LA IGLESIA CATÓLICA ANTE LA INDEPENDENCIA DE LA AMÉRICA ESPAÑOLA
Tal fue el título de congreso internacional de investigación histórica, celebrado en el Vaticano, del 19 al 22 de abril, organizado por la Universidad Europea de Roma y el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y que ha contado con 60 expertos de Italia, España y casi todos los países de Hispanoamérica. Entre ellos, figuran varios rectores de Universidad, embajadores y especialistas en el tema. Sus áreas de competencia son la Historia, la Sociología, la Literatura, el Derecho, la Filosofía y la Teología. El Congreso constó de cuatro mesas redondas para historiadores expertos, conferencias públicas, la publicación de un libro con los trabajos redacten los historiadores, así como diversas actividades culturales y sociales, entre la que destacó la participación en la Audiencia Papal.
La ocasión vino dada por el bicentenario del inicio de los movimientos de independencia en la América hispana y ha contado con el patrocinio del Consejo Pontificio de la Cultura y la Pontificia Comisión para América Latina, además del Comune de Roma y la colaboración de las embajadas ante la Santa Sede de España, México y Venezuela, del Instituto Italo-Latino Americano, del Consiglio Nazionale delle Ricerche (Consejo Nacional para las Investigaciones), el Forum Hispanoamericano Francisco de Vitoria y otros institutos de estudio, así como con el apoyo de Telefónica y varios particulares.
LA OPCIÓN POLÍTICA Y EL DISCERNIMIENTO MORAL
Comenzó todo en Domus Santa Marta Vaticano con los saludos de los Rectores de las universidades organizadoras. El discurso inaugural corrió a cargo del Cardenal Giovanni Battista Re, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, quien dio la bienvenida a todos los participantes, animándoles a averiguar la verdad por partida doble: en la presencia de la Iglesia institucional en el proceso y en la realidad de los próceres y primeros legisladores –católicos- con motivaciones políticas y sociales –no religiosas en muchos casos.
La primera conferencia la pronunció el Rvdo. P. Bernard Ardura, Presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, con el título: “Scelta politica e discernimento morale” (La opción política y el discernimiento moral). Partió de la contundente afirmación de los obispos en Aparecida sobre “el don de la tradición católica es un cimiento fundamental de identidad, originalidad y unidad de América Latina” (n.8). Recordó cómo en los albores del siglo XIX “en un contexto de fe cristiana ampliamente comprometida se presenta por tanto la cuestión de la independencia, o sea un pregunta que es fundamentalmente una opción política: conservar una dependencia política respecto del Rey y de España o auto gobernarse como estado independiente y soberano” La Iglesia no está ligada a ningún sistema político. Lo que sí es esencia el “el origen divino de la autoridad” lo cual “explica la reticencia de la Santa Sede a aprobar, sin tomar la propia distancia, los cambios de regímenes. Bien es verdad que el magisterio pontificio, hasta Gregorio XVI apoya las tesis legítimas y la causa de la monarquía. Sin embargo, el P. Pedro de Leturia descubrió en la posición de la Santa Sede un intento de neutralidad política entre 1822 y 1827. Siguiendo al P. Suárez y la Escolástica para la Iglesia la diversidad de regímenes políticos se admite con tal que concurran al bien legítimo de las personas y de las sociedades humanas que los adoptan. Entra en juego, por tanto, la dimensión moral de las opciones políticas. La conquista de la independencia abre un largo contencioso en el marco de las relaciones entre la Corona Española y la Santa Sede encuadradas en el ámbito del Regio Patronato. Lógicamente, la Corona española quiere usarlo en su favor, sin embargo para el Papa León XII el patronato es un derecho de origen espiritual, una concesión libre y soberana del pontífice, y por lo tanto no se transfiere utomáticamente. A la hora de examinar la actitud de la Iglesia ante la independencia, además de reconocer que la autoridad viene de Dios, reconoce que “las formas de los regímenes políticos vienen adoptadas por los ciudadanos por medio de su libre decisión”. De otro lado, la Iglesia y la comunidad política son independientes y autónomas. La Iglesia tiene la doble necesidad de desempeñar fielmente su misión y abstenerse de sustituir a las instancias políticas. El dilema entre independencia y dependencia vino con la crisis de 1808, cuando Napoleón logró la renuncia al trono del Rey de España en beneficio de José. “La independencia comportaba un aspecto moral por la ruptura de un vínculo de fidelidad por el juramento de fidelidad al Rey, “realidad de hondo significado religioso y cultural”. Por último, debe notarse que la fe nos hace conscientes de concebir la independencia política y al mismo tiempo el de la unidad del género humano en Cristo.
