¡Qué curioso! Por no decir paradójico. O mejor, ¡providencial! El Miércoles de Ceniza de 1998, Abelardo de Armas escribía a los militantes de Perú, en ese momento en Tacna. Hoy es historia. Abe no lo recuerda por culpa del alzeimer, pero la carta fue escrita y Dios sí la registró en su quipu imborrable. Gracias a Ángel que la rescató la sacamos a la luz como muestra del amor ardiente que siempre ha tenido por los jóvenes, como Don Bosco, como Tihamer Toth, como Santa María. Así le gustaba decir. Después de la carta, colocamos la presentación de la obra que preparamos con el título “Palabras de vida eterna” (con mucho gusto se la enviaremos a cuantos nos la pidan). Y, por último, la escenificación teatral de un momento trascendental de su vida. El 17 de febrero cumple 80 años. Les invitamos a consultar el blog http://abelardodearmas.blogspot.com/, la revista ESTAR a él dedicada, http://www.cruzadosdesantamaria.es/blog/blog_2010_02_estar243.html, y, sobre todo, oremos para agradecer al Señor por su vida, ahorita en auténtica inmolación, en la gracia de las “manos vacías” de Teresita o en la pura nada fundida con el Todo.
I. CARTA A LOS MILITANTES DE PERÚ. MADRID 25 FEBRERO 1998
Miércoles de Ceniza.
Muy queridos Wilson, Mario, Jimmy, Franco, Yuri, Roger, Luigi, César, Eduardo y Edgar. Y todos los militantes de Tacna.
Vuelvo a repetiros el muy queridos, porque pongo todo mi corazón en esta carta. Y quiero haceros constar que es un corazón herido por el amor que me expresáis, no sólo con las líneas que me escribís, sino con la vida que se refleja en esas líneas. Doy muchas gracias a Dios por todo lo que está haciendo con vosotros. Es Él y solamente Él, junto al Corazón de la Virgen, el que en su Trinidad Santa os mantiene al fuego de su amor.
Leer vuestras cartas es como una lanza que se clava en mi alma. De veras que gozaría inmensamente teniendo vuestras personas ante mis ojos ¿ pero esto es un deseo imposible. Ya ni siquiera me acerco a las distintas provincias de por aquí. Me conformo cada día con salir de casa; irme a un Parque desde el que se divisan las montañas de nuestro Sistema Central, a 50 kilómetros de distancia, donde he subido a todos sus picos rodeado de jóvenes. Y desde allí levanto el corazón y le llevo a todos los rincones del mundo. Ahí estáis vosotros. Y ahí llego en una oración que no tiene límites ni fronteras.
Me alegra el saber que he llegado a vosotros, también por cintas grabadas. Algo es algo. Pero lo que más me alegra y ahí es donde tenéis que poner vuestro corazón, es que vuestras cartas me presentan como si lo viese en una película, que tenéis dentro, muy dentro a Jesús y a vuestro lado, cogiendo vuestras manos, la Madre Santísima, Virgen María, que no se separa del Cristo que habita en vosotros, ni de día, ni de noche.
Por todo ello doy muchas gracias a Dios y a vosotros que ahí le amáis y servís. No desalentaros jamás, por nada ni por nadie. Suceda lo que suceda Dios no puede dejar de amaros. Aunque cerraseis todas las puertas y ventanas de vuestra alma, El seguiría fuera esperando. Y como un rayo de sol que penetra en la cas con su luz, por el más pequeño resquicio que se le abra, así Dios os envuelve, os ama y os amará hasta el último suspiro de vuestras vidas.
No puedo extenderme más. Quedo todo vuestro en los Corazones de Jesús y Santa María. Un abrazo muy fuerte para todos y cada uno con el amor que Ellos ponen en mí para que os quede expresado en letras vivas. Vuestro.
Abelardo de Armas.
