CRIMEN PATRIMONIAL EN PUNCHAUCA
Una llamada telefónica de Carlos Santana y su artículo de www.carabayllo.net me comunican que parceleros de la comunidad de Punchauca iniciarían el día de mañana la demolición de una parte de la histórica Casona de Punchauca declarada patrimonio cultural de la nación y uno de los sitios históricos mas importantes de Lima Norte. En el colmo de los atropellos también estarían colocando la primera piedra para la construcción de una losa deportiva con apoyo de la municipalidad de Carabayllo, en la explanada ubicada frente al indicado monumento, parte de la cual viene siendo utilizada desde hace un tiempo atrás como playa de estacionamiento de una línea de vehículos de transporte público, estos vehículos han convertido el lugar en un muladar por los restos de basura que constantemente arrojan luego de limpiar el interior de sus unidades. Como certeramente denuncia el profesor Raúl Ramírez, la hacienda de Punchauca era todo un basural hasta que él y sus alumnos decidieron limpiarla; algunos de los valiosos objetos encontrados se pueden ver en el museo regional Juan José Vega de Carabayllo formado por el profesor y su esposa Martha Aguilar; encontramos: monedas, clavos hechos a mano, una balanza romana, una herradura, una talla de madera de Santiago Apóstol, un mortero y otras piezas de artículos domésticos; también fragmentos de cerámica, cristalería, vajillas de la época colonial y republicana.
He acudido a la Hacienda en varias ocasiones con mis alumnos. Recuerdo cuando el domingo del 2004, el 11 de julio, nos alertaron los vecinos. "Hay fumones, no entren" - Con cierta precaución, bajé del ómnibus y me acerqué. Ningún morador, muchas huellas: papeles, excrementos, olores, suciedad... A pesar de su belleza etimológica, Punchauca significa en quechua: "Punchau": día con sol y lugar de adoración, hoy todo huele a podrido en este abandonado solar, otrora corazón patrio, y que en 1980 fue declarada Patrimonio Monumental de la Nación
La casa hacienda de Punchauca ocupa alrededor de 1, 4000 m2, y está rodeada de extensas tierras de cultivo en las que sembraban trigo, caña y algodón. De acuerdo con estudios la casa poseía un huerto ubicado en la parte posterior, una botica, la casa del doctor, de las enfermeras y la servidumbre. También tiene un sótano instalado en las escaleras de las puertas de ingreso principal y era utilizado como calabozo. A pesar de lo deteriorado de sus instalaciones se deja percibir que en esta construcción predominan tres colores, el primer ambiente era de color mostaza, el segundo ambiente añil y por último blanco.
El Maestro Porras Barrenechea, citando el diccionario Stiglich, denunciaba ya en ese entonces (1950) su abandono: "En 1932 realicé con mis alumnos de Historia del Perú del colegio Raimondi una visita a este lugar histórico abandonado. La casa Punchauca está hoy deshabitada, pero a la distancia de los que llegan a ella ofrece una noble prestancia antigua. Restaurada en parte, ha conservado su antañona disposición, sus viejos balaustres torneados y sus puertas amplias y talladas de clásica hidalguía hispana. Todavía la prestigia la escalera doble y acogedora adelantándose como en la mayor parte de las haciendas peruanas sobre el antemural del patio, con un gesto abierto y señorial; las vastas salas penumbrosas por donde pasean sombras ilustres, la capilla recogida y severa con su altar desierto coronado por una imagen del apóstol Santiago - símbolo de la conquista- y un campanario melancólico que en las tardes dialoga con la paz de los campos. La sala principal donde se realizó la Conferencia está ahora ocupada por fardos de algodón y en la parte posterior de la casa hay una amplia galería que mira a un huerto abandonado en el que una para se retuerce con un gesto añoso sobre la impasibilidad del muro destartalado y polvoriento".
