Si alguien todavía duda que la iglesia de Lima y el Callao está viva que se dé un salto esta semana de 6 a 9 de la noche al Coliseo Grau de la Avenida Colonial del Callao, el mismo lugar donde nuestra selección de vóley femenino se proclamó campeón de Sudamérica. Y verán que la Iglesia es un movimiento de movimientos, aquí sentirán la fuerza de la familia del Camino Neocatecumenal, que brinda una acogida ¡de hogar!, familiar, que participa al cien por cien –orando, cantando, escuchando, aplaudiendo, dialogando-. Los ponentes de hoy lunes, Monseñor José Luis del Palacio, obispo del Callo, y el Cardenal de Lima, Mons. Juan Luis Cipriani, nos han hablado uno del "Cambio epocal y la Nueva Evangelización", otro de "La familia como sujeto de la transmisión de la fe". Pero me importa no tanto el qué –el propio Cardenal dejó el Catecismo para otro momento- sino el cómo. Los dos pastores han mostrado y demostrado que viven en unión con Cristo, que les duele y quieren a Cristo con pasión, que arden por darlo a conocer, que conocen al dedillo el rico magisterio de la Iglesia pero que no se chupan el dedo y saben el complejo mundo real en el que están parados. Con hondura y simpatía, con garra y con espíritu, han confirmado nuestra fe para hacerla operativa para la NUEVA EVANGELIZACIÓN, aquí y ahora. Monseñor José Luis del Palacio denunció la mentira del mundo secularizado, la acción del Diablo, pero nos entusiasmó con nuestra fe que es verdad, libertad, felicidad. Monseñor Juan Luis recordó con gracia que lo mejor de su currículum estaba en haber sido basquetbolista, y de la selección peruana, y saber luchar, animándonos a vivir el amor de Dios, estando despiertos, luchando por la familia y nuestra fe, siguiendo el ejemplo de nuestro querido Juan Pablo II.
Gracias, amigos del Camino, gracias Monseñor José Luis, Monseñor Juan Luis. ¡Los laicos somos el 99,9 % de la Iglesia! Un gigante que está despertando…¡Pasen la voz que quedan tres días de congreso todavía!
