El beato Marcos de Aviano es un personaje importante dentro de la historia de la Iglesia. Primero fue un gran santo. En sus predicaciones a lo largo de diversos países de Europa, reunía decenas de miles de oyentes y Dios hacía muchísimos milagros por su intercesión. Después de sus prédicas, les inculcaba a todos a pensar en sus pecados, hacer un acto de contrición y recibir con fe la bendición. Y Dios hacía en todas partes maravillas
Obra del P. Ángel Peña
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ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO PRIMERO: INFANCIA Y VIDA RELIGIOSA Sus primeros años. Hermanos menores capuchinos. Vida religiosa. Fray Francisco de Bagnone. Acto de contrición. Bendición a distancia. Misionero apostólico. CAPÍTULO SEGUNDO: APÓSTOL DE EUROPA Milagros por doquier. Apostolado en el Tirol. En Mónaco (Baviera). En otros lugares de Alemania. Bérgamo, Milán y Turín. En Francia. En Flandes. En Milán y Flandes. En Alemania de nuevo. En Suiza. Año 1682. Confesor del Emperador. CAPÍTULO TERCERO: SALVADOR DE EUROPA El asedio de Viena. La batalla de Viena. La victoria. Continúa la campaña. Campañas militares. Apostolado en Schio. Toma de Buda. Toma de Belgrado y paz. CAPÍTULO CUARTO: HACIA LA ETERNIDAD Apostolado en sus últimos años. Dones sobrenaturales. Su muerte. Milagros después de su muerte. CONCLUSIÓN BIBLIOGRAFÍA INTRODUCCIÓN El beato Marcos de Aviano es un personaje importante dentro de la historia de la Iglesia. Primero fue un gran santo. En sus predicaciones a lo largo de diversos países de Europa, reunía decenas de miles de oyentes y Dios hacía muchísimos milagros por su intercesión. Después de sus prédicas, les inculcaba a todos a pensar en sus pecados, hacer un acto de contrición y recibir con fe la bendición. Y Dios hacía en todas partes maravillas. Por otra parte, en esos tiempos en que los turcos otomanos invadían Europa, el emperador de Austria le pidió al Papa que se lo enviara para animar a las tropas y así se convirtió en capellán de los ejércitos del emperador. Con su presencia, oraciones y directrices, se consiguió la victoria contra los turcos en el sitio de Viena y en otras ciudades de Hungría, incluso en Belgrado. Fue consejero del emperador, amigo y confidente; un hombre polifacético, pero sobre todo un hombre santo, que recibía mensajes de Dios que, a veces, eran verdaderas profecías. Por otra parte, fue un pacificador extraordinario. No sólo puso unión entre los generales del ejército para emprender juntos las tareas de la guerra, sino que también consiguió la paz entre familias y entre ciudades. En Saló pudo hacer la paz entre las autoridades eclesiásticas y civiles. En Padua salvó a los judíos, que estaban amenazados de ser masacrados por ciertos rumores esparcidos entre la población de que los judíos habían asesinado a muchos cristianos en la conquista de Buda. Él desmintió los hechos y pacificó a todos. Su biógrafo y compañero en sus viajes apostólicos, el padre Cosme de Castelfranco, afirmó que era un verdadero santo por su vida penitente y austera. Cuando estaba en su convento, se pasaba las noches en oración y, a veces, se quedaba en éxtasis. El padre Cosme en su libro escribió: Yo he oído su confesión muchas veces y puedo testificar que él nunca perdió la gracia de Dios y que entró en la eternidad con su inocencia bautismal. Él decía que era el médico espiritual de Europa. Pero, sobre todo, ha pasado a la historia como el defensor de Europa contra los turcos, que querían dominarla y hacer desaparecer la fe cristiana. Por eso, podemos resumir su vida, diciendo que fue un gran misionero, taumaturgo, diplomático y hasta médico espiritual de Europa.
SIN OLVIDAR QUE EL CÉLEBRE CAFÉ CAPUCHINO SE DEBE A LA BEBIDA QUE ÉL INVENTÓ PARA CALMAR LA SED Y EL FRÍO DE LAS TROPAS CATÓLICAS.
Nota.- Positio se refiere a Beatificationis et canonizationis servi Dei Marci ab Aviano, Positio super virtutibus, Roma, 1966. Cosme de Castelfranco hace referencia al libro Vita di Marco d´Aviano, Castelfranco, 2005.
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