| San Francisco Solano, ejemplo de penitencia y oración “La santidad es ese latir del alma en una sinfonía con Dios en un diálogo, una oración y un amor a la cruz”, reflexionó el Cardenal Juan Luis Cipriani en la Santa Misa que presidió en la Basílica Catedral de Lima el miércoles 14 de julio, Fiesta de San Francisco Solano, conmemorando 400 años de su tránsito a la casa del Padre. Durante su homilía, el Cardenal Cipriani recordó el ejemplo de santidad que nos dejó San Francisco Solano. También animó a todos los fieles y religiosos a pedirle al “Taumaturgo del nuevo mundo” que nos enseñe a recibir a Dios en nuestros corazones. En otro momento agradeció a todos los hermanos franciscanos por su gran labor de sembrar la fe y por llevar gozo y felicidad a todos los rincones del Perú. “Dios ha querido premiar a la orden franciscana con esta corona de la santidad y de amor a la Iglesia, con este sendero maravilloso de misionero”, mencionó. Finalmente pidió a San Francisco Solano acompañar de manera especial a todos los hermanos franciscanos en sus continuas misiones. “Renueva en tus hermanos el espíritu franciscano, anímalos a ser fieles, para que las vocaciones vengan selectas, fieles, abundantes, para que la formación sea serena y profunda y para que nuevamente la Iglesia reluzca con ese esplendor de Nuestro Padre”, concluyó. Concelebraron con el Cardenal Cipriani, Monseñor Miguel Irizar CP, Obispo del Callao; Monseñor Salvador Piñeiro, Obispo Castrense; los tres Obispos Auxiliares de Lima, Monseñor Adriano Tomasi OFM, Monseñor Raúl Chau y Monseñor Guillermo Abanto; Fray Emilio Carpio Ponce OFM, ministro de la Provincia Franciscana de los Doce Apóstoles del Perú; Fray Mauro Vallejos Lagos OFM, ministro de la Provincia Misionera San Francisco Solano; así como sacerdotes de la arquidiócesis. En la Santa Misa estuvieron presentes religiosos, religiosas, miembros de la Hermandad San Judas Tadeo y representaciones de colegios. Tras la huella del santo San Francisco Solano, nació en 1549, en Montilla (Andalucía - España). Vistió el hábito franciscano. El 25 de abril de 1570 hizo profesión religiosa para ser fraile de coro, y fue ordenado sacerdote en 1576. Posteriormente, el rey Felipe II pidió a los franciscanos que enviaran misioneros a Sudamérica. San Francisco fue elegido para la misión de extender la religión en estas tierras. Fray Francisco Solano recorrió el continente americano durante 20 años predicando. Ingresó a la casa del Padre el 14 de julio de 1610. A su entierro asistieron unas 5 mil personas. Tan sólo 15 días después de su muerte, se abrió su proceso de canonización. Las gestiones comenzaron en Lima, donde hubo 500 testigos, y después continuaron en otras ciudades del Perú, en el Tucumán y en España. San Francisco Solano fue canonizado el 27 de diciembre de 1726. | |
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