Maxence Van der Meersch Cuerpos y almas 2 t. Ediciones Orbis, Buenos Aires, 1983
La primera vez que supe de su existencia fue de labios de Abelardo de Armas en unos Ejercicios Espirituales, quien se refería a ella como muestra del amor auténtico del médico aristócrata protagonista Michel por Evelyne- la popular joven tuberculosa- a la que curó y desposó- y quien realmente salvó su alma del infierno del egoísmo al cielo de la caridad. "Le seré fiel aunque no la ame".
Por fin he tenido en mis manos la voluminosa novela y me la he leído de un tirón. Genial. Cuando tenga tiempo la leeré con calma. Me ha recordado a Proust y su anécdota del desayuno del bizcocho que le evoca todo un tiempo pasado lentamente y feliz. Las descripciones de personajes, escenas, actitudes son las propias de un médico y psicólogo que describe cinematográfica y espiritualmente a un tiempo. Me parecen magistrales.
Maxence Van der Meersch (Roubaix, 1907 - Touquet, 1951) fue uno de los escritores franceses más populares de principios del siglo XX. Su muerte prematura le privó del relieve que tuvieron algunos de sus contemporáneos como Mauriac o Bernanos, que compartían con él su inspiración religiosa.
Abogado, pero por encima de todo activista de lo que podríamos denominar «catolicismo obrero», Van der Meersch compaginó la escritura con el activismo en pos de mejores condiciones para los más desfavorecidos.
Escribió Cuando enmudecen las sirenas (1933), La huella de Dios (Premio Goncourt, 1936), El elegido (1937) y Una esclavitud de nuestro tiempo (1945). Cuerpos y almas (1943) fue su obra más popular y también la esencial a la hora de entender el universo.
Sinopsis: La acción sucede en el Hospital universitario de L' Egalité, finales de los años treinta. La vida del doctor Michel Doutreval, perteneciente a una ilustre familia de médicos de Anjou, es el hilo conductor que Van der Meersch utiliza para introducirnos en el microcosmos de la facultad de medicina: desde las vejaciones a las que son sometidas las prostitutas y tuberculosos por parte del equipo facultativo, hasta el corporativismo de los médicos de cuna y el arribismo de algunos doctores de procedencia humilde, que son capaces de todo con tal de mantener el estatus que tanto les ha costado conseguir.
Su dedicatoria es una declaración de principios:
"Dos ciudades han surgido de dos amores: del amor a sí mismo hasta el desprecio de Dios, la ciudad terrestre; del amor a Dios hasta el desprecio de sí mismo, la ciudad celestial" (San Agustín, De Civitate Dei, XI, 28).
"Carísimos, amémonos los unos a los otros; porque el amor proviene de Dios. Aquel que ama es hijo de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque dios es amor" (1 Juan, 4, 7-8).
Transcribo algunos textos que me han impactado:
- No lamente usted nada –repuso Domberlé- Soledad y silencio, éste es mi destino. Y no lo olvide: no reniegue, no sirva a dos amos, sea a su vez lo que yo he querido ser a rajatabla: el perro guardián de la verdad. Será usted infamado, vilipendiado, escarnecido y traicionado. En las horas de prueba recibirá usted inexplicables y prodigiosos socorros y se verá usted milagrosamente reconfortado, aliviado y apoyado. ¡NO lo olvide!
- Levantó la mano. Había en sus ardientes ojos y en su barbuda faz de viejo profeta una gravedad y una solemnidad bíblicas:
- Lucha por la verdad hasta la muerte. Y Dios nuestro Señor combatirá por ti (Lib. II, 2)
No es posible engañar a la que se ama. Diríase que las mujeres se enteran misteriosamente de lo que pasa por nuestro corazón, de nuestras tentaciones, de nuestros desalientos. Michel permanece un instante silencioso, como si tuviera el alma al desnudo. Ella ha penetrado en sus pensamientos. Michel no se explica cómo, pero se avergüenza porque es verdad y porque Evelyne ha calado hondo. Y se le oprime el corazón al pensar en lo que Evelyne ha debido de sufrir. No puede abandonarla, la toma nuevamente bajo su protección y acepta una vez más la pesa y querida carga que se impuso aquel día de su juventud y que se ya no puede abandonar. ¡Sea! Irá hasta el final y renunciará a todo. ¡Aunque sea sin amor! (Lib. II, 5)
No cabe duda de que a los ojos de los hombres se ha portado como un insensato. Evelyne ha traído consigo la mediocridad a su hogar. Pero en aquel momento, caminando solo a través de los campos, con el corazón oprimido por la muerte de Francine, Miduel, súbitamente lúcido, comprende que ha seguido la senda de la verdad y que debe a Evelyne el único y verdadero goce accesible al hombre. ..Han sido las miserias de Evelyne, su enfermedad y sus sufrimientos lo que le han hecho comprender a Domberlé; lo que le ha proporcionado, con la salud y la sensatez, el inestimable poder de consolar y curar. Después de Domberlé, ha sido Evelyne quien a su vez ha pagado por él y por todos los demás. Sólo gracias a ella Michel ha alcanzado el esplendor de la verdad. Es sin duda un hermoso destino llegar a la verdad por la senda del amor. Y también a la caridad. Evelyne ha salvado en él lo mejor del hombre: el corazón. (Lib. II, 3ª parte, cap.6)
Doutreval: - Lo inexplicable es esto. Que uno quiera perderse por otro, y que, perdiendo, salga uno ganando. ¡El amor! ¡Todo el misterio de la existencia! Que uno se avenga a perder y perdiendo gane. ¡Lo único que tal vez me haga creer un día…! (Lib. II, 3ª parte, cap.7)