domingo, 19 de junio de 2016

DE LAS BULAS DE ALEJANDRO A LA BULA DE FRANCISCO PASANDO POR LA BULA DE CRUZADA

DE LAS BULAS DE ALEJANDRO A LA BULA DE FRANCISCO PASANDO POR LA BULA DE CRUZADA

(En homenaje a los doctores y amigos Vicente Ugarte del Pino y Teodoro Hampe Martínez)

José Antonio Benito Rodríguez, UCSS

 

Queridos amigos:

Agradezco al Dr. Víctor Hugo Chanduví, maestro y amigo, organizador de las Jornadas, la invitación a participar. Dado que no puedo estar físicamente presente, les envío este mensaje de recuerdo para nuestros homenajeados y una reflexión al hilo de la ponencia propuesta.

 

1.      MEMORIA Y GRATITUD PARA DOS GRANDES MAESTROS Y AMIGOS

Conocí al Dr. Vicente Ugarte del Pino, justamente aquí en Trujillo, con motivo de las Jornadas de Historia del Derecho del Perú sobre Isabel la Católica. Como todos, quedé fascinado por su erudición, por su profesionalidad, por su espíritu generoso. Le invité a al ciclo "Forjadores de la Peruanidad" en mi Universidad Católica Sedes Sapientiae y fue un honor presentarle ante un nutrido auditorio de jóvenes estudiantes de Educación que escucharon con avidez el verbo fluido y apasionado del Maestro. Rindo mi testimonio de gratitud y le encomiendo ante el Altísimo.

El pasado domingo 7 de febrero del presente 2016, 9 p.m., recibí la triste noticia del fallecimiento de nuestro amigo Teodoro Hampe Martínez gran historiador. Lacónicamente me comunicaba el P. Armando Nieto que acaba de estar rezando un responso con su familia y que el lunes 8, a las 11.30 a.m. sería su entierro... Lo conocí en mi tierra, Salamanca, en 1991, en el II Congreso "Los Dominicos en el Nuevo Mundo". En la UCSS nos habló del Proyecto monárquico de San Martín y Punchauca. Compartí el programa de TV sobre Santa Rosa en PAX y varios eventos en Arequipa y Lima. El sábado 25 de junio –invitado por Monseñor Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho- estaré en aquel lugar que a tantos de nosotros nos marcó por el zarpazo del dolor –recuerdo que al igual que el Dr. Teodoro Hampe salvamos la vida de milagro y salimos a gatas por una de las ventanas del volcado ómnibus. Alguno de ustedes lo recordará muy bien al perder pues sucedió la víspera de nuestras Jornadas de Historia del Derecho.

Me complace compartir su último correo electrónico en el que me felicita el año y comparte un excelente artículo.

"Hola, José Antonio: Agradezco tus mensajes, que están siempre cargados de buena vibración y estímulo. Te cuento que mi dedicación personal al bicentenario de Cuero y Caicedo, con una ceremonia especial en el Hospital de San Andrés y varias notas de prensa, ha llamado la atención del Prof. Carlos Freile, Director de la Academia Ecuatoriana de Historia Eclesiástica. Tal vez tú quieras compartir estas noticias con el P. Armando Nieto. ¡Seguiremos desde luego en contacto!  Una serena Navidad y un venturoso año 2016

Amigos, me gustaría –no un minuto de silencio- sino una oración por el eterno descanso de su alma. Saludos cordiales para todos de su colega y amigo

 Dado que el Dr. Víctor Hugo Chanduví me asignó el tema de las Bulas de Alejandro VI, les comparto esta nota sobre las bulas alejandrinas, una mención de mi tesis doctoral acerca de la Bula de Cruzada y ya que estamos en el Año de la Misericordia, un recuerdo de la Bula del Papa Francisco y el gran abogado Santo Toribio de Mogrovejo.

