DIOS TE ESPERA, PRETEXTOS FUERA
Siempre que se organiza una actividad espiritual fuerte como un Retiro o Ejercicios Espirituales el Demonio se molesta y multiplica mil y un pretextos, cientos de dificultades para que no se realice o salga perjudicada. Santa Teresa diría “espántame muy mucho las hartas dificultades que el Enemigo de la humana natura coloca para impedir la gloria del Señor y el bien de las almas”. La verdad es que cuando uno está bien convencido de la importancia y trascendencia de la actividad (encuentro con uno mismo, con los demás, con Dios) las excusas, los pretextos no han lugar alguno. Si somos conscientes de que es Dios quien nos espera, quien nos convoca…”todo lo demás vendrá por añadidura”. El mismo Nietsche decía que quien tiene claro el porqué se busca el cómo.
A lo largo de mi vida he sido testigo de cientos de pretextos, disculpas…Les comparto alguna de las perlas coleccionadas y les animo a que las identifiquen y comuniquen:
1. “No tengo tiempo”. El Señor te regala una vida para la eternidad y tú le regateas y porfías devolverle una miseria del tiempo recibido.
2. “No tengo plata”. En realidad tu plata es para la alimentación y el alojamiento…y sí que tienes tiempo para el concierto del cantante preferido, el partido de fútbol de tu equipo, la ropa, el viaje…
3. “No tengo ganas”. ¿Cristo murió en la cruz buscando contentos? ¿Tus padres van a trabajar muy de mañana porque les place? ¿Actúan así los campeones deportivos, los intelectuales, los profesionales destacados?
4. “Es mi cumpleaños y el de mi amigo”. ¡Qué buena ocasión para celebrarlo con Jesús que te redimió!
5. “Tengo que acompañar a un amigo”. ¿Y no le puedes decir que tu Amigo, el del Cielo, Dios y Hombre, te ha citado? Que después lo harás de mil amores.
6. “Me ha surgido un contratiempo”. ¿Y vas a esperar a que se presente la condición ideal y mientras tanto pones a la cola a tu Dios?
"No soy capaz". Dios no llama a los capaces, capacita a los llamados.
San Agustín escribió “temo a Dios que pasa una vez y no sé si volverá a pasar”.
Amigo, fuera pretextos, quita excusas…tu Dios te llamó primero. ¡Aprovecha la gran ocasión!