JESUITAS MÁRTIRES EN EL PERÚ
En el pozo sin fondo que es la monumental obra del P. Rubén Vargas Ugarte "pesco" los interesantes datos que les comparto acerca de siete mártires jesuitas en el Perú.
1. Rafael Ferrer. Fue ahogado en 1611 por los indios cofanes, en un río afluente del Marañón, cuando intentaba convertirlos allá tras nueve años de paciente labor misionera
2. Miguel Urrea, el 28 de agosto de 1597 , por los chunchos de Apolobamba, en el Noroeste de Bolivia, tras celosa misión.
3. Bernardo Reus y 18 de julio de 1629, también por los chunchos de Apolobamba, en el Noroeste de Bolivia, tras celosa misión.
En carta al P. Francisco Fuentes, Rector de Quito, narra el P. Alonso Fuertes de Herrera su martirio junto al agustino Fray Laureano Ybáñez: "habiendo ido con mucho gusto tres o cuatro días de camino la tierra adentro, encontraron con una tropa de indios chuncos en un valle muy ameno que llaman el valle de Apolo y allí tuvieron los indios con los benditos Padres razones muy pesadas y los trataron muy mal de palabra y es gente muy feroz e inhumana y sin dar oído a las razones de los Padres en que les decían que les irán a enseñar la fe de Jesucristo, para que se salvasen, los amenazaron de muerte y estándose confesando el P. Fr. Laureano con el P. Bernardo, le tiraron una flecha que le atravesaron y le dejaron muerto a los pies del P. Bernardo y luego flecharon al Padre y también le mataron y a otros cuatros indios yanaconas cristianos que llevaban consigo y sólo se escaparon dos indios y un religioso lego de San Agustín que dieron noticia de este caso. Por todo sea el Señor bendito".
Contaba el P. Reus 28 años y 12 de jesuita y había ansiado siempre consagrarse a la conversión de los infieles. Aprendió el aimara en Juli, fue destinado al Colegio de la Paz, 0uerta para las misiones d Apolobamba. Al ser nombrado compañero del P. Ruga para la entrada en esas misiones le escribió al P. Diego de Torres, provincial, el 12 de marzo de 1629: ¿De qué manera podré yo agradecer a VR Padre Provincial, esta tan grande caridad que se sirvió de hacerme? No tengo lengua para decirlo ni medio para mostrarlo; estoy rebosando gozo. El Señor le pague a VR tanto amor como me tiene y ha mostraron en esta ocasión. O procuraré que correspondan las obras a los deseos que tantas veces he significado a VR por todo lo puedo en Aquél que me conforta…Sive mori me Christe jubes sirve vivere malis, dulce mihi tecum viviré, dulce mori. A todo esto pronto y aparejado que a todo me obliga el blando que he tomado en mis acciones: Fiat voluntas tua. No quiero más en esta vida, Padre de mi alma. Pues carga tan suave se sirve de poner sobre mis hombres, alcánceme de Nuestro Señor que no me caiga con ella sino antes persevere hasta la muerte".
4.Cipriano Baraze fue uno de los fundadores de la Misión de Mojos y se dedicó por 28 años a la evangelización de los nativos. Había salido de Trinidad con ánimo de incursionar entre los Guarayos y los Baures. A medida que se internaba sentía que le miraban con recelo y los propios indios le aconsejaron el regreso. El Padre, sin embargo, animó a todos a seguir adelante. Al presentarse varios indios con armas, el mismo Padre procuró atraerlos con ternura. Le dejaron pasar pero le avisaron que le estaban acechando. Efectivamente, poco después una lluvia de flechas les acometió y la mula del Padre se atascó en una ciénaga, circunstancia que aprovecharon los indios para abalanzarse sobre el Padre, arrancarle el crucifijo y quitarle la vida propoinándole un golpe de macana un 16 de septiembre de 1702.
5. Baltasar de Epinosa, natural de Pisco, estudió n el Colegio de San, ingresó en la Compañía a los 19 años de edad, Martín c entraba en la misma misión en el año 1704. En siete meses aprendió su lengua, fundó la reducción de san Lorenzo en 1708 entre las tribus mobimas y el 6 de julio caía abatido por las flechas de los indios.
(R. Vargas Ugarte Los Jesuitas del Peru, Universidad Catçolica del Prçu, Lima, 1941, pp.103.105