LA RESPONSABILIDAD DEL DOCENTE UNIVERSITARIO ANTE EL RETO DE LA HISTORIA Y EL DESARROLLO DEL MUNDO
José Antonio Benito, Trujillo, 11 julio 2019, UPAO
SUMARIO
I. LOS MALES DE LA EDUCACIÓN NACIONAL Y PERSONAL
II.PSEUDOUNIVERSIDAD: ¿QUÉ NO ES?
III.MISIONES DE LA UNIVERSIDAD
IV.CUALIDADES DEL PROFESOR UNIVERSITARIO
V. ALGUNOS DETALLES CONCRETOS:
CONCLUSIÓN: Dos modelos: Mogrovejo, Martínez Compañón, pasión por el Perú, estudiándolo, visitándolo, difundiéndolo, forjándolo.
Distinguidas autoridades, queridos colegas, profesores universitarios: FELIZ DÍA y gracias por su invitación, en especial al profesor y amigo Óscar Ñique, quien ha servido de puente.
Si siempre es un gusto venir a la Ciudad de la Amistad, mucho más con tan grata ocasión, de hacer memoria y celebrar nuestro día. La primera ocasión –como en varias de ellas- de mi presencia en esta hermosa tierra norteña me la brindó Santo Toribio, puesto que sus paisanos de Valladolid a través de Cruz Roja quisieron celebrar el V Centenario de América- en 1992- con un proyecto sólido cual fue el Instituto de Estudios Superiores "Mayorga", precisamente en Zaña, el lugar de su partida para la eternidad. En el 2006 me tocó venir a Trujillo para hablar de Santo Toribio como patrono de la arquidiócesis debido al otro gran prelado ilustrado Baltasar Martínez Compañón. Gracias al amigo Víctor Hugo Chanduví he podido volver para sus encuentros de historia del Derecho en el Perú como fueron las IX Jornadas de la semana pasada.
Espero que mis palabras les sirvan para seguir celebrando este entrañable día del maestro universitario. En la Misa recordatoria de los maestros fundadores de la UPAO, Mons. Timoteo Solórzano Rojas, MSC. nos ha aportado un bello testimonio de su propia trayectoria; y la presidenta de la UPAO, profesora Nancy Casas, ha valorado la vocación docente con poéticas palabras. A mí me gustaría compartir el entusiasmo por tan noble misión educativa desde que hace 40 años comencé a ejercer como profesor de primaria. Mis palabras son deudoras de maestros como el P. Armando Nieto, Dr. Carlos Díaz, Dr. Javier del Hoyo, de quien he tomado algunas de sus ideas.
Ustedes saben muy bien que cada 6 de julio en el Perú, tanto los profesores de educación básica como los universitarios reciben el mismo saludo: ¡Feliz Día del Maestro! El motivo de la fecha del Día del Maestro, a pesar de que la UNESCO sugiere que sea el 5 de octubre (Día Mundial de los Docentes) y en muchas partes de América el 11 de septiembre en homenaje del ex educador argentino Domingo Faustino Sarmiento, debido a que un 6 de julio de 1822 el libertador José de San Martín fundó la primera Escuela Normal de Varones en la República del Perú
Sin embargo, desde el 2009, el universitario tiene reservado su propia fecha de celebración, en honor a reconocer su doble función: su labor en la formación de futuros profesionales y su función social en la construcción del desarrollo del país. En el 2009, por Resolución Nº 234-2009-ANR, la antigua Asamblea Nacional de Rectores oficializó, en el diario oficial El Peruano, que cada 11 de julio se celebrará el Día del Docente Universitario para reconocer la gran labor que realiza en la formación personal y profesional de mujeres y hombres que deberán ser ciudadanos capaces de resolver problemas, con compromiso ético y social. Un docente universitario se desempeña en un contexto que exige no solo ser un experto en su disciplina sino también un agente activo de transformación social. Esto significa fortalecer sus competencias en las diversas dimensiones de la actuación docente relacionadas a la investigación, a la mejora continua y permanente de la enseñanza, la proyección social y la gestión universitaria, tal como lo refiere la Ley Universitaria Nº 30220.
I. LOS MALES DE LA EDUCACIÓN NACIONAL Y PERSONAL
Como homenaje al gran educador quien fue presidente de la Academia Nacional de Historia les comparto el resumen de la Conferencia del P. Armando Nieto "El rol de la historia y la educación en la identidad nacional" (30 septiembre 2006, UCSS, Los Olivos). Puede ayudarnos a sensibilizarnos sobre los problemas, los males, para SUPERAR.
Para R. Guardini lo primero que influye es la manera de ver, lo segundo lo que hace, tercero que dice. Necesidad de la coherencia para vivir la vocación de maestros. Vivir los valores. Puede ayudar conocer los antivalores o los defectos de la educación nacional, ya señalados por García Calderón en "El Perú contemporáneo".
- Superfinformación. Se pone tronos a los principios y cadalsos a las consecuencias. Derecho de los alumnos a preguntar; "no dejen enemigos a la espalda"
- Mezcla entre viveza y astucia, obtener el máximo provecho sin entrar en conflicto.
- Improvisación. La imprevisión e improvisación, la ley del mínimo esfuerzo, el facilismo
- Individualismo. Figuretismo; no dar el pase en el fútbol, elevado número de partidos en las elecciones
- Incumplimiento de la palabra dada-
- Suciedad en las calles, atentados anti ecológicos tan contrarios a la apuesta del cuidado de la Amazonía, del planeta según la encíclica "Laudato Si".
