lunes, 24 de diciembre de 2012

TIEMPO DE PAZ Y PERDÓN: EL GESTO DEL PAPA PERDONADOR

El Papa perdonador

 "Hasta setenta veces siete..." El Papa cumple el precepto evangélico y no sólo perdona a su mayordomo infiel, sino que acoge a la oveja descarriada. Es el Papa el que se mueve, el que va a verlo, el que lo visita, para darle la buena noticia del indulto y del perdón. En persona. Sin intermediarios. Mirándole a los ojos. Quiere ver en persona cómo está su "Paoletto", su pequeño-gran Judas. El que más le cuidó, el que más le mimó y el que más daño le hizo. Porque la traición es más dolorosa cuando se produce en casa, en la Casa Pontificia.

La foto (que recuerda y mucho a otra similar de Juan Pablo II perdonando a Ali Agca, el turco que intentó asesinarlo) lo dice todo. Habla por sí sola. No hay tensión en el ambiente. Ni caras largas. Ni reproches. Paoletto sonríe con semblante de paz, las manos juntas entre las piernas. Y el Papa le mira con dulzura. Con dolor, pero con dulzura. Es el poder de los hijos, que por muchas que nos hagan, nos tienen robado el corazón. Una foto que puede convertirse en icono del perdón.

¿De qué hablaron el Papa y Paolo Gabriele durante largos quince minutos? Con el tiempo se irán sabiendo cosas. Desde el Vaticano aseguran que se trtató de un diálogo "personal" e "intenso". Dos adjetivos, que reflejan a las claras la emoción del momento. La profunda emoción del enuentro entre un padre y su hijo adoptivo. ¿Se confesó Paoletto con el Papa? ¿Le contó, en secreto de confesión, su red de altos y grandes colaboradores? ¿Le pidió la absolución?

Lo que está claro es que el Papa le dio su perdón, la libertad, piso y trabajo. Eso sí, fuera del Vaticano, pero en alguna institución que dependa de la Santa Sede. Fue tanto el daño, que tiene que expiarlo. El Papa perdonador sigue ejerciendo de padre. Pero de padre que educa al hijo que ha traicionado su más íntima intimidad.

El Vaticano no deja tirado al ex mayordomo, le hace poner unos kilómetros de tierra de por medio y le tapa la boca, lo mantiene en silencio. O esa es la intención. ¿Lo conseguirá?Paoletto va a estar sometido a una constante presión mediática. Le ofrecerán el oro y el moro por "cantar". Y quizás, ahora, resista a esas presiones, pero con el paso del tiempo... Por otra parte, si hablase de verdad, quizás pudiese ayudar al Papa a limpiar las cloacas vaticanas.

¡Ojalá cunda el ejemplo y la Iglesia se convierta toda ella, desde arriba hasta abajo, desde el Papa al último monaguillo, en una Iglesia de la misericordia y del perdón! Sólo así será digna de recibir al Niño que nos nace.

 

José Antonio Benito Copyright © 2009 Gadget Blog is Designed by Ipietoon y adaptado por ANGEL SANTA MARIA R. Sponsored by Online Business Journal