viernes, 31 de octubre de 2014

EL DEÁN VALDIVIA CLÉRIGO REVOLUCIONARIO, ILUSTRADO Y COMPROMETIDO

EL DEÁN VALDIVIA CLÉRIGO REVOLUCIONARIO,

ILUSTRADO Y COMPROMETIDO

José Antonio Benito Rodríguez.

Universidad Católica Sedes Sapientiae. Lima. CEPAC

 

1. HITOS CRONOLÓGICOS DE LA VIDA Y LA OBRA DEL DEÁN

2. LO QUE HAN DICHO DEL DEÁN

3. SU VOCACIÓN PEDAGÓGICA

4. ¿QUIÉN FUE SAN JUAN GUALBERTO?

5. EL VALLE DE TAMBO

6. FAMILIA

7. INFANCIA DOLOROSA

8. JUVENTUD EN CUZCO

9. FRAILE MERCEDARIO

10. EN TORNO AL CELIBATO

11. LA ACADEMIA LAURETANA DE CIENCIAS Y ARTES

12. CUATRO VECES DIRECTOR DEL COLEGIO DE LA INDEPENDENCIA

13. CATEDRÁTICO, SECRETARIO Y RECTOR EN LA UNIVERSIDAD

14. SUS AFICIONES MÉDICAS  

15. ABOGADO Y JURISTA

16. EN EL CONVICTORIO DE SAN CARLOS

17. LA SOCIEDAD DE BENEFICENCIA          

18. LA AREQUIPA DE SU TIEMPO

19. LAS "REVOLUCIONES" DE AREQUIPA   

20. LOS "NEGOCIOS" DEL DEÁN

21. ITINERARIO DE UN CLÉRIGO LIBERAL

22. VALDIVIA SE ENFRENTA A VIGIL

23. ¿POR QUE NO "LLEGÓ A OBISPO"?          

24. SUS "PULSOS" CON EL PRELADO GOYENECHE

25. LA RELIGIOSIDAD DE UN PROPAGANDISTA CATÓLICO

26. DEÁN DE LA CATEDRAL

27. INTELIGENTE Y ACTIVO AGRICULTOR

28. CASTILLA HABRÍA SIDO COMO NAPOLEÓN

29. SIN PODER PARAR LA GUERRA DEL PACÍFICO

30. EN APOYO DE CUBA

31. FELIZ CUMPLEAÑOS

32. ÚLTIMAS VOLUNTADES.

33. 1884. FIN DE UNA VIDA PLENA

34. SUS OBRAS

35. SUS DISCÍPULOS

36. DEFECTOS        

37. SU PROYECCIÓN EN LOS NUEVOS VALORES

38. BIBLIOGRAFÍA

Presento la trayectoria vital de un sacerdotes peruano que jugó un rol trascendental en la vida nacional y continental tras la Independencia. Formó parte del cabildo catedralicio arequipeño, ocupó cargos en la vida política y universitaria, le tocó regir el más alto centro de estudios universitario del Perú –el Convictorio de San Carlos- , el haber desempeñado parte de su misión en la ciudad-caudillo –Arequipa- como Deán del Cabildo. Luchó duros combates ideológicos en torno al liberalismo, y  representar tendencias extremadamente revolucionarias –Valdivia-. Con cualquier sacerdote converge, en definitiva, su decidido amor por el Perú en formación y su impertérrita fidelidad a la Iglesia Católica.

 

AREQUIPA 1847

Tenía Arequipa a mediados de siglo, 1847,por aquellas fechas, según la Intendencia de Policía 50.045 habitantes, de los que 15.176 vivían en la ciudad y 34.869 en el campo, 22.902 hombres, 27.143, mujeres. Había 9.098 casas; 2.218 sirvientes varones y 2.293 mujeres, incluyéndose todavía como esclavos 121 varones y otras tantas mujeres, quedando libres 58 varones y 55 mujeres; dentro del grupo de los eclesiásticos había 109 seculares y 142 regulares[1]. En un mes de 1847 nacen 148; mueren 56 (34v, 22 mujeres); se casan 13.

