SANTA MARÍA DE AMÉRICA, PUERTA DE LA FE, LUZ Y ESTRELLA DE LA MISIÓN
José Antonio Benito, Huánuco 30 agosto 2013
Motivación inicial:
Llegamos por fin al Congreso tras tanto tiempo de preparativos. El ruido de la calle no debe ser obstáculo para nuestro silencio interior. Un congreso es "congregar, reunir, para dar pasos en común". Vamos a hacerlo cruzando el umbral de la esperanza, de la fe, del amor, con María.
El título del congreso debemos vivenciarlo, debemos cruzar la puerta de la fe, con la que es porta fidei, lumen fidei (precioso título de la última encíclica) El P. Kolbe solía repetir: ¡Todo por la Inmaculada! Sí, todo por Ella. Porque Ella nos dirá: "Hagan lo que Él les diga". Y Jesús nos dice: "Id por todo el mundo". Son alrededor seis mil millones los que todavía no conocen a Cristo. Con María, lo conseguiremos. Es cuestión de poner el agua (nuestro tiempo, nuestras ganas) y Él lo convertirá en vino (felicidad, amor). ¡Vamos, en marcha con los jóvenes!
En un mundo de violencia y de inmundicia, la Inmaculada es Paz y Limpieza; en un mundo "maculado" (manchado), Ella es la "In-maculada" la "No-manchada", o si lo ponemos en positivo la TODA LIMPIA, la Llena de Gracia. En labios de Georges Bernanos: "Ella es más joven que el pecado, más joven que la raza de la que ella es originaria y, aunque Madre por la gracia, Madre de las gracias, es la más joven del género humano, por ello siempre joven, siempre virgen, siempre madre".
Y todos nosotros debemos convertirnos en las manos de María para ser portadores de su gracia y llevarla a nuestro mundo. Gracias a María nos vino Jesús y gracias a María llegaremos a Jesús, Ella es como la gran autopista que facilita el camino para llegar al que es Camino, Verdad y Vida. El congreso busca CRUZAR LA PUERTA DE LA FE CON MARÍA para poner en marcha el deseo del Papa Benedicto XVI con su llamamiento de fe –"porta fide" (puerta de la fe) para conmemorar los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II. La devoción a María es como el viento que aviva las brasas apagadas por la ceniza. ¡Bienaventurada, Tú, María, porque has creído! Tú eres la PUERTA DE LA FE y la Estrella de nuestra Misión como quiere Aparecida.
Gracias, a todos por favorecer este encuentro con Cristo a través de María. Comencemos con un texto de la bula convocatoria para este año singular que conmemora los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II:
Por la fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que sería la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (cf. Lc 1, 38). En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (cf. Lc 1, 46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su virginidad (cf. Lc 2, 6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes (cf. Mt 2, 13-15). Con la misma fe siguió al Señor en su predicación y permaneció con él hasta el Calvario (cf. Jn 19, 25-27). Con fe, María saboreó los frutos de la resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón (cf. Lc 2, 19.51), los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo (cf. Hch 1, 14; 2, 1-4).
Ésta es la Escuela de María, una escuela para la vida, para el día a día. Hagamos de nuestra vida un magníficat cotidiano. Que así sea.
1. MARÍA CORAZÓN DE AMÉRICA UNA PRESENCIA VIVA
Con ironía y agudeza a un tiempo, el más célebre de los literatos mexicanos actuales, Octavio Paz, escribía: «El pueblo mexicano, después de dos siglos de experiencias y fracasos, no tiene más fe que en la Virgen de Guadalupe y en la Lotería Nacional». Quedémonos con lo primero. Hoy no tenemos otro factor más importante para buscar la identidad mexicana que la Morenita. Ella ha sido el corazón maternal que ha acogido a todos sin excepción, desde el humilde indiecito Juan Diego hasta Emiliano Zapata.
Lo sucedido en esta nación ha tenido lugar en la veintena de naciones engendradas a la fe por España y Portugal. Recordemos recientemente el Brasil, con su santuario Aparecida a la cabeza, y la tierna devoción mariana manifestada por el Papa Francisco y los millones de jóvenes en la JMJ.
Con razón pudo decir Juan Pablo 11 en Zaragoza el 10-X-84: «Decir España es decir María... Y decir Iberoamericana, es decir también María, gracias a los misioneros españoles y portugueses".
Dos siglos después del Descubrimiento, la genial poetisa Juana Inés de la Cruz, cumbre del barroco mexicano y contemporánea de nuestra célebre Amarilis, dirá por toda Hispanoamérica «¡que no sé que se tiene el que en tratando de María Santísima se enciende el corazón más helado!".