- Respeto a la norma. "Si se ha hecho ya por qué no seguir haciéndolo"
- Plagio. Le piratean un artículo en un examen en el que él estaba de Jurado
- Incompetencia. Saber reconocer errores
- Triunfalismo. "Llegaron los que van a perder", derrotismo, como acabamos de ver con la selección nacional de fútbol.
- Irresponsabilidad. Muertes en ómnibus
- Relativismo. Todo vale lo mismo. Sin embargo, hay verdad objetiva
- Permisivismo. Se aguanta y permite ruido, impuntualidad…
Pero no basta con ver defectos mundiales, nacionales, debemos identificar lo negativo que afecta a nuestra profesión docente. Para ello, me permito enumerar "Diez mitos comunes a los malos docentes según Carlos Díaz y la mitología griega[1]
1. El malestar en la enseñanza; quejas, falta de autoestima; qué bien, no hay clase
2. La doble moral, mito de Jano, de dos cabezas, que mira hacia un tiempo o hacia otro; es la diferente conducta en lo privado o en lo público, en el dicho y en el hecho
3. El impersonalismo, mito de Hermes. Es como decir creo que creo lo que estos creen.
4. El curriculismo, mito del laurel olímpico
5. La frustración, mito de Sísifo, condenado a resbalar eternamente dejando caer su gruesa piedra cuando está llegando a la cumbre liberadora.
6. La hiperespecialización, mito de Vulcano y de Prometeo. Vulcano, dios ígneo era capaz de producir cualquier cosa que le obedecerían en la fábrica; Prometeo quiso robar el fuego a Zeus para dárselo a los mortales (antecedente de Robin Hood).
7. La superficialidad, mito anti Casandra. Casandra, sibila o profetisa troyana que había recibido el don de la profecía junto con la maldición de que nadie iba a creer lo que profetizaba
8. El formalismo, mito anti Hércules y anti Minotauro. Para recuperar su libertad, Hércules fue sometido en Grecia a doce pruebas como la del Minotauro, terrible animal que asolaba Creta y por ello encerrado por el rey Minos en un laberinto hasta que encontrase la salida (ovillo de Ariadna)
9. El eficacismo, mito anti Minerva. Contra Minerva, diosa de la sabiduría que nació de la cabeza de Júpiter sabiéndolo todo y sin haberlo aprendido de nadie, se proclama hoy que lo importante en la escuela no es la sabiduría, sino los ejercicios.
10. El servilismo, mito anti Antígona. Antígona, obedeciendo la ley eterna, muere como mártir por desobedecer las leyes positivas de la ciudad porque éstas son injustas. El imperio lo sabe y elimina a los que no son borregos.
II. PSEUDOUNIVERSIDAD: ¿QUÉ NO ES?
Puede ayudarnos a precisar el perfil de nuestro ámbito universitario el constatar la existencia de caricaturas o falsas imágenes de nuestra institución.
1. Una fábrica de títulos. Lo denunció con lucidez en su tesis doctoral nuestro egregio paisano Dr. J.L. Bustamante y Rivero, al recoger la opinión de la mayoría del público que otorga como única finalidad de la Universidad "proporcionar la instrucción superior y técnica a los que pretenden alcanzar un título facultativo; y considera la Universidad como uno de tantos planteles en que, colegiales algo mayores en edad que los otros, cursan estudios que han de servirles para su propio y ulterior aprovechamiento".
2. Centro de acogida a jóvenes sin trabajo que les "coloca" provisionalmente con la esperanza de un futuro modus vivendi en la sociedad.
3. Oficina de trabajo para funcionarios docentes más o menos prestigiosos. Ignacio Sotelo, profesor de la Universidad de Berlín, denunciaba el hecho de que la enseñanza no fuese de ciencias, "sino de asignaturas, es decir, de algo asignado y determinado de antemano, y por cuya divulgación los profesores reciben asignaciones".
4. Almacén donde se guardan y transmiten conocimientos; o supermercado donde llenar nuestros cestos mentales.
5. Sala de fiestas en cuya programación no falta la fiesta de bienvenida al cachimbo, la despedida al licenciado, el paso del Ecuador (a mitad de carrera), el patrono de la facultad.
6. Torre de marfil donde se refugian enciclopedias con patas, sabios distraídos, encerrados en guetos aislados de la sociedad.
7. Utopías para inubicados. Sacristía de los partidos políticos donde acolitan tiernos monaguillos a los sacerdotes de la nueva religión del saber.
8. Ni rebaño de "borregos de Pancorbo o rumiantes de la Santa Alianza" (J. Maritain); ni miméticos imitamonos de todas las modas futuristas por el hecho de ser lo último, ni nostálgicos de otras épocas para los que "cualquier tiempo pasado fue mejor".
9. Un kiosco de distinciones académicas que olvida lo fundamental como denunciaba Luis Puchol, subdirector de Ciencias Empresariales Europeas en Madrid, al comentar por qué había rechazado a un brillante titulado superior cargado de condecoraciones: "sabe muchas cosas menos tres: no sabe hablar, no sabe leer y no sabe escribir".
10. Despiezamiento de saberes, creación de monstruos que desarrollan mucho unos órganos y dejan otros sin crecimiento. ¿Qué pasaría con una persona de brazos gigantes y cortas piernas? Se produce así lo que el psiquiatra J.J. López Ibor denominó "genios analfabetos", víctimas de la especialización de "saber cada vez más de cada vez menos hasta saberlo casi todo de casi nada".