Contamos con una interesante descripción del viajero francés, M. Pablo Marcoy, que recorrió Perú de 1848-1860, y en concreto paseó por las calles de Arequipa, las mismas que Valdivia debía transitar por aquellas fechas:

"Más allá de Yanahuara [...] las casas se van juntando y siguen por ambas orillas del camino. Las tabernas abundan y sus banderines blancos y encarnados se agitan en el aire convidando a los aficionados. Manadas de lamas cargados de higos secos, de pimienta, sal o carbón, se cruzan con recuas de mulas y los indios de ambos sexos van y vienen charlando a porfía. A medida que se adelantase aumenta la multitud y el bullicio también; por último, el repiqueteo lejano de las campanas anuncia la proximidad de una gran población. De repente, a la revuelta de la Recoleta, un grupo de casas negras y miserables donde las chicherías humean de día y de noche como fábricas, y los terrenos cortados bruscamente, dejan ver en una perspectiva de luz y azul la ciudad de Arequipa [...] La calle del Puente, que se encuentra a la salida de éste, está consagrada al comercio de comestibles y bebidas: cada casa de esta calle es una tienda donde se exponen a la vista del público la aceituna negra, el requesón, la manteca en vejiga, el pescado salado, los chicharrones, las ensaladas picadas muy a menudo y los buñuelos envueltos en melaza, todo esto acompañado de pellejos y frascos de vino y de aguardiente[2]".

Pero por encima y por debajo de momentáneas coyunturas, Arequipa es una ciudad con "denominación de origen", con identidad bien definida, tal como aboceta magistralmente la novelista María Nieves y Bustamante en el prólogo-presentación de su obra Jorge o el Hijo del Pueblo:

Tal es Arequipa, la ciudad mística y guerrera, poética y religiosa [...] en todo ofrece los contrastes más sorprendentes; pero resueltos en una armonía superior y grandiosa. Es risueña su campiña; pero amenazante el cráter de su volcán; es benigno su clima, pero son espantosos sus terremotos; y mientras el cielo le sonríe dulcemente, braman en las entrañas de su suelo mil ríos de líquida lava en la lid; y la que corre al pie de los altares humillada y penitente cuando siente sobre sí el brazo de la Justicia Divina.

Ella tiene la fiereza del león y la dulzura de la paloma. Aquí se siente el bélico sonido del clarín, la descarga atronadora del cañón, la violenta sacudida del terremoto; y aquí turba el silencio apacible de la noche de la dulcísima melodía de la flauta, la tristísima cuerda de la guitarra y el doloroso o apasionado canto de todo el que sufre o ama. Esta es la patria de Bolognesi, el héroe mártir de Arica; y aquí se meció la cuna de Melgar, el poeta de la pasión y del dolor. Todo es extraordinario, elevado y misterioso; pero todo tiene un encanto: la Poesía; todo lleva un sello: ¡la Grandeza!"

 

            El célebre P. Elías Passarell en Las glorias de Arequipa de finales de siglo no puede menos de exclamar, subyugado por su belleza[3]: "He ahí la ciudad de la fe, de la industria y de la ciencia; la ciudad católica por antonomasia, la Roma americana; esa es la renombrada Arequipa!...inspírate en su historia, recuerda su tradición, vive de su espíritu, profesa sus mismas doctrinas y procura que tus proezas como las suyas se registren con orgullo en los anales del Perú"

           

            Respecto a la Blanca Ciudad, como es obvio, hay un natural  vínculo por parte del Deán Valdivia, quien se sintió arequipeño hasta la médula, tanto que llega a decir al ser elegido Rector de la Universidad:

"y cuando mi pasión por Arequipa, llevada hasta el delirio, me había hecho arrojar más de una vez en medio de los fuegos de las batallas. Se me ha censurado ese error, es verdad, pero ha sido por aquellos que no conocen ni pueden conocer hasta donde puede conducir ese sublime del amor patrio[4]".

