SAMARITANOS DE LA DONACIÓN VOLUNTARIA DE SANGRE
14 DE JUNIO, DIA DEL DONANTE
Este día fue establecido en el año 2005, en la 58ª Asamblea Mundial de la Salud, máximo órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para celebrarse el 14 de junio de cada año. La fecha conmemora el nacimiento de Karl Landsteiner (Viena, Austria, 14 de junio de 1868) patólogo y biólogo austríaco, que descubrió y tipificó los grupos sanguíneos ABO.
¡Uno de los científicos católicos más prestigiosos! El objetivo de esta celebración es pro- mover los valores comunitarios de la donación altruista de sangre, reconocer y agradecer el aporte fundamental que los donantes voluntarios hacen a los sistemas nacionales de salud, instar a disponer de sangre y productos sanguíneos seguros, y conseguir un acceso universal a las transfusiones
1. ¿POR QUÉ HAY QUE DONAR SANGRE?
Los seres humanos no podemos vivir sin sangre. Todos los órganos del cuerpo funcionan gracias a ella. Sin suficiente cantidad y sin sus funciones específicas nos debilitaríamos y moriríamos. La más avanzada tecnología no ha sido capaz de producir este elemento esencial para la vida. Y es precisamente la complejidad de las funciones que realiza la sangre, lo que hace, hoy en día, que no dispongamos de ningún substituto artificial completo de la misma. La única posibilidad de obtener la sangre es gracias a la generosidad personal del ser humano. A través de la donación es la única forma de compartir este apreciado bien para dar respuesta a las necesidades transfusionales de la población y teniendo en cuenta que la sangre tiene caducidad, no se puede almacenar por un tiempo indefinido. Se espera que sea un acto ejercido y promocionado en todos los sectores de la sociedad, como base para un suministro oportuno, y que garantice la seguridad transfusional, una necesidad permanente, y no debe estar asociada sólo a urgencias o desastres.
2. ¿QUIÉNES NECESITAN SANGRE?
La sangre es sinónimo de vida. La necesitan: los anémicos, los accidentados que presentan hemorragias y quienes van a ser operados; pacientes con enfermedades de la sangre: hemofilia, leucemia, entre otras; los que recibirán un trasplante de órgano y quienes están con enfermedades renales crónicas; los enfermos de cáncer, mujeres gestantes con hemorragias, en los partos, bebés prematuros y niños con infecciones complicadas, también los quemados y los que tienen cirugía de corazón.
Hacen falta donantes todo el tiempo: todos los días, todos los meses, todos los años. La necesidad de sangre en los hospitales y en otros centros de salud es algo permanente.
3. DONAR SANGRE ES SALUDABLE
Donar sangre no ocasiona trastornos al organismo. No debilita, no engorda, no adelgaza, no perjudica en nada. El material que se usa para donar sangre es estéril y descartable, haciendo desaparecer el riesgo de contraer enfermedades. Con la donación, la sangre fluye mejor. Existe menor riesgo a sufrir un ataque al corazón y accidentes cerebrovasculares. Además, la médula ósea comienza de inmediato a regenerar todo lo donado, dando vitalidad al organismo. No olvidemos que la sangre se renueva de continuo, hayamos donado o no.
Para donar hay que cuidarse y vivir con estilos de vida sanos. La donación potencia la salud mental, emocional y social al contribuir con talante alegre al bien común. Se da buen ejemplo cívico. Se refuerzan los valores al donar de manera altruista. Está la satisfacción del deber cumplido, de ayudar a mejorar la calidad de vida de uno o varios enfermos y de contribuir a expandir la cultura de la donación para que haya sangre para todos. Inmenso es el gozo espiritual de saber que se ayuda, como buenos samaritanos, a tantas personas, como lo haría Jesús. Y, además, en el control médico que se realiza antes de la donación, pueden detectarse algunos síntomas e iniciarse un tratamiento. Los análisis clínicos que se realizan contribuyen a la prevención en salud.
Donar es saludable. Para muestra un botón: yo he tenido la gracia de donar en más de 150 ocasiones.
4. PERÚ NECESITA SANGRE
Según estimaciones del Ministerio de Salud, se requieren unas 624.746 unidades de sangre y se recolectan 412.920. Y de ese total, sólo el 13.3% se obtiene por donación voluntaria; el resto (86.7%) es por reposición. Basta- ría que donara una sola vez al año un 2% de la población para tener sangre abundante, bien analizada y en pre- visión para todos los peruanos. Y sin necesidad de pedir sangre a ningún fa- miliar, ni corretear detrás de la sangre.
Los habitantes del Perú entre 18 y 59 años son 18.119.655. De éstos, ciertamente, muchos no pueden donar, aunque quisieran, pero basta y sobra- ría menos de un millón de donantes al año para cubrir las necesidades totales de sangre del país, donando una sola vez al año. Desde una donación voluntaria de sangre universal y anual, y de una creativa y sostenida práctica de promoción y extracción de sangre con campañas frecuentes, la cobertura para todos en el Perú está a la puerta. ¡Hay que ser generosos, buenos samaritanos de la donación voluntaria de sangre!
5. UNA META: LLEGAR AL 100% DE DONACIÓN VOLUNTARIA DE SANGRE
Ya sabemos que la sangre no se fabrica artificialmente, se crea en la médula ósea de cada persona y se bombea desde un corazón solidario. La donación es un matrimonio de altruismo y técnica. Hay donantes por reposición; es decir, donar por la necesidad de reponer la sangre de un familiar o allegado. Hay quienes, desgraciadamente, venden su sangre, ¡con el riesgo para la salud que esto implica! Y estamos los donantes altruistas. Hay que llegar a la meta de una donación que sea altruista al 100%, es decir, donar generosamente para quien la necesite y cuando la necesite. La donación voluntaria altruista de sangre comporta un acto de discernimiento moral, valórico, cívico y espiritual. Es un acto humano y humanizador, toda una actitud de entrega personal, digna de imitación.
6. UNA CAMPAÑA DE DONACIÓN DE SANGRE POR AÑO
La diaconía de la caridad se demuestra en cada cristiano tome la iniciativa de donar sangre, al menos, una vez por año, para quien la necesite y cuando la necesite.
Cada institución cristiana (centro de salud, diócesis, parroquia, colegio, universidad, hermandad, radio o televisión católica, etc.) debiera organizar, en equipo con el banco de sangre del hospital más próximo, una campaña de donación de sangre en las propias instalaciones, facilitando a los fieles cristianos ejercer este servicio tan cívico, tan cristiano y tan ejemplarizante.
Bienaventurados los donantes y promotores voluntarios de sangre.
Bienaventurados los donantes voluntarios de sangre que conciben su sangre como una fortuna no para depositarla, sino para donarla: "Mi sangre es tu sangre".
Bienaventurados los donantes voluntarios de sangre que, con su donación altruista, hacen patria.
Bienaventurados los donantes y promotores voluntarios de sangre, imitadores de Jesús, dador de sangre universal y dador universal de sangre, que nos donó hasta su última gota.
Bienaventurados los donantes y pro- motores voluntarios de sangre que un día escucharán: Vengan bendito de mi Padre, porque estaba sin sangre y me dieron la suya (cfr Mt 25, 36).
Padre Mateo Bautista Religioso Camilo
Donante altruista de sangre