Después de entrevistar a Luis Enrique Ascoy y de invitar a cientos de jóvenes a su concierto por los 25 años de vida musical. Además, me regaló dos entradas para asistir. No me quedaba otra... La verdad es que siempre había deseado asistir a sus conciertos pero no se había dado. Ciertamente le había escuchado en momentos puntuales como el congreso de animadores de Catequesis Familiar, en TV, en radio...pero podría afirmar que “yo nunca estuve allí”. Este 8 de noviembre, por fin, pude estar en el coliseo salesiano. A pesar de los pesares, mala fecha (muchas actividades), se colmó el auditorio. Martín Portugal, ganador mundial del festival de la canción mariana en el 2006, y el grupo Metanoia de Argentina fueron animando y calentando el ambiente.
Yo aproveché para comprar y leer el nuevo cancionero con las letras, acordes y vivencias de las 25 mejores canciones; para saludar a mis alumnos de la UCSS, a jóvenes de parroquias, de grupos...colegas de la Universidad, el director de Radio María, y tantos amigos. Claro que lo importante fue meterme en Dios a través del mágico mundo de la canción.
Cuando le tocó el turno a Luis Enrique la verdad es que lo sentí como un torrente de vida que electrizó a todos. Nos brindó lo mejor de su música, nos compartió las gracias recibidas del Señor y se dio del todo como un apóstol, un misionero del Señor.
Entre las sorpresas que se le brindaron, estuvieron los testimonios en video de los mejores cantantes católicos del mundo, de sus familiares, así como las cartas de nuestros obispos como Monseñor Hugo Garaycoa o el Cardenal Juan Luis Cipriani. Sí, se sintió la Iglesia, la única, cabeza y pueblo, la gran familia.
Pero lo mejor fue el testimonio de su vida en familia, su enamoramiento, su noviazgo (kilómetro 0=sin relaciones), su matrimonio, sus hijos. Lida –su esposa- contó algo precioso: “Yo le pedía al Señor que mi enamorado amase a Dios sobre todas las cosas; cuando lo descubrí en Enrique, vi la respuesta”.
Y la guinda fue la canción de sus hijos Luis Enrique (Jr) y María Belén. Se titula “Otra vez” y a todos nos hizo cosquillas en el alma y un nudo en la garganta. Narra la historia de una familia en música-misión, sus ilusiones, gozos, pero también sus luchas, sus penas... Otra vez recogiendo las maletas, las partituras para alejarse...Otra vez sin su presencia...OTRA VEZ.
Gracias, amigo Luis Enrique, gracias Lida, gracias Luis Enrique junior, gracias María Belén. Gracias grupo TENAX , gracias Iglesia de Lima, gracias Señor, gracias Santa María por este jubileo. Que llegue a todo el Perú...y que no se detenga, porque todos esperamos OTRA VEZ.