Bastaría para comprobarlo el recorrer la «geografía mariana» o el mapa americano, compuesto a base de advocaciones y santuarios que como hitos de luz alumbran su tierra. La capital argentina, Buenos Aires, debe su nombre a su descubridor Pedro de Mendoza el día de la Purificación de María (2-11-1535) imponiéndole el de Santa María de los Buenos Aires en recuerdo de Nuestra Señora de Buenos Aires, cofradía de navegantes en Triana (Sevilla); Zacatecas, fue en un primer momento Nuestra Señora de Zacatecas; Valparaíso en Chile fue Nuestra Señora de Puerto Claro; la capital de Bolivia fue Nuestra Señora de la Paz por fundarla Alonso de Mendoza en 1543 tras la pacificación del Perú por La Gasca. Si ojeamos un mapa de Sudamérica nos encontraremos con nombres tan familiares como Rosario (Argentina), Santa María de la Antigua en Guatemala, Asunción (capital de Paraguay).
"Pero más aún que Providencia, amor especialísimo de Dios fue el atraer tan presto a la luz de la verdad a los innumerables pobladores de aquella tierra virgen. ¿Y a quién atribuir los rápidos progresos que hizo allí nuestra santa religión y la celeridad con que los Indios la abrazaron? Si preguntáis a Colón y a los Descubridores, ellos os responderán que a María; si interrogáis, en fin, a los hijos de América, todos a una voz responderán que a Ella deben el Incomparable beneficio de la fe cristiana."(VARGAS UGARTE. S.J.)
La topo nimia es sólo una firme expresión del sentir mariano del continente en el que arraigan costumbres tan populares como la generalización del saludo «Ave María Purísima», la celebración del mes de mayo, la devoción del Rosario de la Aurora que llegó a contar con 15 Rosarios salidos de sus respectivas iglesias en la Lima de 1692, cantando coplas tan «lindas» como ésta:
«María, todo es María. María, todo es por vos. Toda la noche y el día se me va en pensar en Vos».
Florecen las cofradías y congregaciones de Nuestra Señora, los romeros y danzantes de la Virgen. Los serenos cantaban también a María al dar la hora en las calladas noches; fachadas adornadas con el anagrama de María o con los versos (en zaguanes o esquinas con imágenes de María):
«Nadie traspase este umbral que no diga por su vida que es María concebida sin pecado original».
Profundo respeto y desmedido amor aflora en los «votos de sangre» por el cual las ciudades juraban defender la Inmaculada Concepción de María. Transcribimos el acta extendida por la ciudad de Riobamba:
«En la noble villa del Villar Don Pardo, viernes a ocho días del mes de diciembre de 1616 años, después de haber celebrado la fiesta de la Muy Limpia Concepción de la Sacratísima Reina de los Ángeles [...] asistiendo el Clero y Padres de las Religiones, Cabildo y Regimiento, nobles y plebeyos de todos estados, toda la villa, unánimes [...] inspirados con celo y fervor a la fe y creencia de la Santa e Inmaculada Concepción [...] Todos los fieles que estamos y habitamos en la dicha villa, que militan debajo del estandarte de esta Sacratísima Virgen de su grado y voluntad, juran, prometen y obligan, por Dios Todopoderoso y a El mismo y a su Bendita Madre y Señora Nuestra, desde ahora para siempre jamás, defender en paz y en guerra, en público y en secreto, la Santísima Concepción de aquesta Virgen Soberana haber sido sin pecado original: y en esta defensa arriesgarán y expondrán sus personas, haciendas, vidas y almas, todas las veces que se ofreciere; vivirán, permanecerán y morirán esta opinión, fe y verdad tan cierta y meritoria» (5).
Toda su cultura ha dedicado lo mejor de sus manifestaciones a la alabanza de María. La insigne poetisa Gertudis Gómez de Avellaneda le dedicará la siguiente plegaria:
«Vos, entre mil escogida de luceros coronada,
Vos de escollos preservada en los mares de la vida;
Vos, radiante de hermosura. De toda virtud modelo, Virgen Pura,
flor trasplantada del suelo para brillar en la altura» (6).