 

HITOS DE VIDA Y OBRA

1796. 11 de julio, nace en el Valle de Tambo, Cocachacra

Padres: Jenuario Valdivia, Eulalia Cornejo García

Hermanos: De padre y madre: Isidora, Felipe, Rafaela, Juan de Dios y Pío.

12 de julio: Es bautizado

Su infancia la pasa en la Caleta de Cocotea y Las Palmas-

1801. Muere su madre. Su padre ("que me quería más que a mis demás hermanos") le trae a Arequipa. Unos meses los pasa en casa de doña Melchora Norato; otros cuantos meses en casa del fraile mercedario, Fr. José Valdivia, primo hermano de su padre. Encomendado al cuidado de su tía materna Gertrudis Cornejo en Arequipa.

Su padre contrae segundas nupcias con Antonia Valdivia (prima suya) con la que tuvo otros tres hijos: Felipe, Melchor y Luis.

1803. Otro corto tiempo en casa de don Pablo Vera, en compañía de su hermano Felipe. Desde allí van a la Escuela de Lorenzo Chillota. Inicia sus estudios en Arequipa. Su contextura débil y estado enfermizo retrasaron sus estudios.

Huida a Characato con su hermano Felipe. "Lloraba yo sin consuelo, y mi hermano, que era mayor en más de cuatro años, me consolaba. Al cabo de algún tiempo de total penuria, vinieron por nosotros y nos llevaron a casa del tío José".

Estudia gramática latina con Bartolomé Arana -yerno de Pablo Vera- a quien pasaba un peso mensual del dinero que recibía del padre. Residen de nuevo en casa de doña Melchora y su hijo Fernando Salas (8 años mayor que Juan Gualberto: "Yo me aficioné de verle estudiar").

A los 11 meses había repasado tres veces la gramática latina y a los 12 Juan Gualberto era pasante de la clase.

1808. A mediados de junio llegan a Cuzco por medio de un franciscano arequipeño que había sido regente de estudios. "Él me encargó de la regencia y de la cátedra de Derecho Canónico y me puso a estudiar filosofía bajo la dirección del Lector Guzmán. En la clase yo era el traductor pero no sabía escribir, y tenía que aprender la lectura con un compañero. Observando que mi Lector no sabía bien el latín, le dije al Padre Regente, que se llamaba Fr. Ramón Málaga, que me pusiese al Colegio San Buenaventura, que mi Lector no sabía latín. Me riñó y mandó que no lo volviese a decir y me llevó a San Buenaventura, a cargo del Lector de filosofía Eyzaguirre (Fr.Mariano). Ya llevaban adelante más de un tratado, les alcancé y concluí el curso con algún provecho, pero filosofía sin matemáticas".

Accidente mientras asistía a una corrida de toros que le postró en cama por un mes.

1814. Regreso a Arequipa. Ingreso en el Colegio S. Francisco para estudiar Teología durante dos años.

"Después, por el crédito del Colegio de la Merced, pasé a la Merced". Pasa al Convento de la Merced para estudiar con el teólogo P. Pedro Montesinos

"Me llevaban cuatro tratados adelante y me encontré con teólogos que me humillaron, porque sabían bien filosofía, bien la teología, buenos latinos y conocí que yo me había atrasado mucho en san Francisco. Sufrí la humillación de que uno de los teólogos me pasara la traducción y me dictara los largos tratados que me llevaba de ventaja. Lloraba de cólera y me parecía que era imposible alcanzarlos. Mi memoria era buena, pero la hallé tan mezquina, puesta al lado de la de los condiscípulos, que era una vergüenza. Vacilé algunos días, hasta que me resolví a toda prueba".

Gran interés por los estudios de Medicina. Tenía contratado el estudio de Anatomía con fray Pedro Araujo, lego de san Juan de Dios, quien le da clases gratuitamente.

