El P. Carlos Echávarri Osacar (22.12.1930-1.05.1994)
Por fin pude visitar la tumba del padre de San José de Tiabaya, el Padre Carlos Echávarri, del que tanto había escuchado y que tan sólo puede saludar poco antes de su muerte. El pasado viernes 23 de febrero del 2023 dos jóvenes entusiastas de Tiabaya me guiaron por las calles y los locales por los que él transitó, construyó, santificó. Fue una tarde lluviosa pero llena de luz y de esperanza. ¡Qué emoción y responsabilidad rezar ante su tumba! Palpar la obra de sus manos y de su corazón. Recoger el latido de su entrega misionera, a lo Javier, a lo Toribio, a lo Teresa de Calcuta, y, aquí en Arequipa, al igual que su tocayo por quien tanta admiración tenía, el P. Carlos S. Pozzo. Sentí el deber de historiar y visibilizar su profética vida tan necesaria para nuestro Perú y nuestra España. Les comparto los apuntes logrados con el ánimo de que vayamos ampliándolos y sistematizándolos lograr su semblanza que sirva para conocerlo y seguirlo.
Nació en el pueblo navarro Olzagutia, el 22 de diciembre de 1930 . Situado en la comarca de La Barranca, en las faldas de la Sierra de Urbasa, en el valle de la Burunda, a 53 km de la capital de la comunidad, Pamplona. Es un pueblo vivo y acogedor, rodeado de naturaleza. En su término se han encontrado vestigios arqueológicos prehistóricos y estelas funerarias de época romana.
La población de Olazagutía se dedicó a lo largo de los siglos a la agricultura, la ganadería y la explotación forestal. El cambio llegó durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX, cuando Olazagutía se desarrolló de forma notable, tanto por la llegada del ferrocarril como por la aparición de las primeras industrias. La instalación de la empresa maderera de Juan Echávarri inició un proceso de industrialización que no ha parado hasta nuestros días. Dicha empresa abasteció de traviesas a todas las líneas ferroviarias del norte peninsular. La inauguración de la fábrica de Cementos Portland, en el año 1903, consagró definitivamente el carácter industrial del pueblo. Su población en el censo de 2017 fue de 1518 habitantes.
Ingresó en la Compañía de Jesús en Loyola, el 26 de septiembre de 1947,. Allí vivió su etapa de Noviciado y Juniorado, con los estudios de Humanidades. A continuación cursó los estudios de Filosofía y Teología en el Colegio Máximo de Oña (Burgos). De allí se trasladó a Loyola para ser ordenado sacerdote, el 30 de julio de 1961, víspera de la fiesta de san Ignacio; celebró su primera misa el día de San Ignacio.
La siguiente etapa -Tercera Probación- la pasó en Gandía, en la casa de San Francisco de Borja, santo duque y general de la Compañía de Jesús.
En 1963 se dedica al estudio del inglés con miras a la misión de la India y seguir las huellas de san Francisco Javier: Sus sueños no pudieron realizarse por desacuerdos gubernamentales de España y de la India. Sin embargo, sus deseos misioneros siguen, y en 1964 marcha a Panamá en apoyo de la organización y promoción de Fe y Alegría, ocupando el cargo de Director de la obra durante los años 1964 al 1966.
Con la obra en marcha, regresa brevemente a España en 1967, justo el año en que el P. José María Cánovas del Castillo, organizó una gira en busca de voluntarios para ejercer su apostolado misionero en Arequipa (Perú). Y ahí se enrola el P. Carlos. Al inicio trabajó por unos meses en la Residencia de Arequipa hasta que a principios de 1968 se le encomienda el cuidado pastoral del Pueblo Joven San José de Tiabaya.
El joven pueblito le brindaba la gran oportunidad de comenzar casi de cero. Y así, con gran celo, constancia y amor por los pobres, comienza a tocar puertas, mueve resortes y logra recursos para lo que el pueblo necesitaba: templo, casa parroquial, posta médica, cuna infantil para más de 100 niños, salón de usos múltiples, servicio de agua potable, desagüe…materiales y construcción de viviendas para más de 100 familias, siempre con el apoyo de su gran amigo, también jesuita, P. Carlos S. Pozzo, fundador de CIRCA.
