PATRIMONIO DE ARTE Y FE EN NAVARRA
Atractivo curso sobre el periodo renacentista durante el segundo semestre del 2017
El Instituto Superior de Ciencias Religiosas "San Francisco Javier" de la diócesis de Pamplona-Tudela tiene como objetivo el promover la formación teológico-pastoral de los seglares, de los miembros de Institutos Religiosos y de los responsables de la catequesis en las parroquias; preparar para el ejercicio de los diversos ministerios y servicios eclesiales y proporcionar la conveniente cualificación a los profesores de Religión de los centros educativos.
Imparte las titulaciones de Bachillerato y Licenciatura en Ciencias Religiosas. Además, imparten cursos de proyección cultural religiosa como: «Desafíos de la misión: Inmigrantes y refugiados», «Oración y vida cristiana» y «El Renacimiento en Navarra. Arte y Fe» en el que he tenido el gusto de participar.
Las 40 horas que figuran en el diploma quedan ampliamente superadas por las visitas, las horas complementarias de estudio que, sin ser necesarias, han sido seguidas por la treintena de participantes motivados por la calidad de los ponentes, la belleza de los contenidos y la excelente organización. Gracias, en particular, a su director que en todo momento ha facilitado el desarrollo del calendario y nos ha hecho llegar los materiales, tanto de los profesores como ilustraciones y videos de los alumnos. En verdad que he sentido un ambiente de hogar en un clima de alto estilo académico y compromiso eclesial.
Desde la Cátedra "Patrimonio y Arte" de la UNAV
Se ha desarrollado a lo largo del segundo semestre del 2017 y corresponde al tercer curso que el Instituto ha organizado sobre la historia del arte en Navarra, siempre coordinado por la profesora Doña Asunción Domeño, de la cátedra "patrimonio y arte" de la Universidad de Navarra, como sus colegas Pablo Guijarro y Alejandro Aranda. La Dra. Domeño nos habló de "la arquitectura religiosa en Navarra, el foco de Estella" y guió la visita a Tudela.
Como indica el díptico-presentación el Renacimiento coincide en lo político con uno de los periodos más interesantes de la historia de Navarra, marcada por la guerra civil entre los partidos agramonteses y beamonteses, la conquista e incorporación del Reino de Navarra a la Corona de Castilla, así como su posterior inclusión en las empresas de la Monarquía hispánica de los Austrias. Representa una época dorada del arte navarro como se comprueba en la exuberancia de obras de arquitectura, escultura y pintura. Fue en el siglo XVI cuando se levantaron los mejores monumentos que cuajaran en las más genuinas manifestaciones de este arte. Localidades de la Zona Media como Tafalla, Larraga, Lerín, Mendigorría y Miranda de Arga albergan en sus cascos históricos iglesias, casas blasonadas y palacios que reflejan la búsqueda de la belleza, el equilibrio y la simetría, como notas características de este estilo.
Cabe destacar en la gran profesionalidad de los ponentes, verdaderos expertos en su tema y que mostraron su competencia en la calidad de los contenidos y la didáctica de la exposición. Más aún, nos han proyectado una sensibilidad espiritual por este tesoro ejecutado y custodiado por la Iglesia. Destaco de modo particular la campaña permanente del profesor Echeverría por compartir sus inquietudes de que el rico patrimonio no se restrinja al evidente legado románico y gótico sino que abrace el motivo del presente curso –Renacimiento- pero también del Barroco y los estilos modernos y contemporáneos presentes en Navarra.
La primera sesión se dedicó a la introducción histórica a cargo del Dr. Luis Javier Fortún –jefe del Servicio de Archivo de Navarra y miembro de la Real Academia de la Historia, quien nos contextualizó con su clase "historia de la Iglesia en Navarra durante el siglo XVI".
El profesor Alejandro Aranda Ruiz desarrolló los conceptos generales del arte del Renacimiento, su llegada a España y a navarra, así como su periodización. En la segunda sesión expuso la escultura renacentista con los focos de Tudela, Sangüesa y Pamplona, dejando para la tercera el siguiente periodo con la escultura contrarreformista.
El profesor Pablo Guijarro explicó la arquitectura religiosa en Tudela y guió la visita a la Iglesia de Santiago o Santo Domingo. Un gran templo en su calidad y dimensiones que sorprende si apenas se conoce su fachada exterior. La nave del siglo XVI y su excelente retablo, obra de Pedro Picart y fray Juan Beauves fueron contempladas con gran interés. Y ya en el Museo de Navarra, tras observar la fachada, los alumnos visitaron la antigua capilla, y en el coro, la estupenda parte de la Sillería de la Catedral de Pamplona que alberga este Museo. La visita acabó siguiendo con interés las explicaciones sobre el conjunto de pinturas murales de Óriz.
Para el aspecto pictórico contamos con el magisterio del catedrático de la Universidad del País Vasco, Pedro Luis Echeverría Goñi, quien lo organizó en tres magistrales sesiones: Introducción, talleres y centros pictóricos, evolución de la pintura. El primer renacimiento (1530-1560), el segundo renacimiento aragonés, el Manierismo (1560-1610).
Por último, la clase correspondiente a la "liturgia tridentina, la Reforma, la iglesia ortodoxa" por el P. José Antonio Goñi Beásoain de Paulorena, delegado episcopal de Liturgia.
