DON TOMÁS GARCÍA DE LA SANTA CASANUEVA (Almodóvar del Campo (Ciudad Real) 1913. Valladolid 2007)
Acabo de encontrar esta entrañable foto de Don Tomás y quiero compartirla para hacer memoria de un hombre bueno, responsable a carta cabal, un santo de nuestro tiempo. La última vez que lo vi estaba en una Residencia de Ancianos, "esperando" la llamada definitiva del Señor para la vida eterna, con gozo sereno, con la plenitud de haber vivido plenamente. Siempre llevó en el alma el cariño por su esposa, sus hijos, sus nietos, también por sus antepasados; uno de estos días expondré en la Universidad de San Marcos la trayectoria de su antepasado José García de Santiago, el coronel edecán de J.M. Goyeneche que derrotó a Paillardelle en Tacna, 1813. Recuerdo el afecto que le guarda el filósofo Carlos Díaz, uno de sus cientos de alumnos que valora su profesionalidad exigente y paternal. Con qué orgullo se manifestaba antiguo alumno salesiano y cómo aprovechaba las publicaciones salesianas para dar cuenta de su fe y aglutinar a sus compañeros. Nos dejó publicadas varias obras de ensayo sobre la vida cotidiana de los campesinos en tiempos de Cervantes, traducciones, cientos de artículos que tienen que ver con Dios y el hombre, la iglesia y el mundo, la fe y la vida, el desarrollo solidario, no en vano fue fundador y presidente de DESOD, alentando cuanta iniciativa se diese para unir a los católicos y que tuviesen una presencia corporativa, eficaz en la sociedad. Le recuerdo como conversador lleno de vida y buen humor, al lado del cual siempre se aprendía a ser mejor y a compartir la fe con los demás. La imagen más cercana es escucharle su meditación de los salmos, su intimidad con Cristo, su salmodia callada. No sé si alguien de los institutos en los que enseñó tendrá la iniciativa de dedicar un aula, un centro, una calle, especialmente en La Mancha, Valladolid. Pero yo siempre le llevaré en mi corazón. Dios quiera que encontremos sus múltiples apuntes, sus innumerables cartas al periódico, y podamos recoger lo que bullía en su corazón transformado en poética prosa. Amigo, Don Tomás, ¡hasta el Cielo!
http://frayandres75aniversario.blogspot.com/2007/03/antiguos-profesores-del-instituto-toms.html
Hace pocas semanas nos llegó la triste noticia de la muerte de Tomás García de la Santa Casanueva, catedrático de Latín que ejerció en el Instituto Fray Andrés y que fue director del mismo entre los años 1956 y 1965. Nació en Almodóvar del Campo (Ciudad Real) el 23 de abril de 1913. Licenciado en Letras, sección Filología Clásica, por la Universidad de Madrid, llegó al Instituto de Puertollano en el curso 1942-43 (su toma de posesión está fechada el 30 de octubre de 1942) y desde entonces ocupó plazas de las asignaturas de Filosofía, Lengua y Literatura, Latín y Griego. Tan sólo estuvo ausente del Instituto de Puertollano durante los cursos 1945-47, en Pontevedra, y 1954-55, en Valdepeñas. Fue Jefe de Estudios desde el curso 1947-48 al 49-50. En 1954 obtuvo la cátedra de Latín. Fue Delegado de Educación del Movimiento y Director del Aula de Cultura en Puertollano desde 1953 hasta 1955. Con fecha 2 de octubre de 1956 fue nombrado Director del Instituto Fray Andrés, cargo que desempeñó hasta 1965. Fue miembro de la Junta provincial de Formación Profesional Industrial, representando a la Diputación Provincial, a la que perteneció desde marzo de 1955 a 1961 por elección de los Organismos Culturales y profesionales de la provincia, presidiendo en ella la Comisión de Educación y la Ejecutiva del Centro Coordinador de Bibliotecas.
En noviembre de 1964 se crea una comisión del Claustro de profesores para organizar un homenaje en su honor, con motivo de un próximo traslado, "por la gran competencia y máxima dedicación abnegada con que ha dirigido este centro durante nueve años y por haber conseguido el actual florecimiento cultural y profesional de que goza nuestro Instituto".
Es autor de una edición, con introducción y notas, de Fuenteovejuna de Lope de Vega, publicada por la editorial Ebro en su colección "Clásicos Ebro" (Zaragoza, 1960). También publicó diversos trabajos de carácter arqueológico en Revista de Archivos, Boletín de la Dirección de Archivos y Bibliotecas y en la prensa provincial. Elaboró la Memoria histórico-artística sobre la Iglesia Parroquial de Almodóvar del Campo para su declaración como Monumento Nacional, que se publicó resumida en la Revista de la Sociedad de Amigos del Arte en 1958. En los años 50 comunicó a la Comisaría de Excavaciones el hallazgo de una ciudad romana en La Bienvenida, que ya entonces identificó con Sisapo, y realizó algunas exploraciones arqueológicas en la zona de la necrópolis.