 

2.      LAS BULAS ALEJANDRINAS Y LA EVANGELIZACIÓN

Los Reyes Católicos, nada más tener conocimiento del descubrimiento de América y de la entrevista de Colón con el rey de Portugal, recurrieron a Roma y obtuvieron de Alejandro VI cinco bulas en 1493 (entre el mes de marzo –regreso del primer viaje- y septiembre –partida del segundo viaje)-. Los términos usados en este documento respecto al acto jurídico que Alejandro VI había querido establecer a través de la bula Inter Caetera (concesión, concedidas), parece no dejar lugar a dudas sobre la interpretación que los destinatarios de las letras apostólicas dieron a las mismas. Los reyes católicos parecen reconocer al Pontífice la capacidad de "conceder" las tierras recientemente descubiertas, y aceptan con total responsabilidad el mandato anejo de evangelizar a sus pobladores[1].Con la bula Inter Caetera de 3 de mayo de 1493 de Alejandro VI se concede a los Reyes las tierras descubiertas y por descubrir hacia occidente, con tal de que no pertenezcan a ningún otro príncipe cristiano. Al día siguiente, 4 de mayo, se concede la Inter. Caetera de partición, porque traza una raya o meridiano a cien leguas al Oeste de las Azores y Cabo Verde. La bula menor Eximiae devotionis sinceritas de 3 de mayo,  es la bula de privilegios y concede a los Reyes españoles los mismos que tenían los de Portugal y que se habían mencionados en la primera Inte .Caetera pero que se habían omitido en la segunda. Por la Piis Fidelium de 26 de junio se concede a Fray Boyl y a los religiosos que le acompañaban facultades canónicas de carácter extraordinario.

En consonancia con la misión iniciada en Canarias, la bula dispensaba a los franciscanos de las normas de ayuno y abstinencia precisas para el estilo de vida y dieta de las nuevas tierras. En estas bulas se establece una separación desde 100 leguas al oeste de las Azores entre la nunciatura de Guinea y la reciente para las islas recién descubiertas. En las instrucciones entregadas el 29 de mayo se insistía en la instrucción en la fe cristiana y el buen trato por ser súbditos libres de los monarcas, y en la creación de establecimientos permanentes para la práctica del comercio. El 7 de junio de 1494, por el Tratado de Tordesillas, la demarcación territorial queda convertida en una línea recta o meridiano de 370 leguas de las Islas de Cabo Verde. Aunque la Santa Sede queda de algún modo marginada delegando en los Reyes la empresa, el Papa impone la condición de evangelizar. a la Corona Española:

Colón –consciente del espíritu misionero de los monarcas- escribirá en su Diario: "Crean Vuestras Altezas (los Reyes) que en el mundo todo no puede aver mejor gente ni más mansa; deben tomar... grande ale­gría porque luego los harán cristianos y los avrán enseñado buenas costumbres de sus reinos, que más mejor gente ni tierra puede ser..." (Diario 24-XII-1492) "...fallé muchas islas pobladas con gentes sin número... A la primera que yo fallé puse nombre Sant Salvador a conmemoración de su Alta Magestat, el cual maravillosamente todo esto a dado... Así que monstruos no he hallado noticia, salvo de una isla que es Carib... poblada de una iente que tienen en todas las islas por muy feroces, los cuales comen carne humana." (Carta a Luis de Santángel) 15-II-1493. El mismo Colón en su diario, día 11.11, anota: "Y creo que ligeramente se harían cristianos, que me pareció que ninguna secta tenían". Y al día siguiente: "Tengo por dicho...que sabiendo la lengua dispuesta suya algunas personas devotas religiosas, que luego todos se tornarían cristianos".

Establecida la Corte en la ciudad condal, los reyes don Fernando y doña Isabel, con el príncipe heredero don Juan y todo su séquito, el 3 de abril de 1493 reciben a Colón en Barcelona, bautizando los 6 primeros indios.

