Pedro Miguel LAMET  Amén y  aleluya. Vida y mensaje de Pedro Arrupe. Mensajero, Bilbao, 2023, 479 pp
     
    Nueva biografía del carismático  general de los jesuitas, desde su apasionante trayectoria humana y espiritual,  elaborada por su mejor biógrafo. Profeta de nuestra época y agente renovador de  la Iglesia del posconcilio, Pedro Arrupe Gondra, SJ, es sin duda una de las  figuras más iluminadoras de nuestro tiempo por sus intuiciones sobre el futuro  y, sobre todo, por su ejemplar vida. Tras muchas vicisitudes e incomprensiones,  hoy sus virtudes están en vías de ser reconocidas por la Iglesia con la  apertura de su proceso de canonización.
     
    Pedro Miguel Lamet, quien pudo  realizarle la última entrevista y escribir después la biografía sobre Arrupe  más completa hasta la fecha, presenta en este nuevo libro a un Pedro Arrupe  desde un enfoque diferente. Además de incluir su azarosa vida, aborda su  itinerario espiritual e incorpora una meditación tras cada capítulo, para  ayudar a interiorizar los hitos y mensajes más destacados del carismático  superior general de la Compañía de Jesús.
     
    El autor forma parte de esta espléndida constelación  de sacerdotes escritores como J.M: Javierre, J.M: Cabodevilla, J.L.Martín  Descalzo, nacido en Cádiz, 1941 y que ha publicado unos 50 libros de muy  diversos géneros, desde la poesía a la novela, pasando por la biografía, la  historia, el ensayo y el periodismo. Además de director del semanario Vida  Nueva y conocido columnista de diversos periódicos, emisoras y revistas (Radio  Vaticano, cadena Cope, Radio Nacional, Pueblo, El País, El Globo, El Mundo y  sobre todo Diario 16), fue profesor de Estética y Cinematografía en varias  universidades y ha obtenido ocho premios periodísticos y literarios. 
     
    De su extensa obra destacan ocho poemarios, entre  ellos Génesis de la ternura y Como el mar a la mar, recogidos en sus  antologías El mar de dentro y La luz recién nacida; los ensayos La seducción de Dios, Cartas a Marian y La santa de Galdós; su estudio sobre los confesores  reales Yo te absuelvo, majestad; las biografías Pedro Arrupe, Juan Pablo II: hombre y papa, Díez Alegría, un jesuita sin papeles y Azul y rojo: José María de Llanos y su contribución a la de  monseñor Romero, Romero de América;  las prosas poéticas Desde mi ventana y Fotos con alma; los relatos Las  palabras calladas y Las palabras vivas,  y las novelas históricas El caballero de las dos  banderas, El esclavo blanco, Duque y jesuita: Francisco de Borja, No sé cómo amarte: María Magdalena, El aventurero de Dios: Francisco de Javier, La noche enamorada de san Juan de la Cruz, El último jesuita,  La nueva libertad: Pablo  de Tarso, El tercer rey: cardenal  Cisneros y El retrato secreto de Jesús de  Nazaret.
     
    Comienza con la introducción "vida y  fe de un cristiano de nuestro tiempo" (13-16) en la que nos da cuenta de la  entrevista realizada en agosto de 1983 a su biografiado, su general jesuita,  padre y amigo, que motivó la elaboración de la primera biografía y,  posteriormente, los mejores trabajos su vida y obra, que tanto están sirviendo para  el proceso de beatificación iniciado el 5 de febrero de 2019. 
     
    La obra se estructura en 19 capítulos  en orden cronológico pero que están enriquecidos con lo más sobresaliente de su  vida, misión y escritos. Los títulos de cada capítulo destacan por su belleza y  creatividad. Para qué vivir. La llamada. Cuando el corazón ardía. Lo que tú  desees. "Aquí estoy, envíame". El párroco de Yamaguchi. La plenitud de un  vacío. El maestro. Hiroshima, la eternidad inmóvil. Un hombre para los demás.  Líder de un pequeño mundo. General para un concilio. Los conflictivos sesenta.  El ojo del huracán. La opción por la justicia. Perfil de un jesuita. La renuncia.  En las manos de Dios. Amén y aleluya. El último capítulo tiene que ver con la última frase  del padre Arrupe antes de morir: "Para el presente amén, para el futuro  aleluya". Como colofón, el autor nos comparte las frases evangélicas preferidas  del P. Arrupe, que se convierten en una suerte de autorretrato: sencillez,  providencialismo, no-violencia, desprendimiento, generosidad, humildad,  compromiso profético, amor cristiano, sabiduría y renuncia.
     
