¡SEÑOR DE LOS MILAGROS, HAZ QUE SU CRUZ ME ENAMORE!
Como todos los años, los militantes de Santa María, peregrinamos ante el Santuario Hermandad Del Señor De Los Milagros De Nazarenas el último sábado del mes morado. Misa a las 7 a.m. presidida por el P. Santiago Manso que glosó en su homilía el verso "haz que tu cruz me enamore y que en ella viva y more", para saber lo que el Señor nos ama, porque nos libró del infierno y nos hace aborrecer el pecado y nos brinda su amor.
Tras la misa, un compartir con turrón de doña Pepa, intercambio de vivencias, entrega de premios del concurso "Buscando el tesoro" por los 20 años del P. Morales, la oración por el XX Sínodo Arquidiocesano Limense, la foto de rigor y la visita al estupendo museo del Señor abierto esta semana . Todavía tuvimos tiempo de echar nuestro partidito de fútbol. Un día grande.
¡Gracias, Señor! Todos los que no pudieron ir estuvieron muy presentes.
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Homilía Señor de los Milagros - 25-10-2014
INTRODUCCIÓN:
- En la versión de Lope de Vega, de la oración Stabat Mater, se lee en la estrofa nº 9:
- "Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more,
de mi fe y amor indicio.
Porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda,
en el día del juicio…
- "Haz que su Cruz me enamore.., y que en ella viva y more…"
- ¡Esta es la petición, que os invito a hacer conmigo en esta mañana, en este Santuario del Señor de los Milagros, y en esta Santa Misa que estamos celebrando..!
- ¡Señor enamórame de tu Cruz.., como Tú te enamoraste de ella..!
- ¡Hazme entender lo que ella trae consigo.., y lo que de ella se desprende..!
- ¡Y que ya no pueda vivir, sin Ti, y con ella..!
- Mis queridos hermanos... ¿No os habéis preguntado nunca, por qué Jesucristo se enamoró de la Cruz.., y la abrazó hasta las últimas consecuencias..?
- Yo encuentro tres razones, que me gustaría compartir con vosotros en esta homilía. ¿Me lo permitís...?
DESARROLLO:
- PRIMERA RAZÓN: ¡Para revelarnos su amor infinito, el del Padre y el suyo...!
- "Dios es caridad, Dios es amor... Y a Dios nadie lo ha visto jamás... "(1Jn.4, 8.12).
- La primera declaración de Su amor la realiza en la creación..., y sobre todo en la creación del hombre...
- Pero oscurecida la mente de éste por el pecado, esa revelación natural no basta..., y se tiene que ampliar en la Alianza con Israel...
- Y en la plenitud de los tiempos revelará Dios su amor:
- Con la encarnación del Verbo.
- Con la vida y el misterio profético de Cristo...
- Y sobre todo en la Cruz, donde este Verbo Encarnado "nos amó hasta el extremo." (Jn.13,1).
- ¡Por eso quiso Dios la cruz de Cristo..!
- En la Pasión deslumbrante de Jesucristo.., se nos revela todo el Amor Trinitario, y en todas sus dimensiones:
- (1º.) La primera dimensión, es la del amor de Cristo al Padre:
- El quiso, que en la última Cena, esa fuera la interpretación principal de su muerte: "Es necesario que el mundo conozca que yo amo al Padre, y que obro como El me ha mandado..." (Jn. 14,31).
- En la Sagrada Escritura, amor y obediencia a Dios van siempre juntos, pues el amor exige y produce la obediencia: "Los que aman a Dios, cumplen sus mandatos..." (Ex 20,6).
- Y en la cruz, nos enseña Jesús, que Él obedece al Padre infinitamente, "hasta la muerte y muerte de cruz." (Flp. 2,8), porque le ama infinitamente...
- Y al despedirse de sus discípulos en la Cena, se aplica así mismo lo que dicen las Escrituras de Yahvé: "Si me amáis, guardaréis mis mandamientos" (Jn.14,15), y "si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor." (15,10).
- (2º.) La segunda dimensión, es la del amor del Padre por nosotros:
- Pues "Dios acreditó su amor hacia nosotros, en que siendo todavía pecadores, Cristo murió por nosotros." (Rom.5,8).
- "Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo único" (Jn.3,16).
- ¡Lo entregó primero en Belén, por la encarnación..!
- ¡Y acabó de entregarlo en la Cena y en la Cruz: "mi cuerpo, que se entrega.., mi sangre, que se derrama."
