LA MAMACHA CANDELARIA DE MACHICADO EN EL MUSEO ANDRÉS DEL CASTILLO
Se expone a lo largo de todo el mes de febrero la muestra pictórica MAMACHA CANDELARIA, gracias al auspicio del Ministerio de Cultura y la responsabilidad del Museo Andrés del Castillo (Lima, Perú), la curaduría de Christian Reynoso y la maestría del pintor puneño Juan de la Cruz Machicado; todo ello como homenaje a la declaratoria como patrimonio de la humanidad de la "Festividad de la Virgen de la Candelaria" por parte de la UNESCO.
Juan de la Cruz Machicado nació en el pueblo de Yunguyo, del departamento de Puno en Perú. Estudió en la Escuela Regional de Bellas Artes "Diego Quispe Tito" de Cusco. Recibió una beca para la Escuela de Restauración de Lima y simultáneamente estudió pintura en la escuela nacional de Bellas Artes del Perú. En 1975 recibió el Premio Nacional de en el Festival de la Primavera de la ciudad de Trujillo, Perú. De 1972 a 1976, trabajó como restaurador de pinturas coloniales para el Instituto Nacional de Cultura, Proyecto PER-39, UNESCO, COPESCO. Hoy se encuentra totalmente dedicado a la pintura en su "Taller 24."
Sus obras se han mostrado en diferentes galerías de arte del Perú, Europa, Sudamérica y Estados Unidos. En 1992 el Perú presentó dos de sus obras –"El Descubrimiento" y "Las regiones del Perú" en su pabellón de la Expo de Sevilla, tales obras lucen actualmente en el Museo de Arte Contemporáneo de Valladolid (España)
Entre los numerosos premios cabe destacar que en noviembre de 1997 recibió la Medalla de Honor otorgada por el Instituto Nacional de Cultura y la Municipalidad del Cusco, como reconocimiento a su trabajo y haber representado al Perú muchas veces en el extranjero. En octubre del 2006 recibió el trofeo INTI ÑAN, como ganador en el certamen de Arte de la 1ra. Bienal Intercontinental de Arte y Cultura Indígena, realizada en la ciudad de Quito, Ecuador.
Ha participado en 70 exposiciones en el Perú, EEUU, Japón, Argentina, Bolivia, España y Alemania.
La presente muestra representa su retorno artístico a Lima, tras su largo periplo d exposiciones por Europa y Estados Unidos, una vez también que se ha afincado en su tierra adoptiva del Cusco –con viajes continuos a su natal Puno- lugares que –por sus paisajes y costumbres- son el manantial de su inspiración.
Tres años le ha llevado la preparación de esta preciosa muestra que ha servido al autor para explorar el microcosmos cultural del acontecimiento de la festividad de la Candelaria, celebrada en torno al 2 de febrero en Puno y todo el Surandino peruano y norte de Bolivia,
Como señala su curador Christian. Reynoso "en la exposición la mirada y el pincel de Machicado se sitúan en los actores terrenales que dan vida a la fiesta, en aquello que como público podemos ver, tocar y sentir. En los protagonistas que son el danzarín, el músico, los feligreses, los instrumentos y los escenarios por donde discurre la sustancia de la fiesta". El pintor se ha adentrado en la entraña de la devoción y nos lo transmite a través de sus formas onduladas y lúcidos colores que dotan a sus cuadros de movimiento y gracia, sensualidad y erotismo, música de siku, bombo y tarola, que convoca al espectador inspirándole el deseo de convertirse en un diablo, un kusillo, un moreno, un charanguero, un ayarachi, una china sajra o una waca waca…
Acabo de tener la suerte de saludar al Maestro Juan de la Cruz Machicado y conocer su pasión y su sensibilidad artística que lo ubican como protagonista central de la generación de pintores peruanos de los sesenta que ha adoptado el arte figurativo como método de construcción de su corpus artístico. Si don Miguel de Unamuno le hubiese conocido y hubiese disfrutado de este festival polícromo y musical le habría felicitado por acercarnos a la intrahistoria y a la realidad del Perú profundo, eterno y milenario. No se la pierdan.
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