LO QUE EL PERÚ TIENE GRACIAS A FRANCISCO PIZARRO
JOSÉ ANTONIO DEL BUSTO
El presente texto fue leído en el 2004 (una semana antes de ser publicado en EL COMERCIO) por el propio autor en el marco del Seminario “Forjadores de la Identidad Peruana”, de la UCSS. Doctor en Historia y Geografía por la Universidad Católica del Perú, donde ejerció la docencia más de 40 años y fue Decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas. Es Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia y de la Academia Peruana de Historia Eclesiática, Miembro Vitalicio del Instituto Riva-Agüero, Miembro correspondiente de la Real Academia Española de la Historia, entre muchas otras instituciones. Tiene más de 40 libros publicados sobre temas de su especialidad. Actualmente es Profesor Emérito de la Universidad Católica del Perú y Director del Instituto Riva-Agüero. Además de su interesante charla, mantuvo con todos los asistentes un animado coloquio en el que volcó sus conocimientos sobre Pizarro y el Perú, su cariño por la historia (desde aquel momento en que su mamá lo motivó ante un plato de arroz con frijoles en el que le dijo: come el arroz blanco, como los españoles; y ahora, los frijoles cobrizos como los indios), sus proyectos sobre Túpac Yupanqui y el descubrimiento de Oceanía, su afán por la superación personal y el compromiso colectivo, su apuesta por la peruanidad (asumiendo lo indígena y lo hispanista), sin olvidar su referencia a la identidad cristiana.
Como recuerdo de su inolvidable visita estampó en el segundo tomo de su libro sobre Pizarro, en la biblioteca de nuestra Universidad: “A esta Universidad, con mucha esperanza, porque de verdad que tengo mucha esperanza en ella, con mis mejores deseos”.
NO HAY PERÚ SIN PIZARRO
Nuestro compromiso no es con Francisco Pizarro, es con el Perú. Hablamos de un Perú integral en el que hablamos de todas las personas. Comencemos por Pizarro. No es el caso de estar de acuerdo o en desacuerdo con la forma en que llevó a cabo la Conquista del Tahuantinsuyo. Ese es otro tema. Lo evidente es que más allá de este asunto discutible está el hecho indiscutible de lo que el Perú es y lo que el Perú será. Ambas cosas están vinculadas a la procedencia y presencia de Francisco Pizarro en el Perú. Por eso tiene que reconocérsele y aceptársele como autor y actor de algo irreversible que nuestra realidad no debe desconocer. Con esta finalidad hemos escrito estas líneas, esbozando lo que el Perú es y lo que el Perú posee, directa o indirectamente, debido a Francisco Pizarro.
Se puede hablar de Pizarro sin el Perú, pero no se puede explicar el Perú sin Pizarro. Hagamos la prueba, resulta imposible. Luego, nos guste o disguste, es pieza inamovible de nuestro pasado. La lista anunciada no es larga pero sí importante. Se puede enumerar así: el Perú tiene hoy, debido a la presencia de Pizarro, los siguientes hechos: su descubrimiento; su nombre; su ingreso a la Historia, a la Geografía y a la Cronología modernas; su territorio mayoritario; la Amazonía; las principales ciudades; la Cultura Occidental; la lengua española; la religión cristiana; el mestizaje; la nación en su momento; y la Cultura Peruana actual. Empecemos
SU DESCUBRIMIENTO
Pizarro es el descubridor del Perú. Es su descubridor histórico, consciente y definitivo, el conductor de la empresa descubridora, no un hallador casual ni un buscador furtivo. Avistó el actual territorio peruano por diciembre de 1527, en el segundo de sus tres viajes. No sólo avistó Tumbes y toda la costa norteña sino también la Cordillera de los Andes, que Sé llamó Sierra Morena. Recorrió en barco desde Tumbes a la desembocadura del río Santa, con lo cual se convirtió, asimismo, en el primer europeo que navegó el Mar Peruano.
