BUENO DE LA FUENTE, Eloy
Eclesiología del Papa Francisco. Una iglesia bautismal y sinodal (Fonte Monte carmelo, Burgos, 2018, pp. 304)
Después de haberme leído casi todo lo publicado por y sobre el Papa Francisco les confieso que éste es el mejor porque retrata al Papa, al jesuita, al argentino, al hombre Jorge, pero, sobre todo, al testigo de fe, apasionado por Cristo misericordioso, entusiasmado de pastorear una iglesia que es comunión y misión, familia unida y fecunda, agradecida y responsable de comunicar la alegría del amor a nuestro mundo tan necesitado.
En la línea de obras teológicas como la publicada en el Perú por el Dr. Gustavo Sánchez Rojas "Alegría, misericordia, encuentro. El magisterio pastoral de Francisco" (Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, 2018) y M. Borghesi "Jorge Mario Bergoglio. Una biografía intelletuale" (Jaca Book, Milán, 2017), esta publicación presenta una robusta y escurialense estructura con cinco apartados: 1. Escenario (eclesiología que brota de la misión). 2. ¿Quiénes somos la Iglesia? (Trinidad como amor en comunión y misión, todos los bautizados, iglesia pobre con los pobres). 3. Las iglesias locales en la comunión de iglesias (pueblo con muchos rostros, estados de vida, la dialéctica de la catolicidad y el poliedro). 4. Una iglesia sinodal al servicio de la unidad. 5. Caminando entre los otros y con los otros: diálogo y misión; la Virgen María en el caminar de la Iglesia: discípula y madre).
Más allá de los gestos y las anécdotas, el autor, eminente teólogo y creyente convicto, nos brinda las claves de un pontificado revolucionario, anclado en una eclesiología postconciliar, de fe viva y con discernimiento, abierta a una mirada profética para abrazar a un mundo globalizado que pide a gritos el agua viva del Cristo resucitado.
El autor enfatiza la importancia de los cuatro principios del Papa Francisco: "El tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la idea, el todo es superior a la parte". Como muestra de la hondura teológica y la coherencia de su escrito, les brindo este elocuente texto:
"Estos principios tienen un gran relieve, alcanzan un rango ontológico y antropológico, pues recogen el carácter dramático de la historia y de la experiencia humana. Se remontan muy atrás en la biografía y la actividad eclesial de Bergoglio. En la base se encuentra una lúcida y consciente constatación de las tensiones bipolares que existen en todo ser vivo y en las escisiones de la vida social y de la misma Iglesia. Ello requiere un pensamiento (y una acción) dialéctica; ha de tener en cuenta los polos en tensión (es decir, el conflicto) evitando que deriven en contradicciones insolubles mediante la salvaguarda del valor positivo de cada uno de ellos; la solución no se encuentra en una síntesis artificial (al estilo de Hegel) sino en su apertura a un nivel superior en el que puedan reconciliarse. Ese punto de referencia no puede ser otro que el "más" de un Dios libre, que por eso puede actuar como el Dios de las sorpresas y de la novedad" p. 28.
Después de leérmelo de un tirón, su densidad teológica me invita a leerlo de modo reposado como alimento intelectual, espiritual, apostólico. Indispensable para calibrar la importancia y trascendencia del don que supone el Papa Francisco para la Iglesia y para el mundo.