AREQUIPA EN EL PROCESO AMERICANO DE INDEPENDENCIA (nota publicada en EL PUEBLO, Arequipa en 1998)
José Antonio Benito
1998 fue el año de Juan Pablo Viscardo y Guzmán. El Congreso de la República de Perú creó una Comisión Nacional, presidida por el gran arequipeño Javier de Belaúnde y Ruiz de Somocurcio, encaminada a rescatar la memoria y destacar la palpitante actualidad de este egregio arequipeño, nacido en Pampacolca hace 250 años.
Además de su célebre "Carta a los españoles americanos", hay que analizar todos sus escritos como los publicados por el profesor Merle E. Simmons de la Universidad de Bloomington, Indiana; uno de ellos "Proyecto para la Independencia de América Española" evidencia la importancia de estrategia geopolítica concedida por Viscardo a Arequipa, ya que se le ofrecía como clave operacional para la eclosión de la gesta emancipadora. El Dr. Eusebio Quiroz Paz-Soldán en su brillante discurso de orden del pasado viernes 26 de junio, Sala de Fundadores de la UNSA, emplazó a toda la comunidad agustiniana y arequipeña en general a desplegar toda una empresa encaminada a investigar, estudiar, difundir la obra de Viscardo.
Nuestra ciudad-caudillo de Arequipa, no solamente tuvo un protagonismo singular en la génesis del Estado Peruano, sino que jugó un papel relevante en todo el proceso de la emancipación americana. Así se observa en el concienzudo estudio del Dr. Demetrio Ramos Pérez, veterano profesor, maestro de americanistas, en su trabajo titulado España en la independencia de América (MAPFRE, Madrid 1996). Me limito a entresacar unas escuetas notas sobre el papel jugado por Arequipa en el proceso general de la independencia americana en la enjundiosa obra del patriarca del americanismo hispano, de quien tuve el honor de aprender numerosas enseñanzas desde su cátedra de Historia de la Emancipación Americana en la Universidad de Valladolid. A pesar de su avanzada edad y numerosos achaques, sigue realizando una fecunda labor investigadora y de conferenciante, al tiempo que continúa como presidente honorario de la Asociación Española de Americanistas.
Señala como primer fenómeno de este largo proceso independentista, el que tuvo lugar "a comienzos de 1780 en Arequipa, que pronto se extendió a Cuzco, a Huailas y Tarma, frente al establecimiento de una aduana en esta ciudad, que fue asaltada por la multiud lo que obligó al envío de fuerza militar" (p.75).
Al producirse el Motín de Aranjuez en 1804, en Madrid, llegó su noticia a todo Perú vía Arequipa, junto con el manifiesto de Sevilla y el escrito de Goyeneche en el que daba cuenta de que ser comisionado al Perú por la Junta Central (p.138).
La noticia de la llegada del Rey Fernando VII a Madrid fue capaz de galvanizar los pesimismos que se habían propagado en Lima ante los progresos de la sublevación de M. Pumacahua y los Hermanos Angulo, "sobre todo al haber podido extenderse desde el Cuzco a Arequipa y Moquegua, pues con ello además quedaba cortada toda comunicación con el ejército de Pezuela" (p.391)
Tras el desastre de Chacabuco y la desbordada subsiguiente, Pezuela, que recibió a los fugitivos, preparó el envío de tropas de a Talcahuano y el bloqueo de la costa chilena para que los enemigos no intentasen alguna expedidón sobre Arica u otro puerto de la costa de Arequipa (p.464)
Tras el triunfo de San Martín en Maipú y la destrucción del ejército de Osorio, se prevenía la acumulación de fuerza en el área de Arequipa por temerse que intentara el desembarco (p.467)
El Virrey Pezuela da noticia de la llegada el 25 de octubre del transporte "Especulación" por el que supo las unidades del convoy y Pezuela estaba obsesionado con la inmediata salida de San Martín para invadir el Perú y dedicar por ello a la acumulación de tropas en Arequipa para impedirlo (p.525)
Se habla también de la conspiración del coronel Lavín en Arequipa.
Por último se señala otro apunte arequipeño. En el Cuzco se había reunido una junta de militares y civiles, de acuerdo con la Real Audiencia, determinando nombrar virrey al mariscal más antiguo, residente en Arequipa, Pío Tristán.
La Serna tomó pasaporte para España y se puso en camino de Arequipa para buscar los barcos de la escuadra de Guruceta, por lo que se fue hasta Quilca.
Ojalá la lectura de estas notas sueltas, les animen a leer la obra completa del Dr. Ramos, fruto de muchos años de paciente documentación y que en la plenitud de sus 80 años ofrece a los estudiosos de nuestra gran patria americana.