III. MISIONES DE LA UNIVERSIDAD
1. Escuela donde se forman los dirigentes que, conociendo el pasado y aprendiendo de él, poseen una actitud crítica y constructiva de todas las dificultades que impiden al hombre un mayor grado de realización personal y social. Es un centro de liderazgo, de formación se selectos.
2. Síntesis de saberes
Uno de los peligros que acechan a la Universidad de nuestro tiempo es la falta de sentido de la totalidad del saber. La súper especialización está llevando a un neo analfabetismo, aunque esté revestido de ropaje de la educación superior. Son los "nuevos bárbaros" según J. Ortega y Gasset. La esencia de la Universidad es reconciliar todos los saberes obtenidos en las ciencias naturales y sagradas en una síntesis general que las comprendía y explicaba. Aunque en la actualidad la gran cantidad de información y conocimientos hace inviable esa síntesis general exterior, a lo menos sí es posible una síntesis general basada en la sabiduría interior que plenifica y potencia al construir personas cabales y unificados interiormente.
Como detalle práctico el universitario debe extractar de cada materia los conocimientos básicos, los que le dan sentido, y una vez realizada esta tarea relacionarlos con otras diferentes asignaturas de su especialidad.
El Dr. José Luis Bustamante y Rivero salía al paso de la discriminación por razón de "castas y de provincialismo". Lo mismo habría que decir de la discriminación socioeconómica. La Universidad es universal, aula abierta sin fronteras, o no es nada. Con su clarividencia característica lo pronunció el polígrafo arequipeño universal, V.A. Belaúnde: "la educación superior no es un privilegio sino una responsabilidad". Lo veremos en la conclusión con mayor detenimiento.
3. Formación integral. Conjugar el progreso en los aspectos materiales de la vida con la defensa de los valores del hombre que dan sentido a ese progreso material. El gran reto de la Universidad actual es enseñar a ser persona, formar su conciencia, ayudando a descubrir con claridad la luz que encamina al hombre a lograr que su conducta alcance la plenitud humana a la que está llamado. Exige además la realización de una obra perfectamente acabada. Buscar el desarrollo de toda la persona y de todas las personas. Aspirar siempre, en todo, a la perfección (per-facio, ir hasta lo último, hasta el final).
4. Buscadora de la verdad: de las cosas, de la propia vida, del ser humano. Como bien decía A. de Saint Exupéry: "La Verdad para el hombre es lo que hace de él un hombre" Este empeño por buscar la Verdad, pro comprender y hacer comprender el mundo es la misión más sublime del hombre.
Decía A. Einstein: "Vivimos en una sociedad de magníficos medios, pero de pobres fines". Hemos acortado distancias para llegar tarde a todos los sitios; dominamos el mundo externo a costa de dar la llave de nuestro interior, hemos inventado nuevas formas de ocio para hacer del ocio un negocio.
La Universidad, en frase del genial J. Ortega y Gasset, debe ser "la conciencia crítica de la sociedad"; nosotros añadiríamos además "creadora". La Universidad del Tercer Milenio debe ocupar un puesto de vanguardia, de avanzada, de denuncia sí pero también de compromiso creativo.
No nos basta con saber con César Vallejo que "hay mucho que hacer" o con A. Machado "se hace camino al andar", necesitamos un sabio conocimiento de la meta, hacia dónde vamos y por qué andamos. Bellamente lo acuñó Nietzsche "quien tiene un porqué encuentra un cómo".
5. Compromiso solidario. Es uno de los más eficaces instrumentos de renovación y perfeccionamiento social. Presta un gran servicio al hombre y a la sociedad ayudando a obtener respuesta a los interrogantes más íntimos del ser humano, colocándole como centro de todo su actuar. No debe olvidar el universitario que la sociedad ha invertido un fuerte presupuesto en su formación y debe retribuirle con su proyección. O la Universidad sirve, se proyecta en la sociedad, o de lo contrario, no sirve para nada.
Antenor Orrego como modelo de docente comprometido en campañas para fortalecer la huelga de los trabajadores del Valle de Chicama entre 1918 y 1921 y que le costó el cierre del diario en el que trabaja en ese entonces, y la cárcel. De igual manera hay que destacar su compromiso como diputado por Trujillo en el Congreso Constituyente de 1931 y en 1945 Senador por el departamento de la Libertad, como integrante de la lista del Partido del Pueblo. En 1940 consiguió recuperar la Universidad Nacional de Trujillo, cuyo estatuto y ciudad universitaria fortaleció.
IV. CUALIDADES DEL PROFESOR UNIVERSITARIO
Cuando fue enviado al destierro Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, por la envidia suscitada entre sus enemigos, salía el pueblo sencillo a la calle a homenajearle de forma espontánea, y se cuenta que alguno exclamó: "¡qué buen vasallo, si hubiese gran señor!". Lo mismo podríamos decir de la educación: "¡qué buen alumno, si hubiese gran profesor!".
Un buen amigo mío, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid, Javier del Hoyo Calleja, ha tenido la gentileza de enviarme su proyecto docente, del que entresaco algunos rasgos sobre lo que él denomina "la fisonomía" del profesor universitario.
1. Docente. Es su misión definitoria y definitiva, la que le distingue del mero investigador. Debe conocer perfectamente la materia que va a enseñar.
"La tarea del maestro no es enseñar. La tarea del maestro es que el alumno aprenda...El futuro de nuestros alumnos y del Perú depende de nuestro propósito de cambio...Debemos provocar el gusto de aprender. Enseñar rigor intelectual. Pasión por la verdad conseguida con humildad, constancia, rigor, trabajo". Los días 16 y 17 de octubre de 1995 se reunían en Bariloche para la V Cumbre Iberoamericana todos los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica resaltando que la educación es el factor esencial del desarrollo económico y social:
"La educación necesita ser integral e integradora frente a una realidad que va consolidando la globalización de las actividades económicas, la integración a nivel regional y, simultáneamente, la recuperación de los espacios locales como ámbito de realización personal del ser humano y de la comunidad de que forma parte" (Art.38).