    COMPARTO ALGUNO DE SUS ENTRAÑABLES TEXTOS
    pp. 38-39 VALORES DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES
    En la  espiritualidad del Padre Arrupe, los EE ofrecen a nuestro mundo actual "valores  espirituales, evangélicos, trascendentes; valores humanos, naturales,  inmanentes, que él resumen en la lista siguientes:
    1.       La  apertura al espíritu, fundada sobre la indiferencia, que nos hace siempre estar  prontos a escuchar la voz de Dios.
    2.       El  impulso del "magis", base de todo progreso verdadero, que busca siempre lo  mejor, lo más eficaz, esto es: lo que redunda en gloria de Dios y al mismo  tiempo en felicidad para el hombre.
    3.       El  sentido del discernimiento. O sea la justa valoración que se expresa en una  constante reflexión iluminada, en una introversión para  interpretar los movimientos internos de  nuestro espíritu, y una extraversión   criticada para leer en las criaturas, en los sucesos y en los signos de  los tiempos la obra de la Providencia y la expresión de la voluntad de Dios.
    4.       Y,  sobre todo, el cristocentrismo, que se funda y se manifiesta en un amor total a  Cristo, persona divina encarnada
    (P. Arrupe, "Los  Ejercicios en el momento histórico actual" conferencia al III Curso de  Directores de Ejercicios, Roma, 8-II-71. En "Información" SJ 14 (1971), 171
    p. 47. A TUS PIES, SEÑOR
    Pidámosle a él  que nos enseñe. El lugar más apreciado por nosotros debería ser el sagrario:  Sentada a los pies del Señor escuchaba su Palabra.
    Pidámosle que  nos enseñe a orar como él lo hizo., en aquella inefable comunión con su Padre,  Enséñanos a orar.
    Pidámosle que  prenda fuego a nuestros corazones, como hizo con los discípulos de Emaús: ¿No  estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el  camino?
    Estos son  tiempos difíciles. Son tiempos de prueba y de desafío, pero son también tiempos  de oportunidad. Y frente al desafío y a la oportunidad, nosotros sabes a dónde  acudir: tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú  eres el santo de Dios.
    Reunidos aquí  para celebrar el Mysterium fidei, el misterio de la ley del amor, a la pregunta  del Señor:
    -           ¿Me  amas?
    -           Respondamos  con Pedro:
    -           -  Tú lo sabes todo, tú sabes que te amo 
    -           Fragmento  de "A los maestros de novicios, Jesús el único modelo", 5.6.70)  
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    pp.55-56 "JESÚS, MI DIOS, MI REDENTOR, MI AMIGO,  mi íntimo Amigo, mi corazón, mi cariño. Aquí, vengo, Señor, para decirte desde  lo más profundo de mi corazón con la mayor sinceridad y cariño de que soy  capaz, que no hay nada en el mundo que me atraiga, sino tú solo, Jesús mío.
    No quiero las  cosas del mundo. No quiero consolarme con las criaturas. Solo quiero vaciarme  de todo y de mí mismo, para amarte solo a ti.
    Para  ti, Señor, todo mi corazón, todos sus afectos, todos sus cariños, todas sus  delicadezas…
    ¡Oh,  Señor! No me canso de repetirte: nada quiero sino tu amor y tu confianza. Te  prometo, te juro, Señor, escuchar siempre tus inspiraciones, vivir tú misma  vida.
  Háblame muy frecuentemente en el fondo del alma y exígeme mucho, que tejero por  tu Corazón hacer siempre lo que tú deseas, por mínimo o costoso que sea
    ¿Cómo  voy a poder negarte algo, si el único consuelo de mi corazón es esperar que  caiga una palabra de tus labios, para satisfacer tus gustos?
    Señor,  mira mi miseria, mi dureza, mi debilidad…
    Mátame  antes de que te niegue algo que tú quieras de mí.
    ¡Señor,  por tu Madre! ¡Señor, por tus almas! Dame esa gracia 
        (El 6 de  noviembre de 1933 entregó al P. Iturrioz la oración titulada "Magister adest et  vocat te" y 7 años después la reelabora en Japón)
    p. 86 ESTAR
