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PRONUNCIAMIENTO
Con profunda preocupación frente a los sucesos de estos días me dirijo nuevamente (25-11-2011) al pueblo de Cajamarca en nombre de la Iglesia Católica para expresar lo siguiente:
1. Una serie de cambios, transformaciones sociales y económicas a lo largo de dos décadas parecieran que eclosionaran en estos días y un tiempo de desazones y conflictos emergen aceleradamente, poniendo en cuestión el consenso mínimo para convivir en armonía. Insistimos en dar prioridad a la vida y dignidad de la persona y de los pueblos, que son los “aliados y custodios de la creación”, como afirma el Papa Benedicto XVI (28-11-2011)
2. Todavía estamos a tiempo de revisar y corregir lo andado, para lo cual es necesario que los actores depongan las actitudes de fuerza, poniendo por delante un proyecto nacional, regional y local que apunte al desarrollo y bienestar de todos en especial de los más pobres, que respete los derechos de las comunidades, permita las iniciativas empresariales necesarias para la generación de trabajo y conserve las maravillas que Dios nos ha donado.
3. Si bien todos los pueblos tienen derecho a la protesta, debemos evitar a cualquier precio todo acto de violencia física, de agresiones verbales, la agitación y la falsa información que pueda exacerbar los ánimos y evitar cualquier conducta que impida la solución de los conflictos.
4. Los actores deben dialogar. Es importante la presencia del Estado y sus instituciones. Aunque adolezcan de una serie de instrumentos jurídicos y funcionales, tienen que ser creativos y cercanos al pueblo como actitud. Una vez más se evidencia la urgencia de reformas en democracia. Las instituciones de gobierno en los diferentes niveles tienen que coordinar y hablar un sólo lenguaje, más allá de cualquier coyuntura política. También hay otros actores, las empresas mineras que tienen que revisar su itinerario a lo largo de este tiempo, necesitan una reflexión y quehacer más allá de lo corporativo. Y, finalmente, la sociedad civil (asociaciones, rondas, comités, gremios, universidades, partidos políticos, la Iglesia …) que no debe renunciar a un sano protagonismo, ni oscilar entre la indiferencia, el acomodo, la falsa neutralidad y la crítica fácil, la provocación y el desespero.
5. Vivimos una coyuntura vertiginosa que nos desborda. Cada día aparecen nuevos elementos. necesitamos momentos de reflexión, que ayudarían al diálogo y a evitar todo tipo de violencia.
6. Finalmente ruego a nuestra Madre la Santísima Virgen de los Dolores nos ilumine y los convoco para orar este viernes 2 de diciembre a las 8:00 a.m. en la Iglesia San Francisco (Plaza de Armas)
Cajamarca, 30 de noviembre de 2011.
En Cristo y La Virgen María
Mons. José Carmelo Martínez Lázaro O.A.R
Obispo de la Diócesis de Cajamarca