Uno de los catedráticos inolvidables en el Instituto “Fray Luis de León” de Salamanca, fue don Vitorino López, profesor de literatura, con quien aprendimos de verdad los tesoros de la Lengua Castellana y, sobre todo, a gustar nuestra literatura. Llevé con él, en COU (Curso de Orientación Universitaria) el curso de “Literatura contemporánea” hace 35 años y todavía sigue vivo en mí el magistral comentario que nos brindó en una de las clases. He vuelto a leer y degustar el bellísimo poema de Machado en mi querido Perú. Y, nuevamente, ha renacido en mí la esperanza. Sí, aunque estemos como el olmo, a punto de ser palos secos a punto de ser lanzados a la hoguera, siempre hay posibilidad de ser regados, esperar… y florecer (“algunas hojas verdes le han salido…Mi corazón espera también, hacia la luz y hacia la vida, otro milagro de la primavera”). ¡Ánimo, pues! Al olmo viejo, hendido por el rayo ¡El olmo centenario en la colina No será, cual los álamos cantores Ejército de hormigas en hilera Antes que te derribe, olmo del Duero,
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