UCSS. FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
BENEDICTO XVI Y EL PRESERVATIVO
La Oficina de Información de la Santa Sede, ha publicado una Nota para comentar las palabras de Benedicto XVI sobre el preservativo en el libro-entrevista "Luz del mundo". Dice la Nota:
"Al final del capítulo décimo del libro "Luz del mundo", el Papa responde a dos preguntas sobre la lucha contra el sida y el uso del preservativo, preguntas que se remontan a la discusión que siguió a las palabras pronunciadas por el Papa sobre este tema en su viaje a África, en 2009.
El Papa confirma con claridad que en esa ocasión no había querido tomar posición sobre el problema de los preservativos en general, sino que había querido afirmar con fuerza que el problema del sida no se puede resolver únicamente con la distribución de preservativos, pues es necesario hacer mucho más: prevenir, educar, ayudar, aconsejar, estar junto a las personas, ya sea para que no se enfermen, ya sea porque se han enfermado.
El Papa observa que también en el ámbito no eclesial se ha desarrollado una conciencia análoga, como lo demuestra la llamada teoría "ABC" (abstinence, be faithful, condom), en la que los dos primeros elementos (abstinencia y fidelidad) son mucho más determinantes y fundamentales para la lucha contra el sida, mientras que el preservativo se presenta en última instancia como una escapatoria, cuando faltan los otros dos elementos. Por tanto, debe quedar claro que el preservativo no es la solución del problema.
El Papa amplía después su mirada e insiste en el hecho de que concentrarse únicamente en el preservativo significa banalizar la sexualidad, que pierde su significado como expresión de amor entre personas y se convierte en una "droga". Luchar contra la banalización de la sexualidad es "parte del gran esfuerzo para que la sexualidad sea valorada positivamente y pueda ejercer su efecto positivo en el ser humano en su totalidad".
A la luz de esta visión amplia y profunda de la sexualidad humana y de su problemática actual, el Papa reafirma que "naturalmente la Iglesia no considera los preservativos como la solución auténtica y moral" al problema del sida.
De este modo, el Papa no reforma o cambia la enseñanza de la Iglesia, sino que la reafirma, poniéndose en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana, como expresión de amor y responsabilidad.
Al mismo tiempo, el Papa considera una situación excepcional en la que el ejercicio de la sexualidad representa un verdadero riesgo para la vida del otro. En ese caso, el Papa no justifica moralmente el ejercicio desordenado de la sexualidad, pero considera que la utilización del preservativo para disminuir el peligro de contagio es "un primer acto de responsabilidad", "un primer paso en el camino hacia una sexualidad más humana", en lugar de no utilizarlo, poniendo en riesgo la vida de la otra persona. En este sentido, el razonamiento del Papa no puede ser definido como un cambio revolucionario.
Numerosos teólogos moralistas y autorizadas personalidades eclesiásticas han afirmado y afirman posiciones análogas; sin embargo, es verdad que no las habíamos escuchado aún con tanta claridad de los labios de un Papa, si bien de una manera coloquial y no magisterial.
Benedicto XVI nos da, por tanto, con valentía, una contribución importante para aclarar y profundizar una cuestión debatida desde hace tiempo. Es una contribución original, pues por una parte mantiene la fidelidad a los principios morales y demuestra lucidez a la hora de rechazar un camino ilusorio, como la "confianza en el preservativo"; por otra parte, manifiesta sin embargo una visión comprensiva y de amplias miras, atenta para descubrir los pequeños pasos --aunque sean sólo iniciales y todavía confusos-- de una humanidad espiritual y culturalmente con frecuencia muy pobre hacia un ejercicio más humano y responsable de la sexualidad".
([Traducción del original italiano por Jesús Colina)
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El CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) en la ciudad de Atlanta, Estados Unidos, es una institución de referencia mundial en lo referente a transmisión y prevención de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). En uno de sus links para prevención se puede leer: "La manera más segura de evitar el contagio del VIH es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho pruebas y usted sabe que no está infectada". (http://www.cdc.gov/hiv/spanish/resources/qa/condom.htm)
La distribución indiscriminada de preservativos para prevenir el contagio de VIH, corresponde al pasado, a inicios de la lucha contra el VIH a fines de los 80s, donde los países gastaban infructuosamente millones de dólares en publicidad. Las pruebas de laboratorio sobre eficacia de preservativos han sido ampliamente superadas por la realidad, por lo que las estrategias de prevención pasaron a priorizar los cambios de conducta de las personas, como lo señala el CDC de Atlanta líneas arriba.
Un ejemplo de la realidad es el estudio de Crosby y colaboradores, publicado en la revista Sexually Transmitted Diseases en setiembre del 2002, sobre errores y problemas de uso de preservativos entre estudiantes: "Cerca de un tercio reportó ruptura o salida durante las relaciones sexuales", encontró el estudio, además de otros resultados reveladores del alto riesgo de confiarse en un elemento poco confiable.
Más recientemente, Kirkkola y colaboradores, publicaron en el European Journal of Contraception and Reproductive Health Care (junio 2005), un estudio revelador: uno de cada cuatro habían experimentado ruptura del preservativo. Otros estudios más recientes también refieren alrededor de un tercio de personas a las que se les rompe o sale el preservativo, sin mencionar otros riesgos.
Si se distribuyen 18 millones de preservativos sin información completa, como si estuviéramos en los años 80s, es probable que se rompan o salgan 5´400,000. ¿Te parece que el preservativo es seguro?
Si tienes pareja y la amas…….¡respétala!