Hace unos meses se desató una fiebre iconoclasta en Lima. Parecían brotar los locos que se armaban de martillo y en menos de un minuto destrozaban una imagen. Así sucedió con la de Fátima en el Parque Armendáriz de la parroquia de la Compañía de Jesús. Hoy he vuelto a pasar por allí y, felizmente, la he visto repuesta y bien repuesta. Tomé esta foto para demostrar que -como tantas veces- Chesterton tiene razón: "Después del eclipse el astro brilla más", después del atentado contra la imagen ahora luce más...". "Dios trastorna el mundo para que germinen santos". Lo dicho, ¡Milicia (del Señor y de Santa María) contra la malicia! A vencer el mal con el bien. Santa Catalina: ¡Jóvenes, si son lo que tienen que ser, prenderán fuego al mundo!". Y la palabra del Señor: ¡Fuego he venido a traer a la Tierra, y ¿qué quiero sino que arda?". "Amar a la Inmaculada -dice el P. Morales- es arder en amor de Dios!".
Cordiales saludos
JAB