UN PERÚ RENOVADO PARA EL 2020
José Antonio Benito
Increíblemente han pasado 20 años y el documento de los obispos del Perú tiene ahora mucha más actualidad y urgencia que en aquel momento. Podría servir de base para una reflexión mayor en vísperas del Bicentenario. Por lo tanto, lo comparto tal cual lo escribí en aquella ocasión. Me limité a resumirlo como decálogo y comentarlo brevemente. Siempre nos motivará la acertada y brillante inauguración de los Juegos Panamericanos 2019 que coloco como ilustración.
Me encontraba conversando con Augusto Dammert, presidente del Consejo de Cultura Católica en Perú, cuando el célebre historiador Pablo Macera le telefoneó interesándose por un documento que dará mucho que hablar: Un nuevo Perú: Don de Dios y tarea de todos, exhortación de los Obispos peruanos del Consejo permanente. Al módico precio de un sol, y en 20 apretadas páginas, 12 capítulos, 42 parágrafos y 38 interesantísimas notas, se ofrece una reflexión lúcida y valiente sobre el Perú de 1997, así como una invitación apremiante a la acción.
1. En vísperas del Gran Jubileo del 2.000
Es un llamado a vivir a la altura del momento histórico en que nos encontramos. Invita a la conversión personal, no sólo como arrepentimiento del pecado sino sobre todo de "nuestras omisiones en todos los aspectos de nuestra vida, desde el más íntimo y personal hasta aquellos referidos a los retos sociales que encara nuestra patria" (n.3)
2. Todos responsables
Hay que conseguir "la superación de los serios problemas que hoy afrontamos" (n.4): la defensa de la vida, la paz, el desempleo, la solidaridad, el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la distribución justa de la riqueza... Un medio válido para construir "el Perú fraterno, solidario y reconciliado" es el estudio y la aplicación de la Doctrina Social de la Iglesia. (n.38)
3. El sufrimiento de nuestro Pueblo
Casi la mitad de la población (el 49,5%) vive con menos de un dólar al día. Según el informe del Banco Mundial -septiembre de 1997- Perú es el 10° país más pobre del mundo, y el más pobre de Sudamérica. La raíz de "tanta miseria física y moral es la quiebra de los valores éticos y espirituales" así como "la desorientación respecto del sentido de la vida" (n.6)
4. Pacificación urgente
Aunque se valoran algunos logros, es preocupante la persistencia de la ideología terrorista, acompañada de las injusticias en los juicios contra los acusados de terrorismo. Se exige la revisión de las causas de inocentes condenados como terroristas (n.12)
5. La ley de la selva o donde el pez gordo se come al flaco
Los obispos lo dicen de manera más suave pero no con menos convicción: "Una sociedad basada en criterios darwinianos, que sustenta explícita o implícitamente la supervivencia del más fuerte o del más inescrupuloso, no es una sociedad aceptablemente humana". Y como raíz de la falta de paz denuncian "el desprecio del hombre". (nn.14-16).
6. Sube la macroeconomía, se agujerean nuestros bolsillos.
La portada de "Caretas" le da la razón. Esa tan simpática en la que aparece un ciudadano con los bolsillos vacíos al tiempo que dice: No entiendo, la economía nacional sigue subiendo y yo cada vez estoy peor. El documento anota: "En materia de economía notamos que el crecimiento global del producto interno es sensible, pero no se ve que esto llegue a beneficiar a quienes más lo necesitan" (n.17). Denuncian el problema del paro laboral, la quiebra de empresas nacionales "enfrentadas en desventaja a una competencia ante el gran capital extranjero" (n.19). Hay una crítica al neoliberalismo que no reconoce que la "economía debe estar al servicio de las personas y que no se puede aceptar al sacrificio de tantos peruanos en función de objetivos globales y por la sola operación de los mecanismos impersonales del mercado" (n.21).
7. El mayor atentado contra la mayor riqueza de Perú.
El capítulo 8° "problemática demográfica" pone el dedo en la llaga al denunciar "las campañas públicas y privadas de control natal compulsivo, de nefastas repercusiones económicas, culturales, sociales y morales" (n.22). Sin pelos en la lengua se quejan de que las autoridades competentes parecen haber ignorado sistemáticamente sus denuncias. Particular énfasis reviste el número 25: "La esterilización intensiva de mujeres pobres y campesinos, no sólo lesiona su libertad y dignidad, sino que al suprimir los nacimientos en las zonas rurales hace que la población de las mismas, ya mermada por las migraciones (especialemnte de los jóvenes), disminuya radicalmente, lo que llevará pronto al vaciamiento del campo". (n.25) Tal despoblamiento rural, al contribuir a la reducción de la producción agrícola regional, agudiza el incremento de la pobreza en nuestra nación ya que los alimentos hay que importarlos.
8. La quiebra de la institucionalidad democrática.
"Con especial preocupación vemos que la administración de la justicia se viene convirtiendo en una pugna por el poder, cuando debe ser garantía de una vida ciudadana para todos" (n.31).
9. Falta de sentido cívico
"Es urgente trabajar por la superación de esta falta de civismo y de la pasividad, que se convierte en una tolerancia cómplice en la manipulación de las instituciones" (n.34). En el fondo de todos está una crisis de valores que hace que la población, especialmente la juvenil, viva sólo para "el tener, el poder y el placer avivados por el individualismo y el consumismo", confundiendo la auténtica felicidad que nace siempre de la suprema dignidad de la persona y tiene a Dios como centro.
10. Con la ayuda de Dios
Como dice el Evangelio "para Dios nada hay imposible". Los pastores del Perú descubren "luces" en el presente pero nos lanzan a asumir "el reto de vivir una vida cristiana más auténtica, coherente e integral". Para ello hacen un llamado a la conversión a Dios y una transformación en frutos "de comunión y solidaridad".
Ojalá este breve pero sustancioso documento no sea papel de archivo sino programa de estudio y, sobre todo, de acción entusiasta e integradora para el nuevo Perú que todos deseamos.