La Posta Médica logró implementarla con servicio odontológico, rayos X, laboratorio de análisis, botiquín surtido de medicamentos básicos….
Como auténtico padre derrochó inquietudes, preocupaciones y acciones para todos sus feligreses a lo largo de 27 años.
En el templo figuran textos emblemáticos que compartía habitualmente con los fieles: "Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo", "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas. Y con ese mismo amor a los hombres tus hermanos". Preside el altar principal un imponente Cristo en cruz traído desde Navarra y enfrente a la entrada del templo una esperanzada imagen de Cristo Resucitado que tanto gustaba al P. Carlos.
En medio de todo el complejo está la torre con un reloj que se convirtió como el centro e imán para todos los pobladores, pues al dar las campanadas de cada hora recordaba a los pobladores y fieles que 8 horas son para la oración, 8 para el trabajo, 8 para el descanso y las 24 para Dios.
El P. Carlos siempre abrió brecha para que otros pudieran trabajar en su compañía, hoy diríamos sinodalmente. Sus más estrechas colaboradoras han sido las Religiosas de Sant Josep de Gerona, congregación dedicada a la asistencia a enfermos, fundada por Maria Gay i Tibau en 1870. De acuerdo con los estatutos, tienen como misión "el ejercicio de la caridad por y con los enfermos, prestándolos asistencia espiritual y corporal" (Constituciones, 3). Por eso mantienen clínicas y hospitales o trabajan en ellos, además de hacer asistencia sanitaria a domicilio. También mantienen residencias para ancianos y algunos colegios, además de hacer apostolado misionero. Uno de estos colegios es el Colegio Sagrada Familia de Gerona que ya ha celebrado 50 años, pues fue fundado por el Instituto de Religiosas de Sant Josep de Girona el 1966. En 2015 tenían ya comunidades en Barcelona, Gerona, Malgrat de Mar, Burjasot, Olot, Vilarroja, Solius y en Gandía.2 Además, la comunidad está presente en otros lugares de España y en Francia, Italia, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Argentina, México, Guinea Ecuatorial, Ruanda, Camerún y la República Democrática del Congo.
Otros apoyos han venido de voluntarios como los jóvenes de GAM TEPEYAC que desde 1992 han colaborado económicamente con proyectos como el apadrinamiento de niños y jóvenes, atención sanitaria (Dr. Ignacio García Pascual, Dr. Álvaro Susín), pastoral…Un sazonado fruto fue la vocación sacerdotal del P. Alfonso Tapia, vicario del Vicariato de San Ramón, quien convivió durante un año con el P. Carlos.
LOS AMÓ HASTA EL EXTREMO
Desde la noche del sábado y domingo por la mañana de 1 de mayo de 1994 comenzó a sentir malestar en el pecho, a pesar de lo cual asistió a la bendición de la nueva obra comunal -pozo de agua- para beneficio del pueblo. En el acto arrancó un compromiso de las autoridades locales en favor de los pobres, denunciando su indolencia y olvido frente a las necesidades de los más necesitados.
Eran las 11 de la mañana cuando el P. Carlos se preparaba para bendecir la colocación de la primera piedra de las obras de agua potable y desagüe de san José de Tiabaya. Sensiblemente molesto por la desidia las autoridades, increpó con tal fuerza a las autoridades que al culminar su discurso a las dos de la tarde, sintió que le fallaban las fuerzas. Varias personas que estaban a su lado -como los miembro de seguridad del alcalde provincial Fernando Ramírez- trataron de auxiliarlo solicitando una silla, pero el P. Carlos apuró su bendición y dio por terminado el acto con estas sentidas palabras: "Yo bendigo esta obra porque traerá el desarrollo para este pueblo al cual yo tanto quiero". El propio alcalde de Tiabaya, José Postigo, presente también, se ofreció a llevarlo al Hospital más próximo, Hospital Nacional del Sur. Pero el P. Carlos sufrió un infarto masivo en el momentos en que bendecía la colocación de la primera piedra de la instalación del servicio de desagüe de San José de Tiabaya, a las 2 de la tarde. Y cuando llegó al nosocomio los médicos declararon que ya llegó cadáver.