1816. Responde a la vocación religiosa, acatando voluntad de su padre y quizá por el ejemplo de su tío Fray José Valdivia Salazar, Definidor y Vicario del Convento.

1817. 1 de junio: Profesa en La Merced. Es Lector y ordenanza, dando clases de Filosofía antes de ser sacerdote; enseña matemáticas al tiempo que las aprende. "Dicté química por primera vez en el Perú".

1818, 29 de diciembre: Renovación de votos

Es profesor en el Colegio de la Inmaculada Concepción.

Aprende y enseña Física, Taquigrafía y Mineralogía Química, por vez primera en el Perú.

Estudia Matemáticas por su cuenta, usando el texto de Escoiquiz, proporcionado por el P. Lafuente. Las amplió por la obra "Elementos de Aritmética" de García. Fruto de su estudio será la implantación del estudio de las matemáticas; descubre "Regla" para resolver todas las reglas de tres inversas.

1819, 12 de agosto, muere su padre.

1821. Subdiaconado

. Diciembre, socio fundador de la Academia Lauretana.

1823. Diaconado y Sacerdocio

Viaje al Valle de Tambo para restablecerse de su enfermedad

Párroco interino de Tambo

Los ejércitos realistas pasan por el Valle y Valdivia acude en secreto a Moquega. Contactos con el General Santa Cruz. Participa en política

Vuelve al convento de La Merced

1825. Profesor de filosofía y matemáticas en la Academia Lauretana por renuncia de Tadeo Chávez.

 25 de mayo: Se opone a Bolívar por sus pretensiones de seguir gobernando el Perú.

1826.

Director del Colegio de la Inmaculada Concepción

28 de septiembre se exclaustra

Cursos de Filosofía, Taquigrafía y Derecho en la Lauretana

1827. Impugna el Celibato Eclesiástico en una disertación; figura en el ïndice de Libros Prohibidos

. Se secularizó del todo y colgó los hábitos, que él llamaba su "mortaja".

2 de julio: Erección de la UNSA por decreto del Prefecto Antonio Gutiérrez de la Fuente

1828. Septiembre: Primer Presidente del Colegio Independencia. Enseña Primera Filosofía, Matemáticas Puras y Mixtas. Además dictó "un curso de teología, sin ser profesor sino de pasante. He enseñado Derecho natural, internacional, civil, canónico y práctica forense. Introduje en Arequipa y enseñé la frenología y magnetismo, e hice enseñar economía política".

. Secretario, miembro de la Junta Directiva de la naciente Universidad del Gran Padre San Agustín, "cuyo estatuto, reglamentos, etc. los hice yo exclusivamente".

. 12 de noviembre: le confieren el grado de doctor al igual que al resto de los catedráticos fundadores.

Se recibe de abogado por acuerdo de sus discípulos y el procurador de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, doctor Manuel de la Cuba quien como su apoderado, se presentó al Tribunal para pedir las previas para optar al título.

1829. 12 de marzo, Curso de Derecho Natural y de Gentes. Cátedra de Filosofía y Matemáticas.

1830, Marzo. Lee en la Academia Lauretana un discurso poético titulado "Mis Primeros Años".

- Cátedra de Religión

. 28 de agosto: Doctor en Teología

1831. Destituido del Colegio Independencia por razones políticas (Gamarra)

Estudio de Abogado defendiendo causas civiles y criminales

Reelabora el "Manual del Abogado Americano"

. Bosquejo histórico de la Química y observaciones en el terreno de este departamento acerca de algunas sales y substancias que pueden ser útiles a las artes. 1831

1832. Apoya la candidatura de Luna Pizarro para la Convención Nacional.

Disertación: "Observaciones sobre el gobierno Popular Representativo"

Discurso de inhumación de los restos de Melgar en la inauguración del Cementerio de la Apacheta

. 7 de diciembre, Cura de Sachaca

 No es absolutamente cierto que las leyes que prohibían o restringían estuviesen fundadas en errores, tampoco lo es que la ciencia de la Economía Política traía destruido ya esos errores como verdaderos o supuestos. 1832

1833. Párroco de Paucarpata

1834. Colabora en la revolución del General Nieto

Viaja a Lima para informar al Presidente Orbegoso de la situación del Sur. Éste le ofrece una canonjía en Lima y el Rectorado del San Carlos.