2. Palabras de vida eterna
Ofrecemos la semblanza de un apasionado de Cristo, cuya vida cambió al calor de unos Ejercicios Espirituales. Desde su conversión, el Señor Jesús, Santa María, la Iglesia, los jóvenes, han sido la razón de su vida. El relato de su itinerario hacia Dios, “Un hallazgo fascinante”, también conocida como “Un seglar descubre la oración”, se reproduce en su totalidad, por constituir un verdadero testimonio autobiográfico de su proceso de conversión y de su vida entregada a la formación de los jóvenes.
Se añade, además, una pequeña recopilación de reflexiones de un hombre de la calle que contempla cada día a Dios en la oración mientras camina entre los hombres. Han sido entresacadas de las conferencias y charlas pronunciadas por Abelardo de Armas en diferentes Vigilias de la Inmaculada, en diversos encuentros de padres de familia y educadores en la fe, las cuales fueron recogidas en los libros Luces en la Noche y Rocas en el oleaje.
Reflexiones sencillas. penetrantes, actuales... que nos hablan de las exigencias de nuestra fe y de la responsabilidad que pesa sobre los católicos con vistas a la evangelización del hombre contemporáneo. Disipan dudas, deshacen sofismas, inspiran confianza, suscitan deseos de conversión y de santidad.
Verdades luminosas y esperanzadoras... que nos hablan sobre todo del gran amor que Jesucristo nos tiene. Y de Jesucristo conocido, amado y vivido en el corazón de la Virgen, pues “nadie como María puede introducirnos en la dimensión divina y humana del misterio de la Redención” (JUAN PABLO II, Redemptor hominis, 43-79 n.22).
Toda una guía para caminar en, con y por Cristo, hacia nuestro destino eterno como hijos amados de Dios Padre.
ABELARDO DE ARMAS, EL HOMBRE QUE APRENDIÓ A SUBIR BAJANDO………………………. 9
7. Dios perdona con generosidad desbordante
8. Jesucristo con su vida nos muestra el camino
10. Sentimientos de Jesús en la cruz
13. Dios está embriagado de amor
16. Vivid injertados en Cristo
17. Mirad a Cristo crucificado
21. ¡La Madre de Dios es mi Madre!
22. Alabanzas de Jesús hacia su Madre
23. María, camino para llegar a Cristo
27. Busquemos a Jesús en María
31. El amor sobrenatural es más maravilloso
33. El mundo reclama amor sobrenatural
34. El amor cristiano va mucho más lejos
35. Vivimos en pagano porque no tenemos vida sobrenatural
36. Amar a Dios es cumplir sus mandamientos
37. Dios llama a todos a la santidad
39. El atractivo de los seglares
40. Santos por el heroísmo de los pequeños detalles
44. Amar a Dios es buscarle a El cada día
45. La oración, la única solución
47. ¿Por qué vivo como un pagano?
48. ¿Por qué tenemos crisis de fe?