SU NOMBRE
También debe el Perú a Pizarro la proclamación de su nombre a escala mundia1. El nominal Perú, palabra mestiza, se inspiró en unos indios que hablaron mal y en unos españoles que oyeron peor. No fue Pizarro el creador del topónimo, pero sí su conservador y su mayor difusor. Nuestro territorio, a partir de Pizarro, no fue ya el Tahuantinsuyo de los Incas ni la Nueva Castilla de los Consejeros de Indias, sino una nueva realidad. En otras palabras, si el Perú se llama hoy Perú, es por Francisco Pizarro, y si nosotros nos llamamos peruanos, también es por él.
SU INGRESO A LA HISTORIA
Igualmente el ingreso del Perú a la Historia se debe a Francisco Pizarro. Antes de Pizarro, el Perú se le desconocía en Europa, Asia, América y Oceanía, también en América del Norte. Pero debido a Pizarro nuestro país ingresó a la Historia del Perú, a la Historia de América, a la Historia de España y a la Historia Universal. Así acabó el Perú como mito (el Birú), también como leyenda (el Pirú), y se convirtió en historia auténtica (el Perú).
SU INGRESO A LA GEOGRAFIA
También adeuda el Perú a Pizarro su ingreso a la Geografia. Recién a partir de 1527 el Perú tuvo un lugar en el globo terráqueo con longitud y latitud. Dejamos de ser Tierra Incógnita para figurar entre paralelos y meridianos, vale decir, cobramos presencia estable e identidad cartográfica en el Padrón del Piloto Mayor de la Indias de la Casa de la Contratación. A través de esta institución sevillana, el mundo conoció científicamente al Perú geográfico de Pizarro.
SU INGRESO A LA CRONOLOGIA
Por un camino similar llegamos a la cronología occidental, que es la que nos rige hoy. Su entrada al tiempo histórico. Brindó al Perú presencia existencial en lo temporal. El Perú se insertó en el calendario de Pizarro y por ende en la era cristiana, que es la oficial en el Perú y en el mundo occidental.
SU TERRITORIO MAYORITARIO
El Perú también debe a Pizarro la casi totalidad de su territorio, pues al oponerse y derrotar a Diego de Almagro impidió que fueran de Chile -entonces gobernación de Nueva Toledo-los actuales departamentos de La libertad, Ancash, Huánuco, Pasco, Junín, Lima, lea, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Arequipa, Moquegua, Tacna y Puno (sin contar Ariea y Tarapacá). De haber ganado Almagro, el Perú sin la Amazonía, se habría limitado a Tumbes, Piura, Lambayeque y Cajamarca. El actual territorio peruano, en su totalidad, se debe a dos personajes insospechados: uno es el Inca Túpac Yupanqui, que ganó y perfiló nuestro actual territorio; el otro es Francisco Pizarro, que también ganó este territorio por armas, lo defendió y supo conservar, aumentándolo a mucho más de lo que es ahora. Ambos personajes son los mayores forjadores de su extensión territorial del Perú. Sus autores, por decirlo de otra manera.
LA AMAZONIA
Otro aporte de Pizarro al Perú es la Amazonía. Los derechos del Perú sobre ella, debidos a Pizarro, estuvieron bastante más allá de nuestros territorios amazónicos actuales. En efecto, al nombrar Francisco Pizarro arbitrariamente a su hermano Gonzalo Gobernador de Quito, hizo que el descubrimiento del Río Grande de las Amazonas perteneciera al Perú y no a la inexistente gobernación quiteña. Tales derechos se reafirmaron con el fracaso de la conquista de la Nueva Andalucía por Francisco de Orellana. Empero, estos límites pizarristas de la Amazonía peruana fueron recortados por el Tratado de San Ildefonso y los posteriores arreglos republicanos. Hoy, gracias a Pizarro, el Perú tiene selva -su tercera región natural- y los departamentos de Amazonas, San Martín, Loreto, Ucayali y Madre de Dios. Pero inicialmente la Amazonía de Pizarro iba más allá: rebasaba el río Napo (Ecuador), el Putumayo (Colombia), el Yavarl (Brasil), el Beni y el Mamoré (Bolivia). Revisemos el mapa para apreciar cuál fue la Amazonía que nos dejó Pizarro y cuál es el que tenemos ahora.