EL ROL DE LA SANTA SEDE: PRUDENCIA O LENTITUD
La Mesa 1 “La Santa Sede y la independencia de las naciones hispanoamericanas”, fue introducida por Don Miguel Ángel Reyes, Responsable para América Latina del Pontificio Consejo de la Cultura. Partió del concepto de patria y distinguió entre historia e historiografía, señaló la necesidad de lograr una identidad propia. Señaló seis claves para interpretar la Independencia y ver su retraso desde el punto de vista de la Santa Sede: La presión española, la tradición regalista en América y su desconfianza hacia Roma; reservas del liberalismo iluminista hasta el Papado, la inestabilidad política de los nuevos Estados que impedía tener un interlocutor claro, la coyuntura eclesial universal tras el imperio de Napoleón, el contexto internacional de la Restauración monárquica.
Por último se refirió a la puesta en marcha de la elaboración de un “Diccionario cultural de Historia de la Iglesia de Hispanoamérica”; tal actividad fue motivada por la presencia del P. Fidel González Fernández, responsable de la tarea.
Presentaron comunicaciones los profesores Luca Carboni “Nuove fonti rese disponibili agli studiosi di storia latinoamericana” en el Archivo Secreto del Vaticano, Oscar Sanguinetti “Pio VII e Napoleone “L`aziones di política internzionale della Santa Sede da Pio VII a Gregorio XVI e la situaciones negli Stati dell´America Centrale e Meridionale” , el P. Fidel Quiroz “El papado y la reconstrucción de la Iglesia europea del periodo napoleónico a la restauración, 1800-1830”, Massimiliano Valente, Dott. Salvatore Bonventre “I movimenti d´indipendenz ispano-americani nelle pagine dei periodici romani ´Il Diario di Roma´e le ´Notizie del giorno”, José de Jesús Hernández y Macello Carmagnani “La Santa Sede y la independencia de las naciones hispanoamericanas. Un proceso de legitimidad, afinidades y conflictos”, Francisco José Gómez Ortiz con Humberto Grimaldo Durán “Relaciones entre la Iglesia y el Estado en Colombia”, Fernando Jesús de Lasala “Las relaciones entre la Santa Sede y las diversas naciones hispanoamericanas independientes durante la primera mitad del siglo XX. Problemas y soluciones”, Fernando Valle “Iglesia, Estado e independencia: Repensando la historiografía en torno a los procesos independentistas en América hispánica”.
Todos los participantes fueron invitados a comer en la Academia Vivarium novum, dedicada a la promoción del latín como lengua viva y pilar del cristianismo. Sus alumnos y profesores nos compartieron sus vivencias humanísticas y nos ofrecieron una espléndida comida.
EL PAPEL DE LOS OBISPOS Y LOS CABILDOS ECLESIÁSTICOS
Por la tarde, en el Aula máster universitaria la Mesa 2, “Los obispos y cabildos eclesiásticos en la independencia de las naciones hispanoamericanas”, fue introducida por Mons. Octavio Ruiz Arenas (Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina). Partió del texto del Papa en Aparecida cerca del significado para América de acoger a Cristo. El grito de la Independencia quiso garantizar también la libertad y la religión de los nuevos Estados.
