Melecio Tineo Morón Catálogo de la serie de las visitas pastorales del Archivo del Obispado de Huacho (1613-2003) Diócesis de Huacho, Fondo Editorial de la Universidad Católica Sedes Sapientiae, Lima 2009, 156 pp
La tercera semana de enero del 2009, el Archivo diocesano de Huacho y el Centro del Patrimonio Cultural (CEPAC) de la UCSS organizamos un seminario práctico para formar archiveros al hilo de la organización práctica del archivo diocesano de Huacho. La actividad contó con profesionales de primer nivel como la doctora Aida Mendoza o el doctor Mario Cárdenas, Guillermo Núñez, directores del AGN (Archivo General de la Nación) y docentes en la Escuela de Archiveros. Como historiadores estuvimos el Dr. Raúl Adanaqué de San Marcos y un servidor. Les comparto algunos textos de mi charla inicial. Todas las tardes los más de 60 participantes dedicaron unas cuatro horas a trabajar en el archivo al ritmo marcado por su director Melecio Tineo.
Como toda célula viviente que inicia su historia lo que prima es la acción; casi nunca hay tiempo para la contemplación ni menos para la colección Así, a pesar de ser creada la diócesis un 15 de mayo de 1958, hasta febrero del 2005 apenas se hizo nada para organizar su documentación; sin embargo, por decreto del nuevo y actual obispo 05-500/H fue creado el 28 de marzo del 2005, desde el mes de julio del 2007 el ARCHIVO tiene esta nueva sede en el tercer piso de la Casa Episcopal de Huacho.
Uno de los primeros frutos fue la publicación de la obra Diócesis de Huacho: Una Iglesia joven con una rica historia. 50 años de servicio pastoral Obispado de Huacho, (Huacho, 2008, 440 pp)- en la que el propio archivero don Melecio Tineo nos adelanta ya un detallado inventario de su fondo documental. De igual manera lo hace Filomeno Zubieta con su artículo “Las Visitas Pastorales siglos XVI-XX” basado en los legajos de la serie “Cusas de visitas Pastorales” y los libros parroquiales. Se da cuenta de la visita de Santo Toribio, la de Lobo Guerrero, las visitas contra las idolatrarías de 1613 en compañía de José de Avendaño, en 1628 llega el arzobispo don Gonzalo de Campo. En 1634, lo hace Fernando Arias de Ugarte, Villagómez en 1640 y 1642, 1646 y 1647. Durante el siglo XVIII destacan la visita del Dr. Francisco de Cisneros, auxiliar de Lima, en 1704-1705; Antonio de Zuloaga en 1719, Dr. Juan de Oyarzábal fungiendo como visitador general de Cajatambo, Pedro Morcillo y Rubio en 1725; Dr,. Carlos Priego, en 1769; Diego Antonio de Parada en 1770, Jose de León en 1774, Juan Domingo González de la Reguera en 1782; Juan Domingo Cristóbal Limay en 1783. Durante el siglo XIX emprenden la visita José Manuel Pasquel, José María Carpenter. Ya en el siglo XX destacan las de Pedro Pascual Farfán, Buenaventura Uriarte, Farfán, Vitaliano Barrón, J.G. Guevara, Dr. Mariano Jacinto, Fray Raymundo Font, destacando la presencia del siervo de Dios Monseñor Lissón y del gran arzobispo el único hijo de esta diócesis (pueblo de Sayán) ungido como arzobispo de Lima, Dr. Manuel Tovar. Además La última de las realizadas antes de crearse la diócesis de Huacho, fue la de S.E. Cardenal Landázuri, acompañada de la del primero Monseñor Nemesio Rivera Meza, Mons. Lorenzo León Alvarado
El presente catálogo presenta auténticas joyas documentales como el de”El P. Juan Bendrel de Salazar solicita un coadjutor por estar enfermo y anciano, en mérito de haber adoctrinado muy poco el número de indios tributarios; en ambas doctrinas hay 350 indios; aplicando las ordenanzas del virrey Toledo y Fernando de Guzmán, provisor y vicario general del Arzobispapdo” (I-4) o el de “Autos y memorias de los adoratorios e ídolos que se hallaron en este beneficio de Barranca y Supe, en la visita general de la idolatría hecha por el dicho visitador licenciado Felipe Molina” (I-26)
El detallado índice onomástico –tan práctico- y la cuidada edición, constituyen una ayuda extraordinaria para poder estudiar la historia total, la vida cotidiana de la arquidiócesis de Lima. Podemos constatar en la práctica, la reglamentación dada para los visitadores eclesiásticos por Felipe II en 1595:que los visitadores no soliciten a los fieles los llamados camaricos o regalos, tampoco alimentos, debía acompañarse con el menor número de gente disponible, llevar lo mínimo de carruaje y bagajes; detenerse en los pueblos apenas el tiempo exacto para no causar costas ni molestias y qué los virreyes y audiencias los amparen y den las provisiones necesarias. "los visitadores eclesiásticos no lleven á los legos aprovechamiento ilícito, camaricos, comidas, ni procuraciones, en especie, ni en dinero, pues conformé a derecho, no tienen obligación de pagarlos, y especialmente los indios, y procuren llevar la menos gente, bagaje y carruaje, que sea posible, deteniéndose en los pueblos el tiempo que fuere preciso, para que no causen costa, ni molestia; y a los curas y eclesiásticos no lleven más de los permitido por derecho, y santo Concilio de Trento..." (Recop. 1973. L.1.T.VII. f.35).
Las visitas –lo hemos podido comprobar en el caso de Santo Toribio Mogrovejo- servirán al prelado para mantener un contacto directo con los sacerdotes y sus fieles; a nosotros nos aporta valiosísimos datos para una radiografía del Perú: censos de población, tipos de cultivos y ganados, condición y calidad de los doctrineros, comportamiento de los corregidores, trato recibido por los indios, situación y distancia de los caminos, condiciones meteorológicas, menú de los acompañantes del obispo, estudio etnográfico, estado del proceso evangelizador...
El bajo costo -10 soles- de esta primicia dice mucho del esfuerzo del obispado de Huacho en difundir el rico tesoro de su archivo.
Se presentará el miércoles 17 de febrero en el marco del SEMINARIO DE CAPACITACIÓN ARCHIVÍSTICA PARA EL PERSONAL DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA Y LOS ARCHIVOS DIOCESANOS DEL PERÚ, en el Salón Principal de la Conferencia Episcopal Peruana a las 6 de la tarde.