Regalado, Liliana y Hernández, Francisco (editores) Sobre Los Incas, Lima: Instituto Riva Agüero/ Pontificia Universidad Católica del Perú, 2011, 253 p.
El objetivo queda bien claro en la introducción de sus editores: Publicar las ponencias –siete- del simposio dedicado a los Incas en el marco del Coloquio organizado como homenaje Franklin Pease a 10 años de su muerte. Los temas –siguiendo el magisterio del recordado etnohistoriador Pease, - abarcan varias disciplinas, arqueología, lingüística, historia, pero siempre con el denominador común de la historia andina.
El primer artículo corresponde a Rosabella Vita Álvarez-Calderón Silva-Santisteban, arqueóloga, quien cuenta en "Espacios de muchos, espacios de pocos: la privacidad y sus usos en un asentamiento Inca en el Valle de Lurín", los resultados de sus estudios acerca de los restos de un asentamiento inca bajo la idea de privacidad de la construcción, diseñando un mapa de las estructuras socio políticas locales y regionales (pp. 11-57).
Rodolfo Cerrón-Palomino "Sobre el carácter espurio de la trilogía moral incaica" (pp. 67-87). Un acucioso estudio de la célebre tríada ama sua, ama llulla, ama quella ("no seas ladrón", "no seas mentiroso", "no seas ocioso") que no terminamos de saber a ciencia cierta de dónde viene, pero que el experto lingüista asume que se trata de un dicho forjado en tiempos del virreinato, con variantes que pueden remontar a ciertos escritos publicados a partir del siglo XVI, como Carlos Araníbar (1999) quien atribuye la paternidad de la frase al historiador italiano Cesare Cantú, quien la publicó en 1856 en las páginas de una enciclopedia de historia universal. Sería Gabino Pacheco Zegarra, traductor del drama quechua "Ollantay" al francés en 1878, quien seguiría hablando de ello. Sin embargo hay dos fuentes anteriores, una la del historiador Clements R. Markham, que en su libro de ciajes de Lima al Cuzco habla de cinco "mandamientos" de los antiguos cuzqueños; además de los tres consabidos, añade "no cometas adulterio" y "no matarás" en 1856 La otra fuente sería las "Memorias" del general Guillermo Miller, quien cita el tríptico moralizante, luego de evocar la entrada apoteósica de los patriotas al Cuzco. Concluye el autor afirmando que el popular "trílogo" incaico no se remonta más allá de 1750, por lo que nos encontramos frente a un caso de burda construcción de un ideal ético, que sin negar los méritos incas, no traduce la realidad de sus normas y valores sino más bien la de la nueva sociedad mestiza en sus distintas versiones pro indígenas, sin sustento histórico sino fruto de la imaginación popular. .
Las reflexiones de Lydia Fossa sobre "Khipu y discurso: paralelismos en el mundo andino" (89-128) consdieran al khipu como conjunto coherente y cohesionado de datos con diferentes niveles de articulación que "ofrece contenidos semánticos delimitados por su contexto" lo cual posibilita medios para descifrar las "cuerdas anudadas" con el fin de lograr la debida comunicación.
Peter Kaulicke. En "El poder de la muerte en el mundo andino" (67-88) combina análisis arqueológico e información de cronistas como Betanzos, enfatizando el concepto de "Ancestralidad" basado en mecanismos de memorización como condición para la "ancestralización" del soberano.
F. Hernández Astete en "La composición de la élite incaica" (pp. 155-190)ofrece un inventario de las opiniones existentes sobre las definiciones de lo que se entiende por "élite incaica" y comenta las afirmaciones de los diferentes autores. Revisando, pues, las opiniones de distintos autores, Hernández Astete saca sus propias conclusiones sobre la materia.
José Luis Martínez considera en "Las construcciones de las memorias andinas coloniales (siglos XVI y XVII)" (191-228) las formas de recordar del mundo prehispánico andino y cómo influyeron en la circulación de la memoria en el virreinato peruano.
Por último, L. Regalado, en "En torno a las confesiones prehispánicas a partir de un memorial del siglo XVI" (229-250) estudia los ritos andinos prehispánicos conocidos bajo el nombre cristiano de 'confesión', sirviéndose de un texto de texto de Bartolomé Álvarez sobre su trabajo pastoral en las poblaciones circundantes al Lago Titicaca. Propone algunas claves para aproximarse al auténtico carácter de esos "actos de purificación mezclados con procesos adivinatorios y expiaciones de faltas de carácter social prehispánicos" que se fueron transformando en "confesiones practicadas al modo de los indígenas".p.250
El libro, en atractivo y cómodo formato, es una buena muestra de que tanto la memoria del llorado maestro F. Pease así como la temática por él estudiada siguen vigentes.
José Antonio Benito