A escala planetaria, el Informe DELORS nos volvió a comunicar lo esencial en la educación a lo largo de toda la vida: 1. Aprender a conocer. 2. Aprender a hacer. 3. Aprender a vivir. juntos.4. Aprender a ser.
Para vivir coherentemente tan grandes objetivos hay que tener muy presente que "no hay profesiones indignas, sino indignos profesionales" (Pío XII). Si ello es muy cierto en todo tipo de profesión, lo es mucho más en la educativa. Creo fundamental una doble actitud: Actualización permanente en las prácticas educativas y capacitación para adaptar un modelo de currículo abierto y flexible. Todo ello, desde los postulados del constructivismo y el aprendizaje significativo, en torno a tres ideas fundamentales: El alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje; la actividad mental del alumno se aplica a contenidos que ya poseen un grado considerable de elaboración propia; el papel del Profesor es engarzar los procesos de construcción del alumno con el saber colectivo, culturalmente organizado. Así entendido, el aprendizaje es el centro de interés y el objetivo primordial de la institución educativa. Pero la profesión, ante todo, es vocación, una respuesta entusiasta a una llamada urgente. "Si no has sido llamado, actúa de tal manera que llegues a serlo"
2. Pedagogo. Didacta, sabe transmitir los conocimientos de modo que el alumno los asimile de forma correcta y atractiva. Como el autor de la Física recreativa Yakov Perelman escribió en escueto prólogo: "Todos los mandamientos pedagógicos se encierran en uno: no aburrir".
Necesitamos el uso de métodos activos, dinámicos.
Sabemos que la docencia se vuelve cada vez más compleja porque tenemos alumnos que también han ido cambiando. El mismo contexto universitario ha cambiado. Entonces, las formas de aprender también son distintas. Esto exige que el profesor tenga que estar constantemente innovando y poniendo a prueba nuevas formas de enseñanza para que los jóvenes aprendan. De hecho, a veces se plantea que es simplemente el incorporar nuevas tecnologías en las aulas para hacerlas más innovadoras; por ejemplo, en los sistemas de evaluación, en el reconocimiento de los saberes previos de los estudiantes, en el poder conocer los distintos estilos de aprendizaje que tienen. Ahora no se busca que aprendan solos o mediados solamente por un texto, sino también que las discusiones se pueden hacer en trabajos grupales.
3. Investigador. Es lo que le distingue del resto de los profesores, de primaria o secundaria. Federico Mayor Zaragoza, actual director general de la UNESCO, señaló que la misión fundamental de la Universidad es formar doctores, investigadores. Debe, por tanto, explorar nuevos campos de su materia, profundizar, buscar, bien personalmente o en equipo; debe, igualmente, dirigir trabajos, intercambiar, acudir a congresos... El prestigio de la Universidad pasa por la "cantidad" de su "calidad". Merece la pena esforzarse por conseguirlas. De este modo conseguiremos -con J. Ortega y Gasset- que la Universidad sea la energía espiritual que mueva la historia en el respeto a las personas en la universalidad de sus culturas y a través del diálogo creativo.
De Vargas Llosa, al presentarle su "padrino" de ceremonia, el catedrático Dr. César Hernández Alonso, en mi universidad de Valladolid, tras evocar su dilatada trayectoria literaria y humana, pudo sintetizar:
"De pocos creadores puede decirse que sean realmente universales. Y entre ellos ocupa un puesto de privilegio Mario Vargas Llosa. El análisis profundo de los comportamientos del ser humano: la desgarrada descripción de situaciones injustas; el colorido vital y realista de sus personajes en marcos multicolores; la actitud comprensiva hacia lo humano; su afán por realizar la novela total a través de un conjunto de historias poliédricas; y su impresionante técnica de montaje y estructuración; todo ello hace de su obra un hito en la historia del pensamiento estéticamente formulado".
4. Tutor. Un orientador, un guía de sus alumnos, preferentemente de los novatos o cachimbos. Debe enseñar a estudiar, enseñar a aprender, enseñar a investigar, desarrollar el espíritu crítico y creativo, acompañarles en el proceso educativo, ayudarles a trazarse un proyecto. En los últimos años debe orientar hacia la realización de tesis, asistencia a congresos, sus primeras publicaciones, salidas profesionales...
5. Gestor. La Universidad es una maquinaria que puede oxidarse o moverse en cámara lenta si cada uno no se convierte en locomotora, actuando diligentemente en el cometido académico o administrativo correspondiente. Un buen gestor facilita becas, cursos, congresos, adquisición de publicaciones...
Esta faceta abarca y engloba a las demás, aportándole esa carga de valores que debe llevarse al aula (docencia didáctica), a la biblioteca-archivo-laboratorio (investigación), al despacho (tutoría), a las reuniones departamentales y jefaturas (gestoría), a los pasillos, a la cafetería, al campo de deporte, a la casa, a la calle (compañero-amigo).
6. Compañero. Una de las definiciones más bellas de Universidad la dio el rey Alfonso X el Sabio en sus Partidas (II, tít.3) "ayuntamiento de maestros y de escolares que es hecho en algún lugar con voluntad y con entendimiento de aprender los saberes". Quedémonos con lo primero, "ayuntamiento", unión, corporación. Hay que evitar recelos, dialécticas, hay que buscar la "ética de la solidaridad", el bien común.