49. Consecuencias de no hacer oración
51. Convertid vuestra vida en una sonrisa
54. Necesitamos hacer oración para convertirnos
57. Para quererle hay que tratarle
59. Dispuestos a defender nuestra fe
60. El amor de Dios por el hombre
64. Razones para hacer penitencia
66. Penitencia para no ser esclavo
67. Apostolado, más necesario que nunca
68. Necesitamos la vida divina
69. No es suficiente ser buenos
70. Reclamar nuestros derechos
71. Seamos apóstoles por el amor
73. Apostolado a través del fútbol.
75. Cada católico debe ser un apóstol
80. Dando testimonio de Jesús en Polonia
81. Demos testimonio de Jesús con la vida
82. Demos testimonio público de Jesús
3. Invitar a Ejercicios Espirituales
4. Haced Ejercicios espirituales
6. Cinco palabras mágicas para perseverar
7. Soledades del Corazón de Jesús
8. La tentación del desaliento
LA REFORMA DEL HOMBRE Y DEL MUNDO
10. Trabas que nos impiden educar a los jóvenes
11. Hay que exigir a los jóvenes
18. Amar a los jóvenes con toda el alma
20. Test para evaluar nuestra fe
21. Fe en la divinidad de Jesucristo
26. Los jóvenes sufren inmensamente.
29. La pornografía hunde a nuestra juventud
32. Evangelio a la luz de Dios
34. Volvamos al Evangelio auténtico
35. Un hombre sin vida sobrenatural es un monstruo
38. Silenciamiento de las verdades fundamentales
40. Amar a Dios sobre todas las cosas
42. Tenemos que dar un paso más
43. La gran necesidad del momento presente
44. Fe en la Escritura y en la liturgia
45. Fe y el progreso se complementan
46. Yo les predico a Cristo crucificado
47. Los hombres más felices del mundo
49. Testigos vivientes de lo eterno
51. El peligro de las riquezas
57. Dóciles en las manos de Dios
58. Aceptar ser desposeído de todo
59. El hombre tiene ansias de vida eterna
61. Tenemos miedo a hablar del infierno
64. Perdónanos porque no vivimos el Evangelio
69. Amado y servido en el prójimo
III. TEATRO. CONVERSIÓN DE ABELARDO DE ARMAS
“Y EN AMOR TUYO, VIRGEN MARÍA, ME HAS TRANSFORMADO”
NARRADOR: (A manera de introducción) Abelardo ha sido durante treinta años el Director General de la Cruzada y la Milicia de Santa María y cofundador con el P. Morales del Movimiento. Nació en Madrid, fue empleado de una empresa de seguros, futbolista y conoció al padre Morales en un Retiro Espiritual de cuatro días. Su vida antes de esta experiencia había sido una búsqueda de Dios por caminos equivocados. El Señor salió a su encuentro a través de un compañero de trabajo quién le invitó al Retiro y como Abelardo se resistía, su compañero le apostó la paga extraordinaria de la Empresa donde trabajaba, prometiéndole dársela si no salía conmovido de la experiencia espiritual.
Compañero: ¡Abelardo, tú tienes que encontrarte con Dios, tienes que hacer un Retiro Espiritual de cuatro días!
Abelardo: ¿Y qué es un Retiro Espiritual? ¿Qué voy a hacer en ese Retiro?
Compañero: ¡Quedarte en silencio y reflexionar un poco sobre estos veintiún años de tu vida que han transcurrido y verte, en relación con Dios y en relación con los demás!
Abelardo: ¿A mí no me importa nada eso? ¿Y de qué más me van a hablar en ese Retiro?
Compañero: ¡Hombre, pues, de algo sobre lo que tienes que reflexionar!. ¡Vas a meditar sobre la muerte!
Abelardo: Mira, yo desde pequeño he estado viendo cadáveres. Hoy mismo acabo de ver dos muertos en el metro de Madrid. La gente estaba muy afectada, pero a mí no me ha impresionado nada ¿Tú crees, que porque me hablen a mí de la muerte, eso me va a conmover?
Compañero: ¡Si no sales conmovido del Retiro Espiritual, te doy mi paga extraordinaria!
Abelardo: ¡Me parece bien, trato hecho! (Pensando interiormente. (Se debe hablar con un tono de voz suave que imite una reflexión interior) ¡Voy a ganarme una paguita extraordinaria fácilmente!, Porque pienso ir a ese Retiro Espiritual, y cuando salga de ahí le diré: ¡Amigo! Aquello es un rollo fenomenal. A mí no me a convencido para nada, y tú me das tu paga extraordinaria, que para eso me lo has prometido.
(Más alto, mirando al público explícitamente) Y fui al Retiro Espiritual. Allí me encontré con algo que no me podía imaginar. El padre que daba el Retiro nos dijo que teníamos que quedarnos a solas y en silencio. Al principio yo “masticaba” el banco de la capilla cuando hacía la oración. Aquello era duro. El padre Morales nos dijo.
P. Tomas Morales: ¡Este Retiro Espiritual es para hombres y muy hombres, valiente y muy valientes!. ¡Es importante, importantísimo, quedarse a solas y en silencio!
Abelardo: Y en soledad y en silencio me dejaron. Esto fue lo que me llevó a meditar en mi vida personal. Cuando leía un libro sobre la vida de Jesucristo, del padre Vilariño, encontré unas palabras de Jesús que no conocía.
Jesucristo: (Una persona hace la voz de Jesús con claridad, fuera de la escena)
“Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá. Y el que vive y cree en Mí, no morirá para siempre.