Las comunicaciones estuvieron a cargo de Luis Ernesto Ayala “La Iglesia y la independencia de Centroamérica: el primer cisma surgido de las Repúblicas independientes”, Ricardo Zuloaga “El problema del Patronato y la provisión de obispos en Colombia”, Jesús Raúl Navarro “Economía, política y esclavitud en la jerarquía eclesiástica puertorriqueña en torno al constitucionalismo gaditano”, Marta Eugenia García “La tradición eclesiástica ante el movimiento de independencia: Antonio de Bergosa y Jordán, obispo de Oaxaca”, Diana González “El Cabildo Eclesiástico de México frente al movimiento insurgente”, Juvenal Jaramillo “El Cabildo Catedral de Valladolid de Michoacán en los inicios de la guerra de independencia (1810-1811)”, Ana Carolina Ibarra “Los Cabildos eclesiásticos de Puebla y Oaxaca durante el proceso de independencia”, Julio Macera “Monseñor Bartolomé María de las Heras. De la Monarquía a la Independencia”, Misael Camus “Iglesia en Chile 1800-1840: Las herramientas de la Reforma Pastoral de Trento que permiten enfrentar la crisis política de 1810”, Floyd L. McCoy Jordán “El obispo Juan Alejo de Arizmendi y la Torre”, Ramón Aguilera “La Junta diocesana de 1822. De la independencia de México a la independencia de la Iglesia mexicana”, J. Hernández Palomo “Las relaciones ad limina hispanoamericanas (Siglos XIX-XX)”, Ernesto Rojas “El Obispo Goyeneche. Aportes para una nueva biografía”, Armando Roberto Sejas “José Antonio de San Alberto, pastor y educador del clero del Alto Perú (1776-1808). La dimensión de la formación permanente en sus escritos”.
En el Auditorio universitario “Giovanni Paolo II” se nos brindó la conferencia “La Junta de Caracas del 19 de abril de 1810” por Mons. Gustavo Ocando Yamarte, en presencia de los representantes venezolanos en el Vaticano. El ponente hizo un erudito recorrido desde el Conde de Aranda en 1783, deteniéndose en el prócer Francisco de Miranda –mundano, librepensador, iluminista- , hasta llegar a la Junta caraqueña que proclama la independencia justo hace 200 años.
A continuación acudimos a la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe y San Felipe Mártir para la concelebración eucarística con motivo del V aniversario de la elección de SS Benedicto XVI, presidida por Mons. Octavio Ruiz Arenas, quien en su entrañable homilía destacó sus intensos, luminosos y valientes cinco años de pontificado, en medio de la presente persecución y como ocasión de manifestar nuestra comunión y gratitud por su rico magisterio centrado en la caridad y en la verdad.
EL PROTAGONISMO DE LOS SACERDOTES Y RELIGIOSOS
El martes 20 de abril se tuvo la Mesa 3: “Los sacerdotes y religiosos en la independencia de las naciones hispanoamericanas”, introducida por del Dr. Roberto de Mattei, Vicepresidente del Consiglio Nazionale delle Ricerche y Decano de Ciencias Históricas de la Universidad Europea de Roma, quien además presentó la comunicación “Santa Sede e America spanola nll`età dll`Indipendenza. La missione Muzi in Cile (1824)”. Fue seguida de las comunicaciones de Juan Pablo Pampillo “El pensamiento político de Fray Melchor de Talamantes y su proyecto de organización constitucional par la América septentrional”, Alcides Parejas Moreno “Padre José Andrés Salvatierra, prócer de la independencia de Santa Cruz de la Sierra”, P. Javier García González “Hidalgo y Morelos entre su conciencia de clérigos y su convicción de patriotas” ninguno renuncia a su conciencia religiosa ni a su deber moral de lucha por la libertad de su pueblo, Daniela Ibarra-Marco Antonio Landavazo “Las tropas eclesiásticas del Rey: sacerdotes realistas en la independencia de México”, Jesús Joel Peña “Desafíos pastorales en la diócesis de Tlascala-Puebla durante la insurgencia”, Javier García-Martín “Bienes eclesiásticos y derecho de gentes. Los límites de la soberanía en las naciones católicas de España y México (primera mitad del siglo XIX), P. Alfredo Sáenz “Dos cosmovisiones en pugna y la figura del Padre Castañeda”, José Antonio Benito “Dos sacerdotes significativos de Arequipa tras la Independencia: El Deán Valdivia y Bartolomé Herrera“, Giovaanni Iannettone, “Politica e religione all´inizio della república Il Perù di mons. Bartolomé Herrera”, Francisco Javier Gómez Díez, Remedios Morán Martín “Colección eclesiástica española (1823-1824). Notas para una interpretación”, Massimo Viglione, José Florencio Camargo “Personalidades independentistas destacadas, clérigos y laicos, sus actitudes ante la Iglesia. El caso de México”, Roberto Castelán Rueda “Un nuevo estudio sobre Carlos María de Bustamante, 1826”, Alberto Caturelli “Contribución de eclesiásticos de la emancipación argentina l proceso de integración iberoamericana”, Francisco Javier Gómez Díez “La Compañía de Jesús entre la emancipación y la independencia”.
