Esteban Puig Tarrats Ensayos discretos en tiempos diversos Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, Chiclayo, 2020, 245 pp
¡Qué gusto saborear la pulcra y sencilla prosa poética de nuestro maestro y amigo, Monseñor Esteban, ¡en esta gavilla de artículos redactados en los más de 60 años en el Perú y casi 90 de vida!
Gracias a este esfuerzo en recopilar lo más sazonado de su producción podemos consultar en un solo volumen los variados trabajos a lo largo de su trayectoria histórica.
Nacido en Banyotes-Girona (España) el 22 de mayo de 1932. Es ordenado sacerdote en 1955. El 22 de enero de 1960 llega al Perú para desempeñar su labor pastoral en la Prelatura de Yauyos-Huarochirí y pronto se impregna de la idiosincrasia del pueblo. En 1963 el Padre Esteban se trasladó a Cañete, provincia incorporada a la Prelatura. En 1974 el P. Esteban es convocado a la Arquidiócesis de Piura. Por su dinámica labor la Federación de Periodistas del Perú premia sus 25 años de labor periodística. El Concejo Provincial de Piura le concede el título de Hijo Adoptivo de Piura. Y el Ministerio de Educación le otorga las Palmas Magisteriales en el grado de Educador. En 1996, enrumbó hacia Arequipa. Trabajó en el Obispado, fue Capellán del histórico convento de Santa Catalina y profesor en la Universidad de Santa María. En 1998, fue llamado a Chiclayo por Mons. Jesús Moliné Labarta para asumir el cargo de Vice Gran Canciller de la flamante Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, cargo que ha desempeñado brillantemente durante doce años. Es Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de la Historia y miembro de número de la APHE (Academia Peruana de Historia Eclesiástica). Su identificación plena con el alma nacional hizo que adopte la nacionalidad peruana desde 1972
La obra arranca con la presentación por parte del docente de la USAT Luis Rivas y el prólogo debido a Milton Calopiña quien entrevistó al autor en el 2011.
El cuerpo del libro se articula en cinco apartados. El primero "hechos" nos brinda la emocionante crónica de la llegada del hombre a la luna "¡Salvados por un lapicero!" y "los antiguos piuranos" que sirvió como presentación al "Libro conmemorativo de la Universidad de Piura" en 1999.
En el segundo, "personajes" nuestro incomparable autor inserta a dos personajes que nada tienen en común, santo Toribio Mogrovejo y Brigitte Bardot, ¿por qué? Deben leer el libro. Claro que gana en páginas y dedicación el primero, 30 páginas, con temas tan caros al autor como la Eucaristía, su devoción mariana en la ermita de Copacabana y su presencia en Lambayeque. El otro personaje es la estrella del fútbol americano Tim Tebow "premio de Dios". Además, un niño, singular protagonista anónimo, que demuestra que "los milagros existen".
El tercero "advocaciones y ensayos marianos" aglutina sus artículos sobre la devoción popular de María en el Perú, Nuestra Señora de Copacabana, la candelaria de Cayma y la bella glosa sobre el Hanac Pachap.
El cuarto "imagen y parábola" nos brinda nueve entretenidos relatos en los que se proponen valores con bellas descripciones plástica desde el género parabólico: Kekarporta, Guillermo Tell, el caballo de Troya, el rostro del cerro, sin destino el "ngubi", competencia, la orca asesina, la sangre de los mártires.
Por último, el quinto, el que da nombre al libro, "ensayos discretos" y para mí el "fuerte" de la obra en el que se dan cita lecciones magistrales como inauguración de cursos académicos, su compromiso con el patrimonio cultural como en la descripción del museo de Tumbas Reales de Sipán y su genuino patriotismo que llega a lo sublime cuando rememora las hazañas del Huáscar y el Combate de Angamos recordando las raíces catalanas de sus paisanos héroes como fueron Pratt y Grau.
En el epílogo nos cuenta el porqué de la publicación. Su deseo cordial de compartir lo mejor de sí con sus amigos: "Escribí estos ´Ensayos` -cantos de amor y de guerra-, como urdiendo en pespunte, mis vivencias - ¡sorprendentes!, inspiradas por las costumbres, modos y maneras del vivir cotidiano y motivado por la belleza de la costa, de la sierra de la selva del Perú. Deseoso, sobre todo, por conocer de buen talante, el afecto de "este encanto de gente" que son mis amigos". Yauyos, Cañete, Piura, Chiclayo, Arequipa, el Perú eterno, sin olvidar la patria catalana y la gracia heredada de san Josemaría, con la sonrisa en los labios y el corazón en la Madre del Amor Hermoso.
Gracias, Padre Esteban, por tejer y zurcir tan bellas y simpáticas puntadas convertidas en vistosa tilma.