LAS PRINCIPALES CIUDADES
En el Perú Pizarro fundó, al hispánico modo, las diez principales y más antiguas ciudades del país. Todas existen, ninguna se extinguió. Entre nosotros nadie ha fundado tantas ciudades, en América tampoco existen diez ciudades que se deben a un solo fundador y que, además, subsistan. Seis fueron las ciudades fundadas personalmente por Pizarro: Piura, Cusco, Jauja, lima, Trujillo y Huamanga; y cuatro por medio de sus lugartenientes: Chachapoyas, Moyobamba, Huánuco y Arequipa. Desde otra óptica, a Pizarro no se le debe la destrucción de ninguna ciudad indígena, pero sí su prosecución y continuidad, caso del Cusco, Cajamarca y Huánuco, Cochabamba, Tumibamba y Quito. Desde este punto de vista, es el conservador de ciudades incaicas por antonomasia.
CULTURA OCCIDENTAL
La Cultura Occidental es la heredera de las Culturas egipcia, mesopotámica, judía, fenicia, griega, romana, goda, árabe y cristiana medieval. llegó a nosotros con Pizarro y produjo aquí cambios importantísimos en los órdenes histórico, geográfico, cronológico, político, social, religioso, técnico, idiomático, económico, alimenticio, artístico e intelectual. Para comprobar su importancia en el Perú baste datar a las ciencias y a las letras, a las matemáticas y al derecho. Es la Cultura que hoy, prácticamente, más destaca en el mundo.
LA LENGUA ESPAÑOLA
La lengua española es otro legado de Pizarro. Actualmente la hablan más del 75% de los peruanos, sin contar los bilingües. Es una de las principales del orbe y tiende a crecer abrumadoramente. Es lengua muy rica. En 1992 tenía 85,500 palabras y la hablaban 300 millones de personas. Es lengua grafa. Pizarro no la supo escribir ni leer, pero sí hablar. Hoy el Perú es un adalid por su valiosa producción literaria en lengua española.
LA RELIGIÓN CRISTIANA
Pizarro no era un santo ni pretendía serio, pero fue el implantador del cristianismo en el Perú. Lo trajo en su versión española, el catolicismo, y esta fe, predicada bien o mal a todo el territorio, fue la primera unidad que hemos tenido. La religión católica conllevó su dogma y su moral. Nos enseñó a diferenciar, a la cristiana manera, lo bueno y lo malo, lo justo Y lo injusto, lo derecho y lo falso. En esto el cristianismo se adelantó con su prédica en muchos siglos a la proclamación de los Derechos Humanos.
