Como estaba anunciado se presentó mi libro sobre el P. Morris el jueves 23 de marzo en el Auditorio W. Morris de la UCSM de Arequipa. Se obsequió el libro a todos los asistentes y de igual manera se dio un generoso cóctail. Estuvieron presentes todas las autoridades, en la foto el Rector y los Vicerrectores así como el Jefe de Imagen y Protocolo.
Se presentó un entrañable video con imágenes sobresalientes de la vida del Fundador. Luego me tocó hablar del libro; les adjunto mis palabras. Culminó con las palabras del Sr. Rector Dr. Abel Tapia quien tuvo palabras de gratitud para cuantos elaboramos el libro, destacando el objetivo de rescatar la memoria como elemento de identidad, la obra espiritual del P. Morris como pauta, ejemplo, modo de servir educando a los jóvenes. Enfatizó la obra de 50 años, la vida desbordante como fruto de la siembra del Fundador, y la obra historiográfica pendiente. Dio cuenta de la política editorial de la institución democrática, plural, abierta a todas las ideas (para asumir o descartar) en este templo del saber, de la fe y del compromiso social.
Tras el brindis, me acerqué a la cripta dedicada al P. Morris y me encontré con algo realmente entrañable. Estaba una señora –Margarita Antonieta Castillo Abril, de la segunda promoción de educación- llorando de gratitud porque sentía que su Padre Morris, quien fue profesor, le había obrado un “milagro” ante un grave problema; como llevaba un libro se lo regalé y no pudo por menos de llorar de gratitud. La verdad es que yo me quedé impresionado y vi que el P. Morris vive de verdad en la UCSM.
P. William Morris, fundador de la Universidad Católica Santa María
“El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.” (Mateo 13: 31, 32)
Elegí esta parábola como estructura del libro porque me he ido convenciendo a la hora de investigar y redactar que W.Morris es un profeta, un sacerdote, brotado al calor de la Biblia. De hecho su tesis doctoral sobre san Pablo tiene un contenido plenamente bíblico.
. Si tomamos la imagen del árbol y sin forzar mucho, veremos que sus raíces son las de un yanqui irlandés, su tronco formativo el de un sacerdote marianista, sus ramas con frutos sazonados son las de un educador en diversos colegios (San Antonio del Callao, Santa María de Lima) y una universidad, Católica Santa María de Arequipa.
Toda historia tiene un protagonista, un comienzo, un relato, una vida, un acontecimiento, un sueño, una realidad. En nuestro caso está muy claro. El Padre Morris
A la hora de dar con su perfil, nos encontramos con un gigante con alma de niño, un soldado de María, duro como el sillar y tierno como el yaraví, fogoso como el volcán pero sereno como el Chili. Músculos de acero pero ojos de cordero. Pies en la tierra, corazón en el cielo. Luchador incansable sin querer perder nunca, pero dadivoso hasta perder el último centavo. Fundador de colegios y universidades y fundido por los suyos. Siempre listo para servir pero sin perder su personalidad. Con voto de obediencia pero libre, con la libertad de los hijos de Dios y siendo siempre Bill, él mismo. Miembro de una comunidad, la Sociedad de María, pero todo un perfecto solitario, no “llanero” sino de altura, como la de la Banca Ciudad.
Pienso que a pocos como a nuestro hombre le cuadra lo que la genial novelista mistiana, María Nieves y Bustamante, escribe en el prólogo-presentación de su obra Jorge o el Hijo del Pueblo –donde Arequipa se presenta como una ciudad con "denominación de origen", con identidad bien definida:
"Tal es Arequipa, la ciudad mística y guerrera, poética y religiosa [...] en todo ofrece los contrastes más sorprendentes; pero resueltos en una armonía superior y grandiosa. Es risueña su campiña; pero amenazante el cráter de su volcán; es benigno su clima, pero son espantosos sus terremotos; y mientras el cielo le sonríe dulcemente, braman en las entrañas de su suelo mil ríos de líquida lava en la lid; y la que corre al pie de los altares humillada y penitente cuando siente sobre sí el brazo de la Justicia Divina.
