PETROPERÚ y el Ministerio de Cultura entregaron los Premios Nacionales de Cultura 2012 |
12-12-2012 | Ministro Luis Peirano y el presidente de Petroperú Humberto Campodónico resaltaron el regreso del galardón tras más de tres décadas. Tras más de treinta años de ausencia, la noche del martes 11 de diciembre se entregaron los Premios Nacionales de Cultura 2012, otorgados por el Ministerio de Cultura con el impulso y financiamiento de PETROPERÚ, los que en esta ocasión recayeron en el Padre Gustavo Alfredo Gutiérrez Merino, en la categoría Trayectoria; en el pintor Christian Raúl Bendayán Zagaceta, en la categoría Creatividad; y en la Asociación Arena y Esteras - Taller de Educación y Comunicación a través del Arte, en Buenas Prácticas Culturales. La ceremonia se realizó con gran asistencia de público en el salón Inca del Ministerio de Cultura, y entre los presentes estuvieron el Canciller de la República, Rafael Roncagliolo, la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, y numerosos intelectuales y personalidades de la talla de los escritores Alonso Cueto y Arturo Corcuera, y los monseñores Miguel Cabrejos y Luis Bambarén. El acto fue presidido por el Ministro de Cultura, Luis Peirano Falconí, y el presidente de PETROPERÚ, Humberto Campodónico Sánchez, y contó con la participación de los presidentes de los jurados en las tres categorías, Beatriz Merino, en Buenas Prácticas, y Salomón Lerner Febres, en Creatividad y Trayectoria. En su discurso de bienvenida, el presidente de Petroperú, Humberto Campodónico, resaltó el rescate del Premio Nacional de Cultura, merced a la firma de un convenio entre el Ministerio de Cultura y la empresa estatal en 2011. "Haber contribuido a restaurar los Premios Nacionales de Cultura en nuestro país hace de Petroperú una empresa que va más allá de sus objetivos centrales, esto lo tenemos claro desde la propia política cultural de una empresa que busca modernizarse e incrementar su aporte al país. Más que enorgullecernos de este logro, nos plantea una gran responsabilidad con nuestro país que ahora más que nunca necesita de sus valores, de los nuevos, los institucionales y los de siempre", señaló. A su turno, la Dra. Beatriz Merino felicitó la labor del ganador del Premio a las Buenas Prácticas Culturales, Arena y Esteras. "Su labor busca transformar la sociedad a través del arte y la cultura, un esfuerzo que surgió hace 20 años en una ciudad tomada por la violencia", resaltó. Por su parte, Arturo Mejía Zúñiga, director de Arena y Esteras, al recibir el premio, hizo hincapié que esta distinción es para todos los vecinos de Villa El Salvador, distrito del que surgió la asociación. "Es una distinción para Villa El Salvador, comunidad forjadora de líderes y ciudadanos, y al movimiento de cultura viva comunitaria. Este premio nos motiva a seguir trabajando con los comités vecinales y los jóvenes emprendedores en nuestro compromiso con la cultura", dijo. En su intervención, Christian Bendayán, ganador en la categoría Creatividad dedicó el premio a los artistas provincianos y regionales y a aquellos que ejercen su arte de modo anónimo en las calles. "Mi obra se ha alimentado de ellos", destacó. Además reivindicó la figura del artista ayacuchano Joaquín López Antay, el primer artista popular reconocido por el Estado en 1976. Finalmente, el ganador del Premio a la Trayectoria, el padre Gustavo Gutiérrez, manifestó que recibe este premio como un nuevo y gran impulso para proseguir con su labor. "Una trayectoria implica un camino y a la vez un impulso. Las dos distinciones que me precedieron hacen notar el valor de una interculturalidad, que hay que explotar para eliminar las brechas que hay en la sociedad del país", puntualizó. Cerró el acto el ministro Luis Peirano, quien destacó la independencia de los jurados y resaltó que el convenio con Petroperú seguirá, por lo que los Premios Nacionales de Cultura tendrán, esta vez, larga vida.
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SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO según Justo y Rafael M. López Melús en "El santo
de cada día"
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SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, obispo (+1606). Justo y Rafael María López
Melús *El santo de cada día*, Apostolado mariano, Sevilla, 1991, pp.169-170
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