EL MESTIZAJE
El mestizaje, entendido como lo entendemos hoy -"todas las sangres" - también comienza con Pizarro. El Perú no es de los cobrizos ni de los blancos, tampoco de los negros, de los amarillos ni de los aceitunados: el Perú es de los peruanos. El Perú es cholo, mestizo, y su mestizaje, es doble: racial y cultural. El mestizaje racial, indetenible es muy fácil de entender. si tienes la cara clara, tus nietos la tendrán más oscura, si tienes la cara oscura, tus nietos la tendrán más clara. Somos mestizos, conformamos una nueva realidad, incluso una nueva raza. Para comprobado mirémonos al espejo o apreciemos a los que transitan por la calle. Este mestizaje no fue ajeno a Pizarro. Se acostumbró a las mujeres indias, las prefirió a las blancas, por eso sus cuatro hijos fueron mestizos. El mestizaje cultural abarca lo creativo de los peruanos, su pensamiento y obra. La Cultura Peruana es el resultado de la Cultura Andina (diferencia específica) y de la Cultura Occidental (género próximo). Pero es una cultura propia: nosotros no somos nuestros padres. Mi "yo" me pertenece íntegramente. Por eso este mestizaje es tan variado en la comida, el vestido, la habitación, la música, la danza, la pintura, la literatura, la artesanía y hasta la religión en lo que no afecta al dogma. Los que niegan este mestizaje, divagan, carecen de solución. Pero el mestizaje no es un mito, es un axioma. Algún día seremos mestizos plenos -raciales y culturales-; ya lo somos, pero algún día lo seremos más. En la comunión de ambos mestizajes está el secreto de su grandeza. También se ha dicho que el mestizaje peruano es ilegítimo. No lo creo, pero supongámoslo. No hay que olvidar el mérito que tiene, por sus buenos frutos, el hijo bastardo distinto al matrimonial: díganlo Miguel Grau, Héroe Máximo del Mar Peruano, San Martín de Porras, el peruano más conocido en el mundo, Garcilaso, la mejor pluma mestiza de América quinientista, y otros como Cayetano Heredia, Pancho Fierro y Ricardo Palma. Nuestro mestizaje, pues, no es legítimo, ilegítimo ni legitimado, simplemente, es.
LA NACIÓN EN SU MOMENTO
La nación no es ya la unión de raza, territorio, cultura, lengua y religión. Actualmente no hay ninguna nación con todas estas características. Se trata de una defii1ición irreal y obsoleta. Hoy se entiende por nación a un conjunto de pueblos con un presente, un pasado y futuro común, pueblos que, además, están unidos por la conciencia nacional. Y, entendámoslo, conciencia nacional nos sobra a los peruanos: somos peruanos (factor involuntario), nos sabemos peruanos (factor cognoscitivo), nos sentimos peruanos (factor afectivo) y queremos seguir siendo peruanos (factor volitivo). Se trata de serio, saberlo, sentido y quererlo. Lo último es lo que se llama la libre determinación. A decir verdad, Francisco Pizarra no pretendió nada de esto. Por eso, lo hemos dicho, no es el fundador de la Nación peruana. Le faltó intencionalidad. Pero debido a lo que hizo, la Nación peruana existe. La lograron principalmente los criollos -los "españoles americanos" de Viscardo- pero se logró para todos los peruanos. Fue algo así como afirmar: Pizarra fue un analfabeto, pero por él hoy sabemos leer y escribir. No nos lo enseñó, tampoco fue su propósito hacerla, pero debido a Pizarra hoy leemos y escribimos.
LA CULTURA PERUANA
La Cultura Peruana actual, a la larga, se debe a dos analfabetos: uno es Pachacútec, que no supo leer ni escribir, el otro es Pizarra, que sólo supo rubricar. El quechua representa a la Cultura Andina o autóctona, el extremeño a la Cultura Occidental o europea. La Cultura Peruana es hija de ambas pero distinta, independiente y nueva. La cultura Occidental es nuestro género próximo y nos hace iguales a todos los pueblos de Occidente; la Cultura Andina es nuestra diferencia específica y nos hace distintos a todos los países del orbe. Es decir, somos universales y singulares. Si por la Cultura Occidental somos múltiples, por la Cultura Andina somos únicos. La Cultura Peruana es nuestra Cultura "yoia", es la que expresa y representa nuestro "yo". N o es estática, es evolutiva, fluye. Se debe a "todas las sangres", no sólo a la aborigen y a la europea, por lo cual también tienen cabida el aporte negro o africano, el aporte amarillo o asiático y el aporte que llamamos aceitunado u oceaniano con raíces en las Tuamotú y Rapa Nui. Pero todo esto hemos de cana1izarlo dentro de la corriente peruanista que sabe aceptar lo bueno y rechazar lo malo. Aquí se agradece el aporte positivo de todos nuestros antepasados y reconocemos que gracias a ellos y a las culturas que te presentaron hoy tenemos un Perú Independiente, Uninacional, Pluricultural, Multilingüe y Mestizo[1]. Este es el Perú en que vivimos.