Uno de los mejores conocedores de su historia es el P. R. Vargas Ugarte, quien titula el capítulo X "El Patrono de la Ciudad" y escribe:
"El Santo Cristo de los Milagros había hecho creer su sombra el Instituto Nazareno y, su vez, las hijas de la Madre Antonia se esmeraron en fomentar el culto de la Sagrada Imagen. Hízose general la devoción y toda la ciudad comenzó a aclamarlo como a su especial abogado contra los temblores. El Cabildo de Lima no pudo menos de secundar el piadosos sentir de los habitantes y en el año 1715, por unánime decisión de los alcaldes y regidores, se hizo voto y juramento de atender a su mayor culto y veneración y de celebrarle solemne fiesta todos los años el día de la Exaltación de la Cruz, el 14 de septiembre. El documento merece conocerse, porque es el primer homenaje tributado por la ciudad al que había de ser su Patrono"[1].
En la mayoría de los estudios aparece de modo parecido "patrono de Lima", "patrono de la ciudad", "patrono jurado". En la actualidad la mayoría de expertos y del pueblo fiel identifica "guarda y custodia desta ciudad" cita precisa del acuerdo municipal con "patrón jurado de Lima".
LA TRANSCRIPCIÓN DEL ARCHIVO DE EDICTOS, facilitado por MARIA DEL CARMEN RODRIGUEZ y que coincide con la del P. Vargas Ugarte es del siguiente tenor[2]:
Señor de los milagros:
El Palomino Conde de Portillo Lascano Merino Márquez de Santa María Terrones Prera Velaochaga
Dotación de una misa Cantada para siempre Jamás al santo Cristo de Los milagros por este cabildo y sea de decir El 14 de setiembre día De la exaltación de la Santísima cruz y por dicha Misa se le hace dotación De el pedregal que esta Adelante de la matadero de la baca de esta ciudad como quien va al pie del cerro de san Cristóbal
"En la muy noble y Leal Ciudad de los Reyes del Perú en veintiún día del mes de septiembre de mil y setecientos y quince años, se juntaron el Cabildo, la Justicia y Regimiento de la dicha ciudad en la Sala de Ayuntamiento, como lo hacen de costumbre para tratar y conferir las cosas tocantes al servicio de Dios Nuestro Señor y de Su Majestad, que Dios guarde, bien y útil de la República: conviene a saber los señores Maestre de Campo D. Sebastián Palomino Pendón, Regidor perpetuo desta dicha ciudad, General D. Joseph Sarmiento de Sotomayor y de los Ríos, Conde de Portillo, Señor de la Villas de San Salvador de Sabusedo y la Samoyana, ambos Alcaldes Ordinarios de esta ciudad, por su Magestad, D. Pedro Lazcano Centeno de Váldez, Alférez Real y Juez de aguas, D. Joseph Merino y Jarava, Alguacil Mayor D. Martín Joseph Mundarra, Marqués de Santa María, D. Carlos González Terrones, Capitán D. Diego de la Presa Carrillo y el Dr. D. Joseph Velaochaga, Regidores perpetuos de esta ciudad por Su Magestad y lo que ante mí el presente escribano se notó y confirió fue lo siguiente…:
En este Cabildo se notó y confirió haber mostrado la experiencia los muchos milagros que ha ejecutado Nuestro Señor Jesucristo, el cual intitulan y llaman el Santo Cristo de los Milagros y habiendo tantos años que padece esta ciudad tantas calamidades, así en la esterilidad de los campos, epidemias y otras fatalidades, para que su Divina Magestad mejore los tiempos y la libre de todo mal y contagio, se obliga este Cabildo a dotarle una misa cantada con toda solemnidad y pompa, el día 14 de septiembre, en que se celebra la Exaltación de la Santa Cruz, a que asistiría el Cabildo para siempre. Y respecto de que la Madre Josefa de la Providencia ha pedido se le aplique el pedregal que está al pié del cerro San Cristóbal para fabricar y formar alguna huerta con las limosnas costear dicha misa, se resolvió por todos los señores capitulares se aplique dicho pedregal haciendo vista de ojos del y los señores comisarios de los solares con el Maestro Mayor de la Fábrica, para que lo mida y tasen y de todo se hará consulta y representación a Su Excelencia suplicándole se sirva de confirmar este cabildo y ordenación. Y en veintisiete de dicho mes de septiembre el dicho Cabildo, Justicia y Regimiento de dicha ciudad por ante mí el escribano pasaron a hacer e hicieron el voto promesa y juramento siguiente:
" Nos, la Justicia y Regimiento de la Muy Noble y Leal Ciudad de los Reyes del Perú, considerando las calamidades que padecemos y temiendo por nuestras culpas mayores castigos, implorando la Divina Misericordia que experimentamos en la Sagrada Imagen del Santo Cristo de los Milagros que se venera en el Santuario, sito en los confines desata ciudad, hacemos promesa, juramento y voto sobre los Santos Evangelios de cuidar y atender a su mayor culto y veneración, celebrando todos los años su fiesta, el día de la Exaltación de la Cruz, pidiendo humildemente a su Divina Majestad que sea guarda y custodia desta ciudad, para que la defienda de los enemigos visibles e invisibles y de todos cualesquiera males y trabajos que la puedan afligir y lo firmamos en dicha ciudad, en veintisiete de septiembre de mil setecientos y quince.
D. Sebastián Palomino Pendón, El Conde del Portillo, D. Pedro Lazcano Centeno, D. Joseph Merino y Jarava, Marqués de Santa María, D. Carlos González Terrones, Capitán D. Diego Carrillo de la Presa, D. Joseph Velaochaga. Ante mí, D. Diego de Salazar, Escribano de Su Magestad, Teniente del de Cavildo y Público".
[1] R. Vargas Ugarte Historia del Santo Cristo de los Milagros, 4ª ed., Lima, 1984 pp.77-80. El capítulo X se titula "El Patrono de la Ciudad".
[2] Biblioteca y Archivo Histórico de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Libro de Cabildos nº 34, folio 158, vuelta. Certificación y testimonio del Escribano Real Don Diego de Salazar. opia certificada en el Archivo del Monasterio. Escribano del Cabildo, D. Diego Delgado de Salazar; dan fe de que va escrita de su mano los escribanos de S.M. Felipe Gómez de Arévalo, Martín de Porras y V. Espinoza, Lima 29 de octubre, 1718