CATACUMBAS, MUSEOS Y EMBAJADA DE ESPAÑA
Tuvimos la suerte de visitar los Scavi Vaticani por la mañana. Sólo con pensar que la grandeza del Vaticano tiene como pilar, como roca, la tumba de Pedro, basta para quedar eternamente agradecidos por la detallada visita. Como indica la web oficial (www.vatican.va) la especial visita a la Necrópolis debajo de la basílica, donde se custodia la Tumba de San Pedro, es una concesión que la Fábrica de San Pedro autoriza según una oportuna programación de la Oficina de las Excavaciones. El cuidado necesario del lugar histórico-arqueológico permite la visita de unas 250 personas al día y en grupos reducidos. Gracias al empeño del Papa Pío XII se ha logrado recuperar esta “ciudad de los muertos” en la que fue enterrado San Pedro tras su crucifixión en el Circo de Nerón, situado antiguamente a pocos metros de la cripta. Junto a la tumba del Apostol, se situaron sepulcros de familias pudientes de Roma, con ricos adornos que todavía se conservan. El punto fuerte de la visita es la tumba de San Pedro, una cripta con una inscripción que dice “Pedro está aquí”. La necrópolis fue soterrada tras la construcción por Constantino, en el siglo IV, de una Basílica en conmemoración del enterramiento de Pedro. Posteriormente, con la construcción de la actual Basílica, la necrópolis quedó olvidada durante siglos hasta el pontificado de Pío XII. La visita culminó con la subida hasta la tumba del Siervo de Dios Juan Pablo II, la más concurrida de todas las de la basílica. http://www.vatican.va/roman_curia/institutions_connected/uffscavi/documents/rc_ic_uffscavi_doc_gen-information_20090216_sp.html
Por la tarde pudimos acceder a los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina. http://mv.vatican.va/4_ES/pages/CSN/CSN_Main.html. Conviene resaltar que los Museos Vaticanos nacieron con una pequeña colección privada de esculturas perteneciente a Julio II (1503-1513) situada en el llamado "Patio de las Estatuas del Belvedere" hoy llamado "Patio Octógono". Los Papas fueron los primeros soberanos que pusieron sus colecciones de arte y sus palacios a disposición de la cultura y del público. Los Museos Vaticanos y las Galerías Pontificias nacen con los pontificados de Clemente XIV (1769-1774) y Pío VI (1775-1799), por esta razón los museos toman el nombre de museo Pío-Clementino. Más tarde Pío VII (1800-1823) amplió notablemente las colecciones de Antigüedades Clásicas, añadiendo el Museo Chiaromonti y el Brazo Nuevo, y enriqueció la Colección Epigráfica situada en la Galería Lapidaria. Gregorio XVI (1831-1846) fundó el Museo Etrusco (1837) con objetos provenientes de las excavaciones realizadas en la Etruria meridional desde el 1828; el Museo Egipcio (1839) con obras provenientes de exploraciones realizadas en Egipto y con otras que se encontraban ya conservadas en el Vaticano y en el Museo Capitolino; el Museo Profano Lateranense (1844) con estatuas, bajorrelieves, mosaicos de edad romana que no encontraban lugar en los Palacios Vaticanos. Al Museo Profano Lateranense Pío IX (1846-1878) se añadió en 1854 el Museo Cristiano, que comprendía esculturas antiguas con simbología cristiana, especialmente sarcófagos e inscripciones lapidarias. En 1910, bajo el pontificado de San Pío X (1903-1914), fue ampliado con el Lapidario Hebreo: una sección con 137 inscripciones provenientes de antiguos cementerios hebraicos de Roma, en su mayoría triadas del cementerio de la Vía Portuense, que fueron donadas por los dueños de las tierras, los marqueses de Pellegrini-Quarantotti. Estas últimas colecciones (Museo Gregoriano Profano, Museo Pío Cristiano y Lapidario Hebraico) fueron transferidas, por voluntad de Juan XXIII (1958-1963) desde el Palacio de Lateranense a un nuevo edificio construido expresamente en el Vaticano. En 1970 estas colecciones fueron abiertas otra vez al público. Gozamos de la Sala de las Carrozas, de la Sala de Rafael y, especialmente, de la Capilla Sixtina. La guía fue excelente y nos permitió gozar de la contemplación de estos riquísimos tesoros del arte cristiano.
