EL CAMINO DE EMAÚS DE LA UCSS: 10 AÑOS ACOMPAÑADOS POR JESÚS
(Homilía de Monseñor Lino Panizza, sábado 11 de diciembre 2010, Parroquia del Buen Pastor, en la Eucaristía de la ceremonia de clausura por el décimo aniversario de la UCSS. Fotos de la capilla del obispado en la que a diario celebra Monseñor y tiene tan presente a nuestra alma mater. ¡Muchísimas gracias, Monseñor!)
Hay momentos en la vida en los que uno quisiera decir muchas cosas y se hace difícil porque no sabe por dónde comenzar. En estos días reflexionando sobre nuestra historia, sobre estos diez años vividos, y tratando de encontrar una comparación relación desde la Palabra de Dios, hoy el Evangelio nos invita, nos cuestiona a quién buscar, a quién fueron a ver. Es la misma pregunta que yo podía hacer a ustedes y que yo podía hacer a mí mismo a quién busqué, quién fui a ver, Y asocié este Evangelio con otro: con el de los discípulos de Emaús. Donde, se lo recuerdo, esos dos hombres estaban desilusionados, tristes, porque Aquél en quien habían puesto su esperanza aparentemente los había defraudado. Él había dicho que iba a resucitar a los tres días pero comenta que habían pasado tres días y nada. Creíamos que…Y en esta frase “pensábamos que…y ya han pasado tres días se refleja la desilusión, el vacío de alguien que en su propia vida había puesto su esperanza en otro Y luego van caminando y cuando llegan invitan a este señor que se le cruzó en el camino y los acompañó y cuando llegaron a la casa se quiere ir pero ellos insisten en que se quede y compartan con ellos un momento más. Y así hizo. Y al compartir tomó un pedazo de pan, lo partió y se lo dio a ellos, y dice el Evangelio que en ese momento se le abrieron los ojos y en ese momento ese personaje que les había acompañado se desapareció y dice que reconocieron que era el Señor.
Y su vida cambia, pasa de la tristeza al gozo, a la alegría y andan corriendo para anunciar esa noticia. Bueno, yo recordando esos diez años de la Universidad cómo respondiendo a esa pregunta del Evangelio de hoy imaginé la historia de la Universidad como ese camino de Emaús. Muchos se han puesto en ese camino, algunos se dieron cuenta que iba un personaje que caminó con ellos, otros ni se percataron, unos escucharon que había alguien al costado de ellos que caminaron con ellos que hizo signos para que su vida de cambiara de la tristeza, del vacío, de la oscuridad. Comenzaron ver la luz, la alegría, descubrieron el sentido de la propia vida. Otros no. Me pregunto quiénes son esos caminantes. De alguna manera somos todos. Quién es ese Cristo, ese Señor que se pone a caminar al costado nuestro, son nosotros mismos, ustedes señores profesores han asumido a estos jóvenes, a estos alumnos, a estos que desean descubrir y caminar en la vida, llenar ese vacío que les transmite el mundo, llenarlo Ustedes han sido aquel señor que se puso en el camino para acompañar les en el camino de la vida, en el camino de Emaús, el camino a la graduación , el camino a retornar a la vida de todos los días para hacerla de alguna manera diferente
En estos diez años tenemos que preguntarnos. Y voy a hacer así una pregunta a todos: ¿Hay alguien que a lo largo de ese camino de Emaús –simbólico- ha descubierto que Cristo caminaba con él? A ver levanten la mano quién lo ha descubierto (Sale la profesora Janina Navarro y dialoga con Monseñor Lino, manifestando que sintió la presencia de Jesús en las experiencias educativas, con la compañía de los maestros como A. Aziani, Dr. Bolis…)
¿Alguno me puede decir el momento concreto en que como los discípulos de Emaús han sentido arder el corazón mientras que Jesús les hablaba? ¿A algunos de ustedes le ardió el corazón o sólo ha habido hielo, tiniebla? Hay que hacer curso de oratoria para vencer timidez, a ver qué alumno, o puede ser un profesor…A ver… (Sale la profesora Teresa Brioso quien comparte su testimonio de ver la presencia de Jesús en el trabajo en equipo del Decanato, en sus clases, en los encuentros con alumnos y profesores).
Hemos visto una palabra de Dios que nos invita a seguirle como ahora en Navidad. Que esta Navidad sea descubrir este Señor que camina con nosotros. Muchas veces no nos damos cuenta; aun en nuestras reuniones, en nuestras clases, en nuestra casa. Escuchemos la Palabra del Señor, para que sea una Navidad diferente, que nos demos cuenta que Jesús quiere acompañarnos, quiere estar con nosotros, quiere llegar y ya llegó. Ustedes como educadores se dan cuenta del vacío que existe en el mundo y hay una sola persona que puede llenarlo; los jóvenes buscan llenarlo con el enamorado con la enamorada; los menos jóvenes casándose, teniendo hijos y muchas veces no es suficiente. Él único modo de llenar el vacío es permitir que Jesús nazca en nuestras vidas. Les invito a proclamar nuestra fe diciendo Creo en Dios Padre…