    Un buen día  quedó especialmente impresionado por la forma de orar de una catecúmena. Se  pasaba las horas extática, inmóvil, concentrada ante el sagrario, completamente  indiferente a cuanto la rodeaba.
    En la primera  ocasión el P. Arrupe la interrogó: "¿Qué haces tanto tiempo quieta ante el  sagrario?" Nada"
    ¿Cómo que nada?  ¿Tanto tiempo sin hacer nada?
    La muchacha se  quedó desconcertad. Silencio japonés. Luego abrió los labrios:
    ¿Que qué hago,  shimpu-sama? Pues…estar. Aquella era una palabra clave. Una conjunción de dos  formas de entender la oración que es una misma. El "estar" del zen y el "estar"  de la contemplación cristiana 
         p.133 COHERENCIA
    Francisco A. Jo  Hayazoem sacerdote de Hiroshima y párroco de la catedral de La Paz, recuerda  que cuando asistía a la catequesis del P. Arrupe se encontraba siempre con un  anciano que se limitó a mirar a los ojos de Arrupe durante medio año. Un buen  día Arrupe le preguntó si entendía bien la explicación.
    El viejo no  contestó. Era sordo. Cuando consiguió comunicarse con él, obtuvo una única  respuesta:
    -Yo  he estado todo el tiempo mirándole a los ojos. Usted no miente. Lo que usted  cree, lo creo yo.
    -Un  Buen día Hayazoem sintió vocación y fue a Arrupe:
    -  Tengo un problema, que me gustan las chicas
    -Muy  natural en un varón, le respondió
    A  partir de aquel momento no tuve más problemas. Era lógico, era alguien muy  especial. Comunicaba algo. No he visto jamás enfadado al P. Arrupe. Mucha gente  quería verle y confesarse con él. Me impresionaba su mansedumbre, que  contrastaba con la reciedumbre de los alemanes. Era dulce, suave. Y hay que  tener en cuenta que la imagen que tiene el japonés de un santo es la de ser  humilde, no violento" 
    pp.231-2 CORAZON DE JESÚS
    Presencia real  de Cristo, de mi amigo, de mi gran jefe, pero al mismo tiempo mi íntimo. La  obra es de los dos: él me comunica sus planes, sus deseos; a mí me toca  colaborar externamente en sus planes, que él ha de realizar internamente con su  gracia. Qué obra tan grandiosa la que él pone en mis manos; eso exige una unión  de corazones completa, una identificación absoluta, ¡siempre con él! ¡Y él  nunca se apartará! Yo tengo que mostrarle confianza y fidelidad. Nunca separarme  de él. Pero la raíz está en ese amor amicitiae [amor de amistad], en sentirse  el alter ego de Jesucristo. Con una humildad profundísima, pero con una alegría  y felicidad inmensas también. ¡Yo siempre con él! ¡Siempre colgado de sus  labios y sus deseos! ¡Qué vida tan feliz! Gracias, Dios mío. Aquí me tienes,  Señor!"
    Jesucristo y yo: la relación personal única.
    Ese amor  personal tiene un carácter de exclusividad o de unicidad muy importante. Al fin  y al cabo, lo único que queda es Jesucristo. El resto de la colaboración, estima  personal y hasta amor sincero queda como algo contingente, limitado, temporal,  variable. Lo único que queda siempre y en todo lugar, que me ha de orientar y  ayudar siempre, aun en las circunstancias más difíciles y en las  incomprensiones más dolorosas, es siempre el amor del único amigo, que es  Jesucristo. Esto no quita nada a las demás amistades, a las relaciones verdaderamente  caritativas, de una sinceridad y valor de parte de los seres humanos. La vida  es así, los hombres somos así, y las dificultades personales subjetivas son  tales que solamente puede contar siempre y en todas circunstancias con  Jesucristo. 
    Idea de un valor inmenso. Hay que llegar  al convencimiento o teórico y práctico de ello. Jesús es mi verdadero,  perfecto, perpetuo amigo. A él me debo entregar y de él debo recibir su  amistad, su apoyo, su dirección. Pero también su intimidad, el descanso, la  conversación, la consulta, el desahogo…; el lugar es ante el sagrario:  Jesucristo nunca me puede dejar. Yo siempre con él. Señor: que yo no te deje et  nunquam me a Te separare permittas" 
    pp.255-6  Testimonio de su visita a Brasil Cómo valoran los pobres la misa