Poder para testar a favor de María Rosa Gallegos.

1835. Secretario privado de Orbegoso que lo envía a Bolivia para firmar un "Tratado de Auxilios"

En la batalla de Socabaya al lado del General Santa Cruz como secretario

1836. Aprueba el fusilamiento de Salaverry

1837. 20 de mayo, Prebendado Supernumerario

1840. Regresa a sus actividads públicas tras acogerse al beneficio de la Amnistía Política decretada por el Congreso de Huancayo.

1841. Apresado y enviao al cuartel de san Francisco. 15 días incomunicado; liberado bajo garantías.

1842. Deja la vida política

1843. Reabre el estudio de abogado. Compra un esclavo zambo a su hermano Felipe

1844. "Conversión". Cierra el estudio de abogado y se refuga en San Camilo donde predica conmovedores sermones. Escribe Manual Místico.

Defiende la curia eclesiástica

Octubre; rector del Colegio Independencia

Vende el esclavo a Gregorio Ortiz

Canónigo primero de Merced.

1845. Se retracta de la impugnación al celibato

Publica el "Manual Místico para confesores"

Es restituido a los cargos anteriores

Miembro activo de la Sociedad de Beneficencia

Presidente de la Lauretana.

30 de abril. Lee la disertación Miscelánea Química

3 de diciembre: pronuncia el Sermón en la procesión de penitencia organizada por el Cabildo en el aniversario del incendio de la catedral el 1 de diciembre de 1844.

1846: 22 de octubre: Arcediano

Clases de Economía

1847 Se publica "Fragmentos para la Historia de Arequipa"

1848 Redacta su primer Testamento. Han muerto sus padres y hermano Felipe. Como albacea deja a Justa Retamoso.

1850. Director de la Sociedad de Beneficencia

1851. Enviado a Lima por el Prefecto Deustua para entrevistarse con el Gral. Echenique.

Preso incomunicado en los Descalzos de Lima. A las 8 de la mañana se le libera por mediación de Luna Pizarro y viaja a Arequipa con salvoconducto.

. Subrogado en la dirección de la Independencia.

1853, 12 de diciembre, es nombrado Deán.

1854. Enero: Juez Hacedor de Diezmos y de Libranzas. Director por tercera vez del Colegio Independencia

1855. Diputado por Arequipa

1856. Propuesto como obispo de Cuzco, el Papa Pío IX le envía dos "breves" honoríficos. Nombrado miembro de la comisión del Código de Minería. Polémica con Vigil sobre la tolerancia de cultos

1858. Diputado por Arequipa. Viaja a Lima como Rector del Convictorio de san Carlos. Ejerció el cargo 8 años. La Universidad de San Marcos.

1866 Redacta autobiografía para Benjamín Vicuña Mackenna. Guerra contra España

1867 Regreso a Arequipa

1868: Nombrado por 4a. vez Rector del Colegio Independencia.

1869, 18 de abril Testamento

 23 de diciembre. Renuncia al rectorado del Colegio de la Independencia

1870. Elección de todas candidaturas

3 de julio: Elegido Rector de la Universidad por 97 votos sobre 114 doctores

1871, 4 de enero: Preside la celebración litúrgica en la inauguración del ferrocarril Mollendo-Arequipa. Apoya la candidatura de Ureta para postular a presidente del Gobierno. Enfrentamiento con J.M° Goyeneche, partidario de Prado.

1873 Colaboración con la "Sociedad Independiente de Cuba". Retiro a la vida privada.. Escribe la biografía del mariscal Ramón Castilla, junto a su retrato frenológico.