El templo del Pilar, antesala de Hispanoamérica, recoge 19 banderas de las repúblicas americanas engendradas por España y que fueron bendecidas por el Papa San Pío X en 1908. Todas ellas tienen un santuario célebre o un patronazgo mariano: México, Guadalupe; Argentina, Uruguay y Paraguay, Nuestra Señora de Luján; Cuba, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre; Venezuela, Nuestra Señora de Coromoto; Colombia, Nuestra Señora de Chiquinquirá; Santo Domingo, Nuestra Señora de Altagracia; Ecuador, Nuestra Senora del Quinche; Bolivia, Nuestra Señora de Copacabana; Brasil, Nuestra Señora de la Aparecida; Chile, Nuestra Señora de Andacollo y Nuestra Señora del Carmen; Perú, Nuestra Señora de las Mercedes y Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora del Viejo; Honduras, Nuestra Señora de Suyapa: El Salvador, Nuestra Señora de la Paz; Guatemala, Nuestra Señora del Socorro; Costa Rica, Nuestra Señora de los Ángeles.
Juan Pablo 11 en su mensaje a los Congresos Internacionales Mariológico y Mariano celebrados en Zaragoza en 1979 afirmó que "esta distinguida piedad mariana y el fervor por cuanto significa el honor para la Madre de Dios, tienen pulsación propia desde época inmemorial, a ritmo con su historia y su creciente patrimonio espiritual".
Uno de los máximos especialistas en mariología, padre Enrique Llamas, concluirá en su estudio La Virgen En España y América:
"Este patrimonio de fe y devoción mariana, hecho uno con la vida del pueblo y presente en las grandes gestas de carácter socio-religioso, España lo trasvasó a América, integro y enriquecido con el descubrimiento y la consiguiente evangelización, que le dieron origen histórico... Es éste un hecho básico y fundamental que constituye la clave para interpretar y entender, no sólo la historia de América Latina, sino su misma historia y el significado de su ser, de su realidad concreta».
OJOS NUEVOS PARA UN NUEVO CONTINENTE: SANTA MARÍA DE LOS NAVEGANTES
En la primera etapa de Descubrimiento ya estará muy presente María.
Cristóbal Colón. Una de sus carabelas será la de Santa María. Su bandera de raso grana llevaba en una y otra cara, bordados en oro, las imágenes de Cristo y María. El 4 de agosto de 1492 salían del convento de Nuestra Señora de la Rábida; fijando sus ojos en la torre todos los marineros, pidieron de rodillas a Nuestra Señora la última bendición. Veamos cómo nos cuenta el mismo Colón en su «Diario" el momento del Descubrimiento, durante el canto de la salve:
«Esta tierra vida primero un marino que se decía Rodriga de Triana... Por lo cual, cuando dijeron la Salve, que la acostumbraban decir e cantar a su manera los marineros, y se hallan todos... A las dos horas después de media noche pareció la tierra" .
NÚÑEZ DE BALBOA. Será otro de los más populares navegantes y descubridores. Veamos lo que nos relata el cronista Fernández de Oviedo al descubrir el Océano Pacífico:«... volvióse incontinente la cara hacia la gente muy alegre, alzando las manos y los ojos al cielo, alabando a Jesucristo y a su gloriosa Madre la Virgen Nuestra Señora y luego hincó ambas rodillas en tierra y dio muchas gracias a Dios por la merced que le había hecho en le dejar descubrir aquella mar...» (8).
JUAN SEBASTIÁN ELCANO. Coronará la empresa iniciada por Magallanes de dar la vuelta al mundo por vez primera. Casi todas las noches del verano de 1519 pasaba un buen rato de oración ante el tabernáculo de Nuestra Señora del Coral en la Parroquia de San Ildefonso de Sevilla. Después de tres años vuelve a Sevilla entre vítores y aclamaciones en su nao «Victoria». Lo primero que hace es acudir ante la Señora y llevarle flores, conchas y corales recogidas durante su viaje, para darle gracias. Cuentan que elevando sus ojos llenos las lágrimas hacia el tabernáculo de la Virgen, alzó la voz conmovida y dijo:
"¡Con María, nada es imposible! iSin María, todo se malogra!»
EL ALMA CRISTIANA DE LOS CONQUISTADORES
Un castellano viejo, protagonista de la conquista, Bernal Díaz del Castillo, con gran objetividad y realismo nos dirá los verdaderos motivos de su empresa: « Por servir a Dios y a su Majestad, y dar a luz a los que estaban en tinieblas y también por haber riquezas» No es el momento de analizar el perfil psicológico del conquistador tan sólo queremos destacar algunos rasgos de su devoción mariana.