El P. San Cristóbal describió magistralmente su estilo arquitectónico cuando todavía seguía en pie, en la revista Studium de la UCSS (Lima 2001): "El núcleo central de la casa-hacienda Punchauca conserva, aunque con deteriores materiales de mucha consideración, las estructuras de dos grupos habitacionales entre los que se intercala un amplio patio central, y la diminuta capilla adosada a la residencia principal...En el estado actual de las ruinas no se puede discernir con seguridad si los dos núcleos habitacionales el frontero de las tres crujías en U y el del fondo con las tres crujías paralelas estuvieron incomunicados, o bien se abrían libremente hacia el patio interior. Se pueden observar los restos de lo que parece haber sido un muro muy delgado por el que se prolongaba el callejón de entrada hasta el extremo opuesto a la escalerilla de ingreso. En su conjunto, esta casa hacienda de Punchauca muestra un aspecto variado de noble sencillez, pero muy expresivo de la arquitectura virreinal propias de las casas señoriales del campo".
Punchauca es un modelo de arquitectura rural del s. XVIII, y fue construida sobre las bases de una huaca. Se levantó sobre este lugar sagrado para evitar que los indios siguieran rindiendo culto a sus dioses. Por orden del cabildo limeño, estas tierras del señorío de Collique, le fueron otorgadas en 1543 al primer burgomaestre limeño, Nicolás de Rivera "El Viejo". La casona fue bautizada como Santiago de Punchauca, por su devoción al santo apóstol; para su culto se construyó una capilla interior, con una imagen en su honor de madera policromada. También se hallaba en este altar la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, aunque algunos hablan de La Merced y de un lienzo con la figura de Cristo. Sea como fuere, lo cierto es que hasta hace diez años el altar y la imagen de Santiago todavía perduraban. Los pobladores del lugar dicen que la madera del altar fue arrancada y empleada como leña, en tanto que la imagen de Santiago montado en su caballo (de aproximadamente 50 kilos) fue encontrado semidestruido, y ahora es custodiado por uno de los vecinos.
A la muerte de Nicolás de Rivera, en 1593, su esposa Elvira Dávalos confirma la posesión de esta encomienda; sus descendientes la venden a Francisco Donoso. Después de pertenecer a varios dueños, la casa hacienda Santiago de Punchauca pasó a manos de don Antonio Jimeno, partidario del virrey Don José La Serna. En 1821 cuando el calmado ambiente limeño era movido por las ideologías separatistas, este local cumplió un gran papel, pues fue testigo de las conversaciones entre el virrey José La Serna y el general Don José de San Martín. Fue a las tres de la tarde del 2 de junio de 1821 cuando la Serna llegó a Punchauca donde lo esperaba el Libertador para exponer su propuesta monárquica. En este momento se decidió el destino del Perú. Tras días de espera finalmente el virrey la Serna después de haber estudiado el pensamiento y las pretensiones del libertador rechazó sus propuestas. Treinta días después, el 28 de julio, San Martín en Lima proclamó la independencia del Perú. José Agustín de la Puente Candamo lo ha descrito magistralmente en su artículo “El encuentro de Punchauca y la Independencia del Perú”, en la obra Pasado, presente y futuro de Lima Norte: construyendo una identidad Actas del I Congreso de Historia de Lima Norte «Memoria. Identidad. Proyección (UCSS, Lima, 2005). De igual modo, se puede contemplar en el magnífico óleo del Museo Nacional de Pueblo Libre.
Luego de este histórico suceso, la casa hacienda de Santiago de Punchauca cobró notoriedad durante la guerra con Chile, cuando el presidente Nicolás de Piérola, en su huida al centro del país comunica desde Punchauca al coronel Belisario Suárez, jefe militar de la Plaza se retire de Lima sin oponer resistencia para que la capital sea respetada por los chilenos.
Ya en el siglo XX, la hacienda tenía como propietario a la familia Nicolini y hacía los años 45 fue embargada para luego ser adquirida por la familia Dibós. Ellos fueron los últimos propietarios de este inmueble hasta que por la famosa Reforma Agraria del general Velasco Alvarado las tierras pasan a manos de los trabajadores que reciben sus títulos en 1974. De esta forma Punchauca se convierte en la Cooperativa Agrícola y de Servicio.
En varias ocasiones, especialmente por fiestas patrias, hemos denunciado el hecho de que este "santuario" de la peruanidad no se convierta en un estercolero. El INC, la municipalidad de Carabayllo, SEDAPAL, los vecinos, tienen la palabra.
José Antonio Benito
Director del CEPAC
Universidad Católica Sedes Sapientiae
jbenito@ucss.edu.pe