7. El hombre. Esta faceta abarca y engloba a las demás, aportándole esa carga de valores que debe llevarse al aula (docencia didáctica), a la biblioteca-archivo-laboratorio (investigación), al despacho (tutoría), a las reuniones departamentales y jefaturas (gestoría), a los pasillos, a la cafetería, al campo de deporte, a la casa, a la calle (compañero-amigo).
Les comparto nuevamente del maestro y amigo Carlos Díaz ¿Por qué no te gusta ser maestro? (Guatemala 2019) Desde que uno se levanta hasta que se acuesta es hombre. Imposible que alguien desarrolle su diaria existencia fuera del trato con los hombres. Lo que uno sea o no sea lo será o no será como hombre y entre los hombres. La historia de la humanidad ha visto épocas pro-humanistas y otras anti-humanistas, así como actitudes personales de todo signo.
En el capítulo titulado El embrutecedor del libro de Papini Gog se lee: "Usted conoce seguramente -dijo el viejo- el famoso aforismo de Federico el Grande: L'homme c'est un animal dépravé. Profunda sentencia comprobable diariamente. El hombre es un animal, nada más que un animal, y ha querido convertirse, por una perversión única entre los brutos, en algo más que en un animal. Ha cometido una traición, la traición contra la animalidad, y ha sido castigado por esta prevaricación. No ha conseguido convertirse en ángel y ha perdido la beatitud inocente de la bestia. Por esto ha quedado suspendido en medio del aire, torturado, angustiado, enfermo, turbado y no satisfecho" (Papini, G: Gog. Ediciones Plaza Janés, Barcelona 1974, pp. 313-317.)
Así que el embrutecedor propone salvar al hombre devolviéndolo a su naturaleza animal alegando que el animal es más feliz que el hombre; el paraíso a reconquistar -añade- es la fauna. A tal efecto no duda en remontarse a Homero como precedente: Circe, al transformar en cerdos a los compañeros de Ulises -prosigue- no debería ser vista como perversa sino como mana bienhechora; mientras que Ulises representaría la astucia, la inteligencia corruptora, en su calidad de protegido de Minerva, la cual, celosa de la felicidad de los hombres, les restituyó finalmente a la condición de hombres, o sea, al castigo. Calificando a Rousseau de masoquista sueco del Setecientos por haber predicado la vuelta al estado salvaje, estado que aún se parecería demasiado a los hombres y demasiado poco a las bestias, el embrutecedor propone llevar tres parejas humanas a una extensión desierta y acostumbrarlas gradualmente a vivir animalmente: nada de vestidos, nada de cortarse el pelo, la barba, las uñas; frente a la marcha bípeda, implantación del cuadrupedismo; prohibición del uso de la palabra y de todo lenguaje humano, en cuyo lugar bastarían los gestos, mugidos y aullidos; rechazo de máquinas y alimentación de raíces y carne cruda; no habitáculos, sino cuevas; no ley, no moral, no religión, sino bestias libres luchando cuerpo a cuerpo entre sí. Al cabo de pocos años, con una vigilancia continua, se habría obtenido el embrutecimiento integral, la exención de todas las inquietudes. A eso lo denomina apostolado para el embrutecimiento total de la Humanidad: "Yo seré el Mesías de la animalidad recuperable". Cuando el interlocutor le objeta: "Usted me parece demasiado inteligente para volverse bestia, ¿por qué no comienza el experimento por usted mismo?", el falso mesías responde: "Como todos los redentores, yo también debo sacrificarme por la felicidad de los demás" (Ibíd., p. 317)
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Papini refleja un tipo de actitud: la tentación del no querer seguir adelante, la envidia de la vida animal a la que se presenta como modelo de idílica paz. Muchas veces el hombre de hoy abdica del ejercicio de su humanidad y mira extasiado la aparente placidez del cerdo rodeado de sus bellotas y su libre hozar, sin considerar que el destino de ese cerdo es el matadero, sin tener en cuenta que ni la más perfecta digestión del cerdo se aproxima al momento peor de la existencia humana. Pese a ello no pocos buscan embrutecer al hombre. Hoy, por ejemplo, la televisión y el capitalismo son la moderna Circe que hace lo posible por convertimos en camastrones. Y, cuando no la vuelta al cerdo, la vuelta al primate. En China llegó a intentarse por vía eugenésica la creación del monántropo, aunque el intento fracasó; no sabemos hacia dónde podrá llegar en el futuro próximo una ingeniería genética. De cualquier modo, no sólo se atenta contra el hombre cuando se busca en el cerdo el infrahombre, también cuando la meta es el superhombre. Infrainteligencia y suprainteligencia artificiales son la prueba del desafecto del homo sapiens sapiens para consigo mismo.
Es aquél que ha convertido su profesión en una misión como sucedió con el brillante catedrático de Literatura de la Sorbona, Federico Ozánam. A pesar de su enfermedad, y ante la oposición de su médico y de sus familiares, saltó del lecho, dispuesto a dar su última clase, "quiero honrar mi profesión", pronunció decidido. Sus discípulos, impacientes, le esperaban. Casi cadavérico, penetró en el Salón, entre las ovaciones de los universitarios. Al concluir su lección, les habló de esta manera: " Señores. Se reprocha a nuestro siglo de ser un siglo de egoísmo. Se dice que los profesores están contagiados de la epidemia general. Sin embargo, aquí gastamos nuestras fuerzas, perdemos la salud. No me quejo. Mi vida os pertenece. Hasta el postrer aliento es vuestra y la tendréis. En cuanto a mí, señores, si muero, será a vuestro servicio".