HERNÁN CORTÉS. Cuenta de él Bernal Díaz: No traía cadenas grandes de oro, salvo una cadena de oro, de primer hechura con un joyel con la imagen de Nuestra Señora, la Virgen Santa María con su precioso Hijo en los brazos [...] Rezaba todas las mañanas en unas Horas y oía Misa con devoción, tenía por su muy Abogada la Virgen Nuestra Señora» (12). Siempre que conquistaba un poblado, Cortés colocada una cruz y una imagen de la Virgen. El mismo Moctezuma, ante la pregunta de cómo siendo tantos habían sido vencidos por tan pocos castellanos, respondió: «porque una Gran Tecleciguata (Señora) de Castilla venía delante de ellos y les ponía temor... Y continuará Bernal: «Y ciertamente, todos los soldados que pasamos con Cortés tenemos muy creído, e así es verdad, que la misericordia divina y Nuestra Señora la Virgen María siempre era con nosotros, por la cual le doy muchas gracias" (13).
ALONSO DE OJEDA Primer conquistador de Tierra Firme (América Central) y con grandes valores humanos en su persona. De él nos cuenta el cronista Herrera que:
«Llevaba en su talega una imagen de Nuestra Señora muy devota a la cual tenía gran devoción, porque siempre fue muy devoto de la Madre de Dios. Cuando hallaban raíces de los árboles mangles sobre el agua parábase en ellas a descansar los que se hallaban sacaba Ojeda la imagen de la mochila, poníala en el árbol y allí la adoraba, exhortando a los demás que hiciesen lo mismo» (14). Ojeda dará la imagen de «Nuestra Señora de la Caridad del Cobre» al cacique de Cueyba por ayudarle a salir a flote. El padre Las Casas que pasará por allí tres anos después, constatará un hecho: «Era maravilla la devoción que todos tenían, el señor y sus súbditos, con Santa María y su imagen» (15).
FRANCISCO PIZARRO. Conquistador del fabuloso imperio inca en tierras del Perú. Cuenta el cronista Herrera que estando abandonado en la isla del Gallo con los Trece de la Fama, todas las tardes rezaban la salve para vencer su desaliento. En su testamento ordenará «que la Catedral de Lima y la Iglesia de Trujillo fueran llamadas de Nuestra Señora de la Concepción de quien yo he sido muy devoto... y he tenido por Señora e abogada a todos mis hechos... Ítem mando que todos los sábados digan la salve a Nuestro Señora» y pido que antes de terminar su testamento se copie al pie el himno «Ave Maris Stella»
UNA FELIZ CONVIVENCIA QUE MARÍA LA FACILITÓ
Junto al descubridor y conquistador va siempre el escribano y el misionero, el «colono» y el educador. Después de un siglo de contacto podemos hablar de una mayoría de edad hispanoamericana en la que los reinos indianos se han constituido. El mestizaje es una realidad, la cristianización un hecho, la promoción humana y social del indio una lucha esperanzada. Juan Pablo 11 nos recordó en Zaragoza el 10 de octubre de 1984 como estos españoles hicieron posible que «los hombres y pueblos del nuevo mestizaje. Americano fueran engendrados por la novedad de la fe cristiana. y en el rostro de Nuestra Señora de Guadalupe está simbolizada la potencia y arraigo de esa primera evangelización». Veamos algunos rasgos de muestra.
El mes de mayo de 1536, el lnca Manco Cápac se sublevó con 200.000 indios en Suntur Huasi, siendo salvados los españoles por una intervención milagrosa de la Virgen según cuentan los cronistas Garcilaso de la Vega, Herrera, Acosta. El primero nos informa que a raíz de estos sucesos, los indios han traducido los nombres de María a su lengua general "y dícenla Mamauchic que es Señora y Madre Nuestra; Coya, Reina; Ñusca, Princesa de Sangre Real; Zapay, Única; Yurac Amancay, Azucena; Chasca, Lucero del Alba; Cotoccoyllor, Estrella resplandeciente; Huarcapaña. Sin Mancilla; Huc hanac, Sin pecado; Mana Chancasca... inviolada; Tazque, Virgen Pura; Diospa Maman, Madre de Dios. También dicen Pachacamacpa Mamam, que es Madre del Hacedor y sustentadora del Universo. Dicen Huac Hucayac que es amadora y bienhechora del pobre» .
