Les comparto notas de EFE y del face de Fernando Barrantes acerca de esta española luchadora en defensa de los Derechos Humanos en Perú que falleció este sábado, fiesta de la Virgen de los Dolores, en Lima. ¡Descanse en paz y que nos deje descansar luchando por sus ideales de paz y promoción integral del ser humano!
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Lima, 15 sep (EFE).- La española Pilar Coll, falleció hoy en Lima, a los 83 años, después de haber dedicado gran parte su vida a la defensa de la democracia, los derechos de los trabajadores y de las víctimas del terrorismo en Perú.
Coll fue la primera secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos en Perú, organización con la con la que conoció el drama de miles de víctimas y desaparecidos por el terrorismo en el país, entre 1980 y 2000.
La abogada de profesión, nacida en Huesca el 30 de enero de 1929, llegó a Perú en 1967 como misionera para trabajar en la Unión Nacional de Estudiantes Católicos en la ciudad de Trujillo.
Años después se unió a la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS) en Lima, donde asesoró a los trabajadores que perdieron sus puestos en el paro nacional de 1977.
A mediados de los años 80, Coll asumió la secretaría ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos e investigó las denuncias de desapariciones en Ayacucho, la cuna de la banda armada Sendero Luminoso, considerado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación como el principal responsable de los casi 70.000 muertos en los años del terrorismo.
El embajador de España en Lima, Juan Carlos Sánchez Alonso, lamentó hoy profundamente, en declaraciones a Efe, la pérdida de Coll, a quien calificó como "una de las mejores representantes de España en el Perú y en el mundo".
"Fue una mujer profundamente comprometida con las mejores causas y los menos favorecidos y se destacó por su defensa de la democracia y de los derechos humanos", manifestó Sánchez Alonso.
Coll recibió diversas condecoraciones y premios por su labor en la defensa y promoción de los derechos humanos, entre los cuales se encuentra la Orden de Isabel La Católica otorgada por el rey Juan Carlos de España en 1993.
En los últimos años, Coll integró el Consejo de Reparaciones, encargado del registro de las víctimas del terrorismo.
Fotografía sin fechar de la misionera laica española Pilar Coll. EFE/Archivo
Pilar nació en Fonz, Huesca, España el 30 de enero de 1929, su padre fue asesinado durante la guerra civil española, ello marcó su vida. Estudió derecho en Barcelona y perteneció al Instituto de Misioneras Seculares, que la mandó al Perú en 1967. Después de 45 años de vida peruana, Pilar Coll falleció ayer sábado 15 de setiembre a los 83 años de edad.
Con monseñor Luciano Metzinger SSCC, fundó la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, junto con otras personalidades. Monseñor Metzinger, la presidió su primera junta directiva y ella fue la secretaria ejecutiva.
Falleció PILAR COLL, misionera española de la Teología de la Liberación, quien desde 1967 se dedicó al trabajo de catequesis en los barrios pobres, primero en Trujillo y después en Lima. De profesión fue abogada y también profesora de colegio.
A mediados de los años setenta se vinculó al movimiento laboral a través de la Comisión Episcopal de Acción Social y después a los derechos humanos en la etapa del terrorismo, convirtiéndose en una de las principales propulsoras y dirigentes de los derechos humanos en el Perú, con una continuidad total en el tiempo.
Pilar murió a los 83 años de edad, mujer honesta, de principios y de carácter fuerte. Era monja y no parecía que fuera monja, absolutamente sonriente y hablaba en alto, te miraba a los ojos, era un poco mandona, solamente pensaba en hacer el bien a los demás, era misionera en cuerpo y alma.
Más de una vez le dije Pilar no fastidies, tu eres monja, no se puede hacer lo que quieren hacer las monjas....después se le pasaba, como si nada hubiera escuchado.
En los años setenta participaba en marchas callejeras, fue profesora enfrentaba chorros de agua y bombas lacrimógenas. Colaboraba en los Paros Nacionales de aquellos años, en las huelgas de hambre que se desarrollaban en las iglesias. Muy humana, muy servicial, muy querida. Su actitud fue siempre la de una mujer de izquierda y estuvo presente en los conflictos sociales generados por la dictadura militar de los setenta, pero su papel no fue el de la activista que protesta, sino la de muy colaboradora de la necesidades de su prójimo, en todo lo que humanamente pudiera valer su ayuda.
Perteneció a la primera fila de los activistas de los derechos humanos, en todo el sentido de la palabra desde que llegó al Perú, con la única intención de servir a su prójimo y lo logró.
A Pilar la he tratado bastante en esta vida, desde mediados de los setenta, pero no tuvimos amistad.....era monja, bueno era misionera, es lo mismo, me ha sorprendido que falleciera a los 83 años de edad, no me pareció nunca que fuera tan mayor, fue siempre y se mostró demasiado vital y admirable.
Pero así como parecía que de su carácter solamente tuviera o salieran flores para todos, cuando se molestaba...era Pilar, la recuerdo en una conferencia de prensa, molesta con todos los periodistas....pero no comprendía razones, por más que le pedía que no criticara, se lanzó con todo...nadie le publicó nada, bueno yo si, para la Agence France Presse...cuando la volví a encontrar, ella seguía molesta con los periodistas...así son las personas de principios y de carácter, las luchadoras de los derechos de su prójimo, no son conciliadoras.
Dejé de ver a Pilar muchos años, casi 20 años y la encontré en la puerta de la oficina del padre Gustavo Gutiérrez, en Lince. Iba a dejarle al padre Gutiérrez un ejemplar de mi libro Crónicas Religiosas. Pilar cuando me vio, explotó de alegría, me hizo pasar, me hizo atender, cuando quería era encantadora y ese día la última vez que la vi, lo fue en exceso conmigo. Pilar es una de las mejores personas que han caminado en el Perú. Su vida lo demuestra, caracterizada por un pleno y absoluto servicio al prójimo.