Nuevamente traigo ante ustedes al maestro que inspira su alma mater ANTENOR ORREGO:
· No vengo aquí a quejarme porque la queja es de los débiles. Vengo aquí a abrazaros otra vez, con la emoción intensa, con la vibración cordial y embriagadora de quien, estando encarcelado, recorra de pronto el uso pleno de la libertad, vengo aquí para proyectar la poca luz que en estos momentos de tremenda inquietud y de fulgurante esperanza ha podido hacerse en mi cerebro. He sufrido bastante, pero estoy dispuesto a sufrir otra vez, y la otra, y las demás" (p.99, El Norte, Trujillo, 27-IX-1930)
· La universidad no puede reducirse a ser exclusivamente un copioso archivo o museo de métodos, de enseñanzas, de ideologías, de sistemas o de disciplinas, sino un incesante laboratorio de renovación y de creación espiritual" p.82 La Reforma, Trujillo, 1918-20)
· El profesor se dirige a tu memoria…a lo sumo a tu vanidad y a tu buena economía. El maestro se dirige a tu espíritu, pozo de creación y de sabiduría…
· La palabra del profesor se esfuma, se deshace sin dejar huella sangrienta; la palabra del maestro desgarra tu entraña y se incorpora a tu ser para trascender, como un mandato, en cada uno de tus días" Discriminaciones, 1965, Lima
8) Maestro
Uno de los más ilustres universitarios del Perú, Raúl Porras Barrenechea, historiador, literato, político, pero también, y, sobre todo, MAESTRO, escribe: "No puede haber, no hay a mi juicio mayor placer ni mayor honra espiritual que ser maestro". Nosotros podríamos añadir salvo el del discípulo que se encuentra con un auténtico maestro.
La Universidad ha girado y gira en torno a los maestros. Viven lo que enseñan y enseñan lo que viven. No es el método ni la técnica quien hace bueno al maestro sino al revés: el buen maestro categoriza, eleva, ennoblece los métodos.
De mis años de Arequipa, entre los maestros de la universidad arequipeña, cabe mencionar al Deán Valdivia, el primer rector electo de la UNSA, quien incursionó de forma enciclopédicas en casi todas las ramas del saber (medicina, derecho, filosofía, teología, química, historia...). De él puede decirse lo que figura en una inscripción a la entrada de la Universidad de Oxford: "Aquí, en Oxford, todo es Universidad". En el Doctor Valdivia todo es sabiduría de maestro universitario; su afán por buscar la verdad, su celo por comunicarla, su pasión por convertirla en útil sillar del cimiento de la justa y solidaria sociedad que anhela construir. Se dio del todo a través de sus libros, tratados, artículos y, sobre todo, de sus discípulos. Del maestro de los filósofos por antonomasia, Sócrates, que como se sabe no escribió ningún libro, se llegó a decir que sus mejores obras fueron sus discípulos; ahí está Platón para asegurarlo. De nuestro citado maestro, Juan Gualberto Valdivia, no he encontrado mejor reconocimiento que el formulado por uno de los más destacados historiadores arequipeños, Francisco Mostajo:
"Pedagogo de sí mismo, fuelo también de la juventud confiada a su cuidado, y para diademar su nombre de maestro bastan los de algunos de su más esclarecida discípula: Manuel Toribio Ureta, José Ciriaco Hurtado, José María Químper, José Simeón Tejada y Francisco García Calderón".
Claro que esta relación estrecha entre el alumno y el maestro no se improvisan. Requiere una dedicación mutua, limpia y desinteresada. Lo mismo que la auténtica paternidad o maternidad no se reduce a la vinculación carnal, sino que se cultiva con el trato, la aceptación, el afecto..., el título de maestro se consigue por la autoridad profesional y moral, así como el de discípulo se gana por la docilidad creativa. El mayor gozo del maestro es descubrir un discípulo, potenciándolo al máximo de sus posibilidades, logrando que le supere.
9) Trascendente:
El profesor Carlos Díaz recuerda cómo Tomás Moro pone en los habitantes de Utopía, entre quienes se cultiva la tolerancia y el pluralismo religioso, la exigencia de tres verdades: la inmortalidad del alma, la existencia de Dios y la sanción en el más allá con premios y castigos, desconfiando de este modo de que el ateo tenga la moral suficiente como para cumplir las leyes civiles, estando más bien, por el contrario, dispuesto a quebrantarlas si ello le reporta algún beneficio, como más tarde Dostoievski: si Dios no existiera, todo estaría permitido.
El mismo Kant, tras fundar una ética autónoma, añade que cree razonable esperar en el allende la sanción correspondiente a nuestras acciones, esperanza que postula a su vez que Dios exista, que nuestra alma sea inmortal y que habrá sanciones para los malos.