Ella tiene la fiereza del león y la dulzura de la paloma. Aquí se siente el bélico sonido del clarín, la descarga atronadora del cañón, la violenta sacudida del terremoto; y aquí turba el silencio apacible de la noche de la dulcísima melodía de la flauta, la tristísima cuerda de la guitarra y el doloroso o apasionado canto de todo el que sufre o ama. Esta es la patria de Bolognesi, el héroe mártir de Arica; y aquí se meció la cuna de Melgar, el poeta de la pasión y del dolor. Todo es extraordinario, elevado y misterioso; pero todo tiene un encanto: la Poesía; todo lleva un sello: ¡la Grandeza!"
Respetado y querido, tiene su sitio en la historia mistiana aunque la burocracia no termine de ubicárselo. Miles de jóvenes, alumnos de la UCSM, y miles de sus familias le deben mucho de sus vidas. Arequipa no sería la misma si el P. Morris no hubiera existido.
Claro está que no es tan fácil ofrecer un retrato completo. Que se lo pregunten al escultor que le ha inmortalizado en bronce pero que según los más cercanos al Padre Morris deja un tanto que desear. Lo mismo siento en la obra que ahora les ofrezco. He procurado beber de todas las fuentes, inquirir todos los testigos, pero queda mucho por hacer.
. Preparé un cuestionario…Se ha enviado… Faltan todavía resultados. Vean la lista…A mí me ha servido para hacer buenos amigos.
Agradezco a Víctor M. Olguín, su dilecto alumno, que roturó el camino con una primera biografía; felicito a Ramiro Valdivia que le ha dedicado decenas de artículos; estoy en deuda con las decenas de personas que me han brindado su apoyo con su testimonio oral o escrito. Siento que hay que esperar que las fuentes como las aguas se asienten; para muchos el Padre Morris fue un santo a causa de los disgustos de sus hijos; todavía circulan versiones encontradas de los sucesos del 73. Algún catedrático –buen amigo pero un tanto socarrón- me dijo: ¿Quieres canonizar a Morris? Otro buen amigo, clérigo para más señas, no da su brazo a torcer y no acepta que se le señale como el Fundador pues lo sería el clero arequipeño. De los sucesos del 73, alguno vio hasta un ataúd con el nombre del P. Morris, otros consideran el movimiento como la respuesta correctiva al deseo del fundador de una Universidad con valores, inclusiva, frente a la elitista y pragmática que comenzaba a pergeñarse.
Lo único que pretendo es ayudar a conocer mejor al auténtico fundador de la UCSM, teniendo muy presente el concepto de historia que acuñó el maestro de la peruanidad, arequipeño, Víctor Andrés Belaunde, en su discurso de ingreso a la Academia Nacional de la Historia: "La Historia es una liberación... Presenta a nuestra razón lo que amorfo e inexpresivo vivía en las secretas inclinaciones trasmitidas por las ligaduras que nos unían a las viejas tendencias y a los viejos hábitos... Surge, por fin, la Historia para afirmar en los pueblos su conciencia nacional; para darles la verdadera libertad en su desenvolvimiento, exonerándolos de la fuerza ciega del pasado, para darles las tradiciones de que deben nacer sus ideales y la orientación de su vida futura".
Yo también me he encontrado con miles de notas amorfas e inexpresivas a las que he intentado darle orden y vida. Animo a otros historiadores a que investiguen y publiquen sobre estos temas. He procurado allegar el mayor número de testimonios y documentos. Con gozo se los presento.