El intenso día fue colmado por la recepción ofrecida por el Embajador de España ante la Santa Sede, D. Francisco Vázquez, quien se prodigó en su guía en un auténtico alarde de erudición y afecto hacia el Papa y un espléndido cóctel. Le acompañaron el Sr. Jorge Hevia, consejero cultural de la Embajada de España ante la República Italiana y el Director del Instituto Cervantes Mario García de Castro.
AUDIENCIA CON EL SANTO PADRE
El miércoles 21 fue la jornada grande debido a la Audiencia General con el Santo Padre Benedicto XVI. Contamos con un sitio reservado muy cerca del Papa. En su alocución habló del reciente viaje a Malta. Selecciono de las palabras pronunciadas en español: "He peregrinado a la llamada «gruta de san Pablo», que me ha hecho pensar en cómo el Apóstol mantuvo la confianza en el Señor en medio de la tempestad, y cómo un naufragio puede dar lugar también a una nueva vida. Así lo he dicho, sobre todo en el encuentro entusiasta con los jóvenes, para que no tengan miedo, pues el Amor de Dios es más grade que cualquier borrasca". A los peregrinos españoles nos dijo: “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los sacerdotes del curso de formación permanente del Pontificio Colegio Español en Roma, así como a los grupos venidos de España, México y otros países latinoamericanos”.
Como representante de los participantes de nuestro congreso, Monseñor Octavio Ruiz Arenas le entregó a Su Santidad el Documento de Trabajo firmado por todos los participantes.
Por la tarde siguieron algunas de las comunicaciones y se nos ofreció el concierto de piano por el joven Maestro Marko Ivic.
CATÓLICOS Y PATRIOTAS
El jueves 22 la Mesa 4 trató el tema: “El catolicismo en los protagonistas de las guerras de independencia”, introducido por Don Paulo César Barajas (Responsable del Pontificio Consejo de “Justicia y Paz” para América Latina), quien se refirió la última encíclica “Caritas in veritate” destacando la justicia y la verdad, el saber y el hacer, en el proceso de la independencia, así como la necesidad de oración por parte de los cristianos para conjugar estas dos virtudes con el don.
A continuación visitamos la exposición permanente de la Sábana Santa en la Universidad. Ciertamente fue oportunísima la visita, ya que además del valor que la Santa Síndone tiene en sí en ese momento tenía lugar una nueva ostensión en Turín y el propio Papa la iba a visitar.
Las comunicaciones corrieron a cargo de Rafael L. Breide, rector de la Universidad Católica de La Plata (Argentina) “La relación entre la Iglesia y el Estado a la luz de la cosmovisión cristiana y la ilustración”, Ricardo Campa, Javier Sáenz del Castillo “Política y religión en los catecismos políticos americanos durante la intendencia y sus precedentes, 1786-1825”, Mario Cayota, embajador de Uruguay, quien nos habló del “Substratum teológico y religioso protagonista en el ideario y movimiento artiguista”, Jorge Adame, Salvador Méndez “Una aproximación al pensamiento religioso de Lucas Alamán”, Bernardo Pérez Fernández del Castillo “Aspectos jurídicos y religiosos de la última etapa de la consumación de la independencia de México (del Plan de Iguala a la Constitución de 1824) , Javier Alonso Vázquez “Catolicismo e hispanidad, fundamentos primigenios de la República Dominicana”, Enrique Díaz Araujo “San Martín y Bolívar: su política religiosa”, Mariano Fazio Fernández “La filosofía política de la independencia americana y la Iglesia católica”, Francesca Romana Lenzi “Alle origini di un regionalismo difficile: la guerra della ´triple alianza”, Emilio Martínez “La añoranza del patronato y la tentación del regalismo en México, 1821-1834”, Carlos Neuenschwander “Hacia los orígenes de la conciencia nacional latinoamericana”, Giovanni Cantoni, Adán Prieto Ventura “Patria Potestas”. Emancipación”, Martha Terán Espinosa “Nuevo estudio sobre el catolicismo social en la guerra de independencia”.
