Monseñor José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación para la Vida Consagrada, Lima, 28 de abril del 2015
Encuentro gozoso con los miembros de la FENIS (Federación de Institutos Seculares del Peru despues de su ponenciacon motivo del congreso sobre la vida consagrada.
Los consagrados hemos recibido un don muy especial y personal, un carisma y para mí es el MEJOR. Hay que vivir sin complejos, todos somos necesarios, hay espacio para todos, pero los laicos consagrados deben vivir como FERMENTO, de manera humilde, callada, sin hábito ni gorrito rojo como los obispos, sin status, como Jesús en el Evangelio, como Francisco. Así lo definió el Papa Francisco el pasado 2 de febrero del 2013, en MINORIDAD, como si fuésemos NADIE. ¿Y qué es un millón y medio de consagrados en el mundo; qué representamos frente a 10 millones de limeños?
No sean FOTOCOPIA de los religiosos. Los necesitamos como son. Y su sitio no está en la sacristía aunque ahí los necesitamos también. Vayan a las plazas, al sitio de trabajo, de diversión, y hagan ruido. Su vocación es ESTAR SIN SER en los lugares más necesitados como los lugares donde se crea la cultura, de vida y de muerte, ahí tienen que estar.
Y vivan con gozo, con alegría, sin ning´jun complejo ni de superioridad ni de inferioridad. No piensen que son mejores que nadie. Cada uno siga la vocación a la que ha sido llamado y propongan la vocación…No teman quebrantar la libertad, nadie hoy respeta la libertad. Les dejo el lema del gran misionero apóstol de California y que cuenta con una estatua en el Congreso de los Estados Unidos, San Junípero Serra: SIEMPRE ADELANTE, siempre adelante, para conquistar el Perú, el mundo.