En similar línea se movía Horkheimer, al menos en lo referente a la idea de que la mente del hombre no puede soportar la idea de que el criminal triunfe para siempre sobre su víctima, demandando un más allá en que las injusticias perpetradas reciban su pena y las padecidas su compensación
Más humano será quien más se deje interpelar por el mayor amor. Cuando Sartre afirma que si Dios existe el hombre es esclavo, o cuando Marx dice que "un hombre que vive por la gracia del otro se considerará un ser dependiente; y yo vivo completamente por la gracia de otro cuando no sólo le debo el mantenimiento de mi vida, sino además cuando él ha creado mi vida" (Marx-Engels Gesammelte Ausgabe. Ed. Mega l, 3, Berlín 1967, p. 124) tanto Sartre como Marx confunden dependencia con esclavitud. Para el creyente, sin embargo, saberse en las manos de Dios supone la máxima carga de libertad (Vidal, M: La fundamentación de la ética teológica como respuesta al reto de la modernidad. Revista Moralia, Madrid 1981, p. 438)
10. Responsable.
Nos encontramos a un año del Bicentenario. Se habla de la corrupción en el Perú. ¿Es normal que sus presidentes acaben presos o vivan en un clima de sospecha? ¿Es normal la pregunta del personaje de M. Vargas Llosa, cuándo se malogró el Perú? ¿Cómo reaccionamos ante el suicidio de uno de nuestros líderes más carismáticos en la política –Dr. Alan García- o el mentor de la bella utopía del Perú de todas las sangres –J.M. Arguedas?
Uno de los filósofos clave de la modernidad, Hegel, resumía todo el sentido de su saber en el lema: "Pensar el propio tiempo". Nuestra misión es escudriñar los signos de los tiempos; a nosotros nos ha tocado vivir un kairós, un tiempo oportuno, propicio, no es el fin de la historia como dice Fukuyama, es un tiempo de impasse histórico.
G. Villapalos, ex-rector de la Universidad Complutense de Madrid y A. López Quintás, catedrático de Estética, acaban de publicar un libro muy interesante, El libro de los valores (Planeta, Barcelona 1996) en el que incluyen este cuento, a la vez simpático y sugerente: "Éste es un cuento sobre Gente llamados Todos, Alguien, Cualquiera y Nadie. Había que hacer un trabajo importante y Todos estaban seguros de que Alguien lo iba a hacer. Cualquiera lo podría haber hecho, pero Nadie lo hizo. Alguien se enojó por esto, porque era el trabajo de Todos. Cada uno pensó que Cualquiera lo podía hacer, pero Nadie se enteró de que Todos no lo iban a hacer. Todos culparon a Alguien, cuando Nadie hizo lo que Cualquiera podría haber hecho".
Ser responsable es responder a la llamada de los valores que piden ser realizados y, además, responder de las consecuencias de tal respuesta.
Es la prueba y la consecuencia más palpable de que existe la libertad, la auténtica libertad interior que se conquista, la que nos permite responder de nuestros actos, de nuestras decisiones y, también, de nuestras omisiones.
El universitario debe responder de sí mismo, de cómo aprovecha el tiempo, de cómo usa sus talentos, los recursos que le proporciona la sociedad en general y su familia y su universidad en particular. El estudiante universitario de hoy debe acostumbrarse a rendir cuentas de su rol como estudiante, para poder rendir cuentas el día de mañana como profesional.
El universitario es responsable de su presente, pero también de su futuro. Cuentan del general Wellington que cuando acudía a su academia militar cercana a Londres, solía repetir: "Aquí derroté a Napoleón", y, efectivamente la victoria de Waterloo se debió a su seria preparación militar académica. El buen o mal abogado, médico o periodista, ingeniero o educador, se fraguan en el aprovechamiento del tiempo de la Universidad. Dice un refrán: "Lo que Pepito no aprendió, Pepe no aprende".
El universitario es responsable de los demás, del ambiente que crea o deja de crear, del despilfarro social que puede ocasionar, de su colaboración a una sociedad más justa y solidaria. Cuando alguien se eleva, eleva el mundo.
El universitario es responsable de la época histórica en que vive. Si la historia es el rescoldo presente de un pasado, el universitario, con todo el futuro por delante, está haciendo historia en cuanto que colabora a construir un mañana desde el hoy.
Otra forma de ser responsable es asumir los errores, las incoherencias entre el pensar y el obrar. Hoy como ayer vemos con mayor facilidad la mota en el ojo ajeno y no vemos el palo que llevamos en el nuestro. Es más fácil decir: "Por tu culpa" que "por mi culpa".
Si queremos vivir la responsabilidad hemos de practicar unos deberes concretos:
1. Cumplir ejemplarmente los deberes como persona y como estudiante.
2. Contribuir, en la medida de sus posibilidades, al progreso de los valores tales como el respeto, la justicia y la paz ente los hombres.
3. Buscar sincera y apasionadamente la Verdad desde su campo.
4. No justificarnos cuando cometamos errores; hay que asumirlos y repararlos.
5. Dejar su universidad mejor de como se la encontró.
El universitario es un privilegiado social, ya que los demás están invirtiendo en él y, por tanto, la sociedad tiene derecho de exigirle no sólo un cumplimiento de sus deberes estudiantiles, sino la excelencia en sus tareas diarias. Aquí también debe cumplir la frase evangélica: "A quien mucho se le dio, mucho se le exigirá".
Cuentan que un anciano de 82 años estaba plantando un melocotonero ante la oposición de sus familiares:
- Si van a pasar varios años sin que puedas saborear su fruto, y probablemente ya se haya muerto.
. Sí, es verdad. Pero he pasado 82 años de mi vida comiendo melocotones gracias a que alguien lo plantó.
Dos peruanos de excepción, J.C. Mariátegui y V.A. Belaunde, enfrentados ideológicamente, pero con respetuosa amistad en "Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana" y "La Realidad Nacional", sendos admiradores de Unamuno, llegarán, por caminos diversos, a la misma feliz conclusión: si Perú quiere salir adelante, debe ser él mismo, sin postizos gregarismos; de ahí las expresiones acuñadas de "peruanicemos Perú" (J.C. Mariátegui) y "Peruanidad: Síntesis viviente del Perú integral".