Visita a la Tudela del Renacimiento
El curso culminó con la entrega de los diplomas correspondientes y gratificante visita a Tudela, que contó con las atinadas y didácticas explicaciones de la Dra. Asunción Domeño, coordinadora del curso. Nos hizo ver la sorprendente profusión de conventos e iglesias, todos ellos construidos a base de ladrillo y yeso. Comenzamos con el antiguo Convento de Dominicos, hoy Colegio de San Francisco Javier, ligada al Deán Villalón, de estilo gótico-renacentista, construida entre 1525 y 1541.El templo presenta tres espaciosas naves cubiertas en cada uno de sus tramos por espectaculares bóvedas estrelladas góticas. Un magnifico Crucifijo del segundo tercio del siglo XVI sobrevivió a la exclaustración del Convento y hoy se venera al interior del templo. Estilísticamente esta obra de arte guarda relación con la obra del escultor aragonés Gabriel Yoly.
Museo Diocesano, piezas de arte sacro procedentes de Iglesias locales, así como arqueológicas, cuya procedencia es de yacimientos de la Ribera de Navarra. Destacan los óleos sobre lienzo de Vicente Berdusán, considerado el mejor pintor barroco del siglo XVII en Navarra, y que me ha sorprendido con la bellísima Santa Rosa; otras interesantes pinturas sobre tabla, como El Juicio Final, atribuido a El Bosco (siglo XVI), o la tabla gótica de San Lucas.
Ya en la Catedral, aunque el objetivo era el Renacimiento, uno no puede sustraerse a contemplar la magnífica portada del Juicio Final (https://lacatedraldetudela.com), así como otras joyas románicas y góticas. El Coro de la Catedral de Tudela fue realizado por encargo del Deán Villalón a partir de 1519. El artista ejecutor fue el francés Esteban de Obray, buen conocedor de los estilos g ó tico y renacentista. Destacan sobre todo la reja plateresca de madera tallada con los tableros extremos, por su decoración ó n a candelieri y remate calado. En la tracería gótica de los sitiales se entremezclan aves, animales fantásticos y bustos humanos de sabor plateresco, que marcan el inicio del Renacimiento en Navarra. La pintura mural del trascoro, realizada por el artista Juan de Lumbier a comienzos del siglo XVII, representa un Juicio Final. El carácter manierista de esta obra se hace evidente en las musculaturas exageradas de los personajes, los violentos escorzas y la forma de aplicar el color. El Retablo de San Martín, fue realizado a instancias del tudelano Martín de Mezquita y llevado a cabo por el pintor Pedro Pertús en la segunda mitad del siglo XVI. Destaca especialmente por el repertorio decorativo plateresco que cubre su estructura arquitectónica. En la hornacina central aparece la imagen de San Martín y el resto son pinturas sobre tabla con escenas de Cristo e historias relacionadas con la vida de San Martín.
El Palacio del Deán (el célebre Pedro de Villalón de Calcena, amigo del Papa Julio II, mecenas de Miguel Ángel), Este palacio, lugar de glorias pasadas que albergó a ilustres visitantes, tiene dos momentos constructivos, uno en el siglo XV y en estilo gótico-mudéjar y otro de estilo renacentista. La fachada principal del Palacio se realiza en el año 1515 y es plateresca como se aprecia en la decoración ornamental de sus vanos. Fue construida bajo los auspicios del Deán Villalón cuyas armas aparecen junto a la portada. La distribución en fachada de este palacio sigue el modelo arquitectónico del Valle del Ebro.
El Palacio del Marqués de San Adrián es un noble y monumental edificio renacentista construido en ladrillo en la primera mitad del siglo XVI. Es la obra cumbre de la arquitectura civil tudelana. En la austeridad de su fachada destaca su impresionante alero primorosamente tallado y atribuido a Esteban de Obray según la tradición. Al interior, en torno a un patio de dos alturas, se distribuyen las salas del palacio. Las bellas proporciones y formas de este conjunto nos recuerdan los palacios italianos a cuyo estilo pertenece. Hay que destacar especialmente la decoración a base de grisallas de mediados del siglo XVI que cubre la escalera, por su singular programa iconográfico, excepcional en España. Reúne diosas de la mitología clásica junto a heroínas de la antigüedad grecorromana exaltando sus virtudes. La distribución en fachada de este palacio sigue el modelo arquitectónico del Valle del Ebro.
La Casa del Almirante es la belleza hecha ladrillo, filigrana plateresca, madera amorosamente tallada. Esta fachada que ahora vemos es majestuosamente serena, proporcionada, armoniosa, refinado y bella, simplemente por el placer de ser bella. La casa de los Cabanillas-Berrozpe se construyó hacia 1540 siguiendo los modelos arquitectónicos del Valle del Ebro (planta baja, piso noble y ático con galería de arquillos), pero el artista que nos legó esta obra maestra estaba tocado por la divina inspiración cuando, como si de una pintura se tratara, proyectó y ejecutó la fachada. Su decoración plateresca, hoy por fortuna restaurada totalmente, el ritmo estético de sus huecos y macizos en las plantas altas, su profusión y belleza iconográfica en los bustos y figuras de la balconada principal, así como en la galería de arquillos y el sobresaliente alero que la culmina, son la perfecta representación de un legado de belleza, fuente permanente de inspiración y sabiduría
http://www.hotelestudela.com/ruta-por-el-renacimiento-en-la-ribera-navarra.php
Magnífico colofón del tercer curso dedicado al Renacimiento y que continúa los dedicados al románico y gótico. Lástima que me perderé el próximo dedicado al Barroco. Desde aquí les emplazo para que vengan al Perú a compartirnos tan grata experiencia. El CEPAC se ofrece desde ya para vivirla.