza humana” (ibídem). Tal virtud puede ser reconocible no sólo en un mundo religioso sino también en un ambiente secular al margen de sus raíces religiosas.