V. ALGUNOS DETALLES CONCRETOS:
10 claves de la educación del futuro en la Cumbre Mundial sobre Innovación en la Educación la famosa WISE Summit 2017 (www.wise-qatar.org/summit) que ha reunido una vez más a los mayores expertos en enseñanza del mundo entero y que han dejado claro que ni la postmodernidad ni la capacidad de adaptarse o de innovar van a ser más importantes en las nuevas generaciones que habilidades clásicas como saber leer y entender lo que se lee, tener certezas firmes y valores éticos, reglas bien delimitadas y disciplina. Lo clásico sigue siendo lo eficaz, y en el siglo XXI, más global y tecnológico que nunca, se verá claramente
1. EL ASOMBRO. Platón dijo que el fin de la educación era «enseñar a desear lo deseable». El buen educador potencia la curiosidad y el asombro. Pero los críos de ahora viven estresados con sus tareas y sus extraescolares. «Los niños empiezan la escuela deseando aprender y acaban pensando sólo en aprobar», expresa Carmen Pellicer, presidenta de la Fundación Trilema. «Disfrutar del aprendizaje es fundamental. Educar no es cuestión de estrategia, sino de cariño. Frente a la presión academicista de los ránkings, del informe PISA y de las competencias, necesitamos una educación emocional, de aprender a ser persona». Hay que relajarse, volver a la naturaleza y vivir la experiencia de lo real.
2. LA LEARNABILITY. Ya no vale con ser inteligente. Ni siquiera basta sólo con tener talento, que es la forma de gestionar la inteligencia. La palabra de moda es learnability, «el deseo y la habilidad de aprender rápida y eficazmente». Es una herramienta clave para los jóvenes, que en su vida laboral tendrán que reciclarse entre 10 y 14 veces. El aprendizaje dura ahora toda la vida. El futuro no será de los más listos, sino de los que tengan más ganas de aprender y mantengan más tiempo ese deseo. La persistencia, el esfuerzo y el carácter son los valores del siglo XXI.
3. LA ÉTICA. La única cosa que tienen clara los distintos partidos políticos que negocian el Pacto de Estado por la Educación es que hay que poner más educación cívica en la nueva ley. Cada vez va a ser más importante enseñar en el respeto al diferente, porque cada vez hay más migraciones y más diversidad. Se ha puesto de moda en los colegios el aprendizaje-servicio, algo parecido a lo que antes se llamaba trabajo social.
4. EL CONOCIMIENTO. Existe un creciente interés en el mundo educativo por que los niños aprendan conocimientos concretos. Aunque ahora se está poniendo mucho énfasis en la educación orientada para el mercado laboral, en el futuro veremos el regreso de la Historia, de la Geografía y de la Literatura. Si tenemos conocimientos concretos, podemos entender mejor lo que está pasando y estar más preparados. Los niños tienen que saber de dónde vienen y conocer el contexto.
5. LOS LÍMITES. «Disciplinar no es solamente poner límites, es, sobre todo, educar en la conciencia del respeto al valor terapéutico de los límites», hay padres que piensan que el "no" es una especie de virus con un poder traumatizante. Las reglas son muy importantes como parte de la educación. Los jóvenes no pueden ser completamente libres, deben estar enmarcados dentro de una cierta estructura». No hace falta ser unos padres autoritarios, pero sí poner reglas, educar en los hábitos y en el rigor y conseguir que se cumplan. Los límites dan seguridad en la incertidumbre.
6. LA RESILIENCIA. La resiliencia es la capacidad del ser humano para adaptarse positivamente a situaciones adversas. El mundo postmoderno está obsesionado con el éxito y no enseña a los niños a caerse y levantarse. No hay nada malo en la frustración, pero los padres tienen miedo a asumir que sus hijos fallarán. Fallar muestra cómo eres en realidad; hay inconvenientes de querer alcanzar la perfección a toda costa. «Muchos problemas vienen porque los niños tienen miedo a defraudar a sus padres. Hay que ser compasivo y amable con uno mismo», Un fracaso a tiempo es un triunfo; por ejemplo, una mala nota puesta a principio de curso ayuda a mejorar.
7. LAS TIC. La tecnología sirve para individualizar los programas educativos». Nadie discute los beneficios de las nuevas tecnologías; ahora bien, los alumnos deben aprender a distinguir lo esencial de lo irrelevante.
8. LA ALFABETIZACIÓN MEDIÁTICA. Se ve la necesidad de que en los colegios se deberían impartir herramientas de lo que se denomina alfabetización mediática (media literacy) para que los alumnos aprendan a detectar las noticias falsas. ¡Falacias!
9. LA LECTURA. La lectura es importante, y cualquier lectura es mejor que no leer, sean cómics, revistas o novelas online. Además de sus ventajas cognitivas (refuerza la ortografía y la comprensión lectora), lo mejor de la lectura es que nos enseña a estar solos, nos permite viajar a otros lugares y vivir otras vidas y nos ayuda a entender el mundo.
10. APRENDER A ESCUCHAR. Enseñar a argumentar es importante, pero mucho más es enseñar a escuchar. Es fundamental enseñar en el arte de no estar de acuerdo, porque, en la era de Twitter, la gente discrepa sin tratar siquiera de entender al otro.
Dos modelos: Mogrovejo, Martínez Compañón, pasión por el Perú, estudiándolo, visitándolo, difundiéndolo, forjándolo.
No digas nunca "imposible", di "no lo he hecho todavía". Y Jesús, el Maestro, Verdad, Camino y Vida: "Para Dios no hay nada imposible". Gracias, amigos, "Sí, se puede".