Como anota Olaechea, Colón "no dejaría de percatarse de que allí se le ofrecía una oportunidad para plasmar un anhelo de los Reyes Católicos, en especial de la reina Isabel, que se cifraba en la difusión de la fe cristiana en las tierras ultramarinas, que para ello constituía uno de los objetivos fundamentales de la empresa y cuyos primeros frutos tenían ahora la ocasión e comprobar [...]Isabel la Católica acumulaba en este histórico acto y en todo el proceso americano de su vida suficientes méritos para ser considera como una verdadera madre de América" [2]

Los objetivos de los Reyes Católicos quedan claramente formulados en la "Instrucción" para Colón, el día 29 de mayo de 1493: "deseando que nuestra Santa Fe Católica sea aumentada y crecida, mandan y encargan al dicho almirante, visorrey y gobernador, que por todas las vías y maneras que pudiere, procure y trabaje a traer a los moradores de las dichas islas y Tierra Firme a que se conviertan a nuestra Santa Fe Católica"[3] Se insta a Colón a que todos los que vayan con él "traten muy bien y amorosamente a los dichos indios, sin que les hagan enojo alguno y procurando que tengan los unos con los otros mucha conversación y familiaridad". Desde el inicio, la Corona mantuvo la postura de que la empresa de Indias tendría su meta en el campo religioso. Descubrir y colonizar era ganar almas y salvarlas, era dar gloria a Dios y brillo a la Iglesia. "Damos muchas gracias a Nuestro Señor por todo ello, porque e esperamos que con su ayuda este negocio vuestro será causa que nuestra santa fe católica será mucho más acrecentada", escribieron los Reyes a Colón el 16 de agosto de 1494. Y éste era el estribillo de sus pensamientos y deseos: que la presencia misma de los españoles invite a los indios a abrazar el cristianismo, "porque la conversión de ellos podría atraer a los que habita en dicha tierra al conocimiento de Dios Nuestro Señor, e a reducirlos a nuestra fe católica". En la "Instrucción…para la población de las islas y tierra firme descubiertas y por descubrir en las Indias" (23 de abril de 1497) se da al Almirante esta norma: "Que se conviertan a nuestra Santa Fe Católica y que a ellos y a los que han de estar en las dichas Indias sean administrados los sacramentos por los religiosos e clérigos que allá están e fueren".

3.      LA RECONQUISTA O CRUZADA OCCIDENTAL  Y LA CONCESIÓN DE LA BULA

Al leer el artículo deL Dr. Angel David Martín Rubio 711-1492: ocho siglos que hicieron a España me suscitó un rápido comentario en su blog fruto de mi vocación americanista y mi presencia en Perú desde hace 20 años: "Don Claudio Sánchez Albornoz identifica tres acciones clave en los cristianos: reconquista (militar), repoblación (social), evangelización (espiritual). Un dato concreto confirma cuanto afirma el historiador CSA y A. Martín Rubio: La concesión de la Bula de Cruzada a los Reyes de España por considerar la empresa de la Reconquista como ´´cruzada´´. Tal concesión se amplió a América -hasta el Concilio Vaticano II- como estudié en mi tesis doctoral ´´La bula de Cruzada en Indias[4] ´´ y que publicó la FUE".

Con mucho gusto accedo a ampliar lo que gentilmente me pidió. Parto de un fragmento del citado artículo: "La Reconquista, empleando los conceptos propuestos por Sánchez Albornoz es la "Clave" del enigma histórico de España. «Ese sacrificio fue fecundo. Por dos sendas paralelas. Porque en esa batalla se forjó el "homo hispanus" que hizo la maravilla de la empresa americana, que nos dio preponderancia en Europa durante más de un siglo y que provocó la eclosión cultural española del Siglo de Oro» (De la Andalucía islámica a la de hoy, Rialp, Madrid, 2007, p.29).

