Descansa en paz, querido Fr. Vicente Guerrero. Esta madrugada ha fallecido en el Convento de Santa Rosa de Lima Fr. Vicente Guerrero Carbonell. En el mes de junio cumplió los cien años. El pasado día 30 de agosto había sido asignado por el Maestro de la Orden a la Provincia de San Juan Bautista del Perú. En la Capilla del Nacimiento -al interior del Jardín de Santa Rosa- se está velando. No se cerrará el jardín hasta las 9 pm. Mañana martes 12, se abrirá a las 8 am., la misa de cuerpo presente en la Basílica 11am y posterior traslado al Cementerio Británico en El Callao. El funeral por su eterno descanso tendrá lugar mañana martes, día 12 de septiembre, a las 11.00 h. en la Basílica de Santa Rosa de Lima. Demos gracias a Dios por su vida y pidamos al Señor que lo acoja en su Reino. Face: Boletin Misioneros Dominicos
P. Vicente Guerrero, el dominico navarro con cien años de edad, que fue secretario del Cardenal Landázuri.
Tuve la gracia de visitarle, conversar y recibir su bendición, el 8 de agosto del 2017, fiesta de Santo Domingo, en el Convento de los Dominicos de Santa Rosa, junto a la Casa donde nació y vivió Santa Rosa. Fue un don encontrarme con un misionero de la tierra de Javier, Navarra, con cien años de vida, sin poder hablar, pero con la sonrisa en los labios y con la mano abierta para bendecir y señalar la foto del Cardenal Juan Landázuri a quien sirvió con prudencia suma y afecto filial.
Allí está también el preciado escritorio que le regalara Su Eminencia. Le conocí un miércoles 17 de febrero del 2016, en compañía de Massimo Zorzin quien estudia la obra del Cardenal Landázuri en el Concilio Vaticano II. A pesar de sus 99 años, quedé impresionado por su lucidez, simpatía, amabilidad. Sin soltar prenda sobre su misión como secretario del Cardenal –pues era según él "top secret"- nos compartió varias anécdotas que ayudarán, sin duda, a completar la ya conocida imagen franciscana, sencilla, transparente del gran Cardenal de Lima.
Eso sí, se explayó acerca de la prudencia exquisita, la paciente energía y del ilimitado cariño que los fieles les manifestaron.
Nacido el 10 de junio de 1917, acaba de cumplir los cien años, llegó al Perú el 10 de mayo de 1958, pasó cinco años como misionero en la selva; fue responsable de prensa del congreso eucarístico y mariano nacional y al ser nombrado Cardenal de Lima, Mons. Juan Landázuri, en el 1962, fue reclamado como secretario –misión que cumplió a lo largo de todo su ministerio en 1988. Me refirió que –por discreción- nunca concedió una entrevista y que en el libro de quien fue secretario, Gustavo Noriega Mi amigo el Cardenal Juan (Lima, 1999) se informa de su labor en Cáritas: "Su primer Secretario General fue el Padre Vicente Guerrero, quien trabajó en las oficinas que se acondicionaron en el tercer piso del Palacio Arzobispal. Esta circunstancia permitió la participación más activa de Su Eminencia en esos primeros años de trabajo social desde Cáritas Lima. El Padre Vicente fue un amigo y magnífico colaborador del Cardenal, quien respondió con creces a las expectativas por su capacidad para atender esta área que tanto apoyo necesitaba", p. 98)
La Asamblea Plenaria del Episcopado Peruano le concedió la Condecoración "Medalla Santo Toribio de Mogrovejo", por su destacado servicio a la Iglesia del Perú, específicamente por "el generoso servicio prestado a la Conferencia Episcopal Peruana como Secretario Adjunto, desde 1983 hasta 1985, y le fue entregada el día jueves 27 de enero de 2011 a las 11:00 horas en la Asamblea Plenaria Ordinaria. Poco después de recibido el premio, estuvo a punto de morir, perdió la memoria y la razón, pues "estuvo ocho días sin saber lo que hice, pero me recuperé".
Su hermana Asunción, dominica del Rosario en Chaclacayo, pasa también de los 90 años de edad y casi toda su vida como misionera en el Perú. Agradezco al Señor tan providencial encuentro y lo comparto para felicidad de los Dominicos, Navarra, el Perú, la Iglesia entera. Dios quiera que vidas tan fecundas y benéficas sean dadas a conocer, se registren para la historia y nos sirvan para caminar con esperanza en este mundo tan necesitado de ellas.