Muestra palpable de esta convivencia y feliz simbiosis nos la darán las universidades hispanoamericanas nacidas al amparo de las españolas, especialmente de la salmantina. Tanto la primera de Santo Domingo (1538), como San Marcos de Lima, la de México y «las demás universidades hispanoamericanas, hasta la última del período hispánico: la de León de Nicaragua, fundada por decreto de las Cortes de Cádiz en 1812, imitan ejemplos de fervor mariano de la Universidad de Salamanca y de sus hijas mayores de América (...). Como ellas celebran las principales festividades de la Virgen, sobre todo la del misterio de su Inmaculada Concepción. Tampoco falta el juramento de enseñarlo y defenderlo, que obliga a los graduados, incorporados y catedráticos, hecho extensivo para todas las universidades por la Recopilación de Indias» (Ley 15, 1, t. XXII)
No podemos olvidar la titánica labor de los misioneros. A los Dominicos se debió la propagación de la devoción del Rosario. En templos y conventos establecen el rezo de la Salve los sábados del año, las cofradías del Rosario y la celebración del mes de octubre. Los Agustinos se establecen a la sombra de santuarios célebres, sobre todo el de Copacabana en Bolivia. Los Franciscanos difunden especialmente la devoción a la Inmaculada Concepción. Los Mercedarios, la Inmaculada y la Virgen de las Mercedes, de la mano de fray Bartolomé de Olmedo (capellán de Cortés), con el título de la Conquistadora, siendo la patrona o generala de los ejércitos nacionales de Perú, Ecuador y Argentina. Los Betlemitas, única Orden autóctona de América, fundados por Pedro Bethancour difunden la devoción de Nuestra Señora de Belén. Entre los jesuitas, el padre Sandoval en Colombia encontraba todo su alivio y consuelo en una imagen de la Virgen llamada del Milagro. En su presencia pasaba largos ratos de oración y no emprendía ministerio alguno sin consultarlo con Ella. A su lado comenzó a ejercitarse el apóstol de los esclavos negros, San Pedro Claver, que se valía como su maestro de la devoción a María para atraerlos a la fe y mantenerlos en la práctica de las costumbres cristianas. En las Misiones del Marañón el padre Lucas de la Cueva, entre los indios Hueveros, puso su primera reducción bajo el patrocinio de la Inmaculada Concepción y con tan poderosa protección «llegó a ser la más linda en policía (limpieza) y cristiandad de aquellas montañas. En el poblado de Juli, pionero de las reducciones del Paraguay, se fundó una congregación de la Santísima Virgen a fin de extinguir las idolatrías y que contó con 600 jóvenes.
EL DESGARRON DE HISPANOAMERICA
Ni la emancipación americana, proclive en muchos aspectos a olvidar a todos los valores recibidos de España, ahogó la arraigada devoción a la Virgen María.
HIDALGO, pionero de la independencia mexicana, el mismo día del Grito de Dolores en 1810, acudió con los insurgentes al Santuario de Atotonilcó a tomar de la sacristía un lienzo con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que colocada en el asta de una lanza, enarbolará como enseña delante de su ejército. Con ella, y al grito de «Viva la Virgen de Guadalupe», entrarán triunfantes en Celaya.
MORELOS, su sucesor en la lucha, dirá en el bando que expidió en Omotepec, el 11 de marzo de 1813:
«Por los singulares, especiales e innumerables favores que debemos a María Santísima, en su milagrosa imagen de Guadalupe. Patrona, defensora y distinguida Emperatriz de este reino, estamos obligados a tributarle todo culto y adoración, manifestando nuestro reconocimiento, nuestra devoción y confianza, siendo su protección en la actual guerra tan visible que nadie puede disputarla a nuestra nación, debe ser visiblemente honrada y reconocida por todo americano (...) Por tanto, mando que en todos los pueblos del reyno (...) se continúe la devoción de celebrar una misa el día 12 de cada mes (...) En el mismo día de cada mes deberán los pueblos exponer la Santísima imagen de Guadalupe (21).
BELGRANO, padre de las Provincias Unidas del Plata (germen de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia) dará muestras visibles de su amor a la Virgen. No es imposible que al fundar en 1822 el pabellón argentino, escogiera los colores azul y blanco, llevado de su devoción a la Inmaculada. Cuando triunfa en Tucumán, da gracias a la Virgen de las Mercedes y la nombra Generala de Ejército, atribuyendo a Ella su victoria. En los desastres de Vilcapugio y Ayohuma –según cuenta el general Páez- "hizo formar en círculo, después de la lista, los menguados retos de nuestro ejército y colocándose en el centro, rezó el rosario, según se hacía ordinariamente" (22)
SAN MARTÍN envió –después de las insignes victorias de Chacabuco y Maipú, como ofrenda a la Virgen del Carmen, su propio bastón ·"como distintito del mando supremo que tiene sobre el ejército de los Andes" (23).
O´HIGGINS, libertador de Chile, colocó la primera piedra del futuro templo dedicado a la Virgen del Carmen en el mismo campo de batalla de Maipú.