- Este es el amor que el Padre nos tiene, el que nos declara totalmente en la Pasión de su Unigénito...
- (3º) La tercera dimensión, es la del amor de Cristo por los hombres:
- Que en la cruz se revela en toda su plenitud...
- Cuando uno ama a alguien.., da pruebas de ese amor comunicando..:
- ¡Su atención...
- ¡Su ayuda...
- ¡Su tiempo...
- ¡Su compañía...
- ¡Su dinero...
- ¡Su casa...
- Ciertamente, "no hay amor más grande que, comunicar, dar uno la vida por sus amigos." (Jn.15,13).
- ¡Esta es la revelación máxima del amor.., la entrega hasta la muerte..!
- Pues bien, Cristo es el Buen Pastor, que entrega su vida por sus ovejas (Jn.10,11).
- "El murió por el Pueblo, para reunir en uno a todos los hijos de Dios que estaban dispersos." (Jn.11,51-52).
- Después de esto, ahora ya nadie, mirando a la cruz, podrá dudar del amor de Cristo.
- ¡Él ha entregado su vida en la cruz por nosotros, pudiendo sin duda reservársela...
- Por eso, cada uno de nosotros podemos exclamar con S. Pablo: "El Hijo de Dios me amó y se entregó por mí" (Gal.2,20).
- ¡Qué bien lo dejó escrito S. Agustín cuando dijo:
- "El Hijo unigénito murió por nosotros..,
- para no ser el único hijo.
- ¡No quiso ser único..,
- quien único.., murió por nosotros..!
- El Hijo único de Dios ha hecho muchos hijos de Dios...
- Compró a sus hermanos con su sangre,
- quiso ser réprobo para acoger a los réprobos...
- ¡Vendido para redimirnos,
- ¡deshonrado para honrarnos,
- ¡muerto para vivificarnos...!" (Sermón 171).
- YA HEMOS VISTO LA PRIMERA RAZÓN POR LA QUE CRISTO SE ENAMORÓ DE LA CRUZ...:
- ¡Fue para revelarnos su amor infinito.., el del Padre y el suyo..!
- LA SEGUNDA RAZÓN, POR LA QUE YO CREO QUE CRISTO SE ENAMORÓ DE LA CRUZ, FUE..: (Silencio..)
- ¡Siento un hondo respeto por todos los que me estáis escuchando en esta mañana.., laicos y consagrados..!
- Pero la segunda razón que os voy a dar es un poco fuerte.., pero tengo que decirla.., no me la puedo callar cobardemente..:
- ¡Jesucristo se enamoró de la Cruz, para revelarnos el horror del pecado y del Infierno..!
- ¡Que pocas veces se escucha esto..., pero que necesario es..!
- ¿Cómo es posible que un Dios providente, decida salvar al mundo por la muerte sacrificial de Cristo en la cruz..?
- ¡Y es que quiso, que el horror indecible del pecado, se pusiera de manifiesto en la muerte terrible de su Hijo...! ¡El Santo de Dios..! ¡El Inocente..!
- ¡Impresionante en verdad..!
- "El pecado del mundo" exige la muerte del Justo y la consigue.., y en esta muerte espantosa, Dios manifiesta a los hombres todo el horror de sus culpas...
- ¡Mis queridos hermanos, si pensamos que nuestros pecados...
- ¡son cosa trivial para Dios..,
- ¡solamente actos contingentes.., hoy son y mañana dejan de ser...
- ¡o que no tienen mayor importancia en esta vida, y que, por supuesto, no van a producir una repercusión de castigo eterno,
- ¡Si esto fuera así, que no es así.., os aseguro que seguiríamos pecando..!
- ¡Sólo mirando a la Cruz de Cristo, es que conocemos lo que es el pecado, y lo que puede ser su castigo eterno en el infierno...!
- ¡Sólo en la muerte ignominiosa del Inocente, conocemos el horror al pecado...!
- ¡No os olvidéis nunca, mis queridos hermanos.., que la cruz de Cristo, revela a los pecadores la existencia real del infierno..!
- ¡Si persistimos en nuestros pecados, es que no acabamos de creer en la terrible posibilidad de ser condenados...!
- Un autor del siglo XIX, que se llama Charles Arminjon, en su libro "El fin del mundo, y los misterios de la vida futura", reeditado en el 2010 por una editorial española, se preguntaba:
- "Si no hubiera infierno...
- ¿Por qué habría descendido Jesucristo desde los cielos..?
- ¿Por qué su abajamiento hasta el pesebre..?