Una buena muestra la ofrece el discurso de ceremonia de culminación e inicio de su gestión rectoral. Sí, en los momentos decisivos, en las coyunturas trascendentales, sólo los testigos y maestros con una identidad bien definida e inquebrantable marcan el rumbo. Es lo que vemos en el cambio de posta, en el relevo de la autoridad suprema de la institución fundada por el P. Morris, tanto el rector saliente como entrante lo recordaron con estas palabras (21 de enero del 2010). El Dr. Julio Paredes proclamó:
Considero necesario también recordar y reconocer durante esta Ceremonia la señera figura del Reverendo Padre William Morris Christy, nuestro fundador. El Padre Morris nos legó tres lecciones fundamentales. Su cariño y entrega por la universidad. Su convicción de que hay que trabajar incansablemente, todos los días, a cada hora y a cada minuto, en lo que resulte indispensable para lograr el bienestar universitario. Su abnegado amor y afán de servicio por todos y cada uno de los alumnos, en lo poco o mucho que necesiten, a fin de que se sientan queridos, realizados y exitosos (21 de enero del 2010)
Por su parte el Dr. Abel Tapia enfatizó:
Nuestra gestión no podrá dejar de ser un servicio, ofrecido con esmero, con afecto, con incondicional actitud de entrega…Fue el servicio, desinteresado e incondicional, lo que precisamente inspiró a nuestro fundador, el recordado PWM. Lo que él hizo aquí, como genuino sacerdote marianista, fue para servir a los jóvenes de esta parte del Perú, no a través de una empresa o de una universidad elitista y excluyente, sino por medio de una Casa de Estudios en la cual la inclusión, el diálogo, la tolerancia, junto a la eficiencia y dedicación fueran las constantes de una formación católica y cristiana de primer nivel. Quiso así una universidad que acogiera a la mayor cantidad posible de alumnos, para ponerlos bajo la guía y protección de la Virgen María, de su sabio e imperecedero mensaje de fidelidad y pureza
Sé que faltan muchos más y siento como escribió R. Tagore que está por escribir la página más bella. Sin embargo, me doy por contento si al leer la presente alguno se anima a completarla con su pluma y, sobre todo, con su vida. Sugiero un BLOG: Amigos del P. Morris o una entrada que convide a dar testimonio…
Has escrito muchas páginas en tu libro,
Unas son tristes, otras alegres;
Unas son limpias y claras,
Otras son borrosas y oscuras.
Pero aún queda una página en blanco,
la que has de escribir en este día.
Te falta llenar la página de hoy.
Piensa y quiere que ésta sea la página
Mas bella, la más sincera, la más sentida.
Cada mañana al despertar,
recuerda que aún has de llenar
la mejor de tus páginas,
la que dirá lo mejor que tú puedas dejar en el libro
que estás escribiendo con tu propia vida.
Piensa que siempre te falta por escribir la página más bella.
Y no piensen que no tienen nada que decir. No dejen para mañana lo que puedan hacer hoy, ni dejen a los demás lo que ustedes pueden hacer. Después de culminar esta obra incompleta me queda la sensación que describió el maestro Fray Luis de León a las madres priora Ana de Jesús, y religiosas descalzas del monasterio de Madrid sobre Santa Teresa de Jesús: “Yo no conocí, ni vi a la santa madre Teresa de Jesús mientras estuvo en la tierra, mas ahora que vive en el cielo la conozco, y veo casi siempre en dos imágenes vivas, que nos dejó de sí, que son sus hijas, y sus libros, que a mi juicio son también testigos fieles, y mejores de toda excepción de la grande virtud; porque las figuras de su rostro, si las viera, mostráranme su cuerpo, y sus palabras, si las oyera, me declararan algo de la virtud de su alma; y lo primero era común, y lo segundo sujeto a engaño, de que carecen estas dos cosas, en que la veo ahora: que como el Sabio dice, el hombre en sus hijos se conoce. Porque los frutos que cada uno deja de sí cuando falta, ésos son el verdadero testigo de su vida, y por tal le tiene Cristo, cuando en el Evangelio, para diferenciar al malo del bueno, nos remite solamente a sus frutos. De sus frutos, dice los conoceréis.
Yo tampoco conocí al P. Morris; tan sólo de lejos…pero ahora que está en el cielo, lo conozco por dos imágenes sus hijos (Mons. Óscar Alzamora, P. Ross, sus discípulos en los colegios de Lima, la UCSM) y sus libros (su tesis, y hombre de acción: sus ejemplos, de sencillez, de servicialidad, de cristiano, mariano, hombre de Iglesia, católico).
Pienso que el mejor homenaje al protagonista de nuestro libro, el fundador de la UCSS, es seguir su ejemplo para que la parábola siga haciéndose realidad, de tal manera que su siembra se convierta en árbol, de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas” (Mateo 13: 31, 32), veremos así crecer su obra, la UCSM en número y calidad.