El P. Juan Álvarez Hidalgo, que lleva desde 1970 en el Perú, ha celebrado la Misa de Santa María a los militantes de Lima, en el Hogar. La intención especial era por Manolo a quien conoció hace 44 años, en Madrid. En su homilía nos dijo que la fiesta del Corazón de Jesús y de María le recordaba el ejemplo de Manolo en sus primeros meses de sacerdote cuando Abelardo le encargó de la formación del grupo JUN (Juventud Nueva), los primeros juveniles. Manolo participó en una marcha por el mes de abril en 1970 en Sierra Nevada; en aquella ocasión coronaron las cumbres del Veleta y Mulhacén, cubiertos de nieves. Destacó de Manolo su permanente sonrisa, su generosidad siempre a punto. Y nos animó a estar siempre preparados para ir al Cielo.
Agradecemos al P. Juan por estar tan disponible, para la confesión, para la dirección espiritual; por acogernos siempre en su Casa de Retiro en Ñaña o en Lurín.
Las fotos son de este sábado 16 de junio del 2012, en la Misa y en el desayuno. Entre chistes y bromas nos contó sus años en una de las residencias del Hogar del Empleado, su llegada a Perú en los días del terremoto de Yungay, su contribución al santuario de Huata, por Caraz, sus Misas en las cimas más elevadas del Perú, sus miles de volantes con cientos de charlas por las grandes unidades escolares de la “selva” de Lima, sus incontables horas de confesionario en Nazarenas… ¡Gracias, Padre Juan, por su vida convertida en un auténtico Magníficat en el Perú!