Abelardo: ¿Es posible esto? Porque yo hasta ahora todo lo que he encontrado es algo que se acaba. ¿Es posible que haya algo que no se acabe? Estas palabras que acabo de leer me están hablando de Vida Eterna. Precisamente es lo que estaba yo buscando sin darme cuenta: algo duradero, algo que me redima, que me llene por dentro. Algo digno de ser contemplado. Esto es decisivo para mi conversión. También el padre Morales nos dijo un día del Retiro
P. Tomas Morales. Hay dos caminos para ganar el Reino de los Cielos: la inocencia o la penitencia. Tú desgraciadamente has perdido la inocencia. Si haces penitencia podrás entrar en el Cielo
Abelardo: ¡La inocencia desgraciadamente la perdí, sólo me queda la penitencia!
(Abelardo fue a ver al padre Morales a su despacho, para solicitarle hacer penitencia)
Padre Morales, quiero hacer penitencia. ¿Qué penitencia me aconseja?
P. Tomas Morales. Mira, te vas a poner esto. Es un cilicio, una cadenita de pinchitos, para que hagas penitencia. Debes llevarlo puesto en la pierna, una hora, todos los días.
Abelardo: El cilicio me molesta al andar, y empecé a reflexionar. Comencé a descubrir que en el dolor hay un gran gozo. (Pensativo) Abelardo: Mientras que hasta entonces, en mi vida, lo único que había encontrado en los placeres, era dolor. El mundo nos tiene engañados a todos presentándonos placeres aparentes, pero que encierran auténticos dolores. Dios, por la predicación de la cruz nos presenta un dolor aparente, pero detrás del cual hay escondido un auténtico gozo. Al terminar el Retiro fui a ver al padre Morales quien me dijo.
P. Tomas Morales. ¿Qué vas a hacer al terminar el Retiro Espiritual?
Abelardo: He pensado confesarme todos los sábados y el domingo asistir a la Santa Misa y comulgar en ella.
P. Tomas Morales: Me parece muy bien. Pero seguramente te convenga en un principio, asistir a Misa todos los días y comulgar. También debes que ir un rato antes a la iglesia para meditar sobre lo que has descubierto en estos cuatro días de Retiro Espiritual. Además, antes de acostarte reflexiona sobre tu vida, cómo te ha ido. De este libro que has leído y te ha causado tanto impacto, lee también algo. Igualmente reza el Rosario diariamente a la Virgen María. Y no te olvides de hacer penitencia corporal.
Abelardo: Si no me hubiese puesto el plan de vida tan exigente, creo que me hubiese hundido. Aquí me hago una reflexión que voy a compartirla con todos: “Al joven si se le pide mucho dará más; pero si se le pide poco, no dará nada”. Tan honda fue mi convicción que desde este día no he dejado de hacer oración y comulgar diariamente.
NARRADOR: (A manera de conclusión) Gracias al programa de vida que el padre Morales puso a Abelardo, se puede decir que por ello ha permanecido en la gracia de Dios. El plan de vida fue el siguiente: asistir todos los días a Misa y comulgar en ella. Hacer oración en la iglesia antes de participar de la Eucaristía. Lectura espiritual diaria. Hacer penitencia corporal todos los días. Y rezar el Rosario a la Santísima Virgen. Como vemos a la persona cuando se le pide mucho da más. Así sucedió con Abelardo, al encontrar un educador exigente, formó en él un hábito de unión con Dios que le llevó a ser un gran apóstol entre los jóvenes de España. Dio más de cien Retiros Espirituales de cuatro y de siete días. Dirigió campamentos de formación de líderes. Organizó Jornadas en Semana Santa, y convivencias en el verano para que los militantes de Santa María descubrieran su vocación. Así nos lo canta en su canción “autobiografía”:
ABELARDO (acompañado del coro o en off se escucha la canción): Acuérdate, Madre mía, de aquellas noches cuando de niño yo te rezaba. Tus manos me bendecían, Virgen María, y con ternura me acariciaban... Mi súplica has escuchado y en amor tuyo, Virgen María, me has transformado.