Ese día fue México a través de su Embajador ante la Santa Sede y su agregado cultural quien ofreció una nutritiva comida a todos.
CONFERENCIAS PÚBLICAS Y CLAUSURA. PARA VIVIR HAY QUE RECORDAR
Las CONFERENCIAS públicas y la ceremonia de clausura contaron con la presidencia de S.E.R. Mons. Gianfranco Ravasi Presidente del Pontificio Consejo de la Cultura quien se refirió al 1992, fecha del V Centenario del descubrimiento y evangelización de América y al 2011, feria del libro, su relación con los embajadores del mundo ante la Santa Sede, su responsabilidad en la tutela de los bienes culturales, la necesidad del diálogo la globalización y la cultura local, el realismo de la encarnación derrota al miedo. La aclaración de la historia nos lleva a valorar la memoria: quien no recuerda no vive. La verdadera juventud es tener el pasado.
Se impartieron diversas ponencias de gran valor: España y América entre la emancipación y la independencia por Francisco Javier Gómez Díez (Universidad Francisco de Vitoria de Madrid). Distinguió entre independencia entendida como ruptura y emancipación como proceso de maduración. Resaltó la complejidad social del acontecimiento, la política social de Carlos III, la invasión de Napoleón, el regreso de Fernando VII y la sintonía del episcopado con la Santa Sede.
La Santa Sede y la independencia hispanoamericana por Emilio Martínez Albesa (Universidad Europea de Roma y Ateneo Pontificio Regina Apostolorum) –auténtica alma del evento-. Recordó el gran aporte del P. Leturia en el conocimiento de las relaciones del Vaticano con Hispanoamérica, en particular el nombramiento de obispos, el reconocimiento de los nuevos gobiernos, el contexto pontificio y civil. Destacó el hecho de que casi solo en España se mantuviesen los obispados. Buscó comprender el retraso que siempre le achacan al Vaticano en reconocer la independencia.
Los prelados peruanos ante la independencia Pbro. Dr. Ernesto Rojas Ingunza (Pontificia Universidad Católica del Perú). Constató un hecho, sólo queda un obispo –Goyeneche- tras el terremoto independentista. Debe considerarse el contexto de un episcopado reaccionario y restaurador así como el fidelismo encarnado especialmente en el arzobispo de Lima Bartolomé de las Heras y en el de Arequipa , Luis Gonzaga de la Encina. Hasta 1820 todo era igual y como lo esencial era mantener la vida eclesial por eso abrazan la Independencia en los obispados de Lima, Arequipa, Ayacucho.
Clero insurgente y clero realista en México Dr. Marco Antonio Landavazo Arias (Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, Mich.).
La política religiosa de José de San Martín y de Simón Bolívar, Dr. Enrique Díaz Araujo (Universidad Nacional de Cuyo y Universidad Católica de La Plata). Comenzó con un largo pero interesante exordio en el que se refirió a los preámbulos semánticos en lo temporal, religioso, los bandos, lo político, lo territorial, la causa de la crisis en la crisis de la monarquía, los libertadores que exigen soberanía (Iturbide, bolívar, San Martín), el régimen (innovación y tradición), la cronología, los gobiernos peninsulares. En segundo lugar el desarrollo de la emancipación comenzada por la ruptura, seguido del problema de la autoridad para suplantar al rey Fernando VII. Como conclusión señaló el fracaso del proyecto político y el éxito de la política religiosa que definió como “América, el último refugio para la religión de Jesucristo”, que bien podía denominarse Cristianoamérica.
GRATITUD Y RESPONSABILIDAD
Sólo el enunciado de ponencias y comunicaciones bastaría para darnos una idea de las densas jornadas vividas junto a la Santa Sede, en compañía de tan calificados expertos y auspiciados por instituciones tan reconocidas. Es evidente que detrás del evento hay miles de horas de trabajo y muchas vidas entregadas. Sin su apoyo varios no habríamos podido asistir. Se vivió un ambiente de familia, abierta a la verdad histórica y gozosa de la pertenencia de una identidad católica, que nos une y nos compromete para compartirla.