Desde las 9 de la mañana, del domingo 19 de abril, día en que la Iglesia Católica celebra la Festividad de la Divina Misericordia, la Basílica Catedral de Lima era un hormigueo de gente que se afanaba en dejarla de punto en blanco. Y así quedó para la solemne ceremonia de la Ordenación episcopal de Mons. Guillermo Abanto Guzmán y Mons. Raúl Chau Quispe nuevos Obispos Auxiliares de Lima. Con agilidad pero sin prisa, la liturgia brilló por su hondura espiritual. El júbilo estalló en aplausos y se prolongó en el fraternal y sustancioso ágape ofrecido en el renovado Palacio Arzobispal.
El Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne agradeció a los nuevos obispos la aceptación de la Cruz, que no es manifestación de un triunfo en la carrera ni un puesto especial en el protocolo, sino es cruz; “y, si se es fiel, pesa, duele y cuesta, pero no nos falta nunca el amor de Dios, el agradecimiento de la gente y los frutos abundantes que el Señor nos envía”. Destacó también la devoción mariana de los nuevos obispos como se manifestaba incluso en su escudo episcopal.
Invitó a Mons. Abanto y a Mons. Chau a promover el sacramento de la Reconciliación y a seguir en esa oración intensa por las nuevas vocaciones para que el Señor llame a los que quiera; y, de esta manera, tener sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos fieles que vivan su fe y la lleven a todos los rincones. Deben tener el compromiso de ser promotores de oración en la sociedad. En ese sentido, los exhortó a colaborar con él para “hacer de la Catedral de Lima una casa ejemplar de oración, como ya lo es. En donde la comunidad diocesana con el obispo pueda alabar y dar gracias a Dios por la obra de salvación e interceder por todos los hombres”.
El Cardenal Cipriani pidió también a los nuevos obispos que lo ayuden en esa Gran Misión de Lima en la que todos estamos comprometidos, siguiendo la convocatoria continental de Aparecida, realizada por el Santo Padre Benedicto XVI. Al concluir, el Pastor de Lima mencionó que veces podríamos pensar que los obispos van a tener como plan construir muchas iglesias, hacer labores y visitar muchos rincones. “Sí, eso y más. Pero todo ese gran programa apostólico se apoya fundamentalmente en la constante identificación con Cristo”.
El Arzobispo de Lima destacó que la ceremonia de Ordenaciones Episcopales se efectúe coincidiendo con el IV Aniversario de la elección del Santo Padre Benedicto XVI como Romano Pontífice y pidió oraciones al pueblo fiel por el actual Papa.
Participaron como co-consagrantes el obispo de Lurín, Mons. Carlos García Camader y el obispo auxiliar de Lima, Mons. Adriano Tomasi. También estuvo presente el Nuncio Apostólico en el Perú, Mons. Bruno Musarò así como todo el colegio episcopal peruano. De igual modo, se dieron cita numerosos sacerdotes, así como amigos, laicos y miles de fieles provenientes de las diversas parroquias de la Arquidiócesis de Lima. Cabe destacar entre todos, la Rectora de la Universidad de Lima, alma mater de los dos nuevos obispos.
(Información tomada de www.arzobispadodelima.org)