26 febr 2013. ¿A qué viene ese elogio del novelista peruano al Papa Benedicto XVI y ese "sentir" la partida del Pontífice? El novelista se declara ateo y "ferozmente opuesto a las enseñanzas morales de la Iglesia", para el que todo, prácticamente, se puede, incluido el abominable crimen del aborto o la matanza de los niños... ¿Que soporte lógico –ya no digo qué verdad– puede tener ese "elogio" a "la talla espiritual e intelectual de Benedicto XVI", cuando esa talla que elogia el novelista se la da, precisamente la intensa vivencia de su Fe, la observancia íntegra de la enseñanza evangélica, la profundización teológica en esas enseñanzas y el esfuerzo por aplicarse para él y para el mundo cristiano la moral de la Iglesia para construir un mundo, al fin, humano?
Quien arremete ferozmente contra el más elemental derecho humano, contra la vida de los niños en el sagrario de su madre, quien defiende tan descaradamente el abominable crimen del aborto y otras aberraciones, viene ahora con que "su partida es una pérdida para el mundo de la cultura y del espíritu?". Lo menos que le puedo preguntar es qué imagina ud. que es cultura y espíritu.
La enseñanza fundamental de la Iglesia con Benedicto XVI y con todos los papas es precisamente la defensa de la vida de todos los seres humanos desde el primer instante de su concepción, cuando y donde ya tenemos un hombre, tan hombre, al menos, como ud., sr. novelista. Y ud. defiende abiertamente, públicamente y en la prensa el aborto. ¿Dónde está su cultura? ¿Dónde quedó el espíritu? ¿Dónde su admiración por Benedicto XVI? ¿No sabe ud. que la talla intelectual de un cristiano, y sobre todo de un Sumo Pontífice, no es de un nefelibata, (para hablar como Rubén), que no camina por las nubes, y que de nada serviría ni el muy grato poliglotismo del Papa, ni su asombrosa erudición, ni la inmensa riqueza de su ciencia histórica, patrística, filosófica, teológica, ni la profundidad de su discurso intelectual, ni la agudeza e intuición de sus enseñanzas para aplicación recta en la vida, para entusiasmarnos a vivir una vida moralmente sana, correctamente cristiana, al fin, dignamente humana? Aquí está la Cultura y el Espíritu de Benedicto XVI.
A Vargas Llosa no le ha sorprendido tanto la renuncia de Benedicto XVI. Para el tal novelista "no era imprevisible". Lo ha visto "frágil y como extraviado en medio de esas multitudes", que él llama "espectáculos írritos a su temperamento y vocación". En primer lugar no son espectáculos, aunque no pocos quieran verlos así. Se trata,1) de una Confesión de Fe hacia el Vicario de Cristo, la Piedra visible del invisible e imperecedero edifificio (oikodomêsô, le dice Jesús a Pedro) que es la Iglesia de Jesucristo a la que las temibles fuerzas del Ades no la podrán abatir (Mt 16 18). Se trata, 2) de un reavivamiento muy hondo y duradero en cientos de miles (al menos) de personas; y que celebran la idéntica Fe millones de niños, jóvenes, mayores, ancianos, enfermos de toda clase en cientos de lenguas de todo el orbe, y que sin embargo viven Una sola Fe, Un solo Bautismo, y aclamando a Un solo Señor, convocados y reunidos como ovejas en torno al Bueno y Único Pastor Jesucristo, por su Vicario el Papa, el sucesor de Pedro. Se trata, 3) de una expresión de gozosa presencia participando como miembros del mismo cuerpo en la misma Eucaristía, que preside la Cabeza de ese cuerpo y que es el mismísimo Vicario de Jesucristo en la tierra. Esto es manifestación espléndida de una profunda vivencia de Fe, y no mero reportaje periodístico. Lo advirtió el poeta y lo declaró así: "Porque después de todo he comprobado / que lo que el árbol tiene de florido / vive de lo que tiene sepultado".
Y eso de "írrito", a otro perro con ese hueso, como dice el dicho. Írrito, por si ud. no lo supiera, significa lo que no tiene validez o está anulado por alguna causa legítima de procedimiento o de intención. Y sabe muy bien que Juan Pablo II, el Magno, el Máximo, movió y conmovió al mundo, y especialmente a los jóvenes, porque les daba la luz, les decía –y les hacía, lo veían en su persona– la más límpida verdad, les trasmitía fuerza, la fuerza espiritual que solo puede venir de arriba, y que se despliega por el Espíritu Santo cuando se tiene el celo que devora el alma del profeta.
Y gracias a esos encuentros con el Santo Padre, el Vicario de Cristo, llámese Juan Pablo II o Benedicto XVI, muchos, muchísimas personas, especialmente jóvenes arrojados a los negros lupanares del mundo, conocieron a Jesucristo y sintieron-oyeron su llamada de ¡Sigueme! Y tantísimos de ellos permanecen no solo infinitamente agradecidos, sino que son hoy luminosos embajadores de quien dijo "Yo soy la Luz del mundo" (Jn 8 12), y los apóstoles que llevan la presencia y acción de Dios hecho hombre en un mundo que parece empeñarse en ser cada día más in-humano. De modo que esos Encuentros que ud. llama "obviamente írritos" no solo no son írritos, sino, por el contrario, son obviamente, de lo más provechoso para la Evangelización de todos y de lo más eficaz, como ocasión, para la conversión de muchos.
Recordará las frases que ud. mismo escribió desde el Encuentro de Benedicto XVI en la JMJ de Madrid, donde dos millones de jóvenes rezaron, alabaron, cantaron e iluminaron durante una semana toda la piel de toro de España: "Creyentes y no creyentes nos alegramos por lo ocurrido en Madrid, en estos días en que Dios parecía existir, y el catolicismo ser la religión única y verdadera, y todos como buenos chicos marchábamos de la mano del Santo Padre hacia el Reino de los cielos".
Que esa luz que le pareció ver en el Santo Padre, lo convierta, es decir, lo abra a la Cultura y al Espíritu, lo guíe hacia la Luz del Padre que, en Jesucristo, nos hermana a todos. Amén.
P. Donato Jiménez, OAR
PD.
¡Gracias, Padre Donato! Qué bien dicho. La verdad que Vargas Llosa escribe muy bien y su artículo muestra que se ha molestado en hacer una obra de arte...pero me deja frío. Me quedé con la sensación de que sólo una minoría "selecta" entre la que se cuenta MVL "sigue" al Papa, pero que la gran mayoría de católicos no...Y sin embargo veo que el magisterio papal está teniendo una gran difusión por las agencias, cursos, congresos...y SOMOS MILLONES los que estamos encantados con sus enseñanzas, con sus gestos... Yo también rezo para que la LUZ inunde de fe a grandes personas como MVL.