    p.263 EL SANTO
    "El santo  encuentra mil formas, aun revolucionarias, para llegar a tiempo allá donde la  necesidad es urgente; el santo es audaz, ingenioso y moderno; el santo no  espera que vengan de lo alto las disposiciones y las innovaciones; el santo  supera los obstáculos y, si es necesario, quema las viejas estructuras  superándolas; pero siempre con el amor de Dios y en absoluta fidelidad a la  Iglesia a la que servimos humildemente porque la amamos apasionadamente"  (Sacerdotes para la Iglesia y para los hombres" 11.3.1976
    pp.357-8 PERFIL DE UN JESUITA (sugerencias para la  oración)
    . Humildad: Yo puedo decir de mí que soy un pobre  hombre, pero creo tener buena voluntad y que trato de trabajar por la Iglesia y  por la Compañía lo mejor posible, sin poner impedimentos a la gracia de Dios" 
    . Ante las dificultades: Paz. En el  fondo de tu alma está Dios, que, como diría san Agustín, está dentro de ti, más  profundamente que tú mismo"
    - Optimismo y esperanza. "Creo que  viendo las cosas tal como son, y sabiendo que estamos en las manos de Dios, y  que Dios es omnipotente, aun cuando por un momento parezca que las cosas van  mal, jamás podrán ir mal si se sigue a Dios y se es ayudado por la providencia  divina"
    - Jesucristo: "Para mí lo es todo, por lo tanto, el  rostro de Dios.. algo que llena completamente mi vida y que aparece en la  fisonomía de Jesucristo, en el Jesucristo oculto, naturalmente en la  eucaristía, y después en mis hermanos, imagen de Dios"
    - Identificación: Cristo fue mi ideal desde mi  entrada en la Compañía, fue y continúa siendo mi cano, fue y es siempre mi  fuerza
    Cariño. Historia  personal. Confianza y oración. Luz interior
    p.475 PALABRAS A LA 32 CONGREGACIÓN GENERAL  que definió la misión actual de la CJ como "el servicio de la fe y la promoción  de la justicia":
        "Es mucha verdad  que los problemas nos desbordan y que no lo podemos todo. Pero lo poco que  podemos ¿lo hacemos todo? Y, sobre todo, ¿lo hacemos de manera que sea  respuesta directa a esta formidable llamada del Señor a través del mundo? Esta  llamada de Dios es, pues, misión que pide de nosotros una respuesta decidida y  creativa, con la decisión y creatividad del pequeño y del humilde…que deja  obrar en sí enteramente al poder de Dios" 
         p.479 SU AUTORRETRATO CON TEXTOS DEL EVANGELIO
    1.       SENCILLEZ:  "Bienaventurados los pobres de espíritu" (Lc 6,20).
    2.       PROVIDENCIALISMO:  "Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo"  (Mt 6, 34).
    3.       NO-VIOLENCIA:  "Al que te abofetee en la mejilla derecha preséntales también la otra" (Mt  5,39).
    4.       DESPRENDIMIENTO:  "Al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el  manto" (Mt. 5,40)
    5.       GENEROSIDAD  Y SERVICIO:"Y al que te obligue a andar una milla vete con él dos". Mt.5,41).
    6.       HUMILDAD  INTELIGENTE. "Cuando seas convidado, ve a sentarte en el último puesto"(Lc  14,9).
    7.       COMPROMISO  PROFÉTICO. "Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigna y digan con  mentira    toda clase de mal contra vosotros por mi causa"(  Lc 6, 22).
    8.       AMOR CRISTIANO:  "Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan"(Mt 5,44).
    9.       SABIDURÍA  Y RENUNCIA: "Quien intente guardar su vida la perderá; y quien la pierda la  conservará" (Mt 10, 39) 
    Le añadiría la clave de todas ellas, la OBEDIENCIA,  tal como dijo el Padre Arrupe a los Jesuitas a propósito de la "Humana  Vitae": "Obedecer no es dejar de pensar. El Concilio no ha cambiado la  obediencia. "El mismo Concilio habla de ´esta religiosa sumisión de la voluntad  y del entendimiento que de modo particular se debe al magisterio auténtico del  Romano Pontífice, aun cuando no hable ex cathedra, de alta manera que se  reconozca con reverencia su magisterio supremo".