1877. De nuevo Arequipa lo elige como diputado. Efectúa 17 temas o disertaciones sobre las más graves enfermedades.

1878. Campaña de La Bolsa para promoverle como obispo auxiliar de Arequipa.

1881. 12 de julio recibe una espléndida ovación organizada por el "Club Literario" con motivo del 84 aniversario.

1883, 2 de julio, Homenaje de la Universidad. Misa en la Catedral presidida por Nicolás Porcel.

1884. En marzo, los miembros del Cabildo reconocen su total servicio y lo jubilan.

En abril deja la presidencia del Cabildo por falta de salud.

El 30 de noviembre celebra la última Misa y se despide de su "Catedral".

Muere el 12 de diciembre.

ARTÍCULOS DE PRENSA:

 El Republicano

1. 1845: RETRACTACIÓN DE 25 de marzo de 1845 y publicada el 2 de abril de 1845 en "El Republicano", Tomo XIX, n° 23, pp. 2-4

. En LA BOLSA:

* Revista Católica 14 de diciembre de 1878, N.66, Arequipa:21.

Defensa del poder temporal del Romano Pontífice pp.398-400

n.67 411-412; n.68  422-426.

Ojeada rápida a la suma teológica y a otras obras del angélico doctor Santo Tomás

Revista Católica Arequipa, 1879, n.433, pp.177-8; n. 434, pp.192-3; n.435, pp.203-4.

El Misti

. MANUSCRITOS

. "Materia Médica y Terapéutica extractada del Tratado Fisiológico Experimental de G.A. Giacomini, Profesor de Medicina y Clínica en la Universidad de Padua. Julio de 1873".  Dr. JGV, 1873. BNP.

 

ITINERARIO DE UN CLÉRIGO LIBERAL, J.G. VALDIVIA, DEÁN DE AREQUIPA

Juan Gualberto Valdivia, a pesar de participar en las "revoluciones" y detallar por escrito su proceso, fue un hombre de fe, miembro de la Iglesia; fraile de la Merced, teólogo, canónigo, Deán, prelado doméstico del Papa. Aunque es cierto que tomó partido y se radicalizó en su compromiso revolucionario como tantos clérigos de su tiempo (Luna Pizarro, Mariano José de Arce, F.P. González Vigil) aprovechó una actitud laxa para permitir la exclaustración. Y, aunque se dejó llevar por la moda y el orgullo personal al impugnar el celibato eclesiástico, desafiando hasta la misma jerarquía eclesiástica, sin embargo su arrepentimiento y vivencia espiritual posterior a partir de 1844 le ubican en el marco de la fidelidad a la Iglesia. .

            Acabadas las guerras emancipadoras la situación de la Iglesia americana era bien delicada. Por una parte, sedes vacantes; en 1826, de los 38 obispados, sólo 10 estaban ocupadas; los sacerdotes seculares disminuyeron de forma progresiva y la inobservancia de los conventos sufría una aguda crisis.  Como atinadamente destaca N. Nieves Pinillos "la Iglesia americana tiene que desarrollar dos campañas: una para que el Vaticano no la deje consumirse como tal, falta de pastores, y otra, para que los nuevos poderes civiles no la subsuman como en el régimen antiguo[5]".

De hecho, autores como J.D. Zamácola, en Arequipa, no veían salida para la crisis presentada. Le alarmaba el avance de la irreligiosidad en alas del enciclopedismo reinante y su avanzada edad le hizo bajar al sepulcro con la sospecha de que el último obispo de sus biografiados, José Sebastián Goyeneche, podría ser el último de la lista.