La Bula de Cruzada es un documento pontificio que contiene favores espirituales destinados a quienes -previas disposiciones espirituales- se comprometían a participar en la lucha contra los infieles, tanto de forma directa (en la guerra) como indirecta (a través de una limosna.). Su predicación, con su concesión de indulgencias y otras gracias, constituía -como atinadamente apunta M. Andrés: "Un acontecimiento extraordinario, difícil de concebir para nuestra mentalidad. Comportaba un auténtico revulsivo espiritual y una extensa organización de comisarios, predicadores, recolectores, bulderos, vendedores, gracias espirituales, procesiones, rogativas, posibilidades mayores de purificar la conciencia. A la expresión de profunda fe se juntaba el tintineo de dinero y la facilidad de abusos y exageraciones"[5]

En un primer momento, se trataba específicamente de una concesión a los protagonistas directos en la guerra santa de la Península Ibérica (Reconquista) que fue transformada en cruzada por la bula "Eos qui in Ispaniam" del Papa Alejandro II en 1064. En ella, se aprueba la lucha contra los sarracenos y se concede indulgencia plenaria a todos los que la emprenden. A medida que pasa el tiempo, los papas añaden privilegios gozando de gran popularidad entre los fieles; tanto que, si la predicación de la Bula decaía, la "santa" belicosidad del pueblo se entibiaba. Cooperará a las grandes victorias cristianas. Los papas vuelcan su prestigio e influencia en favor de la cruzada española. Desde 1212 (Navas de Tolosa), Inocencio III invitará a los españoles a prestar ayuda económica y militar a los cruzados orientales. Navarra y Aragón secundan la iniciativa con sus reyes Teobaldo I y Teobaldo II, así como los hijos de Jaime I; Castilla, en un primer momento, se mantiene al margen.

Tras un siglo de inactividad (1350, llegada de Pedro I El Cruel al poder, a 1474 con los Reyes Católicos) la cruzada se renueva con la concesión de Sixto IV, el 13.XI.1479 en favor de la Guerra de Granada[6]. Era la primera de las bulas a favor de la Reconquista granadina; en ella se otorgaba una indulgencia plenaria a cuantos cooperasen en la misma. Parece ser que fue planteada como una ampliación de la Bula de Canarias[7]. Así lo manifiesta Ascensión de la Torre –exdirectora del Archivo General de Simancas- recordando la súplica dirigida por los Reyes Católicos al Papa para que confirme las indulgencias para la conquista de Canarias y las amplíe a la del reino de Granada[8].          

Los monarcas buscaban un nuevo tipo de cruzada con mayores alicientes semejantes a los de la lucha antiturca. El 3 de junio de 1482 llegaban a un acuerdo con la Santa Sede para unir sus fuerzas contra los infieles. El Papa atacaría al turco, los REYES CATÓLICOS a los moros. El Papa impone 1/10 de un año al estado eclesiástico y se reserva 1/3 de su producto para la guerra antiturca, dejando el resto para la campaña de Granada[9]. La bula será mucho más rica en gracias y favores que las anteriores, tanto para los cruzados como para los contribuyentes con su limosna. Además de motivar el Papa a todos los fieles -españoles y extranjeros- a que colaboren con sus Reyes, otorga cuantiosos favores espirituales. Con el fin de aumentarlos se aplica a la Cruzada los legados donados para redención de cautivos; promulga la paz, prohíbe perturbar la guerra contra los moros e invertir los fondos en fines extraños a la misma. Comisarios nombrados fueron Francisco Ortiz, Pedro Ximénez de Préxamo y Fray Hernando de Talavera, prior de Prado, otorgándoles facultades para componer, dispensar... Bajo la dirección de los comisarios generales actuaron predicadores, jueces y comisarios diocesanos. Millares de cruzados de Francia, Alemania, Inglaterra, Irlanda, Polonia y Suiza vinieron a la Península a pelear. Tanto que J.Goñi, máximo especialista en el tema, llega a decir:

             "La Iglesia española movilizó todos sus recursos de propaganda. En todos los púlpitos de Castilla, Aragón, Sicilia y Cerdeña resonó el llamamiento pontificio que apelaba al sentimiento religioso de los fieles y excitaba el ideal de la guerra santa contra el infiel"[10]

