EL CUADRO "LA CONFERENCIA DE PUNCHAUCA" DEL PINTOR LEPPIANI
LEPIANI, Juan B.: (1864-1932). Pintor. Cultivó su vocación artística siendo discípulo del pintor español Ramón Múñiz y de Francisco Masías. Viajó (1903) a Europa, Italia, a continuar con el perfeccionamiento de su arte, al regresar al país se dedicó a la pintura de carácter histórico, a tal punto que se afirma que "Leppiani es el cronista minucioso —aunque tardío— de la Guerra del Pacífico a través de sus cuadros". Así, son notables: "La respuesta de Bolognesi", "El último cartucho", "El tercer reducto de Miraflores", "Alfonso Ugarte"; destacan también sus obras: "Pizarro en la isla del Gallo", "La proclamación de la independencia", "La captura de Atahualpa", "El asesinato de Pizarro". Lepiani murió en Roma (1933), allí reposan sus restos.
En la Revista Mundial, nº 411, Lima 27 de abril de º928 hay un artículo titulado "Cinco telas de Leppiani" en el que se describe el célebre cuadro "La conferencia de Punchauca".
Allí se indica que eespués de haberlos esperado Juan Leppiani durante varias semanas por fin llegaron los últimos cuadros que en Italia pintara el veterano artista antes de una cruel enfermedad a los ojos. En la Escuela de Bellas Artes permanecieron dichos trabajos algunos días.
Formaban el lote: "La Conferencia de Punchauca" "Alfonso Ugarte", "La captura de Atahualpa", "El Cántaro Roto" y "Balaán". Cuando Leppiani llegó a Lima después de su ausencia de 28 años, el autor anónimo de la nota de "Mundial" expuso la dolorosa situación del pintor amenazado de perder para siempre la vista. El gobierno resolvió dispensar su protección al hombre anciano y enfermo que supo en muchas telas contribuir a la educación cívica de nuestros jóvenes presentándoles las escenas más gallardas de la historia nacional. Leppiani pues con el subsidio acordado tornó pronto a Europa a continuar el tratamiento que le devolviese la salud. Antes de embarcarse ofreció en venta al Estado los cuadros de índole histórica que figuraban entre los recién llegados…
Comenta el articulista: La Conferencia Punchauca aunque no está totalmente concluida atrae por su composición bien meditada. La prestancia de la figura de San Martín, la atenta actitud del Virrey y la forma en que se agrupan por separado los equitos de los grandes personajes centrales se hallan a tono con lo que podríamos llamar la idealización de la famosa entrevista. Desde el punto de mira técnico hay que destacar la factura del Virrey. La plasticidad el indumento, la fijeza y la intención del que escucha a un contrario de gran valía resaltan a primera vista. En San Martín a puesto el pintor el fuego de los visionarios sublimes que son al mismo tiempo incontenibles conductores de muchedumbres. Leppiani ha sentido en toda su intensidad el soplo dramático de esa página de nuestra emancipación y la ha desarrollado con brío y soltura. En un salón de Palacio de Gobierno tendría esta tela su sitio.
Ojalá que aparezcan nuevos datos sobre este gran pintor y cómo se documentó y pintó su inmortal obra sobre Punchauca.