ARTIGAS, padre de la independencia de Uruguay, caudillo gaucho argentino. De él nos narra Zorrilla de San Martín: "Ese viejo de poncho y cabeza blanca que reza en la Asunción el rosario que aprendió de niño en Montevideo; es la fe sincera, incontaminada, de que brotó como cosa sagrada, bajada del cielo, la independencia americana... Desterrado in Ibiray se reunían con él los vecinos a rezar el rosario, cuando el toque de oraciones de las distintas campanas llegaban hasta ellos de la Asunción. El hacía coro y los demás, arrodillados en torno suyo, contestano las oraciones, la mayor parte en guaraní" (24)
SUCRE promete el 24 de mayo de 1822, víspera de la victoria de Pichincha, establecer una fiesta conmemorando el aniversario de la capital emancipada, trasladando la imagen de la Virgen de las Mercedes a la catedral la víspera de Pentecostés. El 29 de mayo de 1822 la Asamblea Popular de Ecuador resuelve establecer perpetuamente la fiesta.
BOLÍVAR, el más célebre de todos los libertadores, rinde homenaje a María el 25 de marzo de 1814 al verse libre del ataque imprevisto de Boves. También cuando llega a Chiquinquirá, uno de sus primeros actos será postrarse ante la imagen de Nuestra Señora.
Estos destacados personajes de la vida pública nos han servido como hitos del hondo palpitar mariano en Hispanoamérica. Hay una gozosa armonía entre la devoción popular y el sentimiento de la nacionalidad. El Padre Rubén Vargas Ugarte destaca este rasgo señalándolo como "un don especial de la Providencia para con este suelo, una muestra singular del amor de María a todos cuantos nacimos en el Nuevo Mundo... Este ideal de la Virgen María...hubo de atraer las miradas de los sencillos habitantes de nuestras mesetas y nuestros páramos de la pampa y de la manigua, de la helada puna y del yunga abrasador, y les sugirió una idea e inspiró un afecto que, dulcificando sus costumbres, les hizo menos duros los trabajos y menos solitario su aislamiento. Hasta en su arte influyó María, haciendo que para Ella fuesen los sOnes más delicados de sus rústicos instrumentos y que sus manos toscas se adiestrasen en la labor de la piedra y de la madera y levantasen esos encajes de granito o de cedro que hoy son el asombro de los que visitan sus santuarios» (25).
Ojalá se cumplan los deseos del Papa sobre esta «América tensa y esperanzada, esquilmada y generosa» para que «María, la Madre de la Iglesia, siga guiando y alumbrando la fe y el camino de los pueblos de América» (26).
ADVOCACIONES de HISPANOAMERICA.
APARECIDA La historia cuenta que en el año 1717, El gobernador de Sao Paulo y Minas Gerais, don Pedro de Almeida y Portugal, Conde de Assumar, pasó por la villa de Guaratinguetá camino a villa Rica. Por tal motivo, los pobladores del lugar, queriendo agasajar al invitado, solicitaron a tres pescadores, Domingos Garcia, Filipe Pedroso e João Alves, una provisión de peces. Estos hombres se encontraban pescando en el río Paraiba, cuando de repente al levantar las redes, encontraron una figura rota en terracota de la Virgen de la Concepción, de tan solo 36 cm. Primero hallaron el cuerpo y al arrojar otra vez la red lograron ubicar la cabeza. Luego del suceso, la pesca, que hasta ese momento había sido escasa, fue tan abundante, que tuvieron que volver a la costa por el peso que tenían sus pequeñas embarcaciones. Uno de los pescadores llevó la imagen a su casa y le realizó un pequeño altar, unos años después crearon un oratorio, lugar que era visitado por todos los lugareños. El 5 de mayo de 1743, se comenzó a construir un templo, que se inauguró el 26 de julio de 1745, venerando a la Virgen bajo la invocación de Nuestra Señora Aparecida. El pueblo de Nuestra Señora Aparecida se encuentra a unos cuantos kilómetros de Guaratinguetá, villa del Estado de Sao Paulo.