En 1488 sigue avanzando la Reconquista, tanto que el Papa le escribe felicitando y animándole a rematar la empresa. El 9.X.1489 se renueva la Cruzada. Por Breve de 11.II.1490 Inocencio VIII ordenó que no se interrumpiese ni la Cruzada ni la Décima, aunque se acabase la Reconquista o cesase momentáneamente la guerra. El 1.X.1491 renovó por última vez la Cruzada. El 2.II.1492 se rindió la ciudad. Como destaca J.H. Elliot "la caída de Granada puso punto final a la Reconquista del territorio español, abrió también una nueva fase en la larga cruzada castellana contra los moros" pero el casi simultáneo "descubrimiento de América señalaba también el comienzo de una nueva fase, la gran época de la colonización de ultramar", culminación natural de un periodo dinámico expansionista secular. "Tanto la Reconquista como el descubrimiento, que parecían milagrosos a los ojos de los españoles contemporáneos, eran en realidad un resultado lógico de las aspiraciones y tradiciones de una época anterior que quedaban ahora firmemente selladas por el éxito"[11]

4.      LA BULA DE CRUZADA EN INDIAS[12].

 

La "tierra encantada" del Nuevo Mundo ofreció a sus constructores múltiples posibilidades que hoy se nos antojan como pintorescas pero que en el pasado lograban paralizar la vida cotidiana por la fuerza institucional que representaba. Tal era el caso de la Bula de Cruzada que la que –como con cierta ironía llegó a escribir un autor- no se libraban ni los difuntos, ya que, como vimos al inicio del artículo, con el transcurrir del tiempo, por su doble finalidad espiritual y hacendística, se convertirá en una mera renta estatal, aunque conservara su secular motivación religiosa o su envoltorio espiritual. Para comprender en profundidad la Bula, hay que arrancar desde su origen, desde las primeras concesiones pontificias para España, su papel en la Reconquista, y seguir de cerca su evolución histórica, desde la depuración conciliar de Trento, hasta llegar con su evolución posterior hasta el S.XIX, enriquecida ya con siete tesoros: 1. Indulgencias. 2. Oficios litúrgicos y sepultura eclesiástica. 3. Confesión y conmutación de votos. 4. Dispensas de irregularidad e impedimentos matrimoniales. 5. Composición de bienes mal adquiridos. 6. Abstinencia y ayuno, 7. Oratorios privados.

El Consejo de Cruzada, como institución suprema en España, y el Tribunal de Cruzada, como subdelegación del Consejo en Indias, constituyeron la columna vertebral de toda la organización relativa a la Bula de Cruzada en América. La titánica campaña de tres siglos de predicación tras predicación se debió a los latidos permanentes de sendos organismos. A través de un inmenso océano de leyes, sermones, instrucciones o cartas, nos acercamos a un mundo dinámico de lo más variopinto; encontramos en él, desde tesoreros embargados a piadosos predicadores que hacen apología la Bula, o bien desde ingenuos y fervientes fieles que toman la bula, a socarrones cronistas que se admiran de las "industrias" de tesoreros para llenar el Arca de la Hacienda. Si tenemos en cuenta dos de sus notas, la exclusividad, por la que su aplicación suspendía automáticamente todo tipo de jubileos y gracias pontificias, junto a la universalidad, ya que abarcaba a todos los súbditos de la monarquía mayores de doce años y residentes en cualquier parte del territorio peninsular o ultramarino (además de los difuntos), podemos concluir con la agudeza, no exenta de su peculiar ironía, del historiador jesuita P. Mariana, al analizar la imbricación de la Bula con la campaña granadina:

"Sixto [IV...] concedió así mismo la cruzada a todos los que, a su costa, fuesen a la guerra [o], por lo menos ayudasen con ciertos maravedís para los gastos, lo cual se tornó a conceder el tercer año adelante, y desde principio, ya todos los años, se recoge por este medio gran dinero para los gastos reales, camino que inventaron en aquella sazón personas de ingenio"[13].