Más allá de sus posturas ideológicas, lo que define al Dr. Valdivia será su oficio como sacerdote, deán de la catedral de Arequipa. Nadie pondrá en duda su pertenencia fiel a la Iglesia. El oficio de Deán de la Catedral de Arequipa se ejerce de acuerdo con lo prescrito en la Regla consueta desde los tiempos del obispo Pedro Villagómez en 1636[6] y que está formada por 50 capítulos. Uno de los mejores tratadistas de la legislación peruana, F. García Calderón, presidente de la República, y predilecto discípulo del Deán Valdivia[7], declarará que el oficio del deán "es, pues, el más honrado y mayor que el de los otros de las iglesias, después del Obispo. Por esto debe ser el más honrado en el Coro y en el Cabildo, y se le debe obedecer en las cosas que estén arregladas a derecho y justicia[8]". A él le compete dar licencia a los que no puedan asistir. Con respecto al Cabildo tiene la facultad de convocarlo cuantas veces estime oportuno "aunque sea en días extraordinarios y fuera de las horas acostumbradas" para cualquier asunto.

J. Klaiber[9] subraya la doble presión a la que se vieron sometidos sacerdotes de tendencia liberal como F.J. Luna Pizarro, F. de P. González Vigil, Mariano José de Arce y el propio Valdivia. Por una parte, Roma condenaba el liberalismo, y por otra, la radicalización anticlerical de muchos otros liberales. Al mismo tiempo, la anarquía social de las primeras décadas posteriores a la emancipación propició en algunos clérigos liberales el deseo de un orden sociopolítico más conservador. Cada uno arrostró el dilema de forma distinta; Luna Pizarro, aupado al Congreso en compañía de Vigil por el propio Valdivia, acabó como arzobispo de Lima, debiendo condenar la heterodoxia de su antiguo compañero Vigil. Por su parte, Valdivia, sin abandonar su talante de compromiso político de vanguardia, -no olvidemos que en 1871 estaba apoyando la candidatura de M. Ureta-, evolucionó hacia la más dócil fidelidad a la Santa Sede.

Por estas fechas, Valdivia se desmarca completamente de Vigil ante su concepción de la libertad y tolerancia de cultos. Si en un primer momento han sido amigos, incluso Valdivia colaborará en las elecciones para la candidatura de Luna Pizarro y Vigil, la evolución de cada una de estas dos personalidades es tan dispar que se contraponen. Ante las invectivas lanzadas a la Iglesia por el clérigo apóstata, el Deán se erige en defensor de la institución de la que es miembro cualificado:

"Si usted tiene pretensiones de ser oído, ¿no las tendrás los obispos y el sacerdocio que a más del derecho como hombres tienen el que les da la misión de ministros? ¿Cómo predica usted, señor, si nadie le ha enviado? ¿Y cómo no predicarán los obispos que han sido enviados? Usted se sobrepone al Papa, a los obispos, al clero, a los monjes, a los pueblos, a los autores. ¿Quién lo ha enviado? ¿Dónde están los títulos de su infalibilidad? ¿Dónde los de su misión?"[10].

El Dr. Vigil, sin duda que recordando viejos tiempos en que fueron correligionarios políticos, al contestarle en su artículo "Defensa sobre tolerancia y libertad de cultos", le hace ver la importancia del ministerio de la pluma: "Y mucho más necesario o útil o siquiera será mi trabajo, en presencia de lastimosas deserciones de eclesiásticos por varios títulos distinguidos. Usted, por ejemplo, señor Valdivia, cuyas luces y antiguo patriotismo lo llamaban a ser defensor de la causa que ahora impugna[11]".

Los testamentos y codicilos son una fuente inmejorable para acercarnos a la mentalidad de las personas. Allí se expresa la médula del pensamiento y la vida en el momento supremo de la trayectoria histórica singular de cada ser. Estimulado por la responsabilidad evangélica de "ser juzgado en el amor al atardecer de la vida" (san Juan de la Cruz), Valdivia confesará públicamente -ante notario- el 20 de octubre de 1852 su fe:

Declaro que soy cristiano, católico, apostólico; que creo en el Misterio de la Santísima Trinidad y en todos los demás misterios y sacramentos que cree, confiesa, predica y enseña Nuestra Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica, Romana, en cuya verdadera fe y creencia he vivido y protesto vivir y morir como fiel y católico cristiano. Invoco por mi protectora y abogada a María Santísima Madre de Dios y Señora Nuestra para que interceda con su misericor­dioso hijo mi Señor Jesucristo perdone mis pecados y encamine mi alma por carrera de salvación...Mando que cuando fallezca sea mi cuerpo sepultado en el panteón de la Apacheta y que mis exequias se celebren en la Iglesia Catedral, como cofrade que soy de la Purísima Concepción de dicha Iglesia, sin que se moleste ni ocupe en cosa alguna al Cabildo Eclesiástico pues lo prohíbo terminantemente.

 

CONCLUSIÓN.

La literata arequipeña  María Nieves y Bustamante escribió un  bello testimonio sobre el Deán Valdivia que recoge plenamente en lo que hemos querido esbozar de su trayectoria:

El grande hombre que la Patria acaba de perder, ha sido la viva encarnación de la primera época de nuestra vida republicana. En su alma se habían reflejado el amor patrio de los héroes de la Independencia; la pasión por la república de los pueblos oprimidos; la sed de la ciencia de la juventud, que rotas sus cadenas, corría a beberla en todas las fuentes del saber humano; la fe inquebrantable del pueblo que meció su cuna; la piedad y austeras costumbres de sus mayores; la tendencia a los adelantos, descubrimientos y progreso de nuestro siglo; las agitaciones de nuestras luchas; los elementos de nuestra historia, las reminiscencias del paso y aún las desgracias del presente" [12]::

 

No hay dicotomías sino convergencias entre el amor a la patria y la fidelidad a la Iglesia. Era un patriotaspor ser sacerdotes y era sacerdote por patriota. El Deán se trascendió en el tiempo gracias a su rico magisterio, sus discípulos y las instituciones que alentó.  Entendió que toda transformción, todo cambio del Perú, pasaban por la educación. Como Bartolomé Herrera, declarase en su testamento de 1864, que había procurado "corresponder con todas mis fuerzas al beneficio de la educación",  por su parte, JG. Valdivia, al dejar su cargo de Rector de la Universidad de San Agustín, en 1874: "Todo nuestro anhelo debe ser hoy la educación de la juventud".

 



[1] El Republicano 22 de mayo de 1847, T.XXI, n° 36, p.4

[2] P. Marcoy Viaje al Perú pp.362-3

[3] Arequipa, 1895 pp.24-27.

[4] LA BOLSA 6 de julio de 1870.

[5] PINILLOS, M. Nieves El sacerdote en la novela hispanoamericana UNAM, México, 1987, .107

[6] A.MALAGA NUÑEZ ZEBALLOS: "Primer Libro de Actas Capitulares del Venerable Cabildo Eclesiástico de Arequipa". Revista del Archivo Arzobispal de Arequipa. n° 1, 1994, pp.123-143.

[7] En la dedicatoria de Las revoluciones de Arequipa (Arequipa, 1874) le dirá: "El cariño que te profeso desde tu niñez, y la gratitud y estimación que me has demostrado siempre por el cuidado  que he tenido de tu educación, te hacen acreedor a que yo te dedique este trabajo. Acéptalo como una pequeña ofrenda de mi puro afecto hacia ti y de la ternura de padre y amigo agradecido con que te recuerda siempre, tu VALDIVIA.

[8] Diccionario de la Legislación Peruana Imprenta del Estado, Lima, 1860. I, p.701.

[9] KLAIBER, J. La Iglesia en el Perú PUCP, Lima, 2a.ed. 1988. p.93.

[10] BASADRE, J.: "Polémica entre Vigil y Valdivia" Historia de la República del Perú: 1822-1933 T.V Editorial Universitaria, 6a. ed. Lima, 1969. pp.56-58

[11] Ibídem.

[12] Publicado en La Bolsa,  Arequipa,  el 15 de diciembre de 1884, a los cuatro días de su muerte, llevando como título: "Junto al sepulcro":

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