Se ignora completamente como es que la imagen fue a parar al río, pero si se conoce su autor, un monje de Sao Paulo, llamado Frei Agostino de Jesús quien la moldeo en el año 1650.La Virgen es de color moreno y esta vestida con un manto grueso bordado, sus manos se ubican en el pecho en posición de oración, fue coronada solemnemente en 1904, por don José de Camargo Barros, obispo de Sao Paulo. El 16 de julio de 1930, Pío XI la declaró a Nuestra Señora Aparecida patrona de Brasil. El día 4 de julio de 1980, el Papa Juan Pablo II visito el santuario y le dio el título de Basílica. Y el 13 de mayo del 2007 su Santidad Benedicto XVI llegó por primera vez en su viaje por Brasil
Camino, Verdad y Vida, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre, enciende en nuestros corazones el amor al Padre que está en el cielo y la alegría de ser cristianos. Discípulos y misioneros tuyos, queremos remar mar adentro, para que nuestros pueblos tengan en Ti vida abundante, y con solidaridad construyan la fraternidad y la paz. Señor Jesús, ¡Ven y envíanos! María, Madre de la Iglesia, ruega por nosotros. Amén
.
Doy cuenta de todas las advocaciones de América, país por país, así como las más representativas del Perú.
Argentina: Nuestra Señora de Luján
- Bolivia: Nuestra Señora de Copacabana
- Brasil: Nuestra Señora de Aparecida
- Chile: Virgen del Carmen de Maipú
- Colombia: Nuestra Señora de Chiquinquirá
- Costa Rica: Nuestra Señora de los Ángeles
- Cuba: Virgen de la Caridad del Cobre
- Ecuador: Nuestra Señora del Quinche
- El Salvador: Nuestra Señora de la Paz
- Guatemala: Nuestra Señora del Rosario
- Honduras: Virgen de Suyapa
- México: Nuestra Señora de Guadalupe
- Nicaragua: Nuestra Señora de "El Viejo"
- Nicaragua: Inmaculada Concepción de María
- Paraguay: Nuestra Señora de Caacupé
- Perú: Nuestra Señora de la Evangelización
- Puerto Rico: Nuestra Señora de la Divina Providencia
- República Dominicana: Nuestra Señora de las Mercedes
- Uruguay: Virgen de los Treinta y tres
- Venezuela: Nuestra Señora de Coromoto
Las mil devociones a la Santísima Virgen en el Perú http://www.fatima.pe/seccion-2-pagina-mariana#top |
Los "santuarios marianos del continente son signos del encuentro de la fe de la Iglesia con la historia latinoamericana" (P 282) Ello se manifiesta en sus hombres (descubridores, organizadores) y en sus nombres (miles de lugares llevan su nombre), en la literatura y el arte, en las fiestas nacionales y en las prácticas religiosas populares. Es el mismo sentir expresado por Juan Pablo II, en Piura, el 4 de febrero de 1985:"Lo mismo sucede con la honda devoción que vosotros, católicos peruanos, sentís hacia nuestra Madre la Virgen Santísima, a cuyo amparo recurrís tantas veces, también en los diversos santuarios marianos que surcan vuestra geografía. Sed fieles a esas devociones, y que ellas os conduzcan cada vez más hacia Cristo, centro de nuestra vida de fe, único Pastor y Redentor".
SANTUARIOS E IMÁGENES EN EL PERÚ expuestos en la Muestra "Mater admirabilis" en la Catedral de Lima:
I. LIMA:
1. Serie de la Virgen, Carmelitas Descalzas
- La Asunción, CCDD
- Virgen de Loreto, CCDD
. La Rectora, Instituto "Riva Agüero"
6. Copacabana
7. Nuestra Señora de los Desamparados
8. Nuestra Señora del Prado
9. Virgen de la "O", San Pedro
Virgen Niña
Virgen de los Remedios
Candelaria, B. Bitti
Dolorosa
10. Nuestra Señora de la Antigua, Catedral
11. Nuestra Señora de la Guía
12. Nuestra Señora de Las lágrimas o del Aviso
13. Nuestra Señora de la Misericordia
14. Nuestra Señora de los Ángeles
15. Nuestra Señora de las Cabezas
16. Nuestra Señora de la Soledad
17. Virgen de la Doble Trinidad, Soledad
19. Nuestra Señora de la Esperanza
20. Virgen de la Asunción, Cistercienses
Candelaria
21. Nuestra Señora de la Pasión, San Agustín, Valvanera, Virgen de la Gracia, Nuestra Señora de la Pasión
22. Inmaculada, Concepcionistas Descalzas
Descendimiento, María Auxiliadora,. Medalla Milagrosa,. Virgen del Pilar,. Virgen de Fátima,. Virgen de Lourdes, María Mediadora, Visitación, Corazón Inmaculado de María, Magdalena
23. Virgen de Cocharcas
Virgen de Monserrat, Iglesia de Monserrat
II. TRUJILLO-LIBERTAD-CHICLAYO-CAJAMARCA
. Nuestra Señora del Socorro, Huanchaco
. Nuestra Señora de la Puerta, Otuzco, La Libertad
. Nuestra Señora de Guadalupe, Pacasmayo
. Nuestra Señora de los Dolores, Cajamarca
. Nuestra Señora del Arco, San Miguel de Pallaques, Cajamarca
HUARAZ
Yungay, Nuestra Señora de la Merced
III. CUZCO
1. Nuestra Señora de la Soledad, en la Merced
AREQUIPA
En casi todas las iglesias se tributa culto a alguna advocación mariana: la Asunción en la Catedral; en la Merced, La Portera y Nuestra Señora del Consuelo; en la Recoleta, La Napolitana, hermosa efigie de La Dolorosa; en Santa Marta, la Virgen de la Cueva Santa; en la Compañía, La Candelaria o La Chiquita, donada a los jesuitas en 1598 por D.Juan Ramírez Segarra Casos; en San Francisco, la Inmaculada; en Santo Domingo, Nuestra Señora del Rosario; en Miraflores, Nuestra Señora de Alta Gracia...y las modernas parroquias dedicadas a Fátima, Corazón Inmaculado de María, Lourdes...Lo mismo sucede con los santuarios, Chapi, Cayma, Characato, Quilca, Nuestra Señora de las Peñas de Aplao, La Virgen del Buen Paso de Caravelí, La Virgen de Yato en Castilla, Nuestra Señora de Uñón en Viraco, Nuesta Señora de Las Nieves...