- ¿Por qué sus ignominias.., sus sufrimientos.., y su sacrificio en la cruz..?
- Y se respondía: Si no existiera el infierno, el exceso de amor, de un Dios que se hace hombre para morir, hubiera sido una acción desprovista de sabiduría, y sin proporción con el fin perseguido..."
- No puedo dejar de decir, que la lectura de este autor y de este libro, hizo tal impacto en S. Teresa de Lisieux, que escribe en Historia de un alma: "su lectura, fue una de las mayores gracias de mi vida" (H. de un alma, manuscrito A, cap. V).
- Los santos, sí que se conmueven ante Cristo clavo en la Cruz... ¿Y nosotros, por qué no nos conmovemos..?
- LA PRIMERA RAZÓN QUE OS DABA, DE POR QUE CRISTO SE ENAMORÓ DE LA CRUZ, ERA...: ¡Para revelarnos su amor infinito.., el del Padre y el suyo..!
- LA SEGUNDA RAZÓN, POR LA QUE CRISTO SE ENAMORÓ DE LA CRUZ..: Fue para revelarnos el horror del pecado y del Infierno..!
- NOS QUEDARÍA, YA SOLO POR SEÑALAR, LA TERCERA RAZÓN POR LA QUE CRISTO SE ENAMORÓ DE LA CRUZ..: Y esta fue, para revelarnos que solo por la Cruz nos salvamos... ¿Crees esto..?
- Sabiendo el Hijo de Dios que "su Pasión redentora es la razón de ser de su Encarnación" (Catecismo nº 607), y que precisamente en la Cruz es donde va a consumar su obra salvadora...
- "Enseñaba abiertamente "a todos:
- el que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame...
- 2. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, y quien perdiere su vida por mi causa, la salvará..." (Lc. 9,23-24).
- Y es que también nosotros tenemos necesidad de tomar la cruz, morir en ella al hombre carnal y pecador, para alcanzar la vida eterna...
- De este modo.., Cristo al abrazarse a la cruz, hace que el hombre también se abrace a ella.., y llegado el momento..,
- no la temamos..,
- no la rechacemos..,
- sino que la recibamos como un medio necesario para llegar a la vida eterna...
- ¿Cómo nos habría enseñado Cristo, lo que nos cuesta tanto abrazar.., si El antes no lo hubiera abrazado...?
- No quisiera terminar esta homilía, sin presentaros, al menos, un alma enamorada de la Cruz, después que contemplo a Cristo en ella...
- Para las MM. Carmelitas el ejemplo es familiar...
- Yo espero que para vosotros también lo sea.., porque ¿quién de nosotros no conoce a Teresa de Lisieux? o ¿quién no ha leído Historia de un alma..?
- Dice la Santa:
- "Un domingo, mirando una imagen de Nuestro Señor en la Cruz, quedé impresionada por la sangre que caía de una de sus divinas manos...
- Y experimenté una gran pena, pensando que esta sangre caía en tierra sin que nadie se apresurase a recogerla, y decidí permanecer en espíritu al pie de la cruz para recibir el divino rocío que de ella caía, comprendiendo que me sería preciso difundirla luego por las almas...
- El grito de Cristo en la Cruz
resonaba continuamente en mi corazón: "¡Tengo sed!"
Estas palabras encendían en mí un ardor desconocido y muy vivo...
Yo quería dar de beber a mi Amado Jesús, y sentí que también a mí me devoraba la sed de almas...
- No eran todavía las almas de los sacerdotes las que me atraían,
sino las de los grandes pecadores;
ardía en deseos de arrancarlas de las llamas eternas...
- Era un verdadero intercambio de amor;
a las almas yo les daba la Sangre de Jesús, y a Jesús le ofrecía estas mismas almas refrescadas por su divino rocío, y así me parecía que saciaba su sed, y cuanto más le daba de beber más aumentaba la sed de mi pequeña alma, y era esta sed ardiente que El me daba, como la bebida más dulce de su amor..."
CONCLUSIÓN:
- Comenzaba esta homilía con unas palabras de la estrofa Stabat Mater, ¿Recordáis..? Pues bien, con ellas quisiera terminarla también.., haciendo nuestra la súplica que encierra...
- ¡Madre..!
- "Haz que su cruz me enamore
y que en ella viva y more,
de mi fe y amor indicio.
- Porque me inflame y encienda,
y contigo me defienda,
en el día del juicio…
¡Que así sea....!
____________________Bibliografía consultada:
- La Cruz gloriosa. P. José Mª Iraburu