El pasado 15 de diciembre, en el Centro Cultural de España, se presentó esta original obra del profesor Santiago Tácunan que contó con el comentario de la Dra. Nanda Leonardini y la concurrida presencia de numeroso público, especialmente juvenil. Este libro sobre el graffiti peruano recopila más de 70 entrevistas de grafers limeños y más de un centenar de fotografías de trabajos urbanos. Se puede conseguir en el Seminario de Historia Rural Andina o en CEPAC. Les comparto las palabras introductorias del autor:
En una ciudad como Lima, con cielo color “panza de burro” durante casi todo el año, con paredes opacas y descoloridas, con alto grado de contaminación y con un tránsito cada vez más caótico, los trabajos plásticos de los grafiteros le dan un colorido y vistosidad, convirtiéndose así en los tatuajes de esta ciudad.
Algunos críticos de arte consideran que los grafiteros son anárquicos, informales, contestatarios, contra cultura, anti religiosos, etc. Sin embargo, muchos de esos grafiteros conforman colectivos muy bien organizados y pueden ser clasificados en diversas corrientes, autodidactas y/o egresados de las escuelas de arte, quienes se identifican entre sí mediante símbolos y colores. Muchos de ellos han presentado exposiciones individuales y colectivas en el Perú, América Latina y en diversos países europeos.
Los grafiteros utilizan las fachadas de las casas habitadas o abandonadas, con el consentimiento o no de los propietarios para comunicarse, convirtiendo así las paredes limpias o polvorientas, en lienzos de diversos tamaños que responden a una dinámica cultural con nuevas subjetividades, necesidades insatisfechas y falta de espacios de expresión. Los temas e ideas en los cuales giran sus propuestas plásticas son variados y responden a distintos ámbitos de coexistencia, de posición social, así como aspectos culturales diversos que transitan desde los más privados e íntimos, hasta los más públicos y sociales. La multiplicidad de temas nos sugiere una complejidad multicultural que nos abre y cierra al mundo contemporáneo.
A mediados del siglo XIX los graffitis surgen de manera espontánea en una generación marginada que no tenía mayores posibilidades de acceder a las más mínimas necesidades básicas. Menos aun a los espacios de expresión. En ese sentido, los graffitis son un arma de lucha, de respuesta al sistema, en contracorriente. Sin embargo en el siglo XXI, algún tipo de graffitis han perdido su esencia en vista que muchos grafitteros pintan por encargo, actividad que les permite sobrevivir en medio de una situación social cada vez más agobiante. Pues, plasmar sus propias inquietudes requiere cubrir una inversión que muchas veces no pueden costear. A pesar de este escenario, los artistas urbanos se las ingenian para financiar creaciones propias que responden a sus inquietudes y dinámica social.
La presente exposición reúne un total de 45 pinturas murales, siendo la mayor parte de ellas de artistas anónimos, aunque algunos se refugian en seudónimos como DIF., RAF., SAM., JM., SIENS., SAF., etc., que no vienen a ser otra cosa que las iniciales de sus nombres y apellidos como por ejemplo: Francisco Saavedra A. (SAF). En muchos de los casos las iniciales va unida a la palabra “ONE”. Así, SAF se convierte en SAFONE, DIF en DIFONE, etc.
Universidad Catolica Sedes Sapientiae