Baste con citar el entrañable santuario María, causa de nuestra alegría, en Las Pampas de Huánuco que un auténtico cielo natural y espiritual Consagración del Perú. El 30 de agosto del 2007, el Perú se consagró oficialmente a María. La jerarquía eclesiástica, interpretando los sentimientos de todo el pueblo católico y toda la sociedad del Perú, culminó el congreso eucarístico celebrado en Chimbote con este evento entrañable: toda la nación peruana en alma, corazón y vida celebrará que es toda de María. El Perú es de María. Las advocaciones marianas que se celebran en nuestro país (La Virgen de la Candelaria en Puno, la Virgen de Chapi en Arequipa, la Virgen de la Puerta, en La Libertad) y otras formas de piedad popular que se practican con mucho fervor como la Virgen Peregrina y el Rezo del Santo Rosario así lo confirman. Pero es tiempo de encauzar toda esta fe. Es por ello que proponemos la Consagración del Perú a la Virgen. En palabras de Monfort, mientras más nos consagramos a la Virgen, más nos consagraremos a Cristo.
Recientemente, la Conferencia de Puebla se ratificó en este sentir: «María tiene que ser cada vez. más la pedagoga del Evangelio en América Latina» El mismo Papa Benedicto XVI, recientemente en el santuario de Nuestra Señora de la Aparecida (13 de mayo 2007) enfatizó la rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos, destacando como nota sobresaliente: - La profunda devoción a la Santísima Virgen de Guadalupe, de Aparecida o de las diversas advocaciones nacionales y locales. Cuando la Virgen de Guadalupe se apareció al indio san Juan Diego le dijo estas significativas palabras: "¿No estoy yo aquí que soy tu madre?, ¿no estás bajo mi sombra y resguardo?, ¿no soy yo la fuente de tu alegría?, ¿no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?" (Nican Mopohua, nn. 118-119 ).
Conclusión: El actual Papa Francisco sintetiza como nadie en su encíclica lo que hemos querido mostrar y alentar en nuestra ponencia: María está en el corazón de América, del Perú, y la necesitamos para que florezca en una vida cristiana coherente y feliz de cada uno de nosotros y de la sociedad. Culminamos con la bella oración de Lumen fidei (n.60)
Nos dirigimos en oración a María, madre de la Iglesia y madre de nuestra fe.
¡Madre, ayuda nuestra fe!
Abre nuestro oído a la Palabra, para que reconozcamos la voz de Dios y su llamada.
Aviva en nosotros el deseo de seguir sus pasos, saliendo de nuestra tierra y confiando en su promesa.
Ayúdanos a dejarnos tocar por su amor, para que podamos tocarlo en la fe.
Ayúdanos a fiarnos plenamente de él, a creer en su amor, sobre todo en los momentos de tribulación y de cruz, cuando nuestra fe es llamada a crecer y a madurar.
Siembra en nuestra fe la alegría del Resucitado.
Recuérdanos que quien cree no está nunca solo.
Enséñanos a mirar con los ojos de Jesús, para que él sea luz en nuestro camino.
Y que esta luz de la fe crezca continuamente en nosotros, hasta que llegue el día sin ocaso, que es el mismo Cristo, tu Hijo, nuestro Señor.