Era el 1° de mayo de 1994, en San José de Tiabaya, Arequipa, tenía 63 años de edad, 47 de Compañia, y 32 como sacerdote. Desde que llegó al Perú en 1968, trabajó incansablemente al servicio de los pobres de la Vicaría de San José y Pampas Nuevas, en el distrito de Tiabaya, Arequipa.
La comunidad de San José de Tiabaya desfiló ante su féretro en filas interminables, con lágrimas en los ojos y una pena muy honda en el corazón. Y como dice su amigo P. Juan de Dios Vicente, SJ, "si perdieron un padre en la tierra, han ganado un intercesor y protector junto a Dios en el cielo".
Un poblador de Tiabaya, presente en el velorio, expresó lo siguiente: "Yo creo que Dios no pudo escoger mejor fecha para quitarnos al P. Carlos. Él ha muerto en el día de San José de Tiabaya, por lo tanto siempre lo tendremos presente. Todo lo que tenemos se lo debemos a él. Para un gran hombre, una muerte especial.". Por su parte, Delia Palomino reconoce que para ella "el Padre Carlos fue lo mejor y lo más grande que hubo en este pueblo"; Gregorio Aguilar: "siempre me voy a acordar que él me decía que debía amar y ayudar a los demás; lo que nunca me olvidaré del P. Carlos es su bondad"; Julio Layme: "yo recordaré siempre lo que él decía: todos somos iguales, no hay diferencias entre nosotros; además era muy disciplinado y ordenado"; Tomás Quispe siempre me acordaré de la bondad, solidaridad y entusiasmo del P. Carlos"; Martha Rendón: "todos sabíamos que el padre quería mucho a los niños, ancianos y a la gente más pobre; todos los días nos ayudaba, se preocupaba por nosotros"
La misa de exequias fue presidida por Mons. Fernando Vargas, y luego fue enterrado en el Presbiterio de la Iglesia, junto al altar. Una sencilla lápida nos ofr3ece sus datos: Reverendo Padre Carlos José Echávarri Osacar, SJ, 27.12.1920, Navarra (España)-1.01.1994 San José de Tiabaya (Perú) VEN SEÑOR JESÚS. No hay amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos (Jn 15, 13). ACUÉRDATE DE JESUCRISTO RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS. Firma del P. Carlos.
Su obra ha sido continuada por su gran amigo P. Juan Ramón (Montxo) Sánchez Guardamino a quien desde 1983 invitó a acompañarle en la misión. En carta de 29 de abril de 1991 le informa de que pueden servir 1200 raciones diarias completas preparadas en tres Ollas Comunales con sus cocinas y ollas gigantes a base de patatas, arroz, alubias, harina, aceite…con el apoyo de Cáritas. Gracias a su trabajo se ha podido brindar a diario alimentos a 600 niños, 130 ancianos y a 1.500 pobres, así como el agua para los 3.200 moradores.
A los tres años de su partida para la gloria, el periodista voluntario Gustavo Gómez participó con el GAM-TEPEYAC de un verano misionero y le dedicó un entrañable artículo en "Arequipa al día"(18 de agosto 1997) titulado "La sombra de un jesuita terrible": "Basta con deambular por sus calles aún sin asfaltar sólo un poquito o conversar con las fuerzas vivas de la Ciudad Blanca, para avistar la sombra de Echávarri…La sombra del ¡"terrible jesuita" aún planea con potencia entre los cerros y chacras de san José de Tiabaya. Dicen que de mañanita, cuando la esperanza aún es virgen, es cuando mejor se la ve"