No se sabe con certeza la fecha exacta de la fundación del tribunal[14] Hasta su creación, el Consejo de Cruzada nombraba desde España comisarios subdelegados, contadores y tesoreros que se ocupaban de desempeñar las funciones relativas a la bula en Indias. Desde 1530 a 1573 los subdelegados fueron casi siempre los prelados diocesanos. En 1573, a raíz de la primera concesión pontificia de la Bula a Indias, se firmó el primer asiento con los tesoreros generales Diego Díaz Becerril, Juan Alonso Medina y Francisco Martínez López5. La segunda concesión se desglosó en los dos virreinatos de Nueva España y Perú, concertando el asiento con Luis Núñez y Miguel Sánchez Parra, respectivamente. Fue en México donde se nombró el primer comisario en la persona de Sancho Sánchez de Miñón.

El considerable volumen de actividades desplegadas en la publicación y predicación, así como los buenos frutos recogidos en la administración de la Bula, aconsejó el nombramiento de otro comisario y contador para Perú en 1600. Ello dio a pie al Consejo de Cruzada al establecimiento de Tribunales delegados en México y Lima en un primer momento, y posteriormente en todos los lugares que contaban con Real Audiencia. La ley primera del apartado dedicado a Cruzada de la Recopilación de Leyes de Indias así lo recoge:

"Por cuanto para la buena administración de la Bula, que se predica y publica en las provincias de nuestras Indias ha parecido convenir, que en los lugares principales haya un Tribunal formado, para que en él nuestros súbditos y vasallos tengan mejor, más cómodo y cercano recurso donde acudir en apelación con las causas que hubiere y se sentenciaren por los Jueces Subdelegados particulares de aquel distrito y jurisdicción".

Las primeras noticias sobre el tribunal peruano nos las ofrece M. Mendiburu, quien dice - sin precisar la fecha, pero antes de 1581- que el tribunal de Perú fue fundado por el virrey D. Francisco de Toledo, pero que "se organizó de nuevo en dicho año (1604) [...] siendo comisario delegado el arcediano doctor Juan Velázquez".

Impresiona constatar el vigor de esta institución que atraviesa siglos de historia adaptándose a las situaciones más adversas, como su pervivencia a pesar de la Independencia. En el s. XX. sin embargo, observamos su paulatino agotamiento forzado, sin duda, por su anacronismo. Los Papas la siguen manteniendo como por inercia, pero su languidecer es progresivo hasta llegar a desaparecer como por desuso. No obstante, Benedicto XV, el 12.8.1915.en su breve "Ut praesens periculum", siguiendo los deseos de Pío X –incumplidos por su muerte- prorrogó la Bula por doce años más. La Cruzada se había ido enriqueciendo de tal forma que ya en el siglo XX comprendía siete indultos: Indulgencias, divinos oficios y sepultura eclesiástica, confesión y conmutación de votos, dispensas de irregularidad e impedimentos matrimoniales de afinidad y crimen, revalidaciones y composición, abstinencia y ayuno, oratorios privados.

Los pontífices posteriores siguieron revalidándola hasta casi nuestros días, en que, con Pablo VI y la celebración del Concilio Vaticano II, desaparece. Por tanto, hasta 1965  se mantuvo esta sólida tradición, según la cual la limosna permitía la obtención de privilegios espirituales , la mayoría de ellos vinculados a la indulgencia plenaria y, por tanto, a va vida ultraterrena.

 

5.      SANTO TORIBIO, Y LA BULA DE LA MISERICORDIA DEL PAPA FRANCISCO

 

Para constatar la importancia que se le daba a la Bula, basta citar el testimonio de Santo Toribio Mogrovejo. Se encontraba en la visita preliminar de 1581 como preparación al Tercer Concilio Limense, en los Llanos de La Nasca. Se encontraba el arzobispo en su primer año de ejercicio y ocupado en la visita desde hacía varios meses con la intención de dirigirse después a Huánuco.

 

"Andando ocupado en esta visita, tuve noticia de la llegada de las bulas de la sancta cruzada a esta ciudad, e inmediatamente me partí luego para me hallar a la publicación y expedición de ellas, como cosa que tanto toca al servicio de vuestra Majestad, y lo haré en todo lo demás que se ofreciere a él tocante[...] Por lo cual, fue acrecentada la hacienda de vuestra Magestad en mucha más cuantía que en las predicaciones pasadas"[15]

 

            La figura del segundo auténtico Santo Padre de América, va cobrando el puesto histórico que le corresponde. Tenemos la mejor prueba con motivo del IV Centenario de su muerte, celebrado el pasado 27 de abril del 2006. Entre los diversos aspectos de la rica personalidad de Mogrovejo descuella su gran preocupación por los nativos, los indios, los pobres más pobres de todos los pobres de su tiempo  A ellos se entregará con denodada pasión, convirtiéndose en su auténtico padre y defensor, llegando a las periferias territoriales y humanas de su arquidiócesis y con "olor a oveja".

            En la "Relación y memorial" enviada al Papa Sixto V, desde Lima, en 1598, declara claramente que ha visitado, por su "propia persona, muchas y diversas veces, el distrito, conociendo y apacentando mis ovejas, corrigiendo y remediando". Él se valió justamente de este aspecto de su visita: su veraz diagnóstico la corrección y el remedio. El santo prelado conoce muy bien la realidad; de hecho tiene para el efecto "nombrados otros jueces en esta ciudad, para mejor expediente de los negocios que hubiere" .Constata que "hay en esta ciudad santo oficio de la Inquisición, donde asisten dos inquisidores, Virrey y Audiencia Real y Alcaldes de Corte y Ordinarios de la ciudad, y Cabildo todo para ejecución de la justicia". Interesa mucho saber cuáles son los mecanismos para ejecutar la justicia:

Hay muchas doctrinas que tienen los frailes, que son ciento veintidós, poco más o menos. Hay de clérigos ciento dieciocho, poco más o menos, y con sus hospitales. El salario para la doctrina de los clérigos y frailes, se saca de los tributos que dan los indios a sus encomenderos, y asimismo a fábrica que se dan a las iglesias. Para los hospitales contribuyen los indios tributarios con un tomín que es real y medio. En las condenaciones que he hecho en las visitas, no se ha aplicado ninguna cosa para mí ni llevado nada, y a los indios que se han confirmado no he consentido que me ofrezcan candelas ni plata, ni traigan vendas, sino de mi hacienda se han puesto las candelas y vendas, que todo ello me valiera mucha cantidad, en razón de tanto número de indios, como se ha hecho bien de ver y de dar a entender, deseando todos los naturales tengan mucho contentamiento y no entiendan se les lleva algo por la administración de los santos sacramentos[16].

      Termina indicando que de su "hacienda se ha distribuido de limosnas después que entré en este arzobispado, hasta ahora ciento cuarenta y tres mil trescientos cuarenta y cuatro pesos y cuatro reales desde el año 84 hasta el 97, fuera de otras que se han repartido", Y ultima sus motivos, las razones de la misión: "a Dios sean dadas las gracias" por quien sólo esto se hace, en edificación de los prójimos, procurando darles buen ejemplo y animándolos a lo mismo". En definitiva, quiere implantar la auténtica "ciudad de Dios", rechazando la vida mundana de los corregidores, que no buscan "más que las satisfacciones del cuerpo o del espíritu o las dos a la vez (…) "... han puesto sus pensamientos en cosas sin valor y se ha oscurecido su insensato corazón. En la ciudad de Dios, en cambio, toda la sabiduría del hombre se encuentra en la piedad que da culto al verdadero Dios".

            Como el propio Papa Francisco escribe en la bula convocatoria del Año de la Misericordia, debemos encomendarnos en oración a los grandes "santos y beatos que hicieron de la misericordia su misión de vida" (Misericordiae Vultus 2).

            Entre ellos, sin duda, hay que colocar a nuestro Santo Toribio, jurista, hijo y .nieto de juristas. Así da testimonio en el proceso de beatificación de 1631, Diego Morales, su secretario, que "se aficionó de él, de manera que siendo muchacho deseó entrar a servir esta iglesia de monaguillo para tener ocasión de verle cada día y besarle la mano y tener entrada...y a todos los pobres indios que encontraba los abrazaba y acariciaba". O el campesino Gaspar Lorenzo de Rojas, natural de La Paz, quien recordará vívidamente que "el dicho siervo de Dios llevaba algunos regalos y confites para acariciar y atraer así con más facilidad a los indios pequeñuelos para con eso enseñarles la doctrina cristiana y ley evangélica…Y así mismo se holgaba de conversar con personas pobres, humildes y enfermos, viles y miserables, procurando la salvación de sus almas y muy especialmente con los indios; y, finalmente juzgaba de sí era el menor de todos y que todos eran superiores a él". No nos extraña, por tanto, lo que afirma de él su inseparable Sancho Dávila: "Le quieren y le aman como si fuera padre de cada uno"; tanto que, al dejar el poblado y continuar su peregrinación, "lloraban su partida como si se les ausentara su verdadero padre"

 

 



[1]Cf. Ricardo GARCIA-VILLOSLADA, Sentido de la conquista y evangelización de América según las bulas de Alejandro VI, Roma 1978.

[2] Juan B. Olaechea Labayen "De cómo, dónde y cuándo fueron bautizados los primeros indios" Missionalia Hispánica-Hispania Sacra Madrid nº 50, 1998, pp.611-636.

[3] Barcelona, 29 de mayo de 1493. AGI, Indiferente, 418, lib.1, f.192 v. En Rumeu de Armas, A. La política indigenista de Isabel La Católica Instituto "Isabel La Católica Isabel La Católica de Historia Eclesiástica, Valladolid 1969 pp.301-2.

 [4] En adelante BSC=Bula de Santa Cruzada. BCI=Bula de Cruzada de Indias. SC=Santa Cruzada. AGS=Archivo General de Simancas. Leg.=Legajo

 [5] M.ANDRES El dinero de los Reyes Católicos para el descubrimiento de América financiado por la diócesis de Badajoz Archivo Iberoamericano, Madrid 1987 pp.19-20

[6] Bula "Orthodoxae fidei" 10.VIII.1482  J.GOÑI Historia de la Bula de Cruzada en España. Seminario Mayor, Vitoria 1958.Apéndice 10

[7] E. AZNAR "Los inicios de la Bula de Cruzada en Canarias" Revista Española de Derecho Canónico 1987 pp.205-219

[8] A. de la PLAZA BORES: Guía del Investigador del Archivo General de Simancas. C.XXV "Consejo de Cruzada". Ministerio de Cultura, Madrid, 1986. Cap.XXI.

[9] Bula "Etsi dispositione" del 10.VIII.1482 A.G.S. Patronato Real 1699. Por ella, se autoriza a Fimeno de Perugio, Alfonso de Valdivieso, canónigo de Burgos y Hernando de Talavera, colectores de la décima, para que puedan reducir la de los frutos de los beneficios eclesiásticos, concedida en los reinos de España, a favor de la guerra de Granada a un competente y honesto subsidio.

 [10] J.GOÑI Historia de la Bula de Cruzada en España. Seminario Mayor, Vitoria 1958 p.377

[11] La España Imperial pp.41-42, Vicens-Vives, Barcelona, 1973.

[12] 1996d "Historia de la Bula de la Cruzada en Indias" Revista de Estudios Histórico-Jurídicos, Ediciones Universitarias de Valparaíso (Chile), XVIII, pp.71-102

2002 La Bula de Cruzada en Indias Fundación Universitaria Española, Madrid, 442 pp. Colección Tesis Cum Laude. Serie H (Historia) –2

 

[13] MARIANA, Padre Juan de: "Historia general de España". Lib.XXV, c.III. Obras del P. Juan de Mariana. BAE nº 31, Madrid, 1950. Tomo II, p.215

 

[14] I. SZASDI LEÓN-BORJA "La introducción de la Bula de la Santa Cruzada en el Nuevo Mundo (1509-1525) Cuadernos de Historia Nº10 del Instituto del Derecho y de las Ideas Políticas, Córdoba (Argentina) 200 pp113-149.

 

[15] AGI Patronato 248 Rº 10; LISSON, III, 286: Carta del Arzobispo a